Voces expertas de la Universidad debaten sobre seguridad pública e inteligencia criminal

  • El Dr. Mauricio Olavarría Gambi y Jorge Araya Moya, de la Facultad de Humanidades, fueron parte de los expertos que intervinieron en el panel “La inteligencia criminal, las tecnologías de la información en la seguridad pública y sus usos”, que reunió a prestigiosos investigadores latinoamericanos, quienes analizaron, a través de videoconferencia, el papel de la tecnología en la prevención y el combate del delito.

 




Con el objetivo de establecer una relevante instancia de debate y traspaso de experiencias a nivel continental, se desarrolló la videoconferencia internacional “La inteligencia criminal, las tecnologías de la información en la seguridad pública y sus usos”.

La actividad, que se realizó el 17 de mayo último en la sala de videoconferencias del Citecamp, reunió a diversos expertos latinoamericanos, que expusieron sus visiones en torno a la utilización de tecnologías, en especial sobre el uso de las cámaras de video como mecanismo para prevenir delitos.

En la oportunidad participaron desde la Universidad Autónoma de Guadalajara (México) los investigadores  Nelson Carmona y David Osuma, y de la Universidad de Santiago, Mauricio Olavarría y Jorge Araya. Asimismo siguieron atentamente el intercambio de perspectivas, especialistas de la Universidad Privada Dr. Rafael Belloso Chacín (Venezuela), del Instituto de Administración Pública (INAP) de República Dominicana, de la Pontificia Universidad Javeriana (Colombia), de la Universidad de Brasilia (Brasil), y de la  Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica UNED, entre otras.

De las observaciones realizadas por los analistas internacionales, destacó el planteamiento que sostiene que el uso de herramientas tecnológicas -como cámaras de video u otras- ha creado la falsa sensación de que éstas pueden solucionar los problemas de seguridad que enfrentan los países.

También que el empleo de dichos mecanismos solo se circunscriben  al seguimiento de los actos ejecutados, pero son estériles a la hora de intentar  prevenir un delito.

Por otro lado hay, una falsa expectativa de los cuerpos de seguridad, respecto a que una serie de dispositivos tecnológicos, herramientas de telecomunicaciones, por sí mismos, puedan llegar a solucionar problemas que son realmente muy importantes.

Finalmente, que el uso de implementos tecnológicos no tienen efectividad por sí solos. Es necesaria la voluntad de las personas para que cumplan sus objetivos iniciales.

Reacciones

El académico de la FAHU y coordinador del Programa de Estudios de Gobierno perteneciente a la Vicerrectoría de Investigación Desarrollo e Innovación,  Dr. Mauricio Olavarría, destacó que la videoconferencia permitió entablar, sin la necesidad de viajar largas distancias, un diálogo entre diversos países, para acercar posturas en el tema de la seguridad pública.

“Tuvimos un foro universitario que nos permitió intercambiar experiencias y opiniones, y eso, claramente, enriquece mucho el trabajo académico”, afirmó el académico.

Agregó el investigador, que el ejercicio reveló que la situación, en términos de seguridad ciudadana, tiende a ser bastante similar en todos los países que participaron. “Nos demuestra que hay ciertas percepciones comunes en términos del uso de las tecnologías de la información, y particularmente de las cámaras, porque buena parte del debate se centró en este punto”, complementó.

Postura crítica

Por su parte, el docente de la FAHU, Jorge Araya, definió la actividad como interesante. “Esas instancias permiten desarrollar una discusión, hacer una reflexión, pensar mejor las cosas para seguir adelante usando las tecnologías, con todo su aporte, pero de una manera más inteligente”, indicó. 

Asimismo, valoró la postura crítica que hubo en cuanto al empleo de cámaras, dado que a su juicio esta tecnología, si bien contribuye a la seguridad, “era importante poner una voz de alerta, que enfatizara que es una herramienta complementaria y que lo fundamental va por otra línea”, dijo.

En ese contexto, sostuvo que el siguiente paso en la materia, debiera vislumbrar pasar de un uso básico de la tecnología, hacia uno que efectivamente cambie la organización. “Con la disposición de internet, de la multicanalidad que tienen las tecnologías actuales, se pueden cambiar los procedimientos de cómo actúas, de qué tan rápido haces las cosas, de qué servicios ofreces, etcétera”, ejemplificó.

En ese sentido, subrayó que el desafío está en aprender a utilizar inteligentemente la tecnología, lo que requiere un ejercicio reflexivo profundo.

“Hagamos la reflexión para qué la vamos a usar, qué usos le vamos a dar, cómo vamos a procesar esa información. ¿Están nuestros cuerpos policiales para procesar eso? ¿Tienen la capacidad de reaccionar?”, opinó Araya.

“Si no se liga la tecnología con una capacidad institucional, no tiene mucho sentido”, concluyó.