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Robot con inteligencia artificial contribuye a la agricultura del país

Robot con inteligencia artificial contribuye a la agricultura del país

El científico de nuestra Universidad Dr. Claudio Urrea diseñó e implementó controladores para un robot móvil que contribuirá en el área de la agricultura, permitiendo mejorar los cultivos nacionales. La tecnología fue creada el académico del Departamento de Ingeniería Eléctrica, quien en su investigación pudo diseñar, simular y evaluar los desempeños dinámicos de diversos tipos de controladores.

 

Gracias a estos controladores el robot móvil puede ser autónomo y, además, en todo momento se conoce su ubicación, es decir, posición y orientación. “Para esto, se establece una relación entre el sistema de referencia local y global del robot móvil. En particular, cada tipo de controlador diseñado, simulado y evaluado en este trabajo ofrece ventajas y desventajas cuando son aplicados en el robot móvil”, explica el investigador.

 

De esta forma, el robot móvil podrá desempeñarse de manera óptima gracias al diseño de controladores desarrollados especialmente para este tipo de máquinas.

 

Según explica el Dr. Urrea, durante este proceso, han podido diseñar, simular y evaluar los desempeños dinámicos de diversos tipos de controladores para el robot móvil, permitiendo contrastar dicho desempeño cuando éste es comandado, separadamente,  por cada uno de los controladores. Con ello es posible conocer, por ejemplo, qué tipo de controlador permite que el robot móvil realice un seguimiento de trayectorias lo más fielmente posible a las deseadas, como también, cuál de ellos consume el mínimo de la energía eléctrica posible para accionar los motores que permiten su desplazamiento.

 

Asimismo, el investigador afirma que el desarrollo de este mecanismo podría permitir que el robot móvil realice labores de cuidado en los cultivos, añadiendo que “un robot móvil dotado de inteligencia artificial, diseñado e implementado en el Laboratorio de Robótica del Departamento de Ingeniería Eléctrica, que pueda desplazarse de manera autónoma a través de las hileras de un campo de cultivo, permitirá, en un futuro cercano, a medida que este tipo de robots se desplace, ir  ejecutando algún tipo de labor como la aplicación selectiva de herbicidas, el control de malezas y plagas, entre otras”.

 

Impacto en la agricultura del país

 

Según la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) del Ministerio de Agricultura, Chile está en constantes labores para expandir los mercados de exportación. Hoy los principales destinos de las exportaciones silvoagropecuarias y de alimentos chilenos son: Estados Unidos, Unión Europea, China, Japón, México, Corea del Sur, Brasil, Federación Rusa, Indonesia, Centroamérica e India.

 

De esta forma, el impacto de la investigación del Dr. Claudio Urrea permitiría mejorar la producción anual de los campos de cultivo nacionales. “A futuro, el impacto de estos trabajos de investigación beneficiará principalmente el mantenimiento de cultivos durante todo el año, inclusive durante la temporada de cosecha, ya que es esta actividad la que demanda mayor cantidad de recursos de tiempo, humanos y económicos. Los efectos del mantenimiento realizado a los campos se reflejan directamente en la producción anual”, explica.

 

Proyecciones de la investigación

 

El Dr. Urrea comenta que este robot móvil está siendo modificado para dotarlo de más sensores que le permitan ejecutar tareas más complejas. “De acuerdo a los resultados obtenidos en este trabajo, ahora se comienza una etapa centrada en la implementación práctica del controlador que mejor resultado de desempeño dinámico entregó. Esto, considerando el seguimiento de trayectorias y, a su vez, que dicho robot se comporte adecuadamente frente a diferentes condiciones de funcionamiento demostrando capacidad de adaptación frente a cambios y condiciones externas”.

 

El consolidado de esta investigación fue publicada por el Dr. Claudio Urrea en la revista Journal of Intelligent & Robotic Systems de la editorial Springer bajo el título “Path Tracking of Mobile Robot in Crops”. Adicionalmente, para esta tecnología existen solicitudes en trámites-proceso apoyado por la Dirección de Gestión Tecnológica (DGT) de la Universidad.

 

Sostienen que fenómeno Pokémon Go es el impulso definitivo para la realidad aumentada

Sostienen que fenómeno Pokémon Go es el impulso definitivo para la realidad aumentada

Los pokemones vuelven a Chile, pero esta vez se trata de los originales. Hace pocos días hizo su estreno en nuestro país un juego con gran impacto en la mayor parte de los lugares donde se ha presentado a nivel mundial. Se trata de Pokémon Go, una aplicación que puede ser descargada en smartphones y que permite atrapar a las criaturas de la serie sólo usando la cámara o la pantalla del celular. La plataforma indica el lugar donde se encuentran, supuestamente, y sólo hay que apuntarlas para apropiarse de estas.

 

El experto informático de la Universidad de Santiago, Manuel Manríquez, es enfático en señalar que este videojuego no aporta mayores novedades en cuanto a tecnologías. No obstante, afirma que se trata del impulso definitivo a la realidad aumentada. “Creo que sí. Esta tecnología se va a hacer mucho más conocida y la gente buscará más aplicaciones de ese tipo”, asegura.

 

¿Por qué? Según el académico del Departamento de Ingeniería Informática, “es la primera aplicación de realidad aumentada con este tipo de impacto. Si bien este tipo de aplicaciones ya estaban funcionando hace un par de años, el fenómeno de este juego es inesperado”.

