Lanzan libro que recopila valiosas experiencias de líder estudiantil de la UTE

  • “Este es un trabajo fundamental para conocer lo que fue el movimiento estudiantil en la Universidad Técnica del Estado desde 1967 hasta 1973, periodo de cambios imborrables en la historia de Chile”, expresó el presidente de la Corporación Solidaria UTE-USACH, Emilio Daroch Fernández, durante el lanzamiento de la primera edición del libro “Los hijos de la UTE”. Se trata de una obra póstuma del presidente de la Federación de estudiantes de la Universidad, entre 1971 y 1972, Alberto Ríos Ponce. 

 




El viernes (13) último, en el Salón de Honor de nuestro Plantel, se lanzó “Los hijos de la UTE”, libro editado póstumamente por Editorial USACH que corresponde a las memorias de Alberto Ríos Ponce, dirigente estudiantil de la Universidad Técnica del Estado (UTE), quien encabezó la federación en 1971 y 1972.

A la actividad, organizada por la Corporación Solidaria UTE-USACH, asistieron familiares, amigos y compañeros de generación de Ríos, quienes siguieron con interés los discursos que destacaron los principios que caracterizaron al dirigente durante el año que estuvo a la cabeza de la institución estudiantil y en otras tareas de organización juvenil.

En la testera se encontraba Emilio Daroch Fernández, presidente de la Corporación Solidaria UTE-USACH, quien acompañó en la presentación del libro a los dirigentes de la FEUT, Iris Aceitón Venegas y Miguel Concha Villalobos, y a los ex presidentes de la FEUT y FEUSACH, Osiel Núñez Quevedo y Camilo Ballesteros Briones, respectivamente.

“Este libro no es el exabrupto de un ‘viejo nostálgico’, de un puñado de ‘antiguos románticos’ que viven de las hazañas pasadas. ‘Los hijos de la UTE’ fuimos actores principales de una de las épocas más hermosas y prolíferas de nuestro país. Pagamos demasiado caro la osadía de querer materializar los sueños de justicia e igualdad que irrenunciablemente perseguimos”, declaró emocionada Iris Aceitón.

Por su parte Miguel Concha describió a Alberto Rojas como un hombre generoso, ejemplo extraordinario para quienes conducen actualmente el movimiento estudiantil.

“Te recordaremos siempre como una persona que postergó su bienestar personal, por el de servir y espero que las nuevas generaciones tengan en cuenta que el movimiento estudiantil tuvo, ha tenido y tendrá, un papel muy importante que cumplir, para que los cambios de la sociedad estén más de acuerdo a las necesidades de los sectores más postergados”, expresó.

Los hijos de la UTE

“Es una persona que cumplió un rol muy importante en la Universidad, no solamente por sus capacidades políticas y como dirigente, sino porque fue formador de mucha gente”, afirmó Emilio Daroch Fernández, presidente de la Corporación Solidaria UTE-USACH.

Sobre la obra de Alberto Ríos, Daroch sostuvo que es un documento de invaluable valor, dado que narra episodios importantes de la historia institucional de nuestro plantel, como el proceso de reforma universitaria, la llegada a la rectoría de Enrique Kirberg y el compromiso de la Universidad Técnica con el gobierno de Salvador Allende.

Agregó Daroch que el ejemplar derrocha generosidad en su factura, ya que “la gente que escribe sus memorias, por lo general, habla de sí misma y se engrandece; pero este muchacho no lo hace, porque relata la contribución de muchos otros que hicieron posible que esto funcionara. Recogió a aquellos ‘héroes anónimos’ que nunca son nombrados”.

“Este es un trabajo fundamental para conocer lo que fue el movimiento estudiantil en la Universidad Técnica del Estado desde 1967 hasta 1973, periodo de cambios imborrables en la historia de Chile”, fundamentó Daroch.

Ejemplo para las actuales generaciones

Para Daroch, la obra es un documento testimonial que puede servir para las actuales generaciones de dirigentes estudiantiles, ya que “el autor trasluce una serie de opiniones que reflejan lo que se vivió en la época de la UTE, y que son una enseñanza de cómo hacer las cosas”. Al respecto, menciona que allí aparece “cuando en el año 67, el Consejo Universitario decidió reelegir al rector (Horacio) Aravena, a espaldas de la universidad, y los estudiantes se tomaron el campus pero las clases siguieron funcionando”.

Estima el dirigente que aquel estilo marca una diferencia sustantiva  respecto a cómo se desarrolló la última toma que los estudiantes mantuvieron en nuestro Plantel, y donde hubo saqueos y destrozos importantes en Casa Central.

“En nuestra época había una política absolutamente distinta a la de hoy, donde jamás tuvimos algún problema al entregar la toma. No hubo saqueos, destrozos, ni nada.En ese sentido, Alberto Ríos muestra cómo debe ser un movimiento estudiantil ordenado y organizado, que logra consensos y trabajar con la gente”.

Por eso, el volumen “es un aporte a la historia de la UTE, de lo que fue la Universidad entre los años 67 y 73, y a la de su movimiento estudiantil”, concluye Daroch.