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“La Universidad de Santiago me formó como docente e hizo un cambio radical en mi vida”

“La Universidad de Santiago me formó como docente e hizo un cambio radical en mi vida”

Juan Pablo Cid Ugalde estudió Química en la Universidad de Chile y trabajó en el área privada alrededor de 15 años, pero tiempo después sintió la vocación por la docencia. Gracias al Programa de Prosecución de Pedagogía en Química y Biología de la Universidad de Santiago, pudo validar sus estudios, actualizarlos y desempeñarse como profesor de enseñanza básica y media.


¿Cómo fue la sensación de enfrentar a un curso, ya no como alumno sino como profesor?


Alrededor de los 15 años surgió mi vocación por la química. Una maestra del Liceo de Aplicación me orientó, porque advertía que mis capacidades estaban más dirigidas hacia las ciencias que a las humanidades. En ese entonces yo era un muchacho muy tímido, pero es en la Universidad donde se genera mi cambio de personalidad.  Dicté mis primeras clases en el Aplicación; fue como devolverle la mano al liceo en el que estudié. Allí llegué justo durante la revolución pingüina.


¿Qué recuerda de su prosecución de estudios en la Usach?


Uno tiene que tener un título de otra actividad en Química para validar todas las asignaturas relacionadas con esta materia. Los ramos que debí acoplar fueron las pedagogías y tuve que pasar de nuevo por fisicoquímica, química orgánica y por farmacología, entre otros que son temas propios de la carrera que inicialmente había hecho. Fueron 3 años, bien completos, que en definitiva son como los 5 años que corresponden a la pedagogía. Obviamente uno se somete a entrevistas y a una selección. No es llegar y entrar a este Programa de la Usach.


¿Advierte usted un déficit de profesores de química en el país?


Yo comencé a hacer clases formales en 2010, y 4 años más tarde pasé al Liceo de Aplicación. Antes del Programa de Prosecución de Pedagogía en la Usach, ejercí la docencia con un permiso especial otorgado por el Ministerio de Educación justamente por la carencia de profesores. Esto ocurre mucho también con Matemática. Yo creo que el profesorado de química, en general, tiende a replicar algunos errores que se relacionan con un proceso de aprendizaje de memoria, tedioso, muy teórico y que no va de la mano con los nuevos tiempos. El profesor de química en general, sigue la misma pauta que recibió. La docencia debe salir de la sala de clases. El quiebre se logra con la innovación.


¿Qué significa para usted la Universidad de Santiago de Chile?


La Usach se caracteriza por la integración. El hecho que esté todas las Escuelas y Facultades estén dentro de un mismo Campus ayuda muchísimo, pero en particular la U. de Santiago me brindó la oportunidad de hacer un cambio radical en mi vida. Salir de un laboratorio farmacéutico para hacer docencia me mostró otro mundo, en el que pude aterrizar todo lo que aplicaba en la industria para ahora enseñarlo a nuevas generaciones. La Usach es la responsable del desarrollo de habilidades que tenía escondidas. Creo que la Universidad fue clave en este éxito académico que recién está comenzando y sigo unido al Plantel. Con la Facultad de Química y Biología, la VIME, la Escuela de Ingeniería he buscado un desarrollo extra para ver si podemos instalar algunos equipos de química con meteorología en el liceo.
El éxito de su nuevo orden de la tabla periódica


La tabla periódica sin lugar a dudas tiene detractores y seguidores entre los alumnos de enseñanza media, pero no pasa desapercibida. Juan Pablo Cid se propuso modificarla con el fin de que los estudiantes la comprendieran mejor. Ordenó sus elementos y tal fue su éxito que ha sido invitado a realizar diversas charlas en congresos internacionales.


¿Podría contarnos de este reordenamiento y cómo se recibió su trabajo en el extranjero?


El 2016 se completó la tabla periódica con el periodo 7 y los 4 elementos nuevos que se habían creado. Fue lo mismo que cuando llenas un álbum de láminas. Los ordené bajo el principio de exclusión de Pauli y de la configuración electrónica de los elementos químicos. Se trató de un diseño que por sus colores y nomenclatura se hace más comprensible y amigable para todos los estudiantes, tanto de secundaria como universitarios. El nuevo ordenamiento incluye un tablero y una baraja de cartas que lo hace más lúdico. Esto fue parte de mi tesis en la Usach y el año 2019 cuando fue el año internacional de la tabla periódica fue también el momento para sacar a la luz este trabajo. Lo envíe a la Unión Internacional de Química para ver posibilidades de que fuera expuesto en Francia. Hicimos una conexión vía streaming desde el Liceo de Aplicación. Fui luego a Paris a explicarlo. Me dijeron incluso que mi trabajo podría ser declarado como material de buenas prácticas pedagógicas para ser usado en todo el mundo y fui el único chileno participante del cuarto congreso IUPAC, en San Petersburgo. Todo este reconocimiento ha sido como una bola de nieve.


El profesor Karim


El año que Juan Pablo Cid ingresa a hacer clases al Liceo de Aplicación vislumbró que una de las formas de captar la atención de sus alumnos era a través de la actuación. En reuniones familiares se divertía haciendo un personaje. Un colega suyo de Música le sugirió llevar ese entretenimiento al aula. Cid se disfrazó como árabe y comenzó a hablar raro a su audiencia personificando al profesor Karim.