 

Para el miembro del Centro de Innovación en Tecnologías de la Información para Aplicaciones Sociales (Citiaps) –laboratorio interdisciplinario que desarrolla productos y aplicaciones para una mejor calidad de vida- “la gran diferencia con otros juegos de realidad aumentada es su historia. Pokémon estuvo rondando la mente de las personas por muchos años”.

 

El ingeniero civil informático destaca el aporte del juego en cuanto acerca el significado de la realidad aumentada a la población. “El concepto no era tan conocido por la masa, pero ahora los usuarios de celulares buscarán más este tipo de aplicaciones, lo encontrarán más entretenido y probarán más este mercado”, proyecta.

 

Realidad aumentada

 

El especialista explica que la realidad aumentada se basa en tomar un elemento de la vida real para agregarle tecnología. “En el caso del juego es mi posición y a ese concepto real le agrego pokemones, que son virtuales y que también están en una posición geolocalizada. Ahí se conecta la realidad con la virtualidad”, indica.

 

“Este tipo de aplicaciones de realidad aumentada ya existían”, recalca. “Por ejemplo, aplicaciones que permiten traducir textos en tiempo real, utilizando la cámara y enfocando ese texto para traducirlo. Eso es ya realidad aumentada, porque toma un concepto de la realidad y le agrega tecnología”, aclara.

 

De todas maneras, insiste en que el principal logro del juego es que consiguió masificar el concepto. “La empresa que lo hizo es Niantic, que ya había hecho un juego de realidad aumentada que se llama Ingress, y ya tenían la tecnología, pero ello no fue tan masivo. El solo hecho de cambiar el enfoque a algo conocido como Pokémon si tuvo impacto”.

 

Problemas de privacidad

 

Manríquez explica que el juego captura la posición que entrega el celular a través de su GPS. Pese a que la aplicación solicita un permiso antes de acceder a la ubicación del usuario, además de a datos de contacto, como su e-mail, el especialista advierte que esto puede generar un problema en cuanto al resguardo de la privacidad.

 

“El hecho de indicar dónde estoy es una información sensible que no todos están dispuestos a compartir. Tampoco queda claro cómo la empresa maneja esos datos, si se almacenan de forma segura o si se venden. Es peligroso”, sostiene.

 

Por eso, señala que el videojuego plantea un desafío para el ordenamiento jurídico nacional. “Chile está atrasado en cuanto a la legalidad de los datos de las personas. Debería estudiarse lo que se hace en otras partes y ver si eso se aplica al país, pero se requiere hacer algo urgente. Estamos atrasados en cuanto a la legislación sobre tecnologías y privacidad de datos”, reconoce.

 

Problemas de seguridad

 

“En el juego, uno puede decir ‘aquí estoy yo’, y la gente que participa puede ver tu localización. Eso puede funcionar como un cebo de delincuentes que lo utilicen para robar celulares”, advierte.

 

Por ello, plantea que una forma de reducir este riesgo es salir en grupos o que los padres se involucren en el juego junto a sus hijos. “Con este videojuego, los padres tienen la oportunidad de jugar junto a sus hijos. Así, no solo comparte con el niño, sino que también le ofrece seguridad”, indica.

 

Investigador del CITIAPS apuesta a que Big Data de prensa se convierta en un referente

Investigador del CITIAPS apuesta a que Big Data de prensa se convierta en un referente

Hace poco más de dos meses fue lanzado el primer informe Big Data de medios de prensa escritos, una iniciativa conjunta del Centro de Investigación, Sociedad, Economía y Cultura (CISEC) de la FAE y del Centro de Innovación en Tecnologías de la Información para Aplicaciones Sociales (CITIAPS) de nuestra Casa de Estudios.

El proyecto, que comenzó agestarse a fines del año pasado, mide a través de gráficos la fuerza de una serie actores, temas, valores y coyunturas, según sus apariciones en notas de prensa publicadas en los sitios de internet de una serie de medios de comunicación escritos chilenos.

El investigador postdoctoral del CITIAPS, y uno de los responsables del proyecto, Fabián Riquelme Csori, explica que esperan que el estudio, inédito en el país, “se empodere como un buen informe, que vaya madurando cada vez más y que se convierta en un referente”.

Procedimiento

El CITIAPS se encarga de la parte informática del proyecto Big Data. En ese contexto, el Dr. Riquelme comenta que en la primera etapa de elaboración del informe, el equipo de CISEC establece una bolsa de palabras con distintos conceptos previamente validados por el Centro de la FAE.

“Luego, nosotros tomamos ese set de palabras y las adecuamos a través de expresiones regulares. Por ejemplo, “ministro Burgos” se puede encontrar por su nombre de pila y apellido, “Jorge Burgos”, o bien “ministro Burgos” en este caso puede aparecer de estas dos maneras en la prensa”, precisa el investigador.

Otro ejemplo, detalla, son los partidos políticos. “El MAS (Movimiento Amplio Social) sólo se puede buscar con mayúsculas, porque con minúsculas se confunde con la conjunción adversativa”, recalca.

Tras ello, puntualiza el ingeniero, la bolsa queda reducida a unas 200 palabras o conceptos, y a partir de ese momento, con este nuevo set de palabras, se comienza a monitorear los distintos medios de prensa.

“Dentro de un tiempo acotado activamos un ‘buscador’ que hace un paneo por todos los medios y al mismo tiempo va chequeando los términos si aparecen en el titular o en el cuerpo de la noticia”, indica el experto.

