Director del IND: “Hay un sello de calidad que tiene nuestra Universidad con lo público”

  • Entablar conversación con el director del Instituto Nacional de Deportes (IND) Néstor  Marín Bravo, es hacer una metonimia de la Universidad de Santiago de Chile. Presidente de la Federación de Estudiantes (Feusach) durante el 2006, y galardonado por el Colegio de Ingenieros con el premio a “Mejor titulado en Ingeniería” al año siguiente, es quizás fiel representación de lo que el ex Presidente Salvador Allende Gossens pensaba sobre el deber ser del estudiante universitario. “Ser agitador universitario y mal estudiante -decía el ex mandatario- es fácil; ser dirigente revolucionario y buen estudiante, es más difícil”.

Pareciera que la vida de Néstor Marín Bravo (32) -casado, deportista y asiduo lector de la actualidad noticiosa internacional- siempre ha tenido como norte la vocación por el servicio público. Por ejemplo, cuando postuló a la educación superior, tuvo la posibilidad de optar entre la Universidad de Santiago y la Universidad de Chile. Dos poderosas razones, hicieron que recalara en la Carrera de Ingeniería Civil Industrial de nuestra Institución. Primero, porque a su juicio, en sus aulas había cabida para la diversidad cultural y la tolerancia. “Me decidí por ella porque tenía la intención de vincularme con el mundo real, y compartir con gente de distintos sectores socioeconómicos, creencias y miradas culturales”; segundo, porque los contenidos presentes en la malla curricular, representaban a cabalidad su visión sobre el área. “Era una carrera que me ofrecía todos los elementos que yo quería revisar, desde el punto de vista académico” afirma el Director de IND, quien no oculta su agrado al evocar sus días como universitario.

Durante su paso por el Plantel,  Marín  tuvo una intensa participación política y social, tanto en el Centro de Estudiantes de Ingeniería Civil Industrial, como en la Feusach. Desde la presidencia de ambas organizaciones, participó activamente en instancias importantísimas de diálogo y desarrollo institucional, tales  como los Consejos Académicos de su Facultad y de la Universidad. Sin olvidar su veta más solidaria, nos  comenta  que desarrolló programas de trabajo voluntario- en época estival- con el apoyo de la Federación.

Sin embargo,- a la hora de hacer balances- Néstor Marín está convencido que la vida universitaria puede ser incluso, en algunos casos, un mayor aporte que las cátedras, porque, a su juicio, permite desarrollar habilidades blandas. “Hay muchas experiencias y anécdotas que uno guarda, que al final del día en la formación personal y profesional influyen mucho más que una clase. El saber relacionase con los académicos, los funcionarios y con los mismos estudiantes de otras carreras, da flexibilidad y ayuda a desarrollar la inteligencia emocional que sirve para la vida diaria”, agrega el personero de gobierno.

La juventud y la política

Cuando Néstor Marín rememora su época de dirigente, entabla, ineludiblemente, un diálogo entre política y comunidad universitaria. Hoy, desde la institucionalidad  del cargo que ostenta en el IND, cree que  los cambios que se impulsan desde el Poder Ejecutivo, recogen, en gran medida, las demandas estudiantiles. “Para mí la participación política de los estudiantes es fundamental. Hoy día la Presidenta Michelle Bachelet ha recogido un mandato de la ciudadanía para iniciar un nuevo ciclo para el país, de derrotar la desigualdad existente, de avanzar en una reforma tributaria y educacional y eso en un porcentaje importante se debe a la participación que los estudiantes han tenido en el transcurso de los años”, concluye convencido.

Y en sus  palabras hay cierta complicidad. Aquella que proviene de una persona que desempeñó un papel trascendental en los albores del mismo movimiento estudiantil que hoy es capaz de fijar la agenda ejecutiva y legislativa del país. Por eso comenta que cuando encabezó la Feusach, bregó por  la eliminación  del sistema de fondo solidario que regía en ese entonces y que era administrado por las universidades y mantenía un déficit estructural. Por eso, respecto a la lucha por reivindicaciones en esa materia, expresa que “me siento parte, de haber formado a muchos jóvenes, desde la dirigencia. Además, hubo un proceso de avances y reformas que nosotros fuimos construyendo”, explica el Director del IND mientras esboza una sonrisa.

