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Plantel capacita en Previsión Social a 6 mil estudiantes técnico profesionales

Plantel capacita en Previsión Social a 6 mil estudiantes técnico profesionales

De manera exitosa finalizó el primer curso b-learning: “Seguridad Social y Educación Previsional para la implementación del módulo emprendimiento y empleabilidad”, impartido por la U. de Santiago a través del Centro de Investigación e Innovación en Educación y Tecnologías de la Información y la Comunicación (CIIET), en alianza con el Ministerio de Educación y el Ministerio de Trabajo y Previsión Social.

La iniciativa, que se realizó de manera semi-presencial desde mayo a agosto de este año, contó con la participación activa de 212 docentes de todo el país, con el objetivo de que se apropien de herramientas conceptuales y prácticas respecto del Sistema de Seguridad Social vigente en nuestro ordenamiento institucional y jurídico, desde la perspectiva de derechos sociales, destacando sus formas de organización, regulaciones e instituciones públicas y privadas involucradas.

El cierre del curso -en su modalidad presencial- finalizó el pasado sábado 26 de agosto en dependencias de la Vicerrectoría de Vinculación con el Medio, ocasión en que la subsecretaria de Previsión Social, Jeannette Jara, y la Vicerrectora de Vinculación con el Medio de la Universidad de Santiago, Karina Arias, participaron de un conversatorio con estudiantes sobre el Proyecto de Reforma Previsional.

Respecto al curso, que se espera impacte en alrededor de 6 mil estudiantes, el Rector Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, junto con agradecer el vínculo y confianza depositada por los Ministerios de Educación y Trabajo en su realización, y felicitar a los docentes que participaron manifestó que, “la experiencia en el diseño y ejecución de este curso nos demuestra el valor del trabajo interdisciplinario donde cada actor pone el servicio de una educación pública y de calidad, su conocimiento y expertis”.

Conversatorio sobre Reforma Previsional

Durante el conversatorio realizado en la ViMe, considerado como la tercera y última clase presencial del curso, la Subsecretaria de Previsión Social, Jeannette Jara, en representación del Ministerio del Trabajo, expuso los detalles del proyecto de ley que reforma el sistema de pensiones a más de medio centenar de docentes de liceos técnico-profesionales de la Región Metropolitana, con quienes sostuvo más tarde un debate respecto al rol que debe jugar la solidaridad en el Sistema.

Al respecto, la representante de la cartera indicó que, “potenciar la educación previsional, que es lo que se está haciendo a través de este curso, es algo que se da en el minuto en el que nuestro país enfrenta un importante debate de orden previsional, y para nosotros desde un enfoque de derecho, la educación es fundamental para que las personas puedan opinar libre e informadamente”, indicó.

Destacó además la importancia de llegar a los futuros técnicos profesionales: “ellos van a ser los futuros trabajadores que cotizarán en régimen su 10% y los empleadores su 5%. Es importante, desde ya, que conozcan y compartan los alcances que esta modificación va a tener”.

En la oportunidad, la ViMe Dra. Karina Arias Yurisch agradeció la participación de la personera de Estado en el cierre del curso para profundizar en el área. “Es un tema de relevancia país, y conocer de primera voz como está construida la legislación, es realmente importante para la U. de Santiago, ya que también toma estos temas de seguridad social como parte de su sello”, indica.

Durante su presentación, la subsecretaria dio a conocer los proyectos de ley que conforman la propuesta, entre ellos, la reforma constitucional que creará el Consejo de Ahorro Colectivo; el proyecto que establece una nueva cotización de 5% de la renta imponible, con cargo al empleador, que dará origen al Nuevo Ahorro Colectivo y que será administrada por el citado Consejo; y una tercera iniciativa legal, que buscará realizar modificaciones al marco regulatorio de funcionamiento de las AFP.

Consolidación del curso

Desde sus inicios, la U. de Santiago posee un largo vínculo con la formación Técnico Profesional, vinculados estrechamente con el desarrollo de miles de chilenos que han pasado por sus aulas. Así también, forma parte del futuro que estratégicamente asume el Estado, en la construcción de nuevos centros de formación técnica en la Región Metropolitana, y de los cuales nuestra Casa de Estudios forma parte como entidad asesora.

Según explica el Dr. Juan Silva, director del Centro de Investigación e Innovación en Educación y TIC (CIIET) de la U. de Santiago que lidera la iniciativa, surge tras ser contactados por el Instituto de Previsión Social para la implementación del curso, que consistió en una etapa de diseño y su posterior ejecución.

Durante el periodo en que se extendió el programa, el Ministerio del Trabajo y Previsión Social otorgó el conocimiento experto en la materia; el Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP) del Mineduc, apoyó en la convocatoria y gestión del curso; y el CIIET, otorgó su expertis y logística para transformarlo en un curso online, proveyendo todos a los profesores de competencias en el área de seguridad social, para que ellos a su vez lo trabajen con sus estudiantes.

