Opinión Víctor Salas Opazo, Economista, Director Oppes-Usach:

Estancamiento de la matrícula de pregrado: Desafío a políticas públicas

La matrícula de pregrado de la educación superior está en un proceso de estancamiento. Este es un hecho confirmado por el Observatorio de Políticas Públicas en la Educación Superior, Oppes-Usach, en su última minuta.
"Estas conductas permiten concluir que hay cada vez más pobres y menos ricos, en términos relativos, en la Educación Superior chilena y ello está ocurriendo, básicamente, por las ayudas estudiantiles estatales".

En los últimos cinco años, se ha producido un estancamiento de la matrícula en Educación Superior de pregrado (diurno y vespertino) en Chile, en particular de la matrícula de primer año. Esta última creció fuertemente entre 2006 y 2011 (8,4% tasa promedio anual), pero su tendencia cambió desde 2013 a la fecha (2018), período para el que sus niveles anuales muestran un crecimiento negativo (-0,3% tasa promedio anual, pasando de 318.072 y 312.688 alumnos entre ambos años).

La matrícula total de pregrado de la Educación Superior también tendió a estancarse, levemente. En los últimos cinco años ha cambiado su tendencia, presentando una disminución esencialmente monótona en su tasa de crecimiento, observable para todos los tipos de instituciones de educación superior (Universidades, Institutos Profesionales y Centros de Formación Técnica).

El factor que explica el reciente estancamiento es el proceso de envejecimiento de la población del país, el que, según las estimaciones y proyecciones del INE, no se detendrá y que, a la fecha, ha estado cambiando la moda poblacional, desde 8 años de edad en 1990, hasta 28 años en 2019 y se proyecta de 49 años en 2039. Así, está aumentando la población mayor de 60 años; se está reduciendo la base poblacional; y también comienza a reducirse, levemente, la población del tramo de edad de 18 a 24 años, jóvenes en edad de estudiar en Educación Superior, población que entre 2010 y 2018, disminuye de 2.027.546 a 1.974.667 personas.

La tendencia demográfica del país afecta, a la vez, a la matrícula de educación básica, que se reduce de 2.130.243 a 1.988.726 entre 2007 y 2018. Resultado que, a su vez, afecta la cantidad de matriculados en la enseñanza media, nivel que se debe aprobar para estudiar en la Educación Superior. La matrícula de media ha pasado de 1.039.437 estudiantes en 2007 a 896.726 en 2018. corroborando que, en la última década y de aquí en adelante, cada año saldrán menos jóvenes habilitados para matricularse en Educación Superior.

Los datos corroboran que la razón de matriculados en enseñanza superior sobre el tamaño de la población objetivo (18 a 24 años) tiende hacia un nivel de equilibrio alrededor del 66%, confirmando que cada vez es mayor la proporción de esta edad que se matrícula en Educación Superior, pero con lento crecimiento en los años recientes, confluyendo, aproximadamente, en dos tercios de la población objetivo. 

El Estado financia el acceso a la educación superior mediante el gasto público en ayudas estudiantiles (becas, créditos y gratuidad -desde 2016-), factor que podría explicar la fuerte expansión de la matrícula de Educación Superior entre 2006 y 2013 (su aumento tiene una correlación positiva con la matrícula solo hasta 2013), mientras que controversialmente, entre 2013 y 2018 (años en que este gasto continúa creciendo), sus mayores incrementos no muestran impacto sobre la matrícula de Educación Superior.

Preliminarmente, se puede afirmar que este fenómeno queda explicado porque, desde la Casen se observan aumentos de matrícula en los alumnos de los cuatro primeros deciles y disminuciones de matriculados pertenecientes a los deciles 7º al 10º, tendencias similares a las observadas en la población del país en el estrato de jóvenes de 18 a 24 años.

Estas conductas permiten concluir que hay cada vez más pobres y menos ricos, en términos relativos, en la Educación Superior chilena y ello está ocurriendo, básicamente, por las ayudas estudiantiles estatales.

Las diferencias entre salarios profesionales y técnicos y, egresados de media, tampoco muestran impactos concluyentes. En esta primera aproximación se concluye que el factor demográfico es el de mayor relevancia para explicar el estancamiento de la matrícula y como este es un proceso de largo plazo, se deberán analizar y reevaluar las políticas de gasto público que el Estado está realizando en la Educación Superior

También se considera que la estabilidad del comportamiento de los salarios relativos de profesionales y técnicos en relación a las personas con solo estudios de enseñanza media, no permite atribuirles calidad explicativa a estas dimensiones del mercado laboral.

En consecuencia, las tendencias demográficas del país son el factor básico que explica el estancamiento de la matrícula de pregrado en la Educación Superior chilena (de primer año y total).

El estancamiento de esta matrícula en años recientes por factores demográficos, por ser una tendencia de largo plazo, desafía a la política pública implementada en el sector.

Fotografía: 
Marco Avilés