En ese momento cada aparición de las palabras o términos se pondera con la “fórmula de fuerza”, definida en el proyecto, la que se desarrolló en base a investigaciones preliminares de universidades europeas, con la salvedad que estas sólo tenían como objetivo la prensa escrita en papel. “Nosotros adecuamos esa fórmula en el contexto de la prensa digital”, subraya el Dr. Riquelme.

El resultado es una cantidad enorme de datos ordenados en tablas que muestran la frecuencia o aparición de los conceptos dentro de las noticias.

“Estas tablas las enviamos al equipo de CISEC para que ellos a partir de ahí determinen los distintos hitos que les interese analizar para posteriormente elaborar los gráficos y las visualizaciones y sacar conclusiones luego de hipótesis que establecieron de antemano”, enfatiza.

Margen de error

Respecto a la exactitud del resultado, el Dr. Riquelme asegura que todo dependerá del formato y del orden de las noticias de los sitios web de los medios de prensa.

“En el caso de Emol, La Segunda y Soy Chile, sus portales son muy ordenados, por lo que es fácil buscar las noticias. Pero en el caso de La Tercera y El Mostrador, hay que escarbar un poco más. Ahí no podemos garantizar el 100 por ciento de una búsqueda exitosa, pero sí un alto porcentaje, en todo caso”, subraya.

El investigador adelanta que está dentro de los planteamientos del informe ir sumando más medios para analizar, sin embargo, aclara que esto dependerá de qué tan accesibles sean sus sitios web.

“Lo que pasa es que acá en Chile la transparencia y la distribución de los datos es un tema pendiente, porque en otros países esto está mucho más masificado, como España, específicamente Barcelona, que es un caso ejemplar de buenas prácticas para el manejo de Big Data. Ahí los sistemas públicos y muchas empresas tienen a disposición la información muy ordenada para su uso”, recalca.

Incluso, acota, en nuestro país aún hay medios donde es muy difícil acceder a la información.

“De hecho hay portales donde no se accede a una página, sino que a una especie de pantallazo o de archivo PDF que contiene la noticia, o hay otros donde aparece una foto de la versión de papel del medio. En estos casos es muy difícil acceder a la información”, concluye.

Diplomado Smartcity interconectará a funcionarios municipales para mejorar calidad de vida

Diplomado Smartcity interconectará a funcionarios municipales para mejorar calidad de vida

Treinta y ocho funcionarios municipales provenientes de 26 comunas de la Región Metropolitana se darán cita a partir de este mes y durante todos los sábados en el Departamento de Ingeniería Eléctrica para participar hasta el 2 de diciembre en el diplomado Smartcity que imparte la universidad.

 

El curso se divide en cuatro módulos de trabajo -ciudad inteligente, ordenamiento territorial, medio ambiente e innovación y emprendimiento- a fin de proporcionar conocimientos y habilidades sobre temáticas que permitan potenciar el concepto de ‘ciudad inteligente’.

 

De acuerdo a la organización del diplomado, una Smartcity es una ciudad que incorpora herramientas tecnológicas de información y comunicación para armonizar así aspectos como el tránsito, turismo y manejo de residuos, entre otros.

 

Durante el lanzamiento del curso, el prorrector Pedro Palominos dio la bienvenida a los funcionarios y explicó que el objetivo de potenciar una Smartcity es convertir a Santiago en “una ciudad que facilite la interacción de los ciudadanos con los diversos elementos institucionales, urbanos y tecnológicos, haciendo que su vida cotidiana sea más fácil y permitiendo el acceso a la cultura y una educación que haga referencia tanto a los aspectos ambientales como a los elementos culturales e históricos”.

 

Tras la ceremonia, el director del Departamento de Ingeniería Eléctrica, Humberto Verdejo, se refirió a los objetivos concretos del diplomado. “Esperamos que los funcionarios municipales sean capaces de tomar un problema que tengan en su comuna y que puedan generar un proyecto para resolverlo”.

 

“La forma en que crece la ciudad es inorgánica”, agregó Verdejo. “Apuntamos, con el tiempo, a generar un desarrollo orgánico y una planificación estratégica pero coordinada de la región”, enfatizó.

 

¿Cómo alcanzar este objetivo? El coordinador del plan Ciudad Inteligente del Gobierno Regional, Nicolás Azócar, señaló que el objetivo a largo plazo del curso es “generar una red de contacto entre funcionarios municipales, lo que permitirá tener una visión completa de Santiago como ciudad, más que 28 comunas trabajando de manera independiente”.

 

El diplomado es financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad Regional del Gobierno Regional Metropolitano de Santiago y por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (CONICYT).

 

“Involucrar a todas las partes que viven y que pueden aportar a una ciudad, que son el sector público, el privado, la academia y la ciudadanía, es la primera base para construir ciudades inteligentes”, añadió Azócar. “Hay una voluntad política para que, de aquí a diez años, tengamos una visión clara de lo que queremos como ciudad. Más que Smartcity, que Santiago sea una ciudad más amable para vivir”, puntualizó.

 

Por su parte, el Director Ejecutivo de Conicyt, Christian Nicolai, sostuvo que “lo que estamos buscando con este curso es que se pueda formar gente en los municipios y que la universidad misma obtenga un aprendizaje a partir de esto, para que tengamos un efecto multiplicador hacia adelante”.

 

“Hay posibilidades de que esto de frutos”, subrayó.