El curso estuvo dirigido a docentes de la Educación Media Diferenciada Técnico Profesional, y contó con apoyo tutorial, es decir, un experto que les acompaña en el desarrollo del curso, respondiendo a sus consultas tecnológicas y pedagógicas, retroalimentando sus actividades, y calificando aquellas no automatizadas.

En cuanto a la iniciativa, el Dr. Juan Silva sostiene que, “hay bastante compromiso y participación, en una temática que es interesante para los profesores con conocimientos actuales. Como Universidad, nos estamos posicionando en un tema que hoy está en la agenda nacional”, afirma.

El programa finalizará con una etapa de acompañamiento al proceso de implementación que realizarán los profesores de establecimientos Técnicos Profesionales dentro de sus unidades educativas.

Académicos del Plantel son convocados a innovar en área de alimentos saludables

Académicos del Plantel son convocados a innovar en área de alimentos saludables

La alimentación saludable se ha convertido en una tendencia global que está generando una creciente demanda de alimentos inocuos, naturales y capaces de contribuir a reducir el riesgo de enfermedades. Las condiciones fitosanitarias y agroclimáticas de Chile le dan una ventaja para acceder a un potencial mercado de exportación y convertirse en un referente mundial de esta industria. Para ello debe acelerar el paso hacia una economía basada en el conocimiento, la innovación y la sustentabilidad, tarea a la que contribuye el programa Transforma Alimentos de Corfo.

El pasado lunes (21) el Dr. Francisco Rossier, director de Innovación del Programa Estratégico Nacional en Alimentos, visitó nuestra Casa de Estudios para informar los detalles de la convocatoria tanto a los académicos y empresas interesadas en participar.

Según explicó este instrumento viene a complementar el resto de las acciones de este programa, donde el foco había estado principalmente en habilitar más infraestructura.

“El siguiente paso es motivar a las industrias. Hay 71 empresas que ya están participando del programa, pero de un universo de 20 mil, entonces esto de posicionar a Chile dentro de los referentes no va a ocurrir desde las universidades, no va a ocurrir desde la intencionalidad del programa, va a ocurrir desde las industrias que tomen la bandera de llevar a Chile más adelante”, comentó.

Aunque aclaró que transformar a Chile en potencia alimentaria requiere de la participación del programa y de las universidades, actores claves en este proceso.

Por otra parte, destacó el rol de la Universidad como gestor tecnológico y, en especial,  el trabajo de Co-Inventa, plataforma que fomentará un ecosistema de innovación colaborativa,  que entregará soluciones tecnológicas con el fin de diversificar y sofisticar sus productos en el ámbito de los alimentos y que cuenta con el apoyo de  Corfo.

“Co-Inventa tiene un portafolio de proyectos grande, entonces son varios temas los que abordan (…). Impactan en todas las partes de la cadena a partir de las tecnologías que están desarrollando, ahora el desafío es lograr que una vez que empiecen a mostrar los resultados puedan impactar en más empresas que ven en ellos un buen referente”, indicó.

A nivel institucional, la Dirección de Gestión Tecnológica, DGT, de la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo e Innovación está recibiendo propuestas de perfiles para participar de esta convocatoria y recibir asesoría y apoyo institucional.

En la actividad también estuvo presente Claudia Gotschlich, de la gerencia de operaciones de Corfo.

Sobre la convocatoria

Este llamado tiene por objetivo apoyar la realización de proyectos de innovación que promuevan la agregación de valor de la materia prima proveniente del sector agrario nacional, para fortalecer la industria de alimentos saludables.

Los proyectos deben ser de carácter piloto para poder sentar las bases técnicas y de inversión para interés público o mercado y estar orientados a lo menos a una de las siguientes líneas temáticas: Agregar valor a la materia prima de la industria, incorporación de tecnologías innovadoras para agregar valor a la industria, desarrollo de modelos innovadores para la gestión de calidad e inocuidad de los alimentos, desarrollo de servicios tecnológicos que contribuyan a dar soporte a la industria de alimentos y desarrollo de modelos innovadores para potenciar la cadena de valor de los alimentos

Cierre de convocatoria miércoles 4 de octubre, más información en el correo dgt@usach.cl(link sends e-mail) o la página web www.dgt.usach.cl.

Ministro de Economía visita Cedenna y convoca a empresarios a invertir en innovación

Ministro de Economía visita Cedenna y convoca a empresarios a invertir en innovación

En una visita al Centro para el Desarrollo de la Nanociencia y la Nanotecnología (Cedenna), entidad encabezada por la Universidad de Santiago de Chile, el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, destacó el trabajo que realizan los científicos de este establecimiento en la búsqueda de soluciones para mercados tan diversos como la minería, medioambiente, alimentación, acuicultura y cosmética.

Según el secretario de Estado, el foco estratégico del quehacer de este centro albergado en el plantel estatal está plenamente en sintonía con la política gubernamental de transformar a la investigación, el desarrollo y la innovación en aspectos fundamentales para el crecimiento de la economía. En este esfuerzo, afirmó Céspedes, es