Ante la inminente entrada en vigencia de la nueva normativa, la profesora Elisabet Monje Agüero, de la Escuela de Enfermería de la Facultad de Ciencias Médicas, asegura que para disminuir los altos índices de obesidad de la población es necesario actuar desde la primera infancia, incluso desde el embarazo para evitar problemas posteriores.
El próximo 26 de junio comenzará a regir el nuevo reglamento de la ley de etiquetado de alimentos, que busca reducir los índices de obesidad en el país, especialmente en niños, por la poca o nula información en los comestibles considerados poco saludables en especial los altos en azúcar, sodio, grasas saturadas y calorías.La académica de la Escuela de Enfermería de la Facultad de Ciencias Médicas, profesora Elisabet Monje Agüero, sostiene que el nuevo etiquetado no solo busca entregar más información sino que también posibilita una mejor elección de alimentos que colabore en mejorar la calidad de vida de las personas.No obstante, la profesora Monje subraya que lo recomendable para toda la población, sin importar su edad, es consumir siempre una dieta saludable en forma diaria.“En ella deben estar presentes los alimentos acorde a la última recomendación del Minsal, en la que se señala que un plato diario debe contener nutrientes como agua, frutas, verduras, lácteos, granos, carnes, legumbres y huevos, entre otros”, puntualiza la profesora Monje.Además, agrega la profesional, “esta dieta debe ir acompañada de actividad física diaria, como caminar, hacer ejercicios aeróbicos, incluso bailar, por al menos unos 30 minutos, cinco días a la semana en los adultos, y 60 minutos para los menores, con actividad de moderada a vigorosa como jugar, saltar, andar en bicicleta, entre otras”.A su vez, la académica respalda la nueva normativa y recalca que “es necesario más y mejor información de los alimentos que se consumen, las últimas encuestas demuestran que el 60 por ciento de la población no comprende el etiquetado nutricional actual”.La nueva indicación establece que todos los envases de productos alimenticios que están sobre los límites establecidos como recomendables, deberán estar rotulados con la frase “Alto en”, sobre un fondo negro, convirtiéndose en una advertencia clara para las personas, la cual estará ubicada en la cara principal de la etiqueta de modo visible.Ya es posible advertir estas advertencias en varios alimentos con altos índices en azúcares, sodio, grasas saturadas y calorías.El reglamento también incluye la prohibición de venta de estos comestibles “Alto en” en colegios como también la prohibición de adjuntar elementos distractivos de consumo para los menores.ObesidadLa experta enfatiza que para disminuir los altos índices de obesidad de la población, también es necesario actuar desde la primera infancia, inclusive desde el embarazo.“La evidencia ha demostrado que los padres se preocupan de dar comida sana hasta los cinco años, pero luego cuando los menores ingresan al jardín infantil o al colegio se exponen a la venta de muchos lugares donde pueden comprar dulces o bien comida con alto contenido calórico”, puntualiza.Asimismo, la profesora Monje precisa que otro mal hábito que incide en la obesidad “es el reemplazo de la cena por once, ya que se intercambia una comida saludable por una instancia que privilegia el pan con agregados muchas veces también de alto contenido calórico”.Finalmente, la académica remarca que “una equilibrada alimentación y evitar el sedentarismo disminuyen el riesgo de obesidad”.