¿Cuál fue el impacto de sus alumnos de octavo básico al ver por primera vez a este personaje?


Me presenté como su nuevo profesor de química, pasé la lista y este proceso duró todo un semestre. Los jóvenes esperaban cada semana que llegara este maestro distinto. Se encantaron con el personaje, se sintieron en confianza, se generó una dinámica de autoaprendizaje. Al término del semestre apareció Juan Pablo Cid, pero el profesor Karim reaparece a menudo en los laboratorios para las actividades prácticas. Karim es como mi alter ego. Me río de mí mismo y eso también ayuda a que la pedagogía sea más didáctica. Han pasado 6 años desde su aparición y hemos detectado aumentos sustanciales en promedios de las pruebas SIMCE y PSU, pero sin duda es en la Sociedad de Ciencias Aplicadas del Liceo de Aplicación (Sodeca), donde se advierte el impacto de esta metodología. De allí han surgido nuevos ingenieros, biólogos, arquitectos, astrónomos y profesores de ciencias.

“El Pregrado en la Usach me mostró el camino hacia la investigación”

“El Pregrado en la Usach me mostró el camino hacia la investigación”

Rodrigo Fernández Verdejo, tiene 34 años y ya cuenta con un PHD en Ciencias de la Motricidad. Su primera etapa educacional la vivió en un colegio particular subvencionado de La Florida. 
 
En la enseñanza media descubrió su vocación con la práctica del basquetbol. Dio la PSU y su opción fue la Universidad de Santiago de Chile, donde estudió Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física, egresó el 2008 y recibió el reconocimiento al mejor rendimiento académico de la carrera, con un 6.6 de calificación. 
 
Sin embargo, su formación en la Usach también orientó su trayectoria laboral dirigiéndolo hacia la docencia universitaria y la investigación. Tres años más tarde recibió el título de Magíster en Ciencias Biológicas, mención Fisiología y posteriormente, el PHD en la Université Catholique de Louvain, en Bélgica. Hoy es profesor con jornada completa, del Departamento de Ciencias de la Salud, Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile, pero su paso por la Universidad de Santiago no lo deja indiferente; muy por el contrario. Se siente orgulloso.
 
¿Qué generación familiar eres de egresados de un Plantel de Educación Superior y por qué te decidiste por la Usach como tu Alma Mater?
 
Soy la segunda generación. En mi juventud quería estudiar algo relacionado con el deporte y en ese momento lo más cercano fue la Educación Física, aunque yo no me veía trabajando en un colegio. Yo me movía en un ambiente más de entrenamiento y ahí es donde encontré la Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física con especialidad de entrenamiento deportivo en la Usach. Sentí que era más ad hoc a mis intereses. 
 
¿Era la única Universidad que entregaba esta especialización?
 
Si, al menos en Santiago. Cuando yo ingresé era el segundo año que se daba una Licenciatura en la Actividad Física en Chile yo creo. Siempre tuve en mi mente que las mejores Universidades eran la Católica, la Universidad de Chile y la Usach. Mi hermana mayor había estudiado en la Chile y yo no conocía a otras personas que hubiesen estudiado en la U. de Santiago, pero estaba en mi mente porque es una de las tres grandes. Fue súper impresionante para mi pasar de un colegio pequeño que quedaba a una cuadra de mi casa, a llegar al campus donde había un montón de personas con intereses distintos. Se podían combinar los estudios con prácticas deportivas, con cultura, con la vida social entre los diferentes estudiantes; fue todo un mundo que me encantó.
 
¿Qué opinión te dejó estudiar en un Plantel donde el tema social se vive día a día, no solo en las aulas, sino que en todo el campus?
 
Yo ingresé a la Usach sin becas. Mis papás pudieron pagarme la carrera, pese a que mi familia es de clase media. Vivíamos en La Florida, en un sector nada especial. Lo que si fui el primer seleccionado en ingresar a la Licenciatura y terminé como el número uno también al egresar. Sin embargo, el primer año estuvimos en un paro que duró como tres meses y estaba súper fuerte el tema político. Entonces fue sorprendente ver que había compañeros que tenían tanto conocimiento y luchaban con intensidad por sus intereses. En esos años reconozco que no aprecié tanto esa importancia, porque yo no tenía problemas de becas, por ende, no lo sentía de forma tan directa, pero me impresionó cómo mis propios amigos luchaban por lo que consideraban justo y seguíamos en paro y toma hasta que se solucionaran los problemas. Eran demandas válidas y aunque habíamos algunos que no teníamos estos problemas para seguir estudiando, apoyábamos lo que pidiera el resto porque eran demandas válidas.
 
¿Qué recuerdos tienes del campus de la Universidad?
 
Recuerdo con cariño el Departamento de Deportes, donde pasábamos mucho tiempo; los dos gimnasios, la piscina donde tuvimos natación todo el primer año. Aparte de asistir a clases, integraba la selección universitaria de basquetbol. Para mis intereses, la implementación deportiva era bien buena, también el espacio. El gimnasio principal era súper bueno, me parecía excelente.
 