 

Expectativas municipales

 

Uno de los estudiantes que cursará este diplomado es la arquitecta de la Secretaría de Planificación Comunal (Secplac) de Huechuraba, Carolina Hermosilla, quien afirmó que se inscribió en el curso, fundamentalmente, “para generar redes, porque como mi comuna es periférica, quedamos a trasmano sobre todo con los proyectos de vialidad. El hecho de generar una ciudad sostenible y autosustentable para nosotros es muy importante, para no quedarnos rezagados en el tema de la tecnología”, enfatizó.

 

Cristian Yuretic, asesor urbanista de la municipalidad de La Florida, también realizará el diplomado. “Espero que generemos coordinaciones en función de tecnologías de medioambiente, sociales, sistema de transporte e información territorial, a objeto de mejorar la calidad de vida de las personas”, sostuvo.

 

Finalmente, el director de la Secplac de la comuna de Alhué, Gonzalo Aránguiz, afirmó que “en nuestra comuna hay gente que todavía vive muy aislada y, en ese sentido, la conectividad e incorporar nuevos medios tecnológicos a los servicios que impartimos es un tema que, para nosotros, es fundamental”.

 

“No estamos usando las tecnologías para una mayor felicidad en el trabajo”

“No estamos usando las tecnologías para una mayor felicidad en el trabajo”

Chile es uno de los países de la OCDE con mayor cantidad de horas trabajadas al año. Esa es una de las conclusiones del informe elaborado por la Organización para el Desarrollo y Cooperación Económicos, que ubica a nuestro país en el quinto lugar, con 1.988 horas trabajadas anualmente, solo superado por México, Costa Rica, Corea del Sur y Grecia. Sin embargo, esto no redunda en una mayor productividad: en 2015, solo creció un 1% según un estudio de The Conference Board (asociación de empresas e investigación).

 

El experto en recursos humanos y finanzas de la Universidad de Santiago, Aurelio Butelmann, sostuvo que la principal causa de esta dicotomía se debe a que “no estamos usando las tecnologías que permitan una mayor felicidad en el trabajo”.

 

Según el Director del Departamento de Administración del plantel estatal, este cruce de variables indica que el problema es de “gran ineficiencia en las acciones productivas de nuestras empresas” y afirma que esto se explica, principalmente, por dos factores: una baja calificación de los trabajadores y la poca renovación de tecnologías para apoyar el trabajo.

 

“Si nos comparamos con países del primer mundo, como Francia o Alemania que tienen 37 horas semanales de trabajo y no 45 como nosotros, vemos que su nivel de productividad es más alto. Indudablemente que podemos encontrar ahí algunas razones de esto: una de ellas, que la renovación tecnológica de nuestras empresas es insuficiente”, indica.

 

No obstante, el ingeniero comercial sostiene que además de la tecnología, también se debe atacar “un acervo cultural que hace que se trabaje lento”.

 

Para modificar esto último, el magíster en ciencias sostiene que la receta es más aprendizaje y capacitación.

 

“Deben mejorarse las tecnologías de producción y la cultura del trabajo, no solo del trabajador dependiente sino de los independientes y de quienes toman decisiones. Es decir, cambiar la cultura desde los altos mandos hasta el último operario del eslabón, a través de una mayor capacitación y una mayor conciencia de los beneficios de la modernización”, subraya.

 

El experto recalca que no están dadas las condiciones para establecer una recomendación respecto a cuántas horas de trabajo son las idóneas para que un trabajador produzca más. “Es un tema cultural, que tiene relación con la responsabilidad sobre el trabajo, lo que hace que se opere distinto en distintos países”, sostuvo.

 

Además, advierte que reducir horas laborales mediante una ley “significa inmediatamente aumentar los costos de producción, lo que obliga a reducir horas sin que se pueda exigir un cambio en la remuneración ganada por las personas”, lo que no solucionaría el problema de la productividad.

 

Con todo, el especialista advierte que “a mayor cantidad de horas trabajadas, la productividad puede descender fuertemente producto del cansancio que produce en los trabajadores”.

 

“No estamos usando las tecnologías para una mayor felicidad en el trabajo”

“No estamos usando las tecnologías para una mayor felicidad en el trabajo”

Chile es uno de los países de la OCDE con mayor cantidad de horas trabajadas al año. Esa es una de las conclusiones del informe elaborado por la Organización para el Desarrollo y Cooperación Económicos, que ubica a nuestro país en el quinto lugar, con 1.988 horas trabajadas anualmente, solo superado por México, Costa Rica, Corea del Sur y Grecia. Sin embargo, esto no redunda en una mayor productividad: en 2015, solo creció un 1% según un estudio de The Conference Board (asociación de empresas e investigación).

 

El experto en recursos humanos y finanzas de la Universidad de Santiago, Aurelio Butelmann, sostuvo que la principal causa de esta dicotomía se debe a que “no estamos usando las tecnologías que permitan una mayor felicidad en el trabajo”.

 

Según el Director del Departamento de Administración del plantel estatal, este cruce de variables indica que el problema es de “gran ineficiencia en las acciones productivas de nuestras empresas” y afirma que esto se explica, principalmente, por dos factores: una baja calificación de los trabajadores y la poca renovación de tecnologías para apoyar el trabajo.

 

“Si nos comparamos con países del primer mundo, como Francia o Alemania que tienen 37 horas semanales de trabajo y no 45 como nosotros, vemos que su nivel de productividad es más alto. Indudablemente que podemos encontrar ahí algunas razones de esto: una de ellas, que la renovación tecnológica de nuestras empresas es insuficiente”, indica.

