Cuestionan proyecto de ley que permite a parlamentarios postularse como intendentes

  • El doctor en Ciencia Política y académico de nuestro Plantel, Dr. René Jara, destaca que la fórmula que evalúa el Gobierno pretende desincentivar que los congresistas se repostulen, dándoles la opción de optar a un cargo diferente. Sin embargo, sostiene que un riesgo de la medida es que senadores y diputados que tengan la intención de asumir el nuevo cargo de gobernadores regionales en las próximas elecciones (que reemplazaría al de intendente), podrían verse tentados de abandonar sus responsabilidades  para propiciar demandas locales de las circunscripciones a las que postulan.

 





El Gobierno se encuentra afinando los detalles de la Ley Orgánica Constitucional que establecerá requisitos e inhabilidades para postular a intendente una vez que el cargo se someta a elecciones populares. Una de las fórmulas que se han dado a conocer es que los parlamentarios en ejercicio puedan postular sin renunciar a su condición de congresista, circunstancia que no se aplicaría igual para otros funcionarios como alcaldes, concejales y consejeros regionales, quienes sí tendrían que efectuar su desvinculación en un plazo de tiempo determinado.

Al respecto, el doctor en ciencia política y académico de la Universidad de Santiago de Chile, Dr. René Jara, explica que el diseño busca resolver uno de los mayores problemas del sistema político en Chile: la reelección de los cargos. “Existe un grado de incumbencia muy grande en el Poder Legislativo de nuestro país y existen pocos incentivos para no repostularse a cargos de elección representativa”, sostiene.

“El problema es cómo reciclar a ese personal político”, continúa el académico y jefe de carrera de la Escuela de Periodismo del plantel estatal. “Una buena salida es esta, buscar renovarlo insertando a estos cargos en otros aparatos, como los del Gobierno Local”, destaca.

“En Francia, hasta hace dos o tres años uno podía ser alcalde de una región y ocupar un cargo de diputado. En Chile no sucederá eso, no habrá acumulación de mandatos, sino renovación de autoridades. En ese sentido, la reforma es virtuosa”, agrega.

Sin embargo, advierte algunos problemas que plantea esta fórmula, como el hecho de que aún no estén definidas las facultades y atribuciones del intendente electo, lo que repercute en un menor incentivo para postular y dejar el cargo parlamentario.

Además, indica que otro “costo” del proyecto es que “a quienes les va a ir mejor son los llamados ‘brokers’”, que se dedican a trabajar en terreno, de manera prioritaria, en su propia región. “Entonces, puede pasar que se dediquen más a hacer campaña en su región que a legislar sobre temas nacionales. Hay que tener claro que los congresistas, si bien son electos por regiones, legislan a nivel nacional”, enfatiza.

Otro problema que prevé el experto se relaciona con el influjo que pueden ejercer los congresistas para definir las cartas a intendente, al ser parte interesada en el proceso. “Muchos parlamentarios que pertenecen a las grandes coaliciones también tienen mucho impacto en las negociaciones y construcción de las listas parlamentarias.

Entonces, tienen herramientas para incidir en cómo se van a construir las listas tanto para intendentes como para parlamentarios. Es decir, tendrán mucho control sobre este tema, por lo que las primarias también se vuelven importantes, en el sentido de que vuelve más transparente quién va a una elección y quién, a otra”.

Finalmente, señala que uno de los fallos de este diseño es que serán los propios congresistas quienes definan el futuro de la ley. “El problema de este tipo de reformas es que son los propios parlamentarios quienes negocian sobre su destino, lo que es bien complicado, porque evidentemente jamás se van a perjudicar”.

Señal política

Para el especialista, con este proyecto, que beneficia a los parlamentarios, se evidencia el interés de parte del Gobierno por “comenzar bien el año”. “La legislación de este año se viene bien complicada, porque vienen temas que se arrastran de esta administración”.

“Esto también es una operación de seducción para los parlamentarios, porque les da la posibilidad de dejar los cargos y reciclarse en términos políticos”, concluye.