Fin a la subcontratación y glosario constitucional
 
La Universidad durante el año 2019 estuvo en la noticia por el acuerdo para el término de la subcontratación del personal de aseo y vigilancia. ¿Cómo usachino te enteraste de aquello?
 
Sí, yo creo que el fin de la subcontratación es uno de los cambios fuertes que hace una Institución grande en respuesta a la crisis social que hay en Chile y me siento sumamente orgulloso que haya sido la Usach. Es un ejemplo para muchas otras que están en esta situación, y que hace que las condiciones laborales sean precarias. Nosotros trabajamos ahora en investigación y el sistema nos obliga a contratar gente por honorarios. El sistema te tiene atrapado a condiciones que no son las ideales. Que la Universidad de Santiago haya dado ese paso es un ejemplo a ser imitado por otras Instituciones, aunque lo veo difícil, pero realmente ahí la Usach pisó fuerte con algo concreto.
 
Además, encontré súper valioso que realizaran este Glosario Constitucional. Lo encontré excelente. A mí me llegó porque conozco amigos que trabajan en la Usach…me llegó, lo leí y lo encontré top de top. Se lo pasé a la gente de la Universidad Católica donde yo trabajo y es otro punto donde siempre decimos: hablamos y hablamos, pero alguien tiene que comenzar a hacer cosas. Son dos aportes fuertes que hizo la Universidad de Santiago a la sociedad.
 
El deseo por la investigación
 
Tu curriculum es extenso. No te quedaste solo en la Licenciatura. ¿En qué momento nace el gusto por la investigación?
 
Algunas de las clases del Pregrado en la Usach me generaron este deseo por seguir el camino de la investigación, me generó la curiosidad. En el mismo pregrado contacté profesores que estuvieran interesados en ello, trabajé con algunos y me contactaron con gente en España, pero en un comienzo todo estaba relacionado con el deporte, con el entrenamiento. Realmente eso me hizo aprender mucho de investigación y fue lo que me hizo decidir, ya que en un principio quería ser un entrenador de alto rendimiento, pero la investigación pudo más y seguí el camino de investigador en deportes, con el Magíster y el Doctorado. Sin embargo, todo mi interés nació de la misma Usach conociendo a docentes que me inculcaron ese interés. Hoy mismo estamos postulando un proyecto con una profesora de la Universidad de Santiago, así que sería una colaboración entre ambos Planteles y tenemos otro trabajo de investigación ahora con otro profesor de allá así que, si lo hacemos todos juntos, es beneficio para ambas universidades.

“Me siento orgullosa de la Usach por su papel en la reciente Consulta Ciudadana”

“Me siento orgullosa de la Usach por su papel en la reciente Consulta Ciudadana”

Jeannette Jara Román atiende nuestro llamado desde la Contraloría de la Universidad de Humanismo Cristiano donde están sus oficinas labor que, como abogada, alterna con las clases que realiza como profesora por hora en nuestra Casa de Estudios y su candidatura a magister de Gerencia Pública en la FAE.

Jeannette forma parte de la primera generación de administradores públicos de la Usach, egresó el año 1996 y un año más tarde se tituló. En esa etapa de su vida fue electa presidenta de la Federación de Estudiantes. Destaca que siempre le gustó trabajar en políticas públicas orientadas al bien común.

¿Por qué eligió la Universidad de Santiago para cursar esta carrera?
-Mi padre había hecho un curso de perfeccionamiento a través del convenio CUT- UTE y para él había sido motivo de mucho orgullo estar en esas aulas. Por eso siempre me llamó la atención la historia de la Universidad. Estudié una carrera que tiene diversidad en la composición de sus alumnos, pero que nos transformamos en un núcleo de amigos y compañeros bien potentes. De hecho, hasta el día, de hoy todos los egresados de la carrera estamos en una red y nos comunicamos permanentemente; además, nos divertimos, hacemos asados. Humanamente esta carrera es muy rica, pero tiene una formación muy rigurosa. A veces como egresado, en un principio uno se siente medio inseguro, pero al ejercer te das cuenta de la formación sólida de la Usach.

¿Fueron años difíciles en lo político durante su permanencia en la Universidad, aunque ya hace un tiempo había retornado la democracia?
-Sí, fueron difíciles porque el neoliberalismo se había afianzado durante la transición y había una amenaza de algunos por radicalizar la subordinación al mercado en las universidades estatales. Desde el movimiento estudiantil logramos resistir a esa idea y nos movilizamos con el Confech para detener un proyecto de ley que se llamaba Modernización de las Universidades Estatales, pero en su matriz consideraba la privatización de las mismas.

¿Cómo fue su experiencia de un año dirigiendo la Feusach?
Fui elegida al final del periodo que egresé, el año 96, entonces el 97 ejercí en el tiempo que hacía mi tesis. Mi experiencia fue muy enriquecedora porque tuvimos la posibilidad de reconstruir la Federación de Estudiantes, refundarla. A partir de la lucha contra la dictadura, las federaciones tuvieron una potencialidad importante, pero en los 90 varias se fueron quebrando, entre esas la Feusach que estuvo desaparecida entre tres y cuatro años, porque los movimientos estudiantiles debieron reenfocar su lógica de representación. A mí me correspondió refundar la Federación con propuestas alternativas: primero el arancel diferenciado y luego la gratuidad; el claustro universitario que pretendía abrir espacios para la democratización del Plantel y además el Plan Estratégico Institucional, que la vincularía con el desarrollo del país, en una matriz de justicia social. En lo cultural, además, la semana cachorra del 97 constituyó un gran hito de nuestra gestión, porque en la Escuela de Artes y Oficios pudimos ofrecer La Negra Ester, en forma gratuita y con Andrés Pérez encabezando el elenco, lanzando a la multitud un ramo de crisantemos al finalizar la obra. Eso aún me emociona.


