Investigadores intentan resolver gran parte de los desafíos de la tecnología del hidrógeno

  • Alvaro San Martín y Daniel Serafín, ambos del Departamento de Física de la Universidad, en conjunto con una minera privada, pondrán en funcionamiento un sistema piloto de integración de energía eólica y solar, que permitirá producir y almacenar hidrógeno para ser utilizado en la generación de electricidad.


En 1874 Julio Verne escribió la novela La Isla Misteriosa, donde planteó que en unos 200 ó300 años, el carbón sería sustituido por agua, pero no por cualquiera sino que por “agua descompuesta en sus constituyentes, por medio de la electricidad.  El agua será entonces el combustible del futuro, ya que el hidrógeno y el oxígeno que la constituyen, utilizados aislada o simultáneamente, proporcionarán una fuente de luz y calor inagotables”.  

Tal como lo predijo el escritor, hoy el hidrógeno (H) es considerado el combustible del futuro. Este elemento se obtiene de una amplia variedad de fuentes energéticas, puede transportarse de manera efectiva y convertirse en electricidad por medio de celdas de combustible, de manera muy eficiente y sin dañar el medio ambiente. Es por esta razón que sociedades más adelantadas, como la Comunidad Europea, USA, Canadá, Japón, Corea, entre otras, desde hace varias décadas invierten recursos en investigación y desarrollo para pasar de una economía basada en los combustibles fósiles a una economía sustentada en el uso del hidrógeno.

Dos investigadores del Departamento de Física de la U. de Santiago, tienen la oportunidad para mostrar las potencialidades de este elemento como vector energético. Los Dres. Álvaro San Martín (director) y Daniel Serafín (director alterno) se adjudicaron fondos a través del concurso I+D Aplicada de Innova Chile Corfo, para el desarrollo del proyecto “Integración de fuentes de energía renovable no convencional mediante el vector energético hidrógeno”.

Según explica el investigador San Martín, el estudio plantea “una forma de superar la intermitencia natural de las energías renovables (ER) solar y eólica, empleando la energía eléctrica generada por ellas en horas de baja demanda, para producir hidrógeno vía electrólisis del agua.  El  hidrógeno gaseoso es luego almacenado en aleaciones metálicas y cuando necesitemos energía, ese hidrógeno alimentará una celda de combustible y producirá electricidad”.

En la planta de la empresa minera San Pedro Ltda., en TilTil, se construirá un “piloto” que operando en condiciones controladas, por 24 meses, permitirá resolver desde una perspectiva técnica gran parte de los desafíos de la tecnología del hidrógeno. Cabe señalar, que la tecnología del hidrógeno es aquella tecnología relacionada con la economía de hidrógeno y con los diversos métodos de creación, almacenamiento y proceso de este elemento. Estas  tecnologías pueden desempeñar un papel importante en la prevención del cambio climático y crear energía limpia para muchos usuarios.

El equipo que llevará adelante este proyecto está conformado por los investigadores del Departamento de Ingeniería Eléctrica, Dr. Miguel Arias y la Dra. Ingeborg  Mahla, además del investigador del Departamento de Ingeniería Química, Dr. Valeri Bubnovich. A ellos se suman los académicos Jorge Lobiano y Jorge Ferrer, de la Escuela de Arquitectura y del Departamento de Física, respectivamente.  

La investigación contempla también la participación de estudiantes memoristas.

Proyecciones nacionales

El Dr. San Martín señala que la operación bianual de este “piloto” basado en energías renovables y que no requiere del apoyo de combustibles fósiles, permitirá eliminar las barreras de conocimiento en torno a la instalación de sistemas híbridos, sustentados en energías renovables que incorporan la tecnología del hidrógeno.  De acuerdo al director del proyecto, “para Chile esto es muy importante, ya que, por una parte, el país cuenta con enormes recursos de todo tipo, distribuidos a lo largo de su geografía y, por otra, son varias las localidades apartadas que carecen de energía. Entonces, esto les brindaría una fuente energética para suplir esta carencia.