 

No obstante, el ingeniero comercial sostiene que además de la tecnología, también se debe atacar “un acervo cultural que hace que se trabaje lento”.

 

Para modificar esto último, el magíster en ciencias sostiene que la receta es más aprendizaje y capacitación.

 

“Deben mejorarse las tecnologías de producción y la cultura del trabajo, no solo del trabajador dependiente sino de los independientes y de quienes toman decisiones. Es decir, cambiar la cultura desde los altos mandos hasta el último operario del eslabón, a través de una mayor capacitación y una mayor conciencia de los beneficios de la modernización”, subraya.

 

El experto recalca que no están dadas las condiciones para establecer una recomendación respecto a cuántas horas de trabajo son las idóneas para que un trabajador produzca más. “Es un tema cultural, que tiene relación con la responsabilidad sobre el trabajo, lo que hace que se opere distinto en distintos países”, sostuvo.

 

Además, advierte que reducir horas laborales mediante una ley “significa inmediatamente aumentar los costos de producción, lo que obliga a reducir horas sin que se pueda exigir un cambio en la remuneración ganada por las personas”, lo que no solucionaría el problema de la productividad.

 

Con todo, el especialista advierte que “a mayor cantidad de horas trabajadas, la productividad puede descender fuertemente producto del cansancio que produce en los trabajadores”.

 

Inédito modelo de seguridad cibernética busca combatir nuevos softwares maliciosos

Inédito modelo de seguridad cibernética busca combatir nuevos softwares maliciosos

Un funcionario abre un archivo desde el computador de su trabajo y, sin querer, termina afectando todas las bases de datos de su empresa. ¿Cómo determinar que este archivo es, efectivamente, malicioso? Aunque algunos de estos softwares se pueden establecer solo en base al antivirus, los códigos maliciosos evolucionan continuamente hasta hacerse irreconocibles, lo que dificulta su prevención.

 

Por eso, un modelo que permite reconocer automáticamente las características de un software malicioso o malware para luego seguir acciones paso a paso con el fin de combatirlo, tomando acciones correctivas, es el resultado de la investigación del magíster en seguridad, peritaje y auditoría en procesos informáticos de la Universidad de Santiago, Juan Fernando Mejía.

 

El trabajo, titulado ‘Modelo de proceso para análisis, caracterización y clasificación de archivos ejecutables potencialmente maliciosos en un entorno organizacional con sistema operativo Windows’, busca aportar tanto a las empresas que son víctimas de estos ataques como a las entidades encargadas del peritaje cibernético.

 

La investigación propone un proceso para capturar la evidencia de malware, el cual se basa en la extracción de las características de todo tipo de programa, entregando “un listado donde se puede saber si el archivo se conectó a un sitio en otro lado, si envió archivos, si ejecutó otros programas, si se hizo autoejecutable, si se encriptó, etcétera”, explica Mejía. Posterior a esto, los archivos analizados pueden ser clasificados como limpios o maliciosos y en qué porcentaje.

 

“De acuerdo a lo que se ha estudiado, no existe un modelo estándar para estos fines. Cada autor propone un patrón de acuerdo a su experiencia”, asegura el investigador responsable del estudio. Para realizar este trabajo, Mejía revisó bibliografía sobre malware y extrajo las características que consideró más pertinentes para definirlo.

 

De acuerdo al experto, el modelo presentado arrojó un 92% de efectividad según validación cruzada –método para evaluar los resultados de un análisis estadístico a fin de especificar cuán precisos son en la práctica-.

 

“Además, lo llevamos a la práctica una vez realizado, ya que tuvimos una incidencia de una empresa que fue atacada con un ransomware -programa malintencionado que encripta o restringe el acceso a los archivos que infecta, para luego pedir un rescate a cambio de quitar la restricción-. Fuimos con todo y la situación nos permitió seguir el proceso, aplicando el modelo de manera exitosa”, complementa.

 

Mejía advierte que los ataques cibernéticos en Chile son cada vez más sofisticados. “Los ataques de malware nuevos, de ‘día cero’, pueden infectar porque todavía no han sido reconocidos. Un ataque de este tipo no se puede prevenir, pero sí analizar para tomar correctivos a futuro”, indica.

 

“Si un juez solicita un peritaje sobre ese malware –añade Mejía-, es necesario seguir un plan de acción. Este modelo también está pensado para esa aplicación: que el analista o el perito pueda seguir una serie de pasos para tener un marco de referencia”.

 

El profesor guía de la investigación, Juan Ignacio Iturbe, no descartó que el estudio posibilite la creación de un manual y cursos de capacitación para poder entender y aplicar correctamente este modelo.

 

De Ecuador a Chile

 

Juan Fernando Mejía Calle es un experto ecuatoriano becado por el Gobierno de su país para cursar el Magíster en Seguridad, Peritaje y Auditoría en Procesos Informáticos que imparte el Departamento de Ingeniería Informática.

 

El investigador se graduó la semana pasada y valora la experiencia de realizar este estudio en la Universidad de Santiago. “Fue una experiencia muy interesante”, señala el extranjero, que este sábado vuelve a su país con un miembro más en su familia: un hijo chileno, nacido hace tan solo cinco meses.

