Experto de la U. de Santiago califica como valiosa la iniciativa que rescata cités

  • La decisión de otorgar subsidios para recuperar cités de Santiago, que comenzó a entregar el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, constituye una buena iniciativa, según el especialista en urbanismo, arquitectura y planificación, el académico de la Escuela de Arquitectura de nuestra corporación, Jonás Figueroa. “Cualquier medida que tienda a la protección y transformación de los cités, debe ser entendida como una operación que busca mejorar las condiciones de vida de la población residente y de los propios sectores en donde se sitúan”, enfatizó.

 




A comienzos de junio, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo comenzó la entrega de subsidios enfocados a restaurar cités y viviendas antiguas emplazadas tanto en el centro de Santiago como en comunas aledañas. Ello, en el marco de un plan piloto que busca mejorar las condiciones de las residencias que se encuentran comprendidas en tales emplazamientos, en ámbitos como su habitabilidad, espacios públicos y salubridad. En lo concreto, se destinarán 5 mil UF (unidades de fomento), 250 por vivienda.

De acuerdo a lo dispuesto por el Minvu, para optar al subsidio los requisitos establecen que “los inmuebles deben tener deterioro físico en instalaciones y/o estructura, las familias beneficiarias deberán estar preferentemente en condición de vulnerabilidad social y los cités deberán poseer atributos de valor patrimonial, pero no ser Monumento Nacional ni estar en Zona Típica”.

Para el especialista en urbanismo, arquitectura y planificación, el académico de la Escuela de Arquitectura de nuestra corporación, Jonás Figueroa, la iniciativa gubernamental está bien encaminada, desde la perspectiva que va en rescate de una construcción de grandes propiedades estructurales y parte importante de la historia chilena.

La optimización del espacio, es una de las principales características del cité. “En Chile, la tipología cité tiene la virtud de multiplicar el número de fachadas de una manzana, considerada esta última como la unidad básica de la organización de la traza física de una ciudad”, dice Figueroa.  En ese sentido, “las 4 fachadas convencionales que posee una manzana, pueden ser incrementadas en 6 u 8, de acuerdo al número de cités que ésta posea, optimizando la ocupación del suelo por usos relacionados con la vivienda”, añade. 

Recuperación

Respecto a la recuperación de cités, el académico Figueroa expresa que “cualquier medida que tienda a su protección y transformación debe ser entendida como una operación, que busca mejorar las condiciones de vida de la población residente y de los propios sectores en donde se sitúan”.

Estima que tales edificaciones tienen ventajas comparativas, en relación a otras soluciones habitacionales contemporáneas.

“La tipología cité es un antecedente de los actuales condominios, pero sin las limitaciones urbanas que éstos presentan tales como accesibilidad, privatización del espacio público y localización”, expone Figueroa.

“Como medida que busca optimizar el aprovechamiento del suelo de las zonas interiores de una manzana, es una excelente tipología urbana que podría ser actualizada con el fin de aplicarla en las operaciones de renovación y densificación de las áreas centrales a modo de pasajes o galerías residenciales”, opina.

El urbanista destaca que la iniciativa gubernamental, va más allá de reacondicionar una vivienda en mal estado. En la medida, hay un reconocimiento a los altos niveles originales de construcción y arquitectura que tienen los cités, y que fueron en su génesis una solución mancomunada entre el sector público y privado por encontrar una solución al problema habitacional.

“En nuestro entorno barrial, tenemos varios cités de muy noble arquitectura y mejor construcción, que se constituyen en exponentes de una virtud pública y privada por resolver los temas relacionados con la vivienda: Matucana, Esperanza, etcétera”, reseña.

Jonás Figueroa, es un reconocido urbanista. Durante la celebración que se llevó a cabo en nuestro Plantel,  a raíz del Día del Patrimonio Cultural, comandó el recorrido que pasó por el corazón de nuestra universidad: la legendaria Escuela de Artes y Oficios (EAO). En esa instancia, entregó -a una amplia audiencia- datos históricos y arquitectónicos en torno a tan emblemática edificación.