“La memoria del algodón”: Egresada participa en proyecto ganador de dos premios Periodismo de Excelencia

En abril se realizó la entrega de los Premios Periodismo de Excelencia de la Universidad Alberto Hurtado donde el podcast “La Memoria del Algodón” ganó en las categorías “Podcast” y “Digital”, compitiendo con investigaciones de medios consolidados como Ciper, CNN y Biobío. Este podcast documental, producido por Dispersa Podcast, rescata las memorias de exobreras y obreros de la histórica fábrica textil, desde sus propias voces.

Aparece en la fotografía Catalina Arias, egresada de Licenciatura y Magíster en Historia y ganadora del premio. Ella viste una polera manga corta de color gris y jeans de color negro. El fondo es un mosaico de tonos albos y azules.

La egresada de Licenciatura y Magíster en Historia, Catalina Arias, participa en “La Memoria del algodón” junto a periodistas, músicos y una guionista. La historiadora fue contactada en 2023 por las creadoras del podcast gracias a su investigación de magíster, centrada en las trabajadoras de la fábrica Yarur. “Publicamos un afiche buscando exobreras para mi tesis y ahí me escribieron desde el equipo de Dispersa. Querían lanzar este proyecto en septiembre de 2024, a propósito de los 50 años del Golpe”, recuerda.

Aunque su rol inicial sería solo de colaboración puntual, Catalina terminó participando activamente en las entrevistas y en la investigación histórica. El trabajo, disponible en Spotify y estrenado por la Radio Universidad de Chile, se compone de seis capítulos que combinan historia oral, periodismo, música y narrativa creativa. “Lo que más valoró el jurado fue que el podcast rescataba voces que no suelen aparecer en la historia tradicional. Este brindó una mirada desde abajo, con relatos en primera persona de la participación de obreras y obreros protagonistas de un proceso fundamental como fue la toma de la fábrica Yarur en la Unidad Popular”, explica Catalina.

La postulación fue realizada por la directora del proyecto, Patricia González, y fue seleccionada entre más de 300 trabajos. Para Catalina, que viene del mundo académico, este reconocimiento tiene una doble relevancia: visibiliza a las trabajadoras como sujetos históricos y demuestra que la historia también puede difundirse de forma accesible y creativa. “Es un premio colectivo, de un trabajo multidisciplinario. Nos salimos de lo habitual, del libro o del paper, para entrar a un formato que puede escucharse en la micro, en el trabajo, en la casa. Eso rompe la barrera del conocimiento académico y lo pone al servicio de todas y todos”, indica.

Catalina ve en este reconocimiento no solo un logro profesional, sino también un llamado a repensar cómo se hace y se comparte la historia.  En ese sentido, destaca la importancia de estas nuevas formas: “Este formato contribuye directamente a la memoria histórica, y permite que personas ajenas al mundo académico se acerquen a estos relatos”, afirma. La experiencia incluso tuvo un impacto directo en su tesis de magíster ya que, tras la emisión del podcast, exobreras y familiares la contactaron para compartir testimonios que luego incorporó a su investigación.

El impacto del podcast también se refleja en su recepción debido a que fue escuchado por un público transversal, desde jóvenes de 20 años hasta extrabajadoras que vivieron la toma. “Una señora nos llamó para decir que lo escuchó gracias a su nieta. Eso demuestra que es posible generar interés histórico en nuevas audiencias”, dice.

Aunque Dispersa Podcast es un medio emergente e independiente, su propuesta logró destacarse entre producciones con mayor presupuesto y trayectoria. Ahora, como parte del premio, su directora participará en el Festival Gabo en Bogotá, un encuentro internacional de periodismo y cultura.

Actualmente, el equipo tiene nuevos proyectos en carpeta y Catalina, aunque no sabe aún si continuará colaborando directamente, está entusiasmada por seguir contribuyendo desde la historia a formas más abiertas y democráticas de construcción de memoria. “Al apoyar estos proyectos que no son los tradicionales en términos académicos, abrimos nuevas posibilidades para que cualquier persona pueda conocer distintos hechos históricos. Avanzar en esa línea es repensar nuestro rol como historiadoras, desde donde escribimos y al acceso de quienes ponemos nuestras investigaciones”, puntualiza.

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