Uno de los ganadores de Despega Usach 2019:

Arquitecto de la Universidad de Santiago desarrolla innovador ladrillo ensamblable en base a desechos

El proyecto del arquitecto y magíster en Diseño Arquitectónico de nuestra Casa de Estudios, Daniel Escobar, se denomina “Pego Brick” y propone un novedoso ladrillo de plástico reciclado, con capacidades de ensamble semejante a los juguetes LEGO. “Me gustaría escalar las técnicas y procedimientos aprendidos al desarrollo de nuevos productos manteniendo como columna vertebral la conciencia medioambiental” señaló el joven usachino.
En palabras de Escobar, uno de los grandes desafíos de este proyecto, “es la utilización de desechos plásticos, pero a diferencia de otros prototipos, el uso de un proceso de reciclaje mecánico de fase primaria, permite aprovechar al máximo las capacidades del material, tanto químicas como mecánicas”.

Daniel Escobar Carillo es arquitecto y magíster en Diseño Arquitectónico de nuestro Plantel. Actualmente trabaja en el Laboratorio de Exploración de Materiales Arquitectónicos Ambientales (LEMAA) de la Escuela de Arquitectura y, en 2019, fue seleccionado entre los 12 proyectos ganadores del concurso institucional Despega Usach, con un innovador proyecto.

La idea de este joven usachino de 29 años, se denomina “Pego Brick” y busca la fabricación de un componente arquitectónico, similar a un ladrillo de plástico reciclado, con capacidades de ensamble semejantes a los juguetes LEGO.

Este ladrillo posee la singularidad de “encapsular” en su interior materiales que potencien sus funciones ambientales, como la regulación térmica del bloque o sus características acústicas.

Según explica Daniel Escobar, son fabricados a partir del reciclaje mecánico de HDPE o polietileno de alta densidad, mediante la utilización de procesos de termoprensado y termoconformado.

Pero ¿cómo surgió esta idea? El propio autor del proyecto lo explicó.

“Pego Brick nace como mi proyecto de tesis del Magíster Integrado en Diseño Arquitectónico que estaba cursando en la Escuela de Arquitectura. Prontamente tuve un primer acercamiento al plástico, gracias a un colega, amigo y posteriormente tutor, que me enseñó la investigación en la cual estaba trabajando, y que consistía en la manipulación de desechos plásticos como bolsas, para fabricar nuevos material”, relató Escobar, agregando que le bastó ver las máquinas y los procesos para activar su interés.

Posteriormente, el arquitecto, ingresó al laboratorio para plantear el desarrollo de un componente arquitectónico sobre la base de desechos plásticos a partir de procesos como el reciclaje mecánico, termoprensado y termoconformado. “Es aquí donde surge la idea de hacer un ‘ladrillo’ para la construcción de viviendas, repensando la idea del ladrillo tradicional, y adaptándolo a un bloque con la capacidad de ensamble similar al de las piezas del juego LEGO”, señaló.

En palabras de Escobar, uno de los grandes desafíos de este proyecto, “es la utilización de desechos plásticos, pero a diferencia de otros prototipos, el uso de un proceso de reciclaje mecánico de fase primaria, permite aprovechar al máximo las capacidades del material, tanto químicas como mecánicas”.

Para el inventor de ‘Pego Brick’, otra de las grandes diferencias de este proyecto con otros similares, “es el sistema de ensamble que presenta este producto, el cual te permite repensar los sistemas de construcción tradicionales como la albañilería para la construcción de casas, y la capacidad de encapsular diferentes tipos de material al interior del ladrillo, plantea un nuevo grado de libertad al sistema constructivo, en el cual el usuario tiene la opción de decidir para qué quiere usar el ladrillo”.

El respaldo de Despega Usach

En diciembre de 2019, en una ceremonia, se dio a conocer que el proyecto de Daniel Escobar era uno de los seis ganadores en la Fase Avanzada de Despega Usach, concurso de emprendimiento para estudiantes de pre y post grado de nuestro Plantel, cuyo objetivo es promover la cultura de la innovación y el emprendimiento y premiar proyectos de negocio de base científica y tecnológica.

“Para mi fue un premio a mi esfuerzo y al del gran equipo que me apoyó en el transcurso de este proyecto. Sobre todo, le doy las gracias a Alex, Hugo, María Ignacia, María Paz y Dayana, quienes son miembros activos del laboratorio LEMAA y al profesor Cristóbal Moreno quien me brindó su experiencia en el diseño del plástico”, contó el arquitecto.

Para Daniel Escobar y los otros cinco ganadores en la categoría Fase Avanzada, el premio fue un viaje a Estados Unidos, en febrero de este año, para realizar una pasantía internacional en Texas; específicamente en la Aceleradora Comercial Velocity TX, donde compartieron experiencias con empresas que lideran las nuevas tendencias del ecosistema de emprendimiento e innovación norteamericano.

“Después de la pasantía me di cuenta que, con una idea innovadora y con un buen modelo de negocios, es posible penetrar en mercados, tanto nacionales como internacionales. Es por esto que en un futuro me gustaría escalar las técnicas y procedimientos aprendidos en el transcurso de esta investigación, al desarrollo de nuevos productos, manteniendo como columna vertebral la conciencia medioambiental”, señaló Escobar.

Este premio le permitió a Daniel soñar con llegar más lejos. “Estoy en proceso de formalizar mi empresa y analizando los futuros escenarios para Pego Brick, como la utilización de este producto en espacios colaborativos o Coworks, mientras que, paralelamente, trabajo en papers de divulgación científica relacionados a esta investigación con el fin de mostrar al mundo el trabajo que hacemos en LEMAA y cómo aportar con nuevos procedimientos e ideas innovadoras para disminuir la huella ecológica de los plásticos de un solo uso y aportar medidas de mitigación al cambio climático que tanto nos aqueja a todos”, concluyó el arquitecto de la Usach.

Orgullo para su Escuela 

Tras el reconocimiento recibido por Daniel Escobar, el director de la Escuela de Arquitectura de la Usach, Rodrigo Aguilar, manifestó el orgullo que esta distinción representa para su unidad académica.

“Por una parte, es el reconocimiento a un círculo virtuoso que queremos profundizar, donde la docencia y las iniciativas de investigación (en este caso particular a través del Máster Integrado en Diseño Arquitectónico MIDA y el Laboratorio LEMAA), se conjugan para impulsar proyectos en orden a solucionar problemas de diseño arquitectónico ligados a aspectos ambientales que, en el contexto actual, son extremadamente pertinentes. Por otra parte, constituye un estímulo a nuestros estudiantes, en el sentido de seguir desarrollando iniciativas de innovación que pueden ser profundizadas a partir del respaldo institucional, como es el caso de este concurso”, expresó Aguilar, felicitando, además, a Daniel Escobar y todo el equipo del LEMAA “por el trabajo realizado y desearles mucho éxito en los desafíos futuros”.

Autor: 
Alex Araya Lillo
Fotografía: 
Cedida