Destacada participación de la Universidad en Expo Food Process

  • Un significativo aporte realizó nuestra Universidad a la Expo Food Process 2015, plataforma técnica y de negocios que reunió a diversos sectores productivos ligados a la industria alimentaria, facilitando el acceso a nuevas tecnologías y soluciones en los diferentes procesos productivos. La actividad, que se desarrolló entre el 4 y 6 de noviembre en Espacio Riesco, contó con la presencia de investigadores de nuestro Plantel: del Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Cecta), del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos y del Departamento de Ingeniería Química, quienes lideraron dos seminarios especializados.

 





La Universidad de Santiago de Chile tuvo una destacada participación en la Expo Food Process 2015, plataforma técnica y de negocios que reunió a diversos sectores productivos ligados a la industria alimentaria, facilitando el acceso a nuevas tecnologías y soluciones en los diferentes procesos productivos.

La actividad, que se desarrolló entre el 4 y 6 de noviembre en Espacio Riesco, contó con la presencia de investigadores del Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Cecta), del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos y del Departamento de Ingeniería Química, quienes lideraron dos seminarios especializados. Uno de ellos estuvo enfocado en la investigación y desarrollo de biotecnologías para el sector de alimentos y bebidas, mientras que el otro abordó el tema de los envases de alimentos.

El contingente institucional fue liderado por el Vicerrector de Investigación, Desarrollo e Innovación, Dr. Oscar Bustos Castillo, quien comentó a los asistentes que desde sus orígenes nuestra Corporación ha estado vinculada al desarrollo del país, lo que la ha llevado a incorporar nuevas líneas de trabajo.

“Hoy en día, tenemos una sociedad más consciente de mejorar su calidad de vida a través de los alimentos saludables, por lo que el área de alimentos es considerada un área prioritaria para la Universidad”, explicó.

A lo anterior, se suma la productividad científica del área que concentra el 10 por ciento de las publicaciones totales de la Universidad y el 17 por ciento de los proyectos adjudicados a través de diferentes fuentes de financiamiento.

Investigación con impacto 

Los dos seminarios de la Universidad de Santiago contaron con una amplia participación de nuestros investigadores.

Durante el primer día se presentó la Dra. Laura Almendares, quien abordó la “Generación de Productos Innovativos para la Empresa Alimentaria”, mientras que el Dr. Julio Romero se refirió a la “Tecnología de membranas y solventes alternativos: ejemplos de transferencia y adaptación tecnológica”,

A su vez, el director del Cecta, Dr. Claudio Martínez, expuso respecto de “Mejoramiento del vino a través de la microbiología, una tecnología aplicable a otras bebidas fermentadas”, y el consejero del Comité I+D del Consejo de Desarrollo Social Empresarial-Universidad de Santiago de Chile, Raúl Ciudad, desarrolló el tema “Desafíos I+D+i Universidad-Empresa”.

El presidente ejecutivo del Programa Estratégico en Alimentos de CORFO, Gonzalo Jordán, abordó “La Especialización Inteligente de la Industria Alimentaria: Nuevos Espacios de Competitividad”.

El viernes (6), se presentó el Dr. Abel Guarda Moraga, quien consideró “Envases de Alimentos. Requerimientos y Necesidad de desarrollo”, y la Dra. María José Galotto, expuso sobre la “Innovación en el área de envases de alimentos. La nanotecnología como herramienta para el desarrollo”.

A ellos se sumaron, el Dr. Francisco Rodríguez Mercado, quien abordó los “Envases para productos hortofrutícolas”; el Dr. Julio Bruna dialogó sobre los “Envases y Biodegradabilidad: Realidades y Mitos”, y la Dra. Alejandra Torres cerró el ciclo de conferencias abordando los “Requerimientos de Innocuidad en envases plásticos para alimentos”.

Del conocimiento al negocio: el caso Biopolis 

El director de Biopolis S.L., Ph. D. Daniel Ramón, compañía biotecnológica que ofrece servicios de investigación, desarrollo y producción a los sectores agroalimentario, farmacéutico, químico y energético, participó en uno de los seminarios para contar su experiencia. Según comentó el investigador esta iniciativa surgió al alero del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que es la institución pública más importante que se dedicada a la investigación en España.

“Detectamos que hacíamos mucha ciencia de calidad, con muy buenas publicaciones, pero eso no se correspondía con una transferencia al sector agroalimentario, por lo que detectamos dos problemas. Por una parte, teníamos sistemas de transferencia tecnológica muy burocratizados, con demasiados papeles y tiempos tan largos que a  las  empresas no les parecía conveniente y con un manejo de la confidencialidad un tanto especial que tampoco convencía a las empresas”, detalló el académico.

Agregó: “Por otro lado, detectamos un problema de salto de escala necesitábamos una capacidad de fermentación para muchos grupos para generar suficiente cantidad de producto como para hacer ensayos industriales y decidimos hacer una experiencia piloto que fue crear una empresa, que es Biopolis. Empezamos tres personas con un fermentado de cinco litros y hablando directamente con los clientes y hoy en día son 50 personas y no nos va mal, no nos podemos quejar”.

Tras doce años de trabajo cuentan con un portafolio de más de cuarenta clientes con un 90 por ciento de recurrencia, estando la mitad de ellos fuera de España, lo que se suma a una importante actividad con industrias. Actualmente el nivel de producción alcanza los nueve mil litros.

Para el investigador esta experiencia podría ser aplicable en Chile, aunque remarcó que los modelos no se pueden clonar totalmente porque dentro de cada país la problemática tiene su idiosincrasia, añadiendo que “los modelos nunca son transferibles al cien por cien, pero si hay una serie de conceptos fundamentales que, dada mi experiencia, son muy comunes en todos los países, como el exceso de burocratización y la falta de una relación directa entre el mundo público y el mundo privado”.

Destaca que ese problema se resuelve teniendo una relación directa: “¿Qué ocurre? ellos ven que como respondemos de una forma rápida con extrema confidencialidad y poniéndonos en su piel, llevando los proyectos a tiempo y dinero, eso genera una confianza que hace que te vean como un buen partner. Nadie invade al otro pero hay una relación directa y confianza que hace que ese sistema se vaya alimentando”.

En este sentido, el modelo a seguir según señaló el Ph. D. Daniel Ramón, es el liderado por la Universidad de Wageningen de Holanda. “Si se analiza cómo ha evolucionado la tecnología de los alimentos en los últimos 50 años, sin duda, el país que más ha avanzado y que ha pasado de no tener ningún papel a ser, en este momento, el segundo generador de tecnología en alimentación es Holanda. Un pequeño país en el centro de Europa, pero que ha hecho todo de forma muy inteligente, buscando interacciones público-privadas en el polo de crecimiento que ha sido la Universidad de Wageningen. Línea que hemos seguido en Biopolis”.