 

Nuevo microscopio del Cedenna permite ver estructura atómica de los materiales

Nuevo microscopio del Cedenna permite ver estructura atómica de los materiales

A través del nuevo Microscopio Electrónico de Transmisión, TEM, adquirido por el Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y la Nanotecnología, Cedenna, es posible observar incluso la forma en que los átomos se ordenan en un material.

 

Este nuevo equipo permitirá que investigadores de diversas áreas puedan precisar aspectos morfológicos y cristalinos que con otro tipo de microscopio sería imposible visualizar. Por ejemplo, una muestra reciente de nanotubos (estructuras cilíndricas huecas de dimensiones nanométricas) elaborados en el Cedenna, mostró que en lugar de presentar una superficie continua, los nanotubos tenían paredes granulares, lo que les otorga propiedades magnéticas particulares que impiden su aglomeración. Esto favorece su uso como vehículos para transportar medicamentos, útiles para algunas áreas de la biología y la medicina.

 

Asimismo, pueden observarse en detalle nuevos materiales, como una mezcla de hormigón a la que se le agregaron nanotubos de carbono para mejorar las propiedades mecánicas del cemento; o la intervención de células pequeñas utilizando partículas de tamaños nanométricos.

 

El TEM, a diferencia de los microscopios tradicionales, no proyecta un rayo luminoso sobre una muestra, sino que utiliza un haz de electrones, cuya ventaja reside en que estos tienen menor longitud de onda que la luz visible, por lo que detectan estructuras tan pequeñas, como la red cristalina o la forma en que los átomos se ordenan en un material. Junto con ello, tiene la capacidad de aumentar una imagen hasta en un millón de veces. Esta magnificación es relevante, ya que un microscopio óptico sólo puede ampliarlas mil veces, y uno de barrido, detecta solamente la superficie de la muestra.

 

La Dra. Dora Altbir Drullinsky, directora del Cedenna y gestora de la nueva adquisición, aseguró que el nuevo equipo, instalado en el edificio Rector Eduardo Morales Santos de la Universidad de Santiago de Chile, tuvo un costo cercano a los 450 millones de pesos y es un aporte del programa Basal para proveer al Centro de la más alta tecnología. El TEM Hitachi HT7700 permite visualizar estructuras de dimensiones que van desde 0,2 a 100 nanómetros (un nanómetro es la milmillonésima parte de un metro) y complementa las funciones de los otros microscopios del Centro, como el de Barrido Electrónico (SEM) y el de Fuerza Atómica (AFM).

 

El Dr. Juliano Casagrande Denardin, investigador responsable del Laboratorio de Microscopía Electrónica, señaló que se trata de “un antiguo anhelo de los investigadores, pues es un equipo fundamental para todas las áreas de investigación del Centro, como ciencia de materiales, física, nanotecnologia y biología”.

 

Haz de electrones

 

El TEM permite estudiar materiales nanoestructurados de tipo metálico, cerámico, polímeros, óxidos y películas ultradelgadas, e incluso algunas estructuras biológicas, proteínas, virus, bacterias, y otros tejidos.

 

El sistema emite, desde lo alto de un tubo vertical hacia abajo, un haz de electrones que es guiado en la columna por lentes electromagnéticas. Este rayo atraviesa la muestra, ubicada en la mitad del cañón, y se transmite a una pantalla en la base del equipo. Esa proyección es captada y enviada a una computadora, donde la información se selecciona, filtra y reconstruye para procesar una imagen o un patrón de puntos, espacialmente distribuido y característico, que corresponde a la huella digital del material.

 

El Dr. Esteban Vargas Rojas explicó que el factor diferenciador de este microscopio está en su capacidad para obtener imágenes totalmente digitales, bien definidas y de alto contraste, utilizando bajo voltaje de aceleración del haz de electrones, lo que significa que minimiza el riesgo de daño en muestras de materiales sensibles y frágiles.

 

Debido a que el Cedenna es un centro multidisciplinario que incluye investigadores en física, química,  biología e ingeniería, el Microscopio Electrónico de Transmisión tendrá un uso multidisciplinario, beneficiando a diversas disciplinas e instituciones en el país. Asimismo, es el más recientemente adquirido de los cuatro pertenecientes a instituciones de educación superior a nivel nacional.

 

Ciclo de charlas abordó alcances de los productos transgénicos

Ciclo de charlas abordó alcances de los productos transgénicos

El Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Facultad Tecnológica de nuestra Casa de Estudios, continuó con su ciclo de charlas semestrales “Ciencia y Tecnología de los Alimentos” esta vez con el tema “Cultivos transgénicos: Una tecnología para la producción de alimentos”.

 

El principal orador, el director ejecutivo del gremio que agrupa a las firmas agrícolas dedicadas a productos basados en la mejora genética de semillas, ChileBIO, Dr. Miguel Ángel Sánchez, explicó que “cuando hablamos de transgénicos hablamos de genes y proteínas, y no es más que incorporar un gen que carece en este caso una planta o vegetal, para que produzca una proteína que antes no tenía y para que esa proteína a través de su función le entregue una característica que antes carecía”.

 

El experto aclaró que muchas veces se confunde un transgénico con un organismo genéticamente modificado (OGM).

 

“Un transgénico significa que con herramientas biotecnológicas fuimos capaces de tomar un trozo de ADN, transferirlo desde un organismo e insertarlo en otro. En cambio un OGM es aquel que le produjimos algún cambio genético con alguna herramienta biotecnológica”, precisó.

