“Aporte sustantivo” de nuestra Universidad a la política cultural de memoria y derechos humanos

  • Archivos desclasificados, testimonios de prisión política y documentos que dejan constancia de las violaciones a los derechos humanos durante la Dictadura Militar, digitalizará el Sistema de Bibliotecas de nuestra Universidad. La iniciativa busca aportar a la construcción de la política cultural de memoria y derechos humanos, impulsada por el Gobierno de Chile a través del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, CNCA. La subdirectora del Consejo, Lilia Concha Carreño, agradeció el “aporte sustantivo” que constituyen los planes que tiene a este respecto nuestro Plantel, como la señalada digitalización, en el marco de este rescate histórico.

 




En el Instituto de Estudios Avanzados de nuestra Casa de Estudios (IDEA) se desarrolló el seminario ‘debates e intercambios para la construcción de una política cultural de memoria y derechos humanos’. Ello, como la primera actividad en el marco del convenio con el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, CNCA, para convertir a la Universidad de Santiago en un socio estratégico del Estado para contribuir a la generación de actividades y políticas públicas en DD.HH..

El evento se inició con la lectura de una carta enviada por el ministro de Cultura, Ernesto Ottone, quien no pudo asistir por un imprevisto e ineludible compromiso institucional.

En el documento destacó el valor de la instancia de participación  entre los diversos actores del mundo público, de la sociedad civil, del arte y la cultura, debido a que juntos “concentran esfuerzos, voluntades y experiencias en esta relevante tarea de cumplir, de modo conjunto y colaborativo, una política cultural que promueve el desarrollo humano, integrando nuestro pasado reciente como un aprendizaje futuro”.

“Como país tenemos la obligación del deber irrenunciable de hacer todo lo que esté a nuestro alcance por rescatar y fomentar estas expresiones artísticas y manifestaciones culturales que son muestra de la dignidad humana”, escribió.

El mismo texto explicó que “el rescate de la memoria histórica y del dialogo intercultural como motor de identidad y la defensa de los derechos humanos y respeto por  las minorías, son los principios que desde el 2011 se encuentran contemplados en las políticas culturales de nuestra institución”.

CNCA

Luego, la subdirectora del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, CNCA, Lilia Concha Carreño, señaló que “en conjunto con el IDEA hemos hecho un espacio para la reflexión respecto de cómo podríamos seguir el camino sobre un camino cultural de la memoria”.

Agradeció a la Universidad de Santiago porque se están aunando “esfuerzos y experiencias respecto a la construcción y elaboración de una política cultural”, complementando que “esta alianza académica es un aporte sustantivo en esta misión que tenemos para generar dicha política como servicio”, mencionando las iniciativas que ya han surgido en ese sentido, como la digitalización de documentos.

Con el propósito de hacer efectivo uno de los compromisos en materia de derechos humanos del programa de gobierno de Michelle Bachelet, se constituirá una mesa técnica de trabajo.

Esa instancia estará destinada a proponer y definir políticas relacionadas con los sitios de memoria, en aquellos lugares en que se verificaron violaciones a los derechos humanos en el periodo de la Dictadura Militar.

Expresó que en el Gobierno será un trabajo mancomunado con el ministerio de Defensa; ministerio de Relaciones Exteriores; ministerio de Educación; ministerio de Obras Públicas;  ministerio de Bienes Nacionales, y ministerio de Vivienda y Urbanismo; además del Museo de la Memoria, Instituto de Derechos Humanos y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

Mantener la memoria

El Dr. en filosofía e investigador del IDEA, José Santos Herceg, reafirmó el hecho que “debemos construir una política de la memoria referente a los lugares que fueron usados como centros de detención y tortura”.

“Se habla de una política del olvido, donde se entierra lo que ocurrió como estrategia. Un ejemplo de ello es lo que ocurrió con Villa Grimaldi, donde se borró todo y se hizo un parque por la paz, sin quedar rastro que fue un centro de tortura. Entonces, el Estado debe al menos mantener la memoria, porque si no lo hace, contribuye a que se olvide”, enfatizó.

Destacó que ya avanza sus primeros pasos el registro de documentos de enorme valor histórico, “los que se van a ir digitalizando en el Sistema de Bibliotecas y se pondrá a disposición, de manera online, a la comunidad en general. Allí habrá testimonios de prisioneros y prisioneras por razones políticas, archivos secretos y desclasificados, todo lo cual ampliará la memoria histórica chilena y de América Latina, donde se traerán, por ejemplo, los archivos de la operación Cóndor”.

Museo de la Memoria

La jefa de Museografía y Exposiciones del Museo de la Memoria, María José Bunster, reveló que “sabemos que para poder interpretar y acercarnos a la gente, un vehículo potente es el arte; y no es casual que por medio de exposiciones contemporáneas, tanto chilenas como internacionales, se tensionan y se critican estos temas en que se abren espacios de diálogo”.

“El museo es un espacio de tributación a las víctimas, pero también a todos los chilenos, porque de alguna manera todos fuimos víctimas de lo que fue la Dictadura Militar”, expresó.

Añadió que “la sociedad y las víctimas tienen el derecho a elegir el camino para su sanación, dejando quizás algunas cosas para el olvido, pero ello siempre pasa por la memoria,  jamás por la supresión. Recordar  es un camino de sanación”.

DIBAM

Finalmente, el director (s) de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Dibam, José Cortes, explicó que “el rol de los servicios públicos en este ámbito es ser una institución competente y fundamental en la protección y recuperación en la memoria histórica del país”.

“Es esencial poder tener una amplia política de protección de DD.HH. y memoria histórica , que se puede construir a través de las comunidades, porque las acciones estatales son elementales para proteger la memoria de las comunidades; para que no se borre el respeto al ser humano. Una política de DD.HH. está ligada también a una política de diversidad y respeto a la memoria de los pueblos originarios y de las minorías sexuales”, enfatizó.

 “La eliminación del diario La Nación es un ejemplo de la eliminación de la memoria histórica del país”, concluyó.