Volviendo a los tiempos actuales, ¿cómo ve la actual Universidad de Santiago y qué ha significado en su vida profesional?
La Usach es mi casa. Siento un gran afecto por la comunidad universitaria, por sus trabajadores, estudiantes y académicos, pero además por su historia, por haber estado siempre al servicio de la educación pública y del desarrollo del país. Nuestra Casa de Estudios enfrenta enormes desafíos que la harán avanzar aún más en su carácter de Universidad nacional y en el aporte a la comunidad, pero sin duda hechos como su labor en la Consulta Municipal, donde la Usach ocupó un rol tremendamente importante, me hacen sentir mucho orgullo de haber estado en sus aulas. Concuerdo plenamente con aquella frase: “El profesional no nace. El profesional se hace” y eso te lo da el Plantel, no solo su formación académica, sus relaciones interpersonales, su formación cultural y propedéutica más allá del ámbito de los ramos que haces. El hecho de que todos estemos en un mismo campus te hace conocer compañeros de otras carreras, la organización triestamental también. Es un bello ejercicio de vida pertenecer a la Universidad de Santiago.

Pensiones y crisis social

Es inevitable consultarle como exsubsecretaria de Previsión Social sobre el manejo del Gobierno frente a las demandas sociales y en particular del tema pensiones. 

"El tema de las pensiones grafica el tema de la dignidad en la crisis sistemática, porque tienes en esa demanda, muy sentida, muy necesaria e indispensable, no solo a los pensionados luchando por ella, sino que también tienes al conjunto de la sociedad pidiendo dotar de dignidad a las personas mayores. Por eso, este despertar de Chile es más integral y sistémico que lo que vimos antes, pero además nos desafía a encauzar un camino de soluciones para el futuro, con bases de igualdad y justicia social. Hay que leer lo que la ciudadanía está diciendo. No puede pasar que se tape el sol con un dedo y con pequeñas medidas de agenda, no sustantivas, nos quedemos conformes porque si eso ocurre en un tiempo mediano va a volver a estallar".

Desde su experiencia, ¿qué debería hacer el Gobierno para mejorar las pensiones de los chilenos?
Déjame darte un dato. De los últimos pensionados del mes de noviembre, la mitad eran mujeres y la mitad de ellas tuvo una pensión inferior a 1 UF. La tasa mediana de pensiones en Chile está en 25.500 pesos. No podemos pensar que un pequeño reajuste solucione este drama. Se requiere una reforma tributaria progresiva, que aporte mayores recursos al Estado de quienes más ganan e incorporar solidaridad a través de mecanismos de reparto, que hagan de Chile un país con sistema mixto.

“La Usach forjó mi compromiso social”

“La Usach forjó mi compromiso social”

Es arquitecto de nuestra Universidad de Santiago de Chile, titulado el año 2004. Jaime Ovando Cid tiene un Máster en Arquitectura, Teoría y Práctica del Proyecto por la ETSAB de la Universidad Politécnica de Cataluña, correspondiente al año 2015, pero además cuenta con un diplomado de especialización en diseño del paisaje de la Pontificia Universidad Católica de Chile y especialización en inspección técnica de obras y gerencia de proyectos del Colegio de Ingenieros de Chile.

Hace pocos días regresó al país tras participar con una ponencia en el Congreso Arquisur 2019, en Belo Horizonte, Brasil; presentación que resume 10 años de trabajo en esta área: “Proyectos de habitabilidad en viviendas para familias en un contexto de vulnerabilidad en Santiago de Chile.”

Jaime abrió su propio estudio en 2008, realizando proyectos de bajo costo, tanto en el área pública como privada, y desarrollando cada encargo desde la concepción del proyecto, hasta su concreción en obra.

Con una impronta social, ha realizado sus labores como arquitecto asociado principalmente a distintas Municipalidades de la Región Metropolitana, a través de las Direcciones de Desarrollo Comunitario; Secretarias Comunales de Planificación, Departamentos de Salud Municipal y Departamentos de Vivienda. Actualmente junto a sus colaboradores realizan proyectos de viviendas de emergencia, sociales y equipamiento público, entre otros.

Este año uno de ellos que realizó para el Ministerio de Desarrollo Social y la Municipalidad de Colina tuvo alto impacto mediático. Con fondos de esa Secretaría de Estado, por más de 11 millones de pesos, le entregó alegría a un grupo familiar. El caso era impactante. Para evitar que sus sobrinos terminaran en el Sename, Cristina Espina se hizo cargo de los siete hijos de su hermana, fue así que su hogar pasó de 5 a 13 habitantes. Sin embargo, la casa no tenía el espacio, ni las comodidades mínimas para que estos nuevos integrantes se sintieran bien acogidos. Un programa estatal y el equipo de Jaime le devolvieron la sonrisa, remodelando su casa que eran mediaguas adosadas, que fueron especialmente adaptadas para la llegada de otros siete niños, con resbalin, seis habitaciones y espacios de luz; todo ello con un enfoque en la infancia.

