En marco de Proyecto Dicyt:

Escuela de Enfermería realiza su primer seminario sobre la historia de la profesión

La actividad convocó a académicos, estudiantes, titulados e integrantes del Colegio de Enfermeras y sirvió para abordar el ejercicio de esta disciplina durante el siglo pasado, labor que la Escuela de Enfermería de la U. de Santiago ha estado trabajando mediante la recopilación de testimonios y material histórico. La directora Dra. Rocío Núñez destacó que “este tipo de trabajos logran posicionar a quienes han sido invisibilizadas por muchos años, como ocurre con las mujeres y su participación en la salud pública”.
Hace siete años que la Escuela de Enfermería de la U. de Santiago trabaja en la recopilación de testimonios y material histórico de su ocupación.

Hace siete años que la Escuela de Enfermería de la U. de Santiago trabaja en la recopilación de testimonios y material histórico de su ocupación. El interés por esta área surgió cuando la Dra. Rocío Núñez, directora de la Escuela, pidió a sus alumnos realizar una cronología para identificar los principales sucesos que marcaron la profesión. En ese momento, encontró un nicho poco explorado que con el tiempo se transformó en una investigación.

El equipo conformado por las académicas Lylian Macías, Rossana Navarro y Rocío Nuñez, tiene a cargo en la actualidad el proyecto Dicyt “Cuidados de Enfermeras: una revisión historiográfica”, que da cuenta del trabajo en las zonas norte, centro y sur del país.

Las enfermeras de los 70’

Entre los y las exponentes del seminario, destacó la participación de Ana Carina Dupré, Michael Cueto y Daniela Castillo, todos estudiantes de último año de Enfermería en la U. de Santiago, quienes expusieron su investigación sobre enfermería pediátrica en la década del sesenta. Un retrato a las situaciones complejas que vivieron las profesionales de la época, en la rama infanto-juvenil de los hospitales públicos.

En esos años, alrededor del 60% de la población chilena era de escasos recursos. En ese contexto, las especialistas debieron asumir responsabilidades entorno a la gestión del cuidado a nivel físico, psicológico y social, sin saber que su actuar pasaría a ser lo que hoy se conoce como la visión holística del paciente.

Gracias a ello, y al compromiso que asumieron las profesionales de la década, se logró la creación del turno vespertino y la extensión de horarios de visitas familiares para niños hospitalizados, lo que facilitó su oportuna recuperación, además de la disminución en las tasas de desnutrición infantil. Hitos no solo de la historia de la enfermería, sino de la salud en Chile.

La investigación presentada por los estudiantes tuvo una gran acogida por parte del público asistente y las académicas a cargo de la actividad. En la oportunidad, la máxima autoridad de la Escuela, Rocío Nuñez señaló que “este tipo de trabajos logran posicionar a quienes históricamente han sido invisibilizados, como es la participación de las mujeres en la Salud Pública”, destacando que el mejor ejemplo del impacto positivo que genera el estudio de la historia de la Enfermería es el trabajo realizado por el grupo de estudiantes.

Quién fue Iris Véliz Hume

Otra de las expositoras fue la académica Lucía Castillo, quien decidió investigar sobre la historia de la Enfermería en el norte, específicamente las memorias de Iris Véliz Hume, la primera enfermera profesional.

La profesora, relató que su inquietud nació tras consultar por el origen del nombre del Centro de Salud Familiar (Cesfam) Iris Véliz Hume de Arica, “nadie supo darme una respuesta certera sobre quien fue. Algunos especulaban que era alguien importante, otros que trabajó al alero del doctor Juan Noé Crevani, profesional que combatió la malaria en la zona”.

A razón de esto, Castillo emprendió una búsqueda de información que la llevó a descubrir que Véliz fue la primera enfermera universitaria en llegar a Arica, en el año 1953. Sus vivencias, no solo fueron complejas en el ámbito político, económico o social que estaba viviendo la región, sino también, en lo epidemiológico por el brote de Malaria. Lo que para la investigadora es sumamente valorable.

Pese a que su especialidad era el área infanto-juvenil, Iris demostró una entrega total en el Servicio Público. Quienes la conocieron, destacan su obra como un ejemplo de motivación, amor y entrega hacia los pacientes. Es por ello, que es vista como el pilar del que fue el primer equipo de enfermeras de Arica.

Hospital Psiquiátrico El Peral

La última exposición estuvo a cargo de Luis Contreras, enfermero y académico de la Escuela, quien se refirió a lo que por décadas asoció el imaginario colectivo chileno al Hospital Psiquiátrico El Peral. Una fuerte marginación social, hacinamiento y vulneración de derechos.

Con el fin de desmitificar la imagen negativa que existió del lugar, el enfermero especialista en salud mental, decidió realizar una caracterización de los cuidados de enfermería que se realizaron en este recinto.

En un comienzo, la creación del establecimiento se pensó en base a la situación de alcoholismo y las complicaciones que esto ocasionaba en la década del 70’. El objetivo inicial, era crear el primer sanatorio mental con la lógica de “open door”, es decir, sin cerrojos para permitir la libre circulación de personas. Sin embargo, este ideal no se mantuvo. En 1973 se intervino el lugar, reduciendo su personal a la mitad. No fue hasta 1978 que se decidió contratar un equipo de enfermeras, quienes debieron ejercer actividades asistenciales en el pabellón.

No existen registros bibliográficos que den cuenta del trabajo de estos profesionales, ya que los datos disponibles hablan solo de médicos y psicólogos. Sin embargo, gracias al trabajo investigativo de académicos como Luis Contreras, la labor de estos enfermeros y enfermeras, puede ocupar un lugar en la historia de la profesión.

El seminario de Historia de la Enfermería, culminó de forma más que satisfactoria, pues los asistentes destacaron el trabajo que realizaron los profesionales del cuidado, algunos incluso reencontrándose con antiguas experiencias en el sector intrahospitalario.

Por su parte los estudiantes, afirmaron que “recobramos valores que se nos habían movido, recuperamos la fibra”, agradeciendo la instancia y la participación que tuvieron. Mientras que los profesores, destacaron la importancia de conocer y revalorar el pasado, buscando reencantar a las nuevas generaciones que serán parte de este relato.

Autor: 
Alejandra Vargas Sandoval
Fotografía: 
Marco Avilés