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¿Es Chile un país saludable? Especialistas de Facimed analizan desafíos de la Salud Pública

¿Es Chile un país saludable? Especialistas de Facimed analizan desafíos de la Salud Pública

La salud pública se define como un esfuerzo organizado de la sociedad, especialmente a través de sus instituciones públicas, para mejorar, promover, prevenir y restaurar la salud con un enfoque colectivo. Pero bajo esta mirada, ¿gozamos de buena salud? La respuesta no es simple y se puede responder desde distintas perspectivas.

Por una parte, Matilde Maddaleno, jefa del Programa Centro de Salud Pública de la Facultad de Ciencias Médicas y directora del Magíster de Salud Pública, explicó que “en Chile la salud pública ha sido de muy buena calidad y eso se refleja en sus indicadores. Tenemos una baja mortalidad infantil, una baja mortalidad materna, podemos aplaudir los logros en atención de mujeres en el parto, tenemos una amplia cobertura de vacunas en los niños y hemos logrado disminuir la desnutrición en forma importante. Todo esto comparado, con los indicadores de otros países de Latinoamérica, nos pone a la cabeza en esta área”.

Pero a la vez, nos encontramos con otra realidad que es la de cómo se cuidan las personas en Chile y cómo sus acciones (o inacciones) inciden directamente en las instituciones estatales y en el desarrollo del país.

Por ejemplo, una enfermedad que lamentablemente ha ido al alza es la obesidad, sin ir más lejos, según cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), el 74% de las personas adultas en el país alcanzan un rango superior a 30 puntos en el Índice de Masa Corporal (IMC). Una persona saludable tiene un IMC bajo los 25 puntos, pasado este rango hasta los 30 puntos hay sobrepeso, y sobre los 30 puntos existe obesidad, la que se divide en moderada (hasta 35), severa (hasta 40) y muy severa (sobre los 40).

Los efectos de este tipo de enfermedad no transmisible también se viven a nivel estatal. Mónica Suárez, profesora asistente en la carrera de Terapia en Actividad Física y Salud de la Facultad de Ciencias Médicas de la Usach, indicó que “los costos a nivel mundial se han determinado en muchos millones de dólares: por ejemplo, la inactividad física y las consecuencias que esto tiene en la salud de la población se ve en los múltiples gastos en medicamentos y tratamientos de todas estas enfermedades como diabetes, hipertensión, todas las complicaciones asociadas a la obesidad, que de alguna manera podrían evitarse o reducirse si se atacan los factores de riesgo que se presentan antes del desarrollo de esta enfermedad”.

Al respecto, el Dr. Tito Pizarro, académico de la Facultad de Ciencias Médicas, opinó que “los entornos en Chile son muy proobesogénicos: hay muchos alimentos que no son muy saludables, cuesta hacer actividad física, cuesta moverse, cuesta tener espacios de bienestar donde vivimos, entonces, lo que tenemos que hacer es modificar los entornos, hacer que la alimentación más saludable sea más accesible a la población, que andar en bicicleta, moverse y hacer actividad física sea una práctica rutinaria y sea fácil de hacer y para todos, ese el desafío, y en eso estamos trabajando como Universidad”.

En este sentido, la Universidad de Santiago de Chile aporta a la Salud Pública en el proceso de reflexión y construcción de comunidades más saludables, considerando miradas desde distintos ámbitos del quehacer humano, especialmente en una mirada crítica de las inequidades injustas que inciden en la salud de nuestra población.

Para más información, te invitamos a ver este video.

 

Magíster en Salud Pública Usach: Formando liderazgos para construir una salud equitativa con enfoque de derechos

Magíster en Salud Pública Usach: Formando liderazgos para construir una salud equitativa con enfoque de derechos

Luego de cinco años de diseño y preparación, y tras verse postergado por la pandemia en 2020, el Magíster en Salud Pública de la Facultad de Ciencias Médicas se prepara para su inauguración que se realizará este viernes 23 a través de la plataforma YouTube de la U. de Santiago.
 
Este programa de postgrado, único de la Facultad de Ciencias Médicas, cuenta con 33 estudiantes, quienes en su mayoría se desempeñan como profesionales del área de la salud, destacó su directora, Dra. Matilde Maddaleno.
 
“El Magíster en Salud Pública comenzó a gestarse en 2015, bajo los liderazgos de las doctoras Helia Molina y Angélica Verdugo, quienes iniciaron un proceso de estudios de factibilidad y organizaron un equipo de trabajo y plan estratégico para la formación del programa. Este culminó en 2019 con la aprobación por parte de las autoridades de la Facultad y de la Usach”, explica la médica pediatra.
 
Tomando como base el compromiso social de la Universidad de Santiago de Chile, el Magíster en Salud Pública surge desde la necesidad de formar profesionales líderes que sean capaces de entender y gestionar el derecho a la salud como uno de carácter fundamental, centrándose en el bienestar de las personas. 
 
“Abordar la formación de los recursos humanos centrada en la relevancia del derecho a la salud, las desigualdades en el área, los enfoques de curso de vida, y otros aspectos como género y etnicidad, es central para lograr equidad en los ámbitos sanitarios”, explicó la Dra. Maddaleno.
 
