Departamento de Historia descubre placa en homenaje a Ricardo Rioseco, estudiante de la UTE asesinado en dictadura

A la ceremonia asistió Juana González Aravena, pareja en aquella época de Rioseco, a quien recordó como una persona con buen sentido del humor y un gran compromiso social. Por su parte, el director de la unidad, Dr. Rolando Álvarez, señaló que esta actividad está en línea con el sello que se imprime en la formación de las y los estudiantes del Departamento, donde la memoria y la defensa de los derechos humanos son temáticas intransables.
El presidente de la Corporación Solidaria UTE-Usach, Emilio Daroch Fernández, indicó que como organización tienen como objetivo preservar la memoria histórica de la Universidad Técnica del Estado, por ello, “una de nuestras grandes preocupaciones, es que las personas que llegan, tengan presentes que somos una Institución con una tradición histórica, no solamente con su compromiso con la educación, sino también con su pueblo”, aseguró.

Ricardo Rioseco Montoya, estudiante de Historia de la Universidad Técnica del Estado, fue asesinado el 5 de octubre de 1973, en la ciudad de Angol. El mismo día, pero de 2022, el Departamento de Historia y la Corporación UTE-Usach descubrieron una placa en homenaje a su memoria. Con este acto, el sector conocido como Pabellón de Historia llevara el nombre del joven de veintidós años que perdió la vida tras ser torturado y luego fusilado por efectivos militares de la ciudad sureña.

Al acto asistieron académicas/os, funcionarias/os y estudiantes de la unidad académica y de nuestra comunidad universitaria, socias/os de la agrupación que reúne a exestudiantes de la Universidad Técnica del Estado y la pareja de Rioseco el día en que fue asesinado, Juana González Aravena.

El caso de Ricardo es emblemático dentro del Departamento, puesto que se pueden reconocer, al igual que en las/os estudiantes actuales, los mismos valores y compromiso con una causa que exigía cambios estructurales para hacer de Chile un país más justo, pero que fue interrumpida violentamente el 11 de septiembre.

El director del Departamento de Historia, Dr. Rolando Álvarez Vallejos, señaló que esta actividad tiene ese sello. “Tenemos un compromiso fundamental en el plan estratégico de nuestra unidad con las temáticas de la memoria y la defensa de los derechos humanos. Es un tema intransable de nuestro perfil, por lo tanto, esta es una actividad muy sensible y especial para nosotras/os”, aseguró.

En ese sentido, agregó, que la presencia de estudiantes en este tipo de instancias es relevante, para que puedan entender “el significado de lo que pasó en esta Universidad. Hoy recordamos a un excompañero de ellas/os, que refleja lo hermoso que fue ser parte de una generación que trató de cambiar el país, como también lo terrible que pasó con ella…una etapa que es parte de la historia de esta Casa de Estudios, la cual está marcada por esa dicotomía entre sueños y grandes traumas”.

Por su parte, el presidente de la Corporación Solidaria UTE-Usach, Emilio Daroch Fernández, indicó que como organización tienen como objetivo preservar la memoria histórica de la Universidad Técnica del Estado, por ello, “una de nuestras grandes preocupaciones, es que las personas que llegan, tengan presentes que somos una Institución con una tradición histórica, no solamente con su compromiso con la educación, sino también con su pueblo”, aseguró.

De esta manera, y proyectando las actividades enmarcadas en los cincuenta años del golpe militar del próximo año, Daroch adelantó que buscarán “crear un mecanismo para que las/os jóvenes que entran a primer año conozcan la historia de la UTE, no solamente la parte política, sino los principios de compromiso, de solidaridad, los trabajos voluntarios, etc., la idea es que sepan que llegan a una universidad donde vale la pena estar”.

“Era bueno para reírse, pero cuando se enojaba, se enojaba”

Esta no es la primera vez que Ricardo Rioseco es recordado en nuestra Universidad. En septiembre de 2013 le fue concedido por gracia, en forma póstuma y simbólica, el título universitarios profesional, junto a 39 estudiantes de la UTE detenidos desaparecidos o ejecutados políticos durante la dictadura militar.

En esta ocasión, en la salida de la sala 322 está colocada una placa con su nombre. Para Juana González Aravena, pareja de Ricardo el día que fue asesinado, la lámina de acero “es muy importante, porque es memoria. Es para las generaciones venideras que la verán, se preguntarán quién fue él, y  eso creo se va a trasladar a la historia, para que nunca, ojalá, se vuelva a repetir”, sostuvo

Juanita, como la bautizó Rioseco, lo recuerda como introspectivo y con buen sentido del humor, alejado de la percepción de sus compañeros, quienes lo apodaron ‘Elmer, el gruñón’, por un dibujo animado de la Warner Bros. “Era bueno para reírse, pero cuando se enojaba se enojaba. Por ejemplo, ahora con el resultado del plebiscito por el apruebo o rechazo, estaría furioso”, aseguró.

Con respecto a la relación de Ricardo con nuestra Universidad, recuerda que Rioseco “tenía una conciencia social marcada y eso lo hizo venirse a estudiar a la UTE. Sentía que desde acá podía ayudar a los demás. (…) Me gustaría que siguiera él en esta universidad siendo un referente para las nuevas generaciones, para que sepan que luchar por un país, por nuestra gente más desposeída, siempre será bueno”, remarcó.

Caso Rioseco - Cotal

Luego de ser detenido por una patrulla militar en su domicilio de Angol, Ricardo Rioseco Montoya fue asesinado. En la ciudad sureña se encontraba visitando a su padre, ex regidor comunista que estaba detenido en la Cárcel del lugar. Junto a él, fue fusilado Luis Cotal Álvarez, de 15 años.

Ambos fueron arrestados por atacar una patrulla militar del Regimiento Húsares de Angol. Posteriormente la Comisión Rettig aclararía que la versión oficial de su detención era inverosímil, puesto que fueron detenidos por efectivos militares en forma independiente uno del otro, con anterioridad al momento en que supuestamente se intentó el ataque.

También se clarificaría que tras ser detenidos, Cotal y el estudiante de historia de la UTE fueron conducidos a una bodega en construcción, donde fueron golpeados y luego ejecutados. Los cuerpos fueron abandonados durante la noche en esa bodega y luego recogidos en la madrugada por un vehículo militar.  Los restos de ambos nunca fueron entregados a sus familiares.

Autor: 
Claudio Cortés Carvajal
Fotografía: 
Dirección de Comunicación Estratégica