Cada 18 de mayo, en Chile, se conmemora el Día Nacional contra la Explotación Sexual Comercial de Niñas, Niños y Adolescentes (ESNNA), una fecha que nos interpela profundamente como sociedad y que presenta desafíos para cada una de las instituciones públicas comprometidas con el bien común. La ESNNA siendo una expresión extrema de violencia hacia las niñeces y adolescencias (NNA), debe considerarse también, una grave y profunda violación de sus derechos humanos. Invisibilizada y naturalizada por un sistema capitalista, patriarcal y adultista que atraviesa nuestras políticas, instituciones, modos de vida y sentido común, esta conmemoración se presenta como un oportunidad para su visibilidad.
A nivel global, se estima que 1 de cada 5 niñas y 1 de cada 13 niños ha sido abusado o explotado sexualmente antes de cumplir los 18 años. En Chile, las cifras actuales son alarmantes, entre 2022 y 2023, el Ministerio Público identificó a 2.184 niñas, niños y adolescentes como víctimas de explotación sexual, lo que representa un aumento del 29% respecto al periodo anterior. De estas víctimas, el 86% son niñas y adolescentes mujeres, y el 64% tiene entre 14 y 17 años. En el mismo sentido el Comité de Derechos Humanos en sus observaciones finales del 2024 expresó su preocupación por los actos de explotación y abusos sexuales cometidos en contra de NNA bajo custodia del Estado, relevando que el Estado de Chile debe reforzar la vigilancia, la capacitación del funcionariado público e incrementar campañas de educación y sensibilización a la población general para la prevención, detección y erradicación de la explotación sexual comercial infantil (Defensoría de la Niñez, 2024).
En esta línea, emerge con preocupación la estrecha relación entre los procesos migratorios y la explotación sexual de NNA, situación advertida por diversos organismos internacionales como la OIM, Acnur, OEA y Unicef. Estas entidades han señalado que la movilidad humana, especialmente cuando ocurre en condiciones precarias o irregulares, incrementa la exposición de las NNA a múltiples riesgos, entre ellos la trata con fines de explotación sexual. En este contexto las políticas migratorias restrictivas obligan a numerosas personas a asumir rutas más peligrosas para ingresar a los países de destino, muchas veces utilizando pasos no habilitados. Esta situación adquiere mayor dramatismo cuando muchos NNA, viajan sin la compañia de una persona adulta significativa y responsable, lo que posibilita la acción de facilitadores, captadores y perpetradores asociados a redes de trata y explotación.
En este escenario, las universidades públicas tienen una responsabilidad irrenunciable respecto a la capacitación, investigación y educación sobre esta sensible problemática, pues como organismo del Estado, deben actuar como garantes de derechos. Como Centro de Estudios Migratorios de la Facultad de Humanidades de la Universidad de Santiago de Chile, estamos comprometidas/os con la visibilización de la ESNNA al interior de la comunidad universitaria. Este compromiso se articula a partir de la relación de colaboración con dos organizaciones de la sociedad civil de reconocida trayectoria en la materia: la ONG Raíces -que desde hace más de 20 años desarrolla labores de investigación, incidencia, sensibilización, prevención y acompañamiento especializado para la reparación del daño ocasionado por la ESNNA- y el Capítulo Chileno del Observatorio Latinoamericano y del Caribe sobre Trata y Tráfico de Personas (ObservaLAtrata), una red que agrupa a diversas organizaciones para promover la producción colectiva de conocimientos, el diálogo de saberes, la formación y la incidencia social en la erradicación de todas las formas de trata, incluida la ESNNA.
Este vínculo tiene como propósito avanzar en la formación de estudiantes y docentes de pregrado a través de acciones conjuntas orientadas a fortalecer el conocimiento y la comprensión de la ESNNA, sus dinámicas estructurales, contextuales y psicosociales, y a desarrollar capacidades para su detección oportuna en sus diversas manifestaciones. Como primer paso, se ha iniciado un mapeo exploratorio que busca identificar la presencia de contenidos vinculados a la ESNNA en las mallas curriculares de algunas carreras de la Facultad de Humanidades y la Facultad de Ciencias Médicas. Este proceso también considera el levantamiento del interés del cuerpo académico por profundizar en esta temática, y la realización de una primera actividad de sensibilización y acercamiento al tema, como parte de una estrategia formativa de mediano y largo plazo.
El desafío es formar profesionales con un compromiso activo y una mirada crítica que les permita visibilizar y estar alertas, especialmente, en escenarios donde confluyen distintos marcadores sociales como el género, edad, etnicidad, clase, nacionalidad y estatus migratorio, haciendo que determinados NNA se vean más expuestos a esta profunda y grave violación de derechos humanos. Así también, es fundamental la producción de conocimiento situado que dialogue con los territorios y sus organizaciones; y aportar en a la construcción de políticas públicas intersectoriales que garanticen una vida libre de violencia para todas las personas.