La académica de la Facultad de Humanidades, estima que los parlamentarios jóvenes recién electos de la derecha, podrían estar más dispuestos a acoger instancias de negociación, para hacer reformas constitucionales, tras reconocer que el país exige cambios.
Aunque el quórum parlamentario que necesita la Nueva Mayoría para hacer cambios sustanciales en la Constitución no se garantiza tras las recientes elecciones, la cientista política y socióloga de la Universidad de Santiago de Chile, Lucía Dammert, sostiene que no todo está perdido en esa línea, y que es posible que exista la voluntad de discutir la posibilidad de implementar ciertos avances.“Hay sectores de la derecha, gente más joven que está llegando al Parlamento, como Felipe Kast, Jaime Bellolio, por ejemplo, que posiblemente estén más dispuestos a escuchar, conversar y definir mecanismos para avanzar hacia la reforma de la Constitución”. La cientista política agrega que “las propuestas que se están presentando están apoyadas por la mayoría de la población, y eso va a llevar indefectiblemente a que algunos parlamentarios de la Alianza se relacionen con algunos temas de más apertura”.Dammert sostiene que “la Alianza, que siente el golpe de haber perdido senadores, diputados y de haber obtenido una de las votaciones más bajas en la historia de la derecha, se tiene que detener a pensar si lo que están proponiendo para el país es una propuesta de gobierno viable o más bien, representan sólo a una minoría, a uno de cada cuatro chilenos”.En relación al apoyo que obtuvo la Nueva Mayoría, la académica de la U. de Santiago cree que “la población respondió muy favorablemente al pedido de Bachelet de un Congreso que la acompañe”, afirmó.Votar o no votarLa baja participación de la ciudadanía en las votaciones del domingo recién pasado, trajo la preocupación sobre la actuación del electorado en la segunda vuelta presidencial, el próximo mes de diciembre.“Lo que se haga y diga en los próximos días va a definir el humor del electorado”, sostiene la doctora en ciencia política Lucía Dammert, remarcando que por un lado, “es difícil que el 50% (del padrón electoral) que se restó de participar en la primera vuelta, vaya a sumarse ahora”, mientras que por otra parte, es posible que quienes votaron por los candidatos que no participan en el balotaje, tampoco concurran a sufragar el 15 de diciembre, ya que “su voto era justamente anti-duopolio y anti-binominal. Entonces, sería extraño que esas personas se inclinen a salir de nuevo”.Para la Dra. Dammert, “la diferencia entre las candidatas es casi irremontable”, por lo que “existe la sensación de que si la gente no va a votar, tampoco cambia necesariamente el resultado. Quedamos ante la paradoja de que Michelle Bachelet podría resultar electa presidenta con mayor porcentaje, pero basado en una menor cantidad de votos en las urnas”.