Compromiso social

Jaime se reconoce desde pequeño un busquilla, pero una charla vocacional que nuestra Universidad hizo en su colegio, fue el enganche para acudir a una Feria de Admisión, hablar con profesores y alumnos de nuestro Plantel y decidirse a estudiar Arquitectura en la Usach. “Comparé otras Casas de Estudios y me di cuenta que la U. de Santiago estaba a la vanguardia con las nuevas tecnologías”

¿Cuál fue tu primera sensación al entrar a la Universidad de Santiago de Chile?

-Me impresionó el campus; caminar y sentir que era un Plantel grande, donde había tantas carreras, con alumnos de distintos perfiles sociales.  Vi en Arquitectura de la Usach una conjunción entre mi interés creativo y lo técnico. Durante mis años de estudiante hice muchos amigos en Humanidades, Filosofía, Castellano. Compartía mis horas de estudio con mi afición por el atletismo. Recuerdo con cariño cuando iba al estadio de la Universidad a entrenar.

¿Qué dirías que te dejó la Usach en tu formación no solo profesional, sino humana?

- Yo no venía de un núcleo familiar acomodado. Por el contrario, estudié con la Beca Juan Gómez Millas y la Beca Presidente de la República. Recuerdo que con mis compañeros de arquitectura participábamos de actividades organizadas por el centro de estudiantes e íbamos a campamentos, arreglábamos techos. La Usach forjó mi compromiso social. Tengo el sello de trabajar para solucionar los problemas del país, no para la elite”.

¿Esa base te ha hecho dedicar tu profesión a pequeños proyectos, pero con un fuerte componente social?

- Sí, llevo una buena cantidad de años trabajando en programas de habitabilidad, haciendo diagnósticos en terreno para intervenir en lo técnico y social. Hacer lugares dignos para vivir, aunque sea en espacios limitados. Siempre digo que en mi estudio nos acercamos a problemas que otros no quieren tomar. Es decir, hacemos lo que nadie quiere hacer y esa es nuestra impronta.

¿Un ejemplo de aquello fue el caso de Colina donde un modesto grupo familiar creció de tener cinco integrantes a tener 13, la mayoría niños, ¿no?

- Sí, ahí desde la arquitectura nuestra misión fue apoyar la función de la tutora; hacer una casa con espacios de juego; donde los niños sintieran la pertenencia a ese hogar. Allí toda la familia dormía en un par de piezas. Luego llegaron ocho personas más, donde siete de ellos eran niños, imagínate. Nuestra labor fue hacer arquitectura para pequeños espacios. Mejoramos su condición a través de ella. Antes tenían gastos desmedidos en electricidad, y bajamos la cuenta generando espacios de luz y aislación térmica, lo que conllevó un ahorro evidente de energía.

¿En pocas palabras y a propósito de esta capacidad de servicio público que advierto en tu actuar, qué es para ti la Universidad de Santiago de Chile?

- Yo resumiría todo en compromiso país, responsabilidad social… la Usach te entrega un espíritu social que otros Planteles no te dan. Yo no trabajo solo para la elite, busco solucionar los problemas del país y eso lo he mostrado en las diversas ponencias que he hecho en el extranjero donde causan repercusión. Siempre digo que en 15 metros cuadrados puedes hacer un gran proyecto.

“En la U. de Santiago me encontré con un hobby: la publicidad es mi pasión”

“En la U. de Santiago me encontré con un hobby: la publicidad es mi pasión”

 
Abrir su curriculum es sumergirse en un mar de premios y reconocimientos nacionales e internacionales. Pancho González, no usa su nombre Francisco, porque Pancho es su marca. No cambia su nombre en el Registro Civil, porque –dice- “hay temas de contratos de propiedades y sería engorroso hacerlo.  Reconoce que desde pequeño era muy inquieto y curioso. Luego en su juventud quiso estudiar medicina. Dio la Prueba de Aptitud Académica, pero el puntaje no fue suficiente, por lo tanto, postuló a varias carreras, entre ellas a Publicidad. En ese instante, la U. de Santiago era el único Plantel estatal que dictaba la carrera. Pancho González se tituló el año 1994.  “Yo descubrí la Publicidad más que buscarla y en el primer semestre me gustó tanto que comencé a hacer práctica en una empresa. Me encantó la creatividad, las ideas, la gráfica…me embalé y no he parado hasta el día de hoy”, recuerda.
 
Pancho González ingresó completamente becado a estudiar a nuestra Universidad.
 
-Tenía notas muy buenas en enseñanza media. En esa época no se pagaba el semestre. Así que no tenía nada que perder. Obtuve la beca Mineduc también y prácticamente toda mi educación en la Usach me costó casi cero.
 
¿Estudiar casi gratis es, sin duda, un peso menos para concentrarse específicamente en terminar una carrera o no?
 