 

Análisis de riesgo

 

Respecto del organismo especializado en regular los transgénicos, Sánchez puntualizó que en Chile “el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG),  dependiente del Ministerio de Agricultura, es el responsable del análisis de riesgo en los transgénicos, es decir, de aprobarlos o no y de concluir sobre la seguridad de esos productos”.

 

Agregó que ese análisis de riesgo “considera factores ambientales, económicos, y riesgos para la salud. Y además se realiza una serie de pruebas que son muy rigurosas”.

 

Asimismo, sostuvo que en nuestro país, “a pesar de lo que muchos creen, no están prohibidos los transgénicos, aunque eso sí está regulada la producción de semillas y está rayada la cancha de qué se puede hacer o no”.

 

En ese contexto, el ejecutivo expresó que cuando los transgénicos han pasado exitosamente un análisis de riesgo “se ha descartado que puedan producir efectos adversos para la salud de las personas y el medio ambiente y por el contrario, presentarían potenciales beneficios para la agricultura, la nutrición y el mismo medio ambiente”.

 

A su vez, lamentó que en el actual debate público “se ignore este proceso que es el análisis de riesgo”.

 

No obstante, acotó, “eso no significa que porque sea transgénico es seguro, un transgénico tiene riesgos y esos riesgos hay que descartarlos sí o sí”.

 

Críticas a los transgénicos

 

En esa línea, ejemplificó que “existen estudios que por ejemplo, sentencian al glifosato, que es un herbicida o insumo que usa un grupo de transgénicos que pueden tolerarlo. Entonces, ya no solo se ataca a los transgénicos en sí, sino que a estos insumos, porque se ha dicho que el glifosato es un producto tóxico que afectaría al medio ambiente y la salud de las personas”.

 

Al respecto, el Dr. Sánchez recalcó que “la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer que es parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) analizó al glifosato y lo categorizó en un grupo (2A) como un compuesto probablemente carcinógeno para humanos. Pero en ese grupo 2A encontramos al mate y las carnes rojas, pero nadie dice nada”.

 

Añadió que “entonces la información se saca de contexto porque lo que quiere decir el estudio significa que si se come mucha carne roja o se toma mucho mate o se expone mucho a este herbicida quizás se contraiga esta enfermedad, solo quizás”.

 

Además, rechazó algunos experimentos realizados con ratones que presentaron tumores tras consumir alimentos transgénicos “porque finalmente se comprobó que esos ratones son propensos a ese tipo de tumores”.

 

Finalmente, el experto destaca que en el proceso transgénico, a través de la biotecnología y la ingeniería genética “son herramientas seguras para el mejoramiento genético vegetal que de todas maneras los análisis de riego tienen que validar antes que los vegetales se comercialicen”.

 

Incluso, aseguró “todos los vegetales que comemos han pasado por un proceso de mejoramiento genético, sin excepción.

 

Temática transversal

 

Por su parte, el director del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de nuestra Universidad, Dr. Francisco Rodríguez Mercado, señaló, como organizador de la actividad que al Departamento que dirige “le interesan las temáticas que sean de discusión nacional, por ejemplo, la primera charla fue sobre la Ley de Etiquetado, y hoy tocamos un tema que no se había profundizado en la Universidad”.

 

En ese sentido, comentó que “la charla del Dr. Miguel Ángel Sánchez nos dio un contexto favorable hacia los transgénicos, porque en la presentación en general se plantea un punto de vista positivo. Ahora él también plantea que hay una visión negativa pero que carece de metodologías científicas que avalen esas conclusiones”.

 

Respecto a la posibilidad de indagar más sobre transgénicos en nuestra institución, el Dr. Rodríguez subrayó que “esta es una temática bastante amplia que involucra varias áreas del conocimiento, por tanto creo que es transversal a la Universidad, y no involucra solamente a nuestro Departamento”.

 

Agregó que “por ejemplo, el tema transgénico va desde el nivel molecular hasta un producto, entonces podría partir por el Departamento de Ingeniería Química que tiene la carrera Ingeniería en Biotecnología. En nuestra Facultad Tecnológica está la carrera de Ingeniería en Agronegocios, y también nuestro Departamento. En nuestro caso, puntualmente, estamos orientados al tema molecular pero enfocado a otras mejoras”.

 

Además, precisó que no se ha indagado directamente en el tema transgénicos, “que es un tema tan controversial pero de cierta forma se acerca a nuestras investigaciones, porque se trabaja con otras estrategias a nivel genético que se pueden operar para mejorar ciertos aspectos de unos productos”, concluyó.

 

Centro Innovo se fija como meta internacionalizar sus empresas incubadas en un período de cinco años

Centro Innovo se fija como meta internacionalizar sus empresas incubadas en un período de cinco años

El próximo 30 de noviembre, el Centro de Innovación y Transferencia Tecnológica, Innovo, de nuestra Casa de Estudios, celebra su décimo aniversario, y lo festejará con una serie de desafíos y actividades que buscan consolidar la gestión del Centro.

 

El director de Innovo, el ingeniero Luis Lino, destaca que en estos diez años el Centro se ha ido consolidando como “generador y articulador de vínculos, de puentes, de conversaciones, hacia la empresa y el mercado en general, pero siempre con una mirada desde la transferencia de la ciencia hacia una aplicación tecnológica que finalmente se transformará en innovación si es que logra penetrar en el mercado”.

