“Tal como los niños saben de matemáticas, tienen que saber sobre alimentación”

“El problema alimenticio es un tema social. Nosotros estamos viviendo el aumento de la obesidad en nuestros niños porque somos ignorantes de cómo tenemos que alimentarnos”, sostiene la nutricionista Vilma Salvatierra, quien valora la apuesta de la ley “Súper 8”, de restringir la venta de comida chatarra al interior de los establecimientos educacionales.

Positivamente calificó la académica Vilma Salvatierra, magíster en nutrición humana de la Escuela de Enfermería, la iniciativa de ley -conocida como la ley “Súper 8”- que restringe la venta de comida chatarra al interior de los colegios y liceos.

“Me parece tremendamente relevante porque en los kioscos y casinos ofrecen productos que para los comerciantes son fáciles de vender, pero no son saludables. La regulación va a obligar que al interior de los establecimientos los niños sólo tengan acceso a alimentos que sean sanos, es decir, que contengan los nutrientes necesarios para que ellos puedan desarrollar su actividad escolar”, precisa la  especialista.

Alimentación con educación

A juicio de  Vilma Salvatierra, el problema de la nutrición se debe focalizar en la educación desde la primera infancia. “El problema alimenticio es un tema social. Nosotros estamos viviendo el aumento de la obesidad en nuestros niños porque somos ignorantes de cómo tenemos que alimentarnos”. En ese sentido comenta que la Escuela de Enfermería está trabajando en los colegios. “Hacemos prácticas y tratamos estos temas con los niños”.

El proyecto de ley contempla un cambio en el etiquetado de los productos alimenticios, en cuanto a su tamaño, forma, proporción y contenido. Para Vilma Salvatierra esta medida ayudará “siempre que las personas tengan los conocimientos sobre el tipo de alimentos que tienen que consumir, porque hasta el momento las etiquetas muestran que el envase contiene cierto número de calorías. Pero qué significa eso en el día, cómo se complementa con la alimentación, es algo que debe aprenderse. Por eso debería ser parte de la educación. Tal como los niños saben de matemáticas, tienen que saber sobre alimentación”, asegura.

El fin de la cajita feliz

Otro de los temas que el proyecto de ley aborda, es el publicitario, ya que una vez que la iniciativa entre en vigencia, las empresas no podrán utilizar ganchos comerciales tales como regalos, concursos, juegos u otros elementos que tiendan a captar la atención de los menores.

“Que el consumo de productos no esté ligado a premios me parece muy bien, porque nosotros como sociedad, estamos haciendo un mal uso de la alimentación ya  que la estamos ligando a la afectividad y a recompensas”, plantea la profesional, para quien este proyecto de ley es el camino correcto para mejorar la nutrición de nuestros niños. “La regulación siempre es un buen comienzo. Lo importante es que ésta se pueda hacer efectiva”, puntualiza.