Dr. José Miguel Santa Cruz

Académico estudia marginalidad en el cine negro latinoamericano

La investigación, que contempla el análisis de películas de Brasil, Argentina, Colombia, Perú y Chile, es dirigida por el académico del IDEA, Dr. José Miguel Santa Cruz gracias al financiamiento del concurso Fondecyt Postdoctoral de Conicyt. El proyecto culminará con la publicación de un libro sobre este género cinematográfico que nació en Estados Unidos durante la década del 50, centrado en los bajos fondos sociales, entremezclando las mafias, los detectives privados, la delincuencia y los problemas raciales. En la fotografía, la actriz principal de la película “Miss Bala”, Stephany Sigman.
La categoría de cine negro nació en la crítica de cine francesa por Nino Frank, a propósito de cierta producción hecha en Hollywood de los años cincuenta y después fue recuperada por el estadounidense Paul Schrader en los años setenta.

Una propuesta para comprender el cine latinoamericano de los últimos treinta años, es el desafío que tiene el Dr. José Miguel Santa Cruz, académico del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA). Su investigación se inicia en marzo de este año gracias a los fondos obtenidos en la última versión del concurso Fondecyt Postdoctorado de Conicyt.

El estudio, titulado “Discursos sobre lo popular y la emergencia de un género de cine negro latinoamericano (1990 - 2010)”, parte de la idea de que “la categoría de género cinematográfico se puede aplicar a estas películas en su clave de cine negro, pero con especificidades que las diferencian de un cine equivalente producido en Inglaterra, Francia o Estados Unidos, por nombrar algunos, durante los últimos treinta años, es decir, construir dicha categoría a partir de las operaciones formales que se ven en las películas”, declara el doctor en Historia del Arte por la Universidad de Barcelona.

Esta investigación nace a partir de su tesis doctoral, en la cual se centró en las transformaciones culturales, discursivas y estéticas del cine global desde los años noventa hasta la actualidad.

“Empecé a encontrar una serie de rasgos reiterados en una serie de películas, una suerte de cine negro con vocación ‘lumpérica’, hablo desde Caluga o menta (El Nikki) de Gonzalo Justiniano, hasta Miss Bala de Gerardo Naranjo, pasando por Ciudad de Dios de Fernando Meirelles y Katia Lund, o La virgen de los sicarios (1999), de Barbet Schroeder. Películas que el académico ecuatoriano Christian León problematizó bajo la idea de ‘cine de la marginalidad’ ”, explica el Doctor Santa Cruz.

A través de este proyecto se realizará un profundo rastreo de películas, que incluye cintas de México, Brasil, Argentina, Colombia, Perú y Chile.

“Digamos que es el tronco de la producción latinoamericana de los últimos veinte años. No obstante, incorporaré películas de otros países. Pienso en una película ecuatoriana Ratas, ratones, rateros (1999), de Sebastián Cordero”, comenta.

El académico, además, está trabajando en coordinación con investigadores del Instituto de Artes del Espectáculo de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y del Instituto de Estética de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quienes también aportarán a este trabajo.

 

Cine negro

 

La categoría de cine negro nació en la crítica de cine francesa por Nino Frank, a propósito de cierta producción hecha en Hollywood de los años cincuenta, y después fue recuperada por el estadounidense Paul Schrader en los años setenta como estrategia para pensar esas películas que presentaban los bajos fondos sociales de la sociedad estadounidense, en que se entremezclaban las mafias, los detectives privados, la delincuencia, los problemas raciales, etcétera.

Según indica, la idea de negro viene tanto del clasistamente llamado “sub-mundo”, del tipo de iluminación en claroscuros y de las ambientaciones nocturnas que presentaban esas películas.

Este trabajo se traducirá en artículos académicos, en un coloquio sobre “Estética, cine, violencia en las sociedades latinoamericanas”, y en un libro. Sobre esto último señala que “Sólo en dicho formato (libro) podemos dar cuenta de la construcción de un sistema de pensamiento coherente o una estructura de análisis para pensar un problema y no solo los resultados de categorías aplicadas a unos objetos como ocurre en el 99% de los artículos, sobre todo en los que actualmente están puntuando más en ISI y SCOPUS.”

 

Mujeres como investigadoras

 

Por otro parte, el Doctor Santa Cruz aprovecha la instancia para resaltar la importancia que han tenido las mujeres en el estudio del cine. “Las investigadoras en Chile han sido bastante más relevantes para el campo de estudio local que ‘los investigadores’, pienso en Jacqueline Mouesca, Eliana Jara o Alicia Vega, incluso se podría citar hasta una precursora de las revistas de cine como Lucila Azagra —aunque no está clara que haya sido mujer u hombre—, y ahora Carolina Urrutia, Valeria de los Ríos o María Paz Peirano.”

Según detalla, buena parte del trabajo de estas investigadoras es en torno a la producción local y regional, junto a ellas destaca el trabajo de Claudio Salinas o Wolfang Bongers, por nombrar algunos, generando muy interesantes ideas sobre la producción local.

Finalmente, advierte sobre la particularidad de las humanidades. "Es bastante más importante escribir una introducción a un libro de un académico como Néstor García Canclini, Bolivar Echeverría, Renato Ortiz o Beatriz Sarlo, que 10 artículos ISI o SCOPUS. Incluso la propia medición, es decir, medir con esas categorías, ya es un tema que debería ser profundamente discutido y re-evaluado.”

Autor: 
Vanessa Luengo Cerda