-Sí, fue muy valioso. Yo creo que la deuda pendiente en el pagaré universitario habrá sido unos 200 mil pesos. Tenía todas las becas. Publicidad fue un descubrimiento para mí. De hecho, toda mi familia estaba en contra. No hay pega para los diseñadores, me decían. En esos tiempos no se sabía mucho qué hacía un publicista, pero hoy el campo es mucho más amplio. Además, era tema el retorno económico al egresar. Todos sabemos cuánto gana, más o menos, un médico o profesionales en las carreras de la ciencia, pero en publicidad no. Nadie en mi familia estudió carreras vinculadas con la economía creativa.
 
¿Qué recuerdas de la Usach que te haya marcado?
 
-Lo que más me gustó fue conocer gente de otras carreras. Tenía amigos de todos los sectores sociales. Las conversaciones eran muy ricas desde el plano intelectual. Estuve en la Usach en una época en que el país venía saliendo de la dictadura, tenía compañeros de todas las edades y tendencias ideológicas. En general vi gente que iba a la Universidad a hacer, más que a que le hicieran las cosas.
 
¿Ese dirías que es uno de los sellos de los egresados de la Usach?
 
Absolutamente. Cuando tú ves a un egresado usachino te das cuenta que ese tipo no te va a preguntar qué tengo que hacer. No se va a quedar esperando sentado en su silla que le llegue una orden de trabajo.
 
Curriculum destacado
 
Pancho González, es publicista de la Universidad de Santiago y MBA de la Berlin School Steinbeis University, Alemania. Ha trabajado en las mejores agencias del país y en la actualidad es co-fundador y director general creativo de Inbrax Chile; director de Achap y director y vicepresidente de la IAB Chile, asociación de empresas orientadas a la publicidad interactiva.
 
Ha sido jurado en los principales festivales de publicidad del mundo, entre los que destacan: Cannes, Art Director's Club, Clio, LIAA, The New York Festivals, Mobius, Webby Awards, Ad Stars, FIAP, Effie Latam, Golden Awards, Eagle Awards, Cresta Awards, El Ojo de Iberoamérica y Achap (Chile), entre muchos otros. 
 
Fue el primer chileno en ser presidente del jurado de los AME Awards en New York y en enseñar en Miami Ad School. Cuenta con más de 100 reconocimientos nacionales e internacionales. Está entre los mejores 25 directores generales creativos del mundo y Top 100 Influencer por Creativepool 2017-2018-2019. Adlatina ubicó su agencia en el Top 10 del Ranking Crema 2014 y el 2016 en el puesto número 7 del WINA Festival. El 2017 en bestadsontv.com fue Top One en directores creativos, Top 5 en directores generales creativos e Inbrax Top 8 a nivel global.
 
En 2018, fue el primer chileno en ser jurado del World Media Awards (Inglaterra), además jurado en Muse Awards (Alemania), Mobile Web Awards (USA), Webby Awards (USA), Cresta Awards Grand Jury (USA), Lisbon International Advertising Awards (Lisboa), Web Awards (USA) y W3 Awards (USA).
 
Este usachino además fue nominado MKTG Best Director General Creativo (Chile), finalista Small Agency Creativepool y Best of Show 2018 en Summit Creative Award.
 
¿Qué te entregó la Universidad de Santiago en tu formación como publicista para lograr tanto prestigio en el mercado publicitario nacional e internacional?
 
-Yo miro lo que he hecho y donde estoy ahora, dirigiendo una empresa, liderando equipos de millennials y centennials y creo que he hecho de todo en este negocio. Yo diría que lo más importante que me entregó la Usach, fueron sólidos conocimientos de cómo se gestiona una estrategia de comunicación y cómo llegar a cada segmento de consumidor. Pero, también me ayudó a entender los principios bases de la comunicación y de la ciencia técnicamente creativa, para generar ventas. En la época en que yo estudié todo era off line, hoy todo es instantáneo, pero los jóvenes no tienen idea de cuáles son los procesos.
 
Pancho González destaca el énfasis matemático que tiene el pregrado de la Usach, porque ayuda a que el profesional se desarrolle como creativo, pero con una visión más comercial. Recuerda que después de egresar de publicidad, estudió Ingeniería Comercial en la FAE, pero en la noche. Su pasión fue tanta por la publicidad que el éxito que tuvo como creativo lo hizo abandonar esa carrera. “Le tengo mucho cariño a esta profesión que me permite superar presiones, stress, carga laboral, dificultades, y hasta pérdidas económicas. Siento a la publicidad como un hobby y soy un agradecido de la Universidad de Santiago, mi Alma Máter”, concluye.

"Descubrí la Usach, me conquistó y marcó mi trayectoria social"

"Descubrí la Usach, me conquistó y marcó mi trayectoria social"

 
El tema social está en su ADN, pero se encauzó cuando ingresó a estudiar Historia en la Facultad de Humanidades de nuestra Casa de Estudios. La protagonista del #Soy Usach de esta semana es Antonia Garcés, actualmente Directora Metropolitana de la Fundación para la Superación de la Pobreza, Servicio País, institución privada, sin fines de lucro, que trabaja con fondos del Estado. La entidad cuenta con cuatro grandes programas, de los cuales el principal es Servicio País que envía, por un año, a jóvenes universitarios a vivir a comunas aisladas territorialmente y/o con altos índices de vulnerabilidad social, para prestar apoyo a sus habitantes.
 
