El proyecto fue denominado “Mil abrazos”.

Investigación que busca restos de soldados de la Batalla de Maipú logra importantes avances

El proyecto, que se retomó el año 2017 y que busca hallar los restos de los soldados fallecidos en la Batalla de Maipú (1818), concluyó que la cantidad de combatientes muertos no ascendería a más de mil y que éstos se encontrarían enterrados en al menos tres lugares diferentes del sector poniente de Santiago. Este hallazgo desestima otras hipótesis que cifran en dos mil 500 la cantidad de fallecidos.
“Los soldados con suerte llevaban fusiles, y Santiago Bueras, el jinete, usaba sables. Chile era tan pobre en esa época que los sables no era de buena calidad, por lo tanto, no contaban con herramientas necesarias para excavar”, sostiene el Dr. Lucio Cañete.

Las estimaciones sobre el número de soldados muertos en la Batalla de Maipú aún no están claras. Las cifras varían a medida que pasan los años y se comienza a analizar el escenario donde se llevó a cabo el enfrentamiento de patriotas y realistas, el 5 de abril de 1818.

En el bicentenario de este hito histórico que puso fin a la guerra por la Independencia de Chile, un equipo de investigadores de las facultades Tecnológica, Ciencia e Ingeniería de la U. de Santiago junto a la Unidad de Patrimonio del municipio, busca dar con los restos de los 2.500 soldados que habrían fallecido en la batalla.   

Además de mejorar la precisión de la cifra de muertos, el objetivo es identificar con mayor certeza la localización de los cadáveres.

El proyecto fue denominado “Mil abrazos” y es parte de la iniciativa “200 años en un año de la Municipalidad de Maipú”, cuyo objetivo es conmemorar los dos siglos de este evento clave de la Emancipación Americana con diversas actividades.

El equipo del Plantel es liderado por el Dr. Lucio Cañete, quien también fue el principal impulsor del redescubrimiento del túnel de los Hermanos Carrera. Por la complejidad de las labores, se integró el Dr. Fredi Palominos, de la Facultad de Ciencia; el Dr. Enrique San Juan de la Facultad de Ingeniería; además del profesor de la Facultad Tecnológica, Héctor Barrera Zúñiga.

Avances

A pocos días de haberse conmemorado el 5 de abril, el Dr. Cañete relata algunos avances importantes de la investigación que lidera.

En ese sentido, comenta que ya se descartó totalmente que la cifra de muertos ascendiera a los cerca de 2.500. De hecho, según los estudios, los fallecidos no serían más de mil.

La investigación presenta datos concretos que indican que los encargados de registrar los muertos habrían exagerado, y que la batalla se ganó por cansancio y no por la baja del batallón realista, siendo un enfrentamiento menos sangriento que lo que se cuenta.  

Entre los argumentos del equipo cuenta, por ejemplo, el que los combatientes no portaran elementos fundamentales para cavar fosas, sobre todo considerando que el suelo en el sector es de ceniza volcánica.

“Los soldados con suerte llevaban fusiles, y Santiago Bueras, el jinete, usaba sables. Chile era tan pobre en esa época que los sables no era de buena calidad, por lo tanto, no contaban con herramientas necesarias para excavar”, sostiene.

Además, se realizó una recreación sobre la temperatura más probable al momento de la batalla. “En Santiago había 24 grados a la sombra y a lo menos 30 al sol. Justo el enfrentamiento ocurrió en el instante de más calor”, explica el Dr. Cañete.

El académico reafirma esta última idea agregando el régimen nivopluvial del río Mapocho, y que tiene toda la cuenca de Santiago. “El año meteorológico termina en abril, lo que significa que para este caso particular de la cuenca, abril es el mes más seco y los cañones necesitan agua para enfriarse, por lo que es poco probable que tuvieran una disponibilidad abundante de agua para enfriar los cañones”, señala.

El terreno también es un punto a considerar por los investigadores, ya que la batalla se llevó a cabo sobre acacia caven (espinos), y la parte más gruesa de estos coincide con la altura donde va la cabeza del jinete. “Es una gran dificultad para la infantería realizar un ataque en una sabana de espinos”, agrega.

La segunda hipótesis que se baraja es que los restos estén distribuidos. “Contrariamente a lo que se cree, la Batalla de Maipú no estuvo concentrada solo en un lugar, sino que al menos en tres”, asegura el Dr. Cañete.

Entre los sitios que se plantean está el cerro Primo de Rivera, lugar de emplazamiento del dispositivo de combate realista y donde se definió la batalla; la Hacienda de Lo Espejo, lugar en el que el Ejército realista se parapeta al verse sobrepasado por la carga de la división de reserva patriota. Este sitio está ubicado en el Camino Rinconada con Olimpo.

Por último, el tercer sitio está en las cercanías del Templo Votivo de Maipú, donde se gana la batalla.

Para el académico y líder del proyecto, Dr. Lucio Cañete Arratia, este trabajo es inédito, pues la Batalla de Maipú no ha sido estudiada con la tecnología que dispone la Universidad de Santiago.

En ese sentido destaca principalmente las retro-simulaciones y el apoyo geofísico. Por otro lado, con los avances de la investigación, el Dr. Cañete señala que “se cuestiona la información entregada por los vencedores, es decir, nuestros héroes”.

Actualmente la investigación se encuentra en el descarte de hipótesis para disminuir los lugares que se tendrán que abarcar para buscar restos. Los resultados deben conocerse este año.

Autor: 
Carolina Reyes Salazar
Fotografía: 
Marco Avilés