Marcos Casanova Páez, Doctor en Química Teórica: “En el extranjero el prestigio de la Usach es reconocido”

“La U. de Santiago fue esencial en mi desarrollo porque me entregó todas las herramientas que necesité y facilitó que me fuera bien. Es posible hacer un doctorado en el exterior, como el que yo realicé en la Universidad de Melbourne, pero hay que darle dedicación… ponerse las pilas”, afirma desde Alemania donde hoy realiza investigación en el prestigioso Instituto Max Planck.
"Me gustaría volver a trabajar a la Universidad de Santiago de Chile que fue donde estudié, la institución que me formó y donde me siento muy cómodo, porque conozco a su gente", aseguró Marcos Casanova Páez.

Viajar fuera de Chile y dejar familia y amigos no es una tarea fácil, sobre todo cuando también hay barreras idiomáticas, pero no son pocos los usachinos que han optado por especializarse en el extranjero e ir tras los sueños de conseguir un doctorado y avanzar hasta un postdoctorado. Marcos Casanova Páez es uno de estos usachinos que tras lograr su Licenciatura en Física Aplicada, egresar de Ingeniería Física de la Facultad de Ciencia en nuestra Universidad y cursar un Magíster en la Universidad de Chile, decidió dedicarse a la Academia y a la investigación.

Con un conocimiento del inglés que pudo mejorar in situ, Marcos abordó un avión rumbo a Australia para realizar su doctorado en química teórica. “Cuando entras a Licenciatura en Física en Chile hay solo una opción y también creo que pasa lo mismo con Química y Biología. El doctorado se vuelve una obligación, porque en el país no hay muchos lugares donde hacer ciencia. De hecho, el pilar principal de investigación y desarrollo en el país son las universidades. No hay entidades privadas que se dediquen a ello como en otros países. En mi caso siempre pensé en ser académico. Me dieron una beca de la Universidad de Melbourne en Australia que cubrió pasajes, seguro médico, el arancel de la Universidad y una manutención para vivir”, comenta.

Es que se hace evidente que en países desarrollados se destina mucho más dinero para invertir en  las universidades e institutos que hacen investigación que en naciones como la nuestra, relata a través de la plataforma zoom desde la pequeña localidad de Mülheim an der Ruhr, en Alemania, donde se encuentra actualmente realizando su postdoctorado en el Max-Planck-Institute für Kohlenforschung, una institución que cuenta con varios premios nobel, entre ellos Benjamin List que junto a David Mac Millan, recibió el Nobel de Química por sus avances en la organocatálisis.

Volvamos un poco atrás. Cuéntanos un poco de tu doctorado

_Cuando estuve en la Universidad de Melbourne uno de mis trabajos principales fue el desarrollo de nuevos métodos computacionales en química teórica y que luego son aplicados para predecir o explicar resultados experimentales. Después de mi doctorado, me vine a Alemania para hacer un postdoctorado en el Instituto Max Planck, que es el desarrollador del programa donde implementé los métodos computacionales realizados en el doctorado en Australia. Aquí en el Instituto hay estudiantes de doctorado, postdoctorados e investigadores de planta. Yo desde que estaba en el Magíster en Física, trabajé en un área que se llama física computacional, donde apliqué métodos que ya vienen en los programas computacionales, pero en el doctorado no solo tenía que aplicarlos sino que también tenía que implementar nuevos métodos en el programa. En mi opinión toda la base es física. Lo que pasa es que las aplicaciones son distintas, lo que le interesa a los físicos estudiar normalmente es distinto que a los químicos, pero los dos utilizan la misma base teórica.

Has cumplido varias de tus metas. ¿Cuán importante ha sido la Universidad de Santiago en tu formación académica y en abrir puertas? ¿Recomendarías hacer un postgrado fuera de Chile?

_La Usach fue esencial en mi desarrollo porque me entregó todas las herramientas que necesité en el exterior y facilitó que me fuera bien. Es posible hacer un doctorado en el extranjero, pero hay que darle dedicación, ponerse las pilas. Para irte ya sea con Beca Chile u otra lo importante es que te vaya bien, que tengas buenas notas. Cuando me postulé al doctorado en la Universidad de Melbourne me preguntaron la Universidad de la que provenía y les dije que venía de la Universidad de Santiago de Chile. Ellos la conocían, porque tienen un listado de los planteles con los que tienen contacto.

¿El prestigio de la Casa de Estudios tiene que ver entonces con la posibilidad de movilidad?

_Yo creo que sí. Ellos conocen básicamente su prestigio, sabían de algunas universidades chilenas como la Usach, la Universidad de Chile, la Universidad Católica, la Universidad de Concepción. Pero más importante es que ellos ven cómo te fue a ti como estudiante y establecen a partir de eso tu calidad y si te va a costar o no… yo creo que por eso preguntan o también porque hay colaboraciones entre académicos de allá y los de universidades chilenas…entonces se conocen. La parte más importante de un científico, en mi área, es tener publicaciones en revistas científicas y eso lo estoy haciendo desde que hice mi Magíster. Es un proceso de mucho trabajo, pero muy satisfactorio una vez que está publicado. También realicé varías publicaciones durante mi doctorado en Australia y ahora publicaré respecto a mi tema de investigación actual en el instituto Max Planck.

¿Tienes pensado volver y entregar tu conocimiento en Chile?

_El campo laboral no es tan grande en Latinoamérica como lo es en Estados Unidos, Australia o Alemania. Normalmente en estos países hay vacantes en las universidades para un trabajo estable o incluso privados que se dedican a la investigación. Me encantaría regresar a mi país y de hecho reviso a menudo la página de la Usach para ver si hay algún concurso. Me gustaría volver a trabajar a la Universidad de Santiago de Chile que fue donde estudié, la institución que me formó y donde me siento muy cómodo, porque conozco a su gente.

Autor: 
José Flores
Fotografía: 
Cedida
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