Como una jornada en donde la memoria reafirmó el compromiso con la verdad y los valores fundamentales en la construcción de una sociedad más justa y democrática, se realizó el conversatorio “100 años: Ana González de Recabarren, lucha y legado”, en el Salón de Honor de nuestra Corporación.
La actividad fue organizada por el Comité de Iniciativa por el centenario del nacimiento de la activista pro derechos humanos y el auspicio de la Corporación Solidaria UTE-Usach, contando entre sus panelistas a la Premio Nacional de Periodismo, Mónica González; el psicólogo y víctima de la violencia policial en el estallido social, Gustavo Gatica y el hijo de Ana González, Ricardo Recabarren González.
Emilio Daroch, presidente de la Corporación Solidaria UTE-Usach, manifestó sentirse orgulloso por ser los anfitriones del conversatorio en honor de una gran mujer. “Símbolo de la lucha por los derechos humanos, la compañera Ana pugnó desde el primer día para encontrar a sus seres queridos. Siempre atenta, fue implacable al condenar los atropellos a los derechos fundamentales, con la plena envuelta en su capacidad de mujer de pueblo, pero con una dignidad que solo la supera su siempre actitud positiva y su palabra de aliento”, enfatizó.
Ana González perdió a gran parte de su familia. El 29 de abril de 1976, sus hijos Luis Emilio (29) –ex montajista offset del Taller Gráfico UTE-, Manuel (22) y su nuera Nalvia Rosa Mena Alvarado (20), quien se encontraba embarazada, fueron detenidos por agentes de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA). Su nieto Luis Emilio, de tan solo dos años, y conocido como “Puntito”, fue abandonado a cuadras de la casa de los Recabarren González, salvando de forma providencial. Al día siguiente, 30 de abril, su marido Manuel (50), salió en busca de sus familiares, para también ser detenido y desaparecido, hasta hoy. Algunos testimonios indican que se le habría visto por última vez en el Centro de Detención de Villa Grimaldi.
Conversatorio
Abrió el diálogo la Premio Nacional de Periodismo 2019, Mónica González, quien indicó que “desgraciadamente” estamos viviendo un mal momento en Chile y el mundo. “Quizás estemos en un punto de inflexión frente al abismo, peor que el que vivimos en dictadura. A la amenaza de los totalitarismos hay que sumar otra, que es el crimen organizado, y si nosotros no ponemos coto a este momento de quiebre, en Chile no habrá derecho de vida para nadie, entonces reivindicar a Anita es algo maravilloso, porque si hay alguien que refleja la lucha de los familiares de detenidos desaparecidos, es ella”, afirmó.
Avanzando en el conversatorio, la destacada periodista llamó a no olvidar, a tener cuidado con la amnesia y el desagradecimiento absoluto. “No tendríamos esta vida y la democracia que se construyó y que han profitado otros, con la proliferación de la corrupción, sino fuera por esas personas que entregaron sus vidas y que nadie conoce. Cómo mataron mujeres embarazadas y hoy osan decirnos que creen en el derecho a la vida, y lo defienden. Se le rinde homenaje a un asesino como Krassnoff Martchenko, pero nadie lo hace para mujeres como Ana González, Viviana Díaz o Carmen Vivanco”, enfatizó.
En esta misma línea, Gustavo Gatica, psicólogo y víctima de la violencia policial en el Estallido Social, sostuvo que en ocasiones se desmotiva al observar lo que ocurre en nuestro país, pero por ello, se debe forjar un cambio. “Creo que, para transformar Chile, primero se necesita partir desde más cerquita, de la familia, los amigos, los compañeros, para ir generando esperanzas y estos espacios de memoria tan importantes, porque la memoria se construye y tenemos que aportar en esa construcción”, declaró.
Gatica hizo una invitación para ser parte de este cambio, y que la educación se haga cargo de la enseñanza sobre los derechos humanos en los establecimientos educacionales de todo el país. “Yo me crié viendo los libros de historia donde los presidentes de izquierda y derecha aparecían saludando con unas banderitas los acuerdos alcanzados. En ese entonces, jamás pensé que volverían a ocurrir violaciones a los derechos humanos en Chile, sin embargo, me pasó a mí (…) Estamos en tiempos oscuros y creo que la figura de Ana González nos puede dar un ejemplo para seguir luchando”, apuntó.
Ricardo Recabarren González, hijo de la histórica dirigenta, narró episodios cotidianos de la familia y su profundo dolor al no poder despedirse de su padre al salir al exilio y no poder ingresar al país luego que la dictadura lo declarara sujeto peligroso para los intereses nacionales. “Los hijos de Anita somos como la mamá, desordenados, alegres, buenos para la talla, pero también, al igual que nuestra madre, muy comprometidos con nuestro país y el futuro de los jóvenes”.
Para concluir, el también gestor cultural, agregó que “los 100 años de la mamá no los estamos conmemorando en forma egoísta, lo estamos haciendo por lo que significa, por revindicar a las compañeras que hoy día nos permiten gozar de esta mal llamada democracia. Debemos vencer el miedo y volver a las calles, a la organización, a la alegría del pueblo”, concluyó.