El acto contempló una ruta por cuatro puntos estratégicos del campus y buscó generar un impacto en la comunidad, dando a conocer los sistemas de alerta temprana y apoyo psicojurídico con los que cuenta la institución, mediante stands informativos y una puesta en escena que representó a las 42 víctimas de femicidios consumados durante el 2025.
El Día Nacional contra el Femicidio fue instaurado en 2020, tras la promulgación de la Ley Nº 21.282, en memoria de Javiera Neira Oportus, niña de seis años asesinada por su padre biológico en 2005 al intentar defender a su madre de la violencia que éste ejercía en su contra.
La actividad fue organizada por la Dirección de Género, Diversidad y Equidad, la Comisión Institucional, la Federación de Estudiantes y la Vocalía de Género y Sexualidad. Además, contó con la cooperación de las Coordinaciones de Género y Diversidad de distintas facultades.
Este acto conmemorativo tuvo como objetivo visibilizar la realidad que viven muchas mujeres, tanto en Chile como en el mundo, en cuanto a violencia de género, y concientizar a la comunidad sobre la importancia de identificar tempranamente las señales de violencia, para prevenir situaciones de mayor gravedad.
El recorrido incluyó cuatro puntos específicos, donde se dispusieron sillas con los nombres de las mujeres que han sido víctimas de femicidio durante este año en Chile. La actividad se inició en el frontis de la Usach, siguió por el Patio de los Naranjos en la EAO, luego por la entrada de Jotabeche y terminó en el edificio Ruiz Tagle. En cada estación se leyeron relatos de mujeres sobrevivientes de violencia de género, comenzando con el testimonio Nabila Rifo, extraído de sus declaraciones judiciales.
La Directora de Género, Equidad y Diversidad, Johanna Chacón Aguirre, destacó la actividad como un espacio de concientización para la comunidad, entendiendo la necesidad de identificar tempranamente los actos de violencia de género con el fin de poder actuar a tiempo.
“Como ecosistema de género en la universidad nos quisimos unir para generar un espacio de reflexión dentro de la comunidad. Estamos interviniendo el campus con estas sillas que visibilizan los nombres y las edades de quienes han sido víctimas de femicidio este año. Pero también dejamos estas redflags que nos permiten crear una alerta temprana y una sensibilización, entendiendo que la prevención y la promoción de una vida libre de violencia es muy importante para poder erradicar estas formas de violencia en nuestra sociedad”, comentó la Directora.
En esa misma línea, la presidenta de la Federación de Estudiantes, Andrea Abarca Charpentier, comentó que parte del impacto que se busca provocar esta intervención, es precisamente la identificación temprana.
“Cosas ‘simples’ como que te controlen las cuentas, las contraseñas, que te controlen dónde estás, que le peguen a las paredes, la difusión de fotos íntimas, que es algo que ocurre mucho, pueden llevar a una situación fatal. Entonces, es muy importante que se pueda visibilizar esto para generar conciencia y también visibilizar todos los canales de denuncia que existen en el caso que se esté viviendo una situación así” afirmó la presidenta de la Feusach.
La profesora y miembro de la Comisión Institucional de Género, Ana María Valenzuela Rabí, estuvo a cargo del último punto del recorrido y reflexionó sobre la relevancia del rol docente en la comprensión del estudiantado en las dinámicas presentes en sus relaciones afectivas y en la reproducción de conductas violentas.
“Creo que esto es relevante toda vez que los porcentajes de violencia al interior de las relaciones de parejas en nuestra comunidad son significativos. Creo que estamos reproduciendo un modelo y necesitamos ver que hay una línea muy delgada entre el amor y la muerte. Y este es un espacio de concientización, de parar entre toda la vorágine, y decirle a nuestros y nuestras estudiantes que debemos preocuparnos y construir lazos de relaciones más sanas, más amorosas y más cooperativas” declaró la docente.
Cada punto tuvo a disposición material didáctico en donde las y los estudiantes pudieron escribir en una bandera roja, conductas que respondieran a violencias de género. Además, contaron con información relevante de apoyo y asesoría para entregar a la comunidad universitaria.
“Acá pusimos los servicios que tenemos como dirección de género, como por ejemplo el acompañamiento psicojurídico a personas que hayan sufrido violencia de género, y que pertenezcan a nuestra comunidad universitaria. Nos parece súper importante poder dar a conocer ese servicio, sensibilizar a la comunidad, que conozca señales de alerta y así poder hacer detecciones más tempranas”, expuso Susann Jiménez Lagos, encargada de prevención y promoción de buenas prácticas de la Dirección de Género, Equidad y Diversidad.
