Según reportes de la OMS, este fenómeno podría causar graves estragos en la población mundial, principalmente en los países en vías de desarrollo. “Las consecuencias de la radiación solar y de la luz ultravioleta, las veremos más bien entre el mediano y largo plazo, porque pueden provocar lesiones tumorales o, definitivamente, cáncer de la piel”, expresa el Dr. Mauricio Osorio, director de la Escuela de Medicina de nuestra Universidad.
Según reportes de la OMS y estudios de diversos países, el cambio climático podría causar graves estragos en la población mundial, principalmente en los países en vías de desarrollo.Se estima que entre 2030 y 2050 morirán por esta causa unas 250 mil personas al año, individuos que habrán desarrollado cuadros de malnutrición, diarrea, estrés calórico y enfermedades infecciosas por el aumento de mosquitos, sumado al aumento de emisiones de gases de efecto invernadero y de CO2 producto del consumo de combustibles fósiles, que contribuye al incremento de la contaminación atmosférica.En ese contexto, el director de la Facultad de Medicina de la U. de Santiago, Dr. Mauricio Osorio, explica que los efectos del cambio climático ya se han hecho notar en Santiago.“Es indesmentible y nadie puede argumentar una situación distinta, que el clima ha cambiado, y de hecho acá en Santiago el clima cambió. Tenemos más días del año con sol y con una temperatura particularmente elevada, y eso sumado además a la luz ultravioleta que habitualmente el sol emite, que alcanza niveles extremadamente altos y por tanto, muy dañinos para la piel”, puntualiza.El Dr. Osorio enfatiza que los efectos en la población del país por los altos índices de la radiación ultravioleta se verán en un mediano y largo plazo.“Los efectos de la radiación solar y de la luz ultravioleta, los veremos más bien en el mediano a largo plazo, porque esa exposición a la luz solar puede terminar, entre otras cosas, con tumores, lesiones tumorales de la piel, o definitivamente con Cáncer de la piel, y para que eso se exprese tiene que tomar más tiempo”, subraya.Proliferación de alérgenosAsimismo, el director de la Facultad de Medicina de la U. de Santiago, recalca que también ha impactado en la gente la proliferación de los alérgenos provocando hasta cuadros de asma.“Los alérgenos, que son sustancias que de alguna manera el medio ambiente y el aire movilizan hacia nosotros y entran en contacto por la piel o también por la vía respiratoria, desencadenan cuadros vinculados a sintomatologías respiratorias que pueden ir desde una rinitis común y corriente, hasta cuadros de asma propiamente tal, con descompensación”, destaca.En ese sentido, el médico precisa que con el cambio climático los alérgenos no solo se han incrementado, sino también han sido modificados.“Lo que ha provocado este cambio climático es que se han modificado los alérgenos que andan circulando y como el ambiente es más seco, sumado a la humedad que en algún momento puede tener una cierta incidencia, estos alérgenos penetran profundamente por las vías respiratorias causando cuadros secundarios”, asegura, agregando que “si a esta modificación en los alérgenos se le agrega las bajas temperaturas de los meses de invierno, más la alta circulación de virus, obviamente se incrementa la causa de problemas respiratorios”.El Dr. Osorio señala además, que estos alérgenos se van a sumar a los que habitualmente circulan en el medio ambiente, que surgen desde la combustión de algunos productos.“Son alérgenos que vienen de los vegetales, de productos vinculados a metales o a la tierra misma, y a todo el material particulado que es producto de la combustión o de la quema de algunos productos. Y en eso uno no puede desconocer que el cigarrillo, que es parte de una contaminación que es más intradomiciliaria, va a seguir jugando un rol importante y va a agravar estos otros elementos”, detalla.Meses de invierno más complejosJunto a lo anterior, el profesional advierte que se generará un ambiente más complejo aún en los meses de invierno.“En los meses de invierno ya es tradicional el material particulado propio de la combustión de las estufas, cocinas, industrias, y junto al fenómeno de inversión térmica que tenemos en Santiago, hace que se genere un ambiente más complejo aún”, señala.Finalmente, el médico recuerda que es fundamental prevenir para evitar estas enfermedades.“Todo debe situarse en un contexto y ese es que nosotros debemos intentar hacer prevención dentro de lo que se pueda, como por ejemplo, tratar de permanecer en ambientes lo más limpios posible”, concluye.