Estudiantes de nuestra Casa de Estudios son los primeros universitarios que ensamblan impresora 3D

  • Denis Ogaz y Sebastián Sanhueza, estudiantes de Ingeniería Civil Eléctrica e Ingeniería Química, respectivamente, son los responsables del montaje y desarrollo de este modelo capaz de crear piezas volumétricas a partir de un diseño virtual. “Con este logro podremos fabricar piezas útiles para áreas como la arquitectura y el diseño industrial, además de motivar a otros estudiantes a que se atrevan a concretar sus ideas”, señaló Ogaz.

 


Rápidamente las impresoras 3D se han expandido por el mundo. Esta innovadora tecnología que permite crear piezas volumétricas a partir de un diseño virtual ha sido adoptada por instituciones que han visto en ella la posibilidad de fabricar, desde simples herramientas hasta tejido orgánico, en el caso de sus modelos más avanzados.

En Chile, diversas universidades han adquirido este tipo de impresoras, pero en nuestro Plantel se encuentran los primeros estudiantes que, de manera independiente, ensamblaron un modelo perfectamente operativo.

Se trata de Denis Ogaz y Sebastián Sanhueza, estudiantes de  Ingeniería Civil Eléctrica e Ingeniería Química, respectivamente, quienes, por iniciativa propia, estudiaron el funcionamiento de estas impresoras y se propusieron crear su propio modelo.

“En el armado nos demoramos dos días, y en la implementación electrónica una semana pero, desde el día en que empezamos nuestro proyecto hasta que lo terminamos, pasaron cerca de seis meses”, explica Denis Ogaz y añade que, “el kit de la estructura de nuestra máquina lo importamos desde España, mientras que las otras piezas fueron traídas desde China”.

Fue en marzo de este año cuando los dos estudiantes de ingeniería comenzaron a estudiar la impresora 3D y a recaudar los fondos para su montaje. Según señala Denis Ogaz, el costo aproximado de una máquina es de un millón y medio de pesos, mientras que, comprar las piezas y armar el equipo cuesta unos 700 mil pesos menos.

Una impresora 3D tiene diversas utilidades. Entre ellas se encuentran la reproducción de modelos para maquetas, por ejemplo para el ámbito de la arquitectura, o la fabricación de repuestos, herramientas, adornos, carcasas entre un sinnúmero de otros objetos.

En específico, la impresora armada por Ogaz y Sanhueza permite la fabricación de objetos de unos 20 centímetros de largo, ancho y alto.

“Buscamos incentivar a nuestros compañeros”

Los dos estudiantes que ensamblaron la impresora 3D forman parte de Opencree, grupo de interés de estudiantes de nuestro Plantel, dedicados a potenciar el desarrollo de tecnología, el emprendimiento y el diseño de ingeniería.

Uno de los fundadores de Opencree, el estudiante del Magíster de Ciencias de la Ingeniería, Robinson Cornejo, felicitó a sus compañeros y destacó “su capacidad de seguir adelante pese a las dificultades y demostrar que, con esfuerzo, es posible generar innovación”.

Finalmente, Denis Ogaz, recalcó que, “con este logro, no solo podremos fabricar piezas útiles, por ejemplo, para áreas como la arquitectura y el diseño industrial, sino que además, motivar a otros estudiantes a que, como nosotros, se atrevan a concretar sus ideas”.

“Estamos muy orgullosos de lo que hemos podido crear y ahora esperamos seguir adelante con esta idea e incluso levantar nuestra propia empresa para el desarrollo de nuevas impresoras 3D”, concluyó el innovador estudiante de nuestra Casa de Estudios Superiores.