Servicio País también tiene como objetivo descentralizar el capital humano. “De hecho el 1 de octubre se abrió la campaña de postulación para seleccionar a 300 profesionales, que partirán a distintos puntos del país. Siempre la Usach está presente en estas convocatorias y muchas veces los estudiantes viajan, por ejemplo, a Colchane o a Guaitecas, que son localidades donde no existe un capital humano específico, y que marca una diferencia profesional significativa”, explicó.
 
La egresada de Licenciatura en Historia de la Usach puede hablar con propiedad sobre el tema, ya que hizo Servicio País en la comuna de Alhué. “Tengo amigos arrieros, una abuelita de 80 años que fue toda su vida profesora normalista… uno llega a personas que jamás pensó conocer. Entonces, ese cambio biográfico es realmente impactante. Nosotros tenemos un slogan que resume esta percepción: un año que puede durar toda tu vida”. 
 
Tras ese año de voluntariado, los jóvenes manifiestan un cambio notable en sus vidas. “Muchos ingenieros o jóvenes que postularon desde el área técnica vuelven con una mirada distinta de la importancia de trabajar en el servicio público”. 
 
La Fundación entrega un aporte de 530 mil pesos mensuales y con eso los seleccionados costean su permanencia en los lugares a los que son enviados. En zonas más extremas reciben un aporte un poco mayor.
 
La Usach y la historia
 
Fue durante su periodo como alumna de enseñanza media que se forjó el horizonte laboral de Antonia Garcés. Tras dar la PSU su idea fue estudiar Historia, posiblemente porque desde el seno familiar esta profesión estaba asentada hace mucho tiempo. Su padre, Mario Garcés, es historiador y académico de nuestra Universidad. Durante los dos primeros años que ella cursó esta carrera, su padre aún no dictaba cátedra en nuestro Plantel y llegaron a un acuerdo para que nunca compartieran aulas. “Podía ser contraproducente”, reconoce. La Directora Metropolitana de la Fundación para la Superación de la Pobreza, recuerda con cariño a grandes docentes de nuestra Casa de Estudios. “Me hicieron clases los doctores Julio Pinto e Igor Goicovic. También la doctora Cristina Moyano, entre otros. Era una Escuela de Historia tremendamente llamativa el 2006“, recuerda.
 
¿Cuál fue la primera impresión al ingresar a la Usach? 
 
 -La Usach es una Universidad grande, donde llega gente muy distinta. Yo venía de un colegio privado, donde éramos todos parecidos socialmente, pero aquí había un mundo mucho más abierto… Esta Casa de Estudios es representativa de un país. Hay gente de todos los estilos, lugares y valores. Reconozco que, en un principio, no tenía muy claro querer estudiar en la Usach… la fui descubriendo, y me fue conquistando.
 
¿Qué importancia le asignas a nuestra Universidad, en el compromiso social que hoy te tiene en un cargo tan importante en la Fundación para la Superación de la Pobreza?
 
-Mi familia es bien diversa socialmente y por ende este tema estuvo siempre muy instalado. Cuando pequeña iba con mis papás a las poblaciones, pero la Usach me dio un espacio que me permitió escuchar historias distintas. Recuerdo a compañeros de regiones que venían con mucho esfuerzo a Santiago o aquellos que eran primera generación de sus familias en ingresar a un Plantel de Educación Superior. A mí me pagaban la Universidad. Éramos pocas y eso abrió mi mente. La Usach fue formativa en ese sentido, pero siento que fue algo más coherente, fue parte de mi trayectoria de vida. Lo social se profundizó en esas salas de clases y eso hizo que quisiera trabajar en una institución como la Fundación, donde la descentralización y la justicia social, son valores que la U. de Santiago me ayudó a profundizar.
 
La conversación y un café
 
Antonia regresó a la Usach hace algunas semanas invitada a participar de un desayuno de egresados destacados con nuestro Rector Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid.
 
Me imagino que, al transitar por estos espacios, los recuerdos volvieron a tu mente.
 
-Si, en particular mi mirada se quedó en los quioscos. Siento que es una particularidad de la Usach ese espacio tan democrático donde te encontrabas con el profesor tomando un café o con mis dos grandes amigas que aún conservo. La clase tenía una extensión con lo que pasaba después en el quiosco, en la conversación cotidiana, pasar horas bajo los árboles. No fui muy del carrete, pero si del cafecito y el diálogo fraterno.  Estaba la tía del quiosco, el profe y el estudiante, hablando de igual a igual en ese espacio, debajo de aquel árbol o en torno a un café…era algo como muy igualitario. Fueron cinco años en que esos lugares formaron parte de mi vida estudiantil.
 
Si fueras periodista y tuvieras la oportunidad de titular esta nota indicando que representa para ti la Universidad de Santiago de Chile, ¿qué escribirías?
 
-Yo creo que es un lugar comprometido con la política y la sociedad. Esos dos componentes me marcaron de la Usach… sentí que estaba en un espacio que estaba comprometido con lo que pasaba realmente pasaba en Chile.
 
