Académico analiza los alcances de la relación bilateral entre Chile y Japón

  • A través del proyecto Fondecyt Regular “Chile y Japón, 1990-2007. De la alianza estratégica al libre comercio”, en su segundo año de ejecución, el académico del Instituto de Estudios Avanzados, Dr. César Ross, investiga la evolución y los matices de la relación entre ambos países, desde el punto de vista económico y político.

 




Desde el año 2007, Chile cuenta con un Tratado de Libre Comercio con Japón, iniciativa que ha permitido la eliminación de expensas tarifarias en más del 90 por ciento del intercambio comercial entre las dos naciones.

En este contexto y continuando con su línea investigativa que desarrolla desde la década de los 90, el académico del Instituto de Estudios Avanzados de la U. de Santiago de Chile, inicia el segundo año de ejecución del proyecto Fondecyt Regular “Chile y Japón, 1990-2007. De la alianza estratégica al libre comercio”. La iniciativa tiene como objetivo principal estudiar la evolución y los matices de la relación bilateral entre Chile y Japón en el ámbito económico y político.

El interés del académico surgió después de leer, entre otros, el libro de Lester Thurow, profesor de MIT (La Guerra del Siglo XXI), que explicaba de qué manera el capitalismo japonés estaba penetrando en el mercado norteamericano, con un efecto de sustitución importante, captando a miles de consumidores con los productos que venían de aquella parte del mundo. Esa perspectiva llevó al investigador a pensar, a fines de la década de los 80, que quizá este fenómeno equivalía a lo que 70 u 80 años antes había ocurrido con la declinación de Gran Bretaña y el ascenso de Estados Unidos. En ese momento surgió también la primera publicación sobre el vínculo entre Chile y Japón.

Recuerda el Dr. Ross que su mirada se enfocó en América Latina. “Empecé a trabajar un poco más, a explicar el proceso de esta Región, las dictaduras, la transición a la democracia, la relación de América Latina con Estados Unidos, la potencia que amábamos y odiábamos y este nuevo actor (Japón) me lleva a Asia. Ahí empecé, cuando el milagro asiático todavía no era tan obvio para todos. Entonces, transité de la historia económica chilena, a la historia económica de las relaciones internacionales”.

En su presente investigación, el investigador asegura que la relación entre ambos países es un tipo de interacción centro-periferia, en el sentido de que Chile exporta  recursos naturales y Japón importa productos manufacturados de alto desarrollo tecnológico. “Es una reciprocidad de interdependencia simple, porque prácticamente tiene que ver con este vínculo económico. No está presente ese trauma histórico que sí tenemos con otras naciones, por lo tanto, nos parece una relación más horizontal y amable. Nuestras vidas serían impensables hoy si no hubiese algo hecho en Japón, hecho en China, hecho en Taiwán”, afirma.

Un punto interesante de este análisis es que Asia se transformó en una explicación importante para entender el crecimiento económico del mundo. “Hoy, una parte sustantiva del crecimiento económico del mundo tiene que ver con Asia: ellos producen, venden y fabrican, pero no solo es una transformación de carácter material, sino que también es una transformación de carácter social. Desde el punto de vista económico, los asiáticos viven cada año mejor que nosotros”, explica.

Etapas

En cuanto a las etapas de la investigación, se comenzará con la realización de entrevistas a los actores que han sido más relevantes en este vínculo, tanto en  Japón como en Chile. Se trata de académicos, empresarios, diplomáticos y políticos. Luego, se trabajará en base a archivos privados, como el del Comité Empresarial Chile Japón, que reúne a empresas públicas y privadas. Así, se continuará con la recopilación de datos de revistas científicas y el resto de documentaciones necesarias.

Explica al académico Ross que una fortaleza de esta investigación, es que permitirá sentar las bases para conformar una red de colaboración con pares asiáticos, a partir de los viajes que supone el proyecto. Asimismo, los resultados de este trabajo se verán reflejados en publicaciones en revistas científicas indexadas y en la edición de un libro.

“A mí me interesa Asia y la perspectiva de América Latina porque lo veo como un aprendizaje. Es decir, nadie podría señalar que los trabajadores de América Latina no han sido explotados. Y sin embargo, nuestros empresarios no hicieron el milagro económico del empresariado asiático, que seguramente también explotaron a algunas unas generaciones de trabajadores, pero alcanzaron un gran resultado que hoy todos comparten”, finaliza.