Bajo el alero del IDEA:

Centro de Estudios Coreanos de nuestro Plantel se posiciona como líder a nivel latinoamericano

El Chilean-Korean Study Center-Program (ChKSCP) del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Santiago, es el principal organismo de investigación en nuestro país, y uno de los más valorados en el continente. Este año, y por segunda vez consecutiva se adjudicó fondos provenientes del Ministerio de Educación de la República de Corea del Sur, para continuar con el trabajo que inició hace cuatro años.
En la creación del centro se conjuga el esfuerzo de diversos académicos que, conscientes de la necesidad de ampliar nuestra visión de mundo, de generar redes y de internacionalizar nuestra universidad, han sabido observar las potencialidades de esta península y su relación con Chile.

A fines de julio del año 2014, bajo el alero del Instituto de Estudios Avanzados de nuestro Plantel, surge el Chilean-Korean Study Center-Program (ChKSCP), dedicado a la investigación política, económica y cultural entre Corea y los países americanos.

Este centro, que cuenta con la venia del mismísimo país asiático, tiene cuatro años de vida y es el único en su tipo en Latinoamérica, lo cual representa para nuestra universidad un orgullo que resalta la excelencia de nuestro plantel y su rol público.

En dicho trabajo se conjuga el esfuerzo de diversos académicos que, conscientes de la necesidad de ampliar nuestra visión de mundo, de generar redes y de internacionalizar nuestra universidad, han sabido observar las potencialidades de esta península y su relación con Chile.

Es en ese contexto que el ChKSCP aspira a formalizar su institucionalidad, tras adjudicarse recientemente un proyecto Semilla del Ministerio de Educación de la República de Corea del Sur, que le otorga financiamiento para que funcione por los próximos tres años.

Sobre el futuro del Centro y los objetivos del mismo, el Dr. César Ross Orellana, director de la Unidad, enfatiza que “nos permitirá ampliar nuestra base investigativa, continuando con la labor que ya nos lleva cuatro años. Además, ahora que las relaciones entre las coreas parecen ir mejorando cada vez más, es posible potenciar las relaciones y, por qué no, aprender de su desarrollo como potencia económica”.

Surgimiento Chilean Korean Study Center Program

En el último tiempo, la península de Corea ha estado presente en medios nacionales e internacionales por su relación con el extremo norte de su país y con Estados Unidos.

Por otra parte, han destacado por ser musicalmente atractivos con un fenómeno en ascenso denominado K-pop, de amplia fanaticada en Chile, y por contar con un desarrollo económico que ha favorecido las relaciones comerciales con nuestro país.

Por ello, el año 2014, el Dr. César Ross en conjunto a otros profesionales de la Universidad de Santiago crearon el Centro de Estudios Coreanos, una iniciativa que según cuenta “pretende conocer el contexto y el desarrollo de un país tan interesante”.

Según cuenta el Dr. Ross, el nacimiento del Centro de Estudios Coreanos surgió tras constatar que los fondos Fondecyt no alcanzaban para todos los graduados de postgrado que regresaban desde el extranjero.

“Por ello comenzamos a explorar otras alternativas y encontramos unos fondos entregados por Corea del Sur. Entonces, concursamos y ganamos, y hoy somos el único país americano en conseguirlo”, puntualiza, agregando que para entonces, “las relaciones ya estaban consolidadas”.

Iniciativas asociadas al centro

Entre algunas de las actividades que ha realizado el Centro, destaca la realización con alta convocatoria de tres seminarios de carácter internacional, que han permitido dar a conocer y contrastar distintas experiencias en el área con destacados investigadores latinoamericanos.

En la misma línea, el desarrollo de diferentes concursos de investigación ha permitido que estudiantes de la Universidad de Santiago sean becados y viajen a Corea del Sur, y que alumnos de la Universidad de Estudios Extranjeros de Busán, hayan podido conocer in situ la experiencia de la realidad chilena y de nuestro plantel.

De esta manera, el Centro de Estudios Coreanos ha conseguido cumplir con su propósito estratégico de sembrar el interés académico por estudiar Corea y sus relaciones con América Latina y Chile.

Proyecto Semilla

Para completar esta misión, el instituto postuló por segunda vez al “Programa Semilla”, un fondo concursable del Ministerio de Educación de Corea del Sur para las labores investigativas, del que se hizo acreedor a una renovación a finales del 2018.

“Fuimos el único país de todo el continente americano en adjudicárselo, superando a las 10 propuestas presentadas. Obtuvimos el primer lugar, lo que ratifica la excelencia, pertinencia e impacto de nuestra investigación en Chile y en el extranjero”, aseguró el Dr. Ross.

Al respecto, el investigador declaró sentirse “muy orgulloso, puesto que es un reconocimiento al trabajo que hemos realizado y que permite poner en perspectiva y potenciar las actividades de investigación que realizamos”.

La relevancia de este fondo, dice el Dr. Ross, estriba en la importancia de generar actividades de un país que cobra cada vez más notoriedad para Chile.

“No es sólo cuestiones comerciales, sino que también se relaciona con el impulso a cuestiones tan diversas como lo político o incluso lo cultural, donde fenómenos como el cine, la música y el bullado k-pop dan cuenta de un país cada vez más interesado en la cultura coreana”, indica.

En esa línea, el académico asegura que el financiamiento permitirá también avanzar en las conversaciones con la U. de Buusan, para tener programa de estudios asiáticos con doble titulación entre ambas casas de estudios.

En el marco del nuevo proyecto, el Centro desarrollará el estudio “Korea and Chile International Relations: Political, Economic and Cultural Communication (1990-2017)”, donde buscará caracterizar el desarrollo político y económico de Corea del Sur entre los años 1990-2017 y su convergencia con el proceso chileno, así como explicar el nuevo desarrollo cultural de Corea del Sur en Chile.
 

Autor: 
Javier Fernández y Soledad Fuentes
Fotografía: 
IDEA