La profesora del Departamento de Medicina Interna de nuestra Universidad, estima de suma urgencia educar a la población y terminar con los mitos y desconfianzas que persisten sobre el sistema de salud en materia de donación de órganos.
La doctora especialista en Nefrología y profesora del Departamento de Medicina Interna de la Universidad de Santiago de Chile, Cecilia Cuéllar, convive a diario con pacientes que requieren de un donante de órganos.Ante la nueva ley que convierte a todo adulto en donante, la facultativa considera que, si bien la normativa es una importante contribución, “la decisión debería ser tomada en base a una discusión familiar y social”.“Chile está muy por debajo en la tasa de donación si nos comparamos con países similares en América Latina. Es por ello que se establece esta ley que nos va a significar una valiosa ayuda”, asegura Cecilia Cuellar.La profesora aclara que, aunque la nueva normativa constituye un importante aporte, la decisión debería ser tomada de forma voluntaria por cada persona.“Mejor que una ley que muchos podrían considerar impositiva, yo creo que debemos encaminarnos a hacer de la donación de órganos una política de Estado y que se haga un trabajo de educación de la población, en los colegios y las universidades, por ejemplo”, afirma la especialista.En cuanto a los motivos de los chilenos para no ser donantes de órganos, Cecilia Cuellar opina que “existen muchos mitos al respecto, lo que lleva a las dudas de la población. Nos falta conversar el tema porque todavía hay desconfianza de la población en el sistema de salud”.Consultada por la disposición que establece dar preferencia a quienes son donantes para recibir un órgano, la doctora dice rechazar “aquellas normas de castigo contra quienes, en algún momento, no consideraron que era importante ser donantes”.“Hay casos de personas que han dicho que no quieren ser donantes hasta el momento en que uno de sus hijos lo ha necesitado. A mí no me gusta la idea de castigar a una persona que, alguna vez puedo haber pensado que no quería donar sus órganos porque siempre puede haber un cambio de opinión”, puntualiza la profesora de la Universidad de Santiago.