Carolina Grammelstorff:

“Me siento privilegiada de poder cantar en la Universidad de Santiago”

Desde hace más de 13 años, esta soprano ligera integra con orgullo el Coro Madrigalista de nuestra Casa de Estudios. Al mismo tiempo, ha podido desarrollar una destacada carrera como solista que la ha llevado a recorrer varios países de Europa, además de poder perfeccionarse en la Escuela Superior de Música Reina Sofía de Madrid.
"Siempre fue mi primera opción estudiar Canto, no tenía otra salida que ser cantante porque yo amo el canto, y desde niña no me veo haciendo nada más. Yo descubrí que cantaba como a los 12 o 13 años, y después ya me encantó, y quería estudiar, así que ningún interés en otra cosa"

Cantar siempre fue su pasión desde niña, entonando música popular y folclórica en sus inicios. Ya a los 14 años, Carolina Grammelstorff decidió inscribirse en una academia y estudiar canto. Fue entonces cuando comenzó la prometedora carrera de la soprano ligera, actual integrante del Coro Madrigalista de la Universidad de Santiago.

Para perfeccionarse, y aún en el colegio, ingresó al coro Crecer Cantando, del Teatro Municipal de Santiago, integrado por jóvenes y adolescentes. Una vez egresada de la Enseñanza Media, no dudó: postuló inmediatamente a la carrera de Interpretación Musical, especialidad de Canto, en la U. de Chile, donde estuvo ocho años.

“Siempre fue mi primera opción estudiar Canto, no tenía otra salida que ser cantante porque yo amo el canto, y desde niña no me veo haciendo nada más. Yo descubrí que cantaba como a los 12 o 13 años, y después ya me encantó, y quería estudiar, así que ningún interés en otra cosa”, enfatiza la soprano.

En la mitad de la carrera, en 2003, Carolina Grammelstorff decide postular al Coro Madrigalista de nuestra Casa de Estudios, donde finalmente fue aceptada.

“Se abrió una vacante en el Coro Madrigalista cuando lo dirigía Guillermo Cárdenas, en 2003. Ese fue mi primer trabajo. El primer lugar donde me abrieron las puertas fue en la U. de Santiago, por eso le tengo mucho cariño a la Universidad”, recalca.

Sin embargo, tras finalizar sus estudios académicos, viajó a España, concluyendo su primera etapa en el Coro Madrigalista. En Europa fue becada por cuatro años para perfeccionarse en la Escuela Superior de Música Reina Sofía (2008), en Madrid, una de las escuelas de canto más reconocidas de España.

En el viejo continente aprovechó de ofrecer conciertos de música de cámara como solista. A España sumó Portugal y Polonia. De vuelta en Chile, en 2012, se abrió una vacante y retornó al Coro Madrigalista de nuestra Universidad. Además comenzó a hacer clases de Canto individuales en la U. de Chile, y en un taller específico de voz de la Fundación Mustakis para niños de Puente Alto.

“El cantante lírico hace muchas cosas y uno podría ir a trabajar a cualquier parte, pero yo siempre he elegido la U. de Santiago porque el ambiente laboral y el compañerismo es muy bueno, y en otros lados uno no encuentra eso”, puntualiza.

 

Coro Madrigalista

 

En ese contexto, Carolina Grammelstorff, hoy de 37 años, casada con el tenor Gonzalo Araya, una hija, aclara que su profesión le permite cantar como solista en óperas, oratorios, conciertos de canto y piano, música de cámara, y además, pertenecer a agrupaciones menores como mayores, entre ellos los coros.

El Coro Madrigalista, fundado en 1980, es dirigido por el maestro Rodrigo Díaz Riquelme, y está integrado por 12 cantantes. Está catalogado entre las agrupaciones vocales más prestigiosas de Chile y su trabajo permanente incluye presentaciones en las Temporadas de Conciertos de la Universidad de Santiago junto a la agrupación Syntagma Musicum, y el Coro y la Orquesta de nuestra Casa Estudios.

“Lo que más hacemos y lo más interesante es el repertorio, que contiene mucha música antigua y de todas las épocas en realidad”, señala la cantante.

Entre los programas del Coro destacan “Música Coral del siglo XX”, “Cantautores de Iberoamérica” y los “Ciclos de Romances españoles y chilenos”. Estas dos últimas, fueron escritas especialmente para el conjunto, por el fallecido compositor chileno Tomás Lefever.

También, destaca el último CD de la agrupación, “Hermoso imán mío” (2014), junto al conjunto Les Carillons, cuyo uno de sus integrantes es el mismísimo maestro Rodrigo Díaz.

“Ese es el plus de estar en la Universidad, tener la posibilidad de cantar con orquesta, con el Syntagma Musicum, hacer de solista, hacer obras de cámara, ese es el fuerte de estar acá. Pero también es importante la difusión que se ha hecho del Coro”, subraya.

Y acota que “más que venir acá porque es un trabajo, la mayoría de los del coro venimos porque nos encanta la música, es por amor a la música, más que cualquier otra cosa”.

 

Desafíos

 

Para la soprano, es un privilegio cantar en el Coro Madrigalista, que a la vez le permite desarrollar su carrera como solista.

“A mí me gustaría seguir cantando en el Madrigalista y de solista. Cantar de solista para mí es un privilegio porque no todo el mundo puede. Y yo me siento una privilegiada por tener esa oportunidad acá en la Universidad de Santiago”, remarca.

También espera que el Coro pueda hacer mucha extensión en el corto plazo. “Me gustaría que pudiéramos viajar más, ir a diferentes lugares, y que hiciéramos obras grandes y poder presentarlas en diferentes lugares, incluso en los barrios de Santiago mismo”, precisa.

Asimismo, la cantante considera que sería importante para la Universidad crear una escuela de arte o de música.

“Eso sería un sueño, hacer clases acá, o a los mismos estudiantes o a gente que quiera estudiar música, sería espectacular. Pero también hay que considerar que la Universidad ya tiene algo muy valorable, que son los elencos estables, que además es muy meritorio que se mantengan”, afirma.

Dentro de sus proyectos, Carolina Grammelstorff también ha considerado internacionalizar su carrera que aparte de ofrecer conciertos en Europa, también se ha presentado en Brasil, en nuestro continente.

“En mis proyectos está viajar, hacer conciertos de música chilena y llevarlos al extranjero, y eso se puede hacer a través de postulaciones. Y también llevarlos a regiones. Entre esos proyectos está hacer algunas óperas de cámara menores, por ejemplo”, revela.

Finalmente, destaca que por su constante estudio perseverancia nunca se ha alejado del canto.

“Nunca he trabajado en otra cosa, porque además, siempre tuve las puertas abiertas acá en la Universidad de Santiago, y siempre han valorado mi trabajo. He sentido mucho apoyo, y siempre ha sido una muy linda experiencia”, concluye.

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