Aporte a la salud y al desarrollo sostenible
 
Este Magíster tiene por objetivo fortalecer el aporte de la Facultad en materia de salud pública, mediante la ampliación de conocimiento y la generación de bienes públicos que construyan, con un enfoque interdisciplinario, una salud vista como un derecho universal, explicó la directora del plan de estudios. 
 
Además, el programa aspira a construir una red de formación en salud pública, tanto dentro de la Facultad de Ciencias Médicas y la U. de Santiago, como también junto a otras instituciones a nivel nacional e internacional. De esta forma, podrán desarrollarse proyectos colaborativos que beneficien a las comunidades en materia de salud, agregó la salubrista.
 
Para cumplir con lo anterior, el Magíster está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, establecidos por la Organización de las Naciones Unidas. A esto se suma un cuerpo académico compuesto por profesionales con vasta formación en salud pública y otras áreas afines, quienes poseen amplia experiencia en investigación científica y encabezando diversas iniciativas e instituciones, tanto en Chile como a nivel internacional. 
 
Retos y oportunidades
 
Dichas características contribuyen a afrontar los desafíos que las y los profesionales ligados al área de la salud y el bienestar humano deben enfrentar en la actualidad, sobre todo aquellos ligados a la pandemia por COVID-19. La crisis sanitaria ha instalado en el debate público la importancia de contar con políticas de salud públicas que sean capaces de proteger a la población.
 
Una situación que también permea al proceso constituyente chileno iniciado a fines de 2019. El acceso a la salud ha sido uno de los principales frentes de discusión, en donde varios sectores de la sociedad, incluyendo instituciones de Educación Superior como la Usach, claman por avanzar a un modelo universal con énfasis en lo público.
 
Bajo esta misma línea, la Dra. Maddaleno planteó que la actual emergencia “representa una enorme responsabilidad y también oportunidades nunca antes vistas”, lo que también implica “cuestionar el rol que cumplimos en la sociedad, no solo como académicos y profesionales de salud pública, sino como líderes”.
 
Ante esto, la directora del programa reconoció que “necesitamos más y mejor evidencia, pero también más convicción y fuerza para generar cambios. Esperamos que esta visión se vea reflejada en el Magíster como un punto de partida para perfilarnos hacia una nueva salud pública”,concluyó.

Decana Helia Molina seleccionada como Mujer Líder de Salud por Women in Global Health Chile

Decana Helia Molina seleccionada como Mujer Líder de Salud por Women in Global Health Chile

Esta semana, la Decana de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago, Helia Molina, fue informada de que fue seleccionada como una de las Mujeres Líderes de la Salud, un premio impulsado por Women in Global Health Chile.

Women in Global Health Chile se presenta como la primera sede de Latinoamericana de un movimiento internacional que busca visibilizar el trabajo de las mujeres en el ámbito de la salud. “Recibo este premio con humildad”, sostuvo Molina en conversación con Usach Al Día.

“Trabajo con muchas otras personas y todo mi equipo de Salud Pública está detrás de todo lo que yo he podido hacer durante la pandemia. Sobre todo, en comunicación social y lo que hemos hecho desde la Facultad para capacitar abiertamente, vinculándonos con el medio, tratando de abordar el tema de la pandemia con una mirada técnica y una transmisión del riesgo correcta”, reconoció.

A su juicio, ¿cuáles fueron las razones por las que le otorgaron este premio?

-Soy mujer y el premio era para mujeres. Ese es el primer factor (sonríe). Lo otro es que tengo una trayectoria en salud pública bastante larga, desde 1990, donde me hice cargo de atención primaria para el Ministerio en el sector oriente de Santiago (la especialista en pediatría, nefrología y cuidados intensivos se desempeñó como Directora de Atención Primaria del Servicio de Salud Metropolitano Oriente). Instalamos los SAPU, los COSAM y mucha actividad participativa para recuperar y revivir la atención primaria, que estaba en el suelo.

“Por otro lado, he sido docente y académica toda la vida, y uno ha ido formando recursos humanos. Formé a muchos especialistas en salud pública, hicimos un magíster en epidemiología, entonces, bueno, uno tiene una trayectoria o un continuo. La vida es un continuo y en eso uno ha ido sumando cosas y como soy una persona grande en edad, eso también facilita que uno haya hecho más cosas.

“He sido una privilegiada, también, de que la Presidenta Bachelet me haya elegido su ministra de Salud en su segundo Gobierno. A mí no me eligieron por un partido político, porque yo no era la candidata de mi partido para ser ministra de Salud. Había otras personas que eran los candidatos. He ido siguiendo un camino que me ha ido prestigiando. Soy una persona correcta, no tengo tejado de vidrio, no me promociono, trato de trabajar en equipo y, en el tema de pandemia, hemos sido muchas las mujeres que nos hemos destacado, estando donde las papas queman, para poder poner la impronta técnica y científica en un tema muy complejo como es esta pandemia, donde no hay evidencia, hay muchas interrogantes todavía y eso hace que el trabajo sea más complejo y desafiante. Creo que sí he liderado bastante la voz de los salubristas en el país en el tema de la pandemia”.