En definitiva, Néstor Marín piensa que su aporte más valioso  al movimiento social, consistió en iniciar el camino de las transformaciones que hoy comienzan a vislumbrar resultados concretos, mediante las reformas tributaria y educacional que impulsa el actual gobierno de Michelle Bachelet. “Mi participación fue relevante, porque iniciamos un camino de transformaciones que hoy se están materializando. Y, sin ir más lejos, los estudiantes que están ahora en la universidad, están pavimentando el camino para que Chile en cuatro u ocho años más, pueda tener otro proceso de mejora”, sentencia Marín otorgando un voto de confianza a las nuevas generaciones.

Cultura deportiva

El legado de los Juegos Suramericanos- realizados en marzo pasado en la ciudad de Santiago- consiste en infraestructuras deportivas de altísimo nivel, tales como, por ejemplo, el Centro Acuático o el Gimnasio Polideportivo ubicados en el Estadio Nacional. Sin embargo, como advierte Néstor Marín “toda esta infraestructura va a ir en un correlato con un diseño de políticas públicas que vamos a experimentar en estos cuatro años y que nos va a permitir avanzar en una masificación del deporte en Chile,  un mejoramiento de nuestros programas para deportistas de alto rendimiento, y la integración de otras áreas donde el deporte no había estado institucionalizado como los deportistas paraolímpicos”.

Dos proyectos marcan el derrotero inmediato del Ministerio del Deporte. Primero, la creación de escuelas formativas deportivas. En ellas “queremos tomar a los chicos y realizar escuelas deportivas de formación en la más amplia gama de deportes existentes para generar un cambio cultural en nuestra sociedad, pero que no parta desde la adultez sino de la niñez donde uno les crea hábitos, y les enseña a convivir en sociedad, a ser ciudadanos y que en esa formación el deporte sea parte de su día a día”, explica el Director Marín.

Segundo, la creación de 30 centros integrales deportivos que van a tener la capacidad de acoger a los deportistas discapacitados. “Además de fomentar el deporte, van a ser un lugar de encuentro social”, agrega  entusiasmado el personero deportivo.

Universidad de Santiago: Marca Registrada

¿Tiene alguna impronta especial la Universidad de Santiago de Chile? Néstor Marín Bravo afirma que si. “Hay un sello de calidad -comenta-  que tiene nuestra universidad con lo público, y se expresa en como tú te paras y enfrentas el mundo. Es distinto un estudiante que ha estado menos vinculado con esta diversidad cultural de carencias socioeconómicas, a uno que viene de la Usach y se puede relacionar con  la plana directiva mayor y quienes hacen los trabajos de operación dentro de una organización, sin problemas”.

Aludiendo a su propia experiencia laboral, dentro del ámbito público y privado, el Director del IND hace hincapié sobre el valor agregado que tiene el modelo educativo de la Universidad de Santiago de Chile. “(…) Ambas cosas, la formación profesional y humana, hoy son fundamentales. Las instituciones  tanto públicas como privadas están valorando, cada día más, las habilidades blandas que están desarrollando los estudiantes”.

El perfil que tienen los egresados de  la Universidad de Santiago de Chile, concluye Néstor Marín, está en consonancia con los profesionales que el país necesita. “Finalmente todo este entorno y este sello que nosotros tenemos como estudiantes, nos permiten cumplir con esa demanda que tiene el mercado laboral por contratar profesionales que, además de la competencia técnica, sepan resolver problemas, comunicarse, liderar equipos y tengan la flexibilidad de adaptarse  al mundo actual que día a día crece en innovación”.

Sellamos la  entrevista con un fuerte apretón de manos y parto con la  sensación de haber  conocido a un genuino  servidor  público, con la impronta de  responsabilidad social tan propia de esta Universidad.