 

Es por ello, explica el ingeniero Lino, que la decisión del actual rector del Plantel, Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, de llevar adelante el Centro “fue una apuesta, porque hace 10 años internamente tampoco había mucho conocimiento ni mucha experiencia. La Universidad siempre fue visionaria, pero en esta área había temor. Era muy poco visionario cómo practicábamos la vinculación”.

 

Dos años después de la creación del Innovo, en 2008, nace la incubadora de negocios del Centro, “una unidad específicamente dedicada a la innovación y el emprendimiento, de manera que desde ese momento se comienzan a integrar recursos para ir generando redes, conocer emprendedores, con actividades y programas anuales”, precisa Lino.

 

Cultura del emprendimiento

 

Las ideas o emprendimientos que se recibían en una primera etapa se enfocaron hacia los estudiantes de la Universidad, lo que posteriormente fue derivando hacia todo tipo de público. Actualmente de un total de 32 emprendimientos, el 85 por ciento de ellos son externos al Plantel.

 

En esa línea, Luis Lino advierte que no ha sido fácil difundir y desarrollar una cultura del emprendimiento y la innovación, tanto a los emprendedores como a los inversores.

 

“El desarrollo de esta cultura no es rápida, a veces es a largo plazo, por ejemplo, actualmente el emprendimiento más nombrado en el ecosistema nacional, Diagnochip, es incubado acá, pero ese negocio llegó hace cuatro años, es decir, necesitó varios años para posicionarse”, subraya Lino.

 

Diagnochip está dedicada a mejorar el acceso a la salud de poblaciones de escasos recursos que viven en zonas rurales o donde los recursos médicos son precarios o escasos, a través de kits para realizar antibiogramas rápidos en el punto de atención del paciente con infección urinaria.

 

Otro emprendimiento destacado es Frülz, primera empresa que ofrece al público arilos de granada envasados, negocio que también necesitó algunos años para ser reconocido en el mercado, recalca Lino.

 

Alianzas

 

Por otra parte, el director de Innovo enfatiza que en estos 10 años se han podido establecer alianzas con incubadoras de otras universidades del país.

 

“Las alianzas se crean porque no está el lucro relacionado directamente con los negocios. Entonces aunamos esfuerzos con la Universidad Austral de Valdivia y con la Universidad de La Frontera de Temuco”, puntualiza Lino, agregando que junto a estos planteles tomaron la decisión de “especializarnos como incubadoras de negocios tecnológicos, puntualmente en el área de las ciencias de la ingeniería, de las ciencias de los alimentos, biotecnología y ciencias de la salud, que, por lo demás, están dentro de las más fuertes de nuestra Universidad”.

 

Asimismo, Lino enfatiza que el trabajo del Centro se complementa con la Dirección de Gestión Tecnológica (DGT) de la Vicerrectoría de Investigación Desarrollo e Innovación de nuestra Casa de Estudios, con el fin de aumentar la participación de los estudiantes.

 

“De ahí nace el U. de Santiago Emprende, que es un programa de ambas unidades, que busca incentivar a los estudiantes a emprender y se compone de talleres de orientación, seminarios, concursos, premiaciones y apoyo directo a la innovación y a la gestión del emprendimiento en negocios científicos y tecnológicos”, detalla Lino.

 

El director de Innovo precisa que “tenemos un ingreso proyectado de unos 15 incubados al año, pero algunos caducan, superan los 4 años que dura el convenio o el mercado deja de reaccionar a su propuesta, por lo que egresan unos 10”.

 

Al respecto, sostiene Lino, que “con el concurso From Lab to Market III, que se inició el pasado 19 de mayo y finaliza el próximo 12 de julio, van a ingresar 10 nuevos incubados de base científico tecnológica. Esperamos ver muchos participantes, porque en este concurso se puede optar a 60 millones de pesos”.

 

Desafíos

 

El director de Innovo aclara que el Centro se ha planteado desafíos tanto internos como externos. Al interior del Plantel espera aumentar la cartera de incubados tanto con estudiantes como con ex estudiantes.

 

“Y entre los desafíos externos el más importante es aumentar las ventas de nuestros incubados, que en realidad es un desafío que es parte de la incubadora”, indica Lino, y acota que como Centro se han fijado una meta.

 

“De aquí a unos 5 años más, cuando celebremos el decimoquinto aniversario, nos hemos planteado ser una incubadora con puentes internacionales y que ya hayamos cementado el camino y articulado relaciones internacionales que catapulten a nuestros incubados hacia mercados más grandes, más globales”, acentúa.

 

Y añade que “la idea es empezar a mostrar la calidad de nuestros proyectos y empezar a generar una demostración continua de nuestros proyectos a esas redes internacionales”.

 

Actualmente el Innovo mantiene convenios con incubadoras de universidades de Uruguay y Perú e inició conversaciones con planteles de Brasil. Según explica el ingeniero Lino, “uno de nuestros objetivos es que en los próximos cinco años deberíamos tener un puente mucho más extenso hacia el mercado asiático”.

 

Aniversario

 

Finalmente, el ingeniero Luis Lino enfatiza que el décimo cumpleaños del Innovo, “lo vamos a celebrar haciendo cosas. Para ello realizaremos otros dos seminarios, que se suman al de mayo pasado. El primero tendrá el fin de reunir redes de inversionistas para que expongan qué falta para movilizar mayor cantidad de dinero, esencial para que funcionen los emprendimientos, mientras que el segundo coincide con el aniversario y, por tanto, continuar posicionando el mes de noviembre como el mes del emprendimiento”.

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