¿A quién dedicaría este reconocimiento?

-Primero que nada, a todo mi equipo de trabajo de la Facultad de Ciencias Médicas y a todas las Escuelas, que se han volcado a poner improntas importantes y académicas, con conocimiento y buena voluntad. Todo el equipo que trabaja conmigo y que me ha hecho posible hacer tantas cosas, que estando sola jamás las habría podido hacer. Las hago porque tengo un equipo detrás que es muy competente, solidario y camarada.

“Por supuesto, también, a mi familia, que me aguanta, porque no estoy nunca disponible. Estoy siempre ocupada. Su apoyo y cariño es algo súper importante para cualquier persona, porque a uno le da una tranquilidad y una ética, una mística que uno le pone al trabajo. Tener un equipo y una familia es un privilegio que agradezco”.

Finalmente, ¿cuál considera que es el desafío más importante para Chile en salud pública en la actualidad?

-Uf, la pregunta del millón de dólares (ríe). Bueno, uno cuando hoy piensa en salud, piensa en pandemia, pero la pandemia nos ha permitido, entre las cosas buenas y malas que nos ha mostrado, evidenciar falencias importantes en nuestro sistema de salud, que frente a una emergencia o catástrofe sanitaria como esta, hemos tenido que dejar de lado muchas tareas que son permanentes y continuas y necesarias en la atención primaria, así como, también, en la atención hospitalaria. Entonces, el primer desafío, inmediato, es poder controlar esta pandemia, que no está controlada. No hemos sido suficientemente efectivos en el ámbito del testeo, la pesquisa, la trazabilidad de los contactos y el aislamiento oportuno, porque no hemos podido bajar los casos a menos de quinientos. Cuando tengamos menos de quinientos casos, vamos a poder decir que tenemos controlada la pandemia, que no se va a ir hasta que no haya una vacuna o hasta que todos nos hayamos enfermado, que sería la inmunidad de rebaño, pero como no queremos esto último, porque conlleva muchas muertes y eso no es justo, lo que tenemos que hacer es controlar la pandemia y, en eso, creo que estamos muy al debe.

“Hay países como Vietnam, China, Islandia o Finlandia que por cada caso, testean a veinte contactos. Nosotros vamos en dos. Eso significa que, en una enfermedad como el COVID-19, tenemos un alto porcentaje de personas que estando contagiadas, son asintomáticas y pueden contagiar a otros.

“Dicho eso, también hay que decir que tenemos problemas de salud pública grandes en Chile, que no estamos siendo hoy lo suficientemente dedicados y que tiene que ver con todos los pacientes que tienen enfermedades crónicas en Chile, como los hipertensos, los que tienen problemas cardiovasculares, los que tienen cáncer o problemas de salud mental. Siempre ha habido problemas de salud mental que no se han abordado porque no hay recursos, porque como no matan, habitualmente, no se ponen muchos recursos. Menos del 2% de los recursos en salud se ponen en salud mental, entonces, yo creo que esta es otra variable que tenemos que controlar, que es cómo han aumentado los suicidios y los homicidios. Estamos en un momento de la salud pública en que ello debe ser sujeto de política de protección y promoción de la salud y de pesquisa de control de los problemas, y no estamos dando el ancho, porque la pandemia ocupa casi todos los recursos.

“En atención primaria, hemos tenido muchos enfermos. Más de 3 mil funcionarios y profesionales de la salud se han enfermado, todos los que han estado trabajando con ellos tienen que mantenerse en cuarentena y, por lo tanto, hay muchos desafíos y muchas cosas que hacer, pero, fundamentalmente, controlar la pandemia y volver a retomar todos los programas que hacía habitualmente el sistema de salud, y que se han quedado de lado y que darán origen a una segunda pandemia, que es la pandemia de las enfermedades crónicas”. 

Dr. Christian García, experto en Salud Pública: “Es extraño que una autoridad no conozca el nivel de vida de la población”

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El médico experto en Salud Pùblica señaló que un conteo rápido entre sus colegas que trabajan en hospitales, con respecto a los decesos producto del COVID-19, le hizo sospechar de las cifras oficiales entregadas por el Gobierno, algo que confirmó un reportaje de Ciper Chile al investigar las cifras que maneja el Registro Civil.
 
“Se están reportando solamente los pacientes fallecidos con test positivo PCR”, dijo García, explicando que, de acuerdo a la OMS, cualquier fallecimiento con una “Clínica congruente con (los síntomas del) COVID-19, debe ser clasificada como muerte por Coronavirus”.
 
El académico comentó que el protocolo para clasificar una causa de muerte no es sencillo, ya que la información se envía al Departamento de Información y Estadísticas del Ministerio de Salud, donde codificadores investigan y certifican el motivo del deceso: “Es un proceso bastante lento”, comentó, instando además al representante en Chile de la OMS a aclarar este tema.
 
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