¿Cómo influyó la Usach en tu formación?
 
-Influyó muchísimo. Me dio la posibilidad de conocer realidades distintas que es lo que hoy hago desde este cargo. A los chicos hoy se les ofrece, por decir así, la posibilidad de abrir la mente a que no estemos tan segregados, a que no seamos islas; aunque provengamos de realidades distintas, que generemos espacios de conversación con un horizonte compartido. Creo que la Usach me ayudó a entender que hay un objetivo y que hay que sentarse a dialogar. Es lo que propongo en la Fundación. La Universidad marcó mi trayectoria laboral, que después tuvo otro giro importante al estudiar el Magister en Sociología.
 
¿Cuáles son las perspectivas que ves para aquellos jóvenes que hoy estudian Historia y que seguramente analizan ya sus perspectivas laborales futuras?
 
-Historia es una carrera que requiere seguir estudiando constantemente. Yo soy un caso particular. En Historia podías elegir distintas menciones, la mayoría se iba a pedagogía, yo me fui a la Licenciatura donde es más difícil el campo laboral, pero creo que la Usach te da más que contenidos… te abre una mirada para entender el mundo, que después que uno sale, es súper valorada.  El mundo está avanzando hacia quienes tienen habilidades blandas. Son mejores trabajadores. Son cosas que nadie te enseña con un pizarrón y un plumón…te lo entrega el día a día y la Usach tiene esa particularidad de hacerlo de manera cotidiana. Es una cátedra que quizás para mi duró seis años, cinco de la carrera y un año de adquirir estas otras habilidades. Hay que atreverse a poner la historia al servicio del presente.

María Angélica Ganga, Doctora en Ciencias Biológicas: “Los equipos multidisciplinarios son clave en el éxito de la innovación”

María Angélica Ganga, Doctora en Ciencias Biológicas: “Los equipos multidisciplinarios son clave en el éxito de la innovación”

María Angélica Ganga Muñoz es  bioquímica y doctora en ciencias biológicas. Actualmente se desempeña como académica del Departamento en Ciencia y Tecnología de los Alimentos de nuestra Casa de Estudios.

Con sus 20 años de trabajo como investigadora en el Plantel, recuerda que durante su niñez no sabía qué estudiar, pero lo que tenía claro era que debía ser algo que tuviera trascendencia. Fue entonces que en su juventud se decidió por la Bioquímica y se transformó en una de las primeras promociones de investigadoras/es asociadas/os a la Usach. Actualmente se desempeña en la biotecnología de alimentos con énfasis en el área enológica. En el laboratorio ha trabajado con levaduras y microorganismos.

Ha desarrollado proyectos de investigación tanto en ciencia básica como aplicada, teniendo a su haber más de 40 artículos en revistas en base WOS/Scopus; como también posee dos patentes de invención, y un licenciamiento de productos en la industria de alimentos.

Ha obtenido dos grandes productos a nivel industrial; uno por el lado comercial que son dos levaduras que se venden con éxito en Europa y con entrada en el mercado nacional y el segundo desde el  rol social de la Universidad que implicó un apoyo a los productores de vino pajarete, específicamente aislando levaduras de la cuarta región para la producción de sus vinos.

“Me preguntaban cuando elegí esta carrera qué iba a hacer; mi respuesta era que tenía la esperanza de hacer ciencia aplicada para encontrar productos o dar alguna solución en particular. La vida fue transcurriendo y se fueron dando las cosas”, recuerda la doctora Ganga.

¿En qué momento y por qué razón opta por relacionarse con la industria en la investigación?
-El por qué involucrarse en el área de la investigación con la industria es una necesidad que tenemos los científicos  debido a que para muchos de los fondos concursables requerimos de empresas asociadas. Ese fue el nexo y la necesidad de interacción con la empresa. He tenido un buen apoyo y hemos logrado productos palpables. Muchos enólogos están buscando el terroir microbiológico (combinación de terreno, agua y clima del viñedo que influye en las características y calidad del vino.) y ahí surgió el nicho de producir levadura para la industria nacional. Luego de mis intentos para emprender como investigador en empresas, creo que hay tres puntos que son clave: primero,  involucrarse en el negocio no solamente entregar la idea sino que estar presente siempre. Segundo, es el apoyo que tiene que entregar la Universidad; y tercero es tener un grupo multidisciplinario. No solo la parte técnica es importante, sino que también necesitamos al ingeniero comercial o el marketing… es un staff completo que tiene que aportar distintos saberes en el emprendimiento. Para el país es muy importante desarrollar innovación basada en conocimiento científico debido a que esto te permite entender posibles problemas que se te vayan presentando y darle solución. Por eso es muy necesario contar con estos equipos multidisciplinarios  en los cuales cada uno aporta con su conocimiento para lograr el éxito de la innovación.

La Dra. Ganga es enfática en invitar a las mujeres a ingresar al mundo de la ciencia, “porque no somos más ni menos que los hombres”- asegura- “y tenemos todo el talento que nadie puede coartar”.

Te invitamos a conocer más de esta investigadora de la Universidad de Santiago en este registro audiovisual preparado por la Unidad de Comunicaciones de la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo e Innovación de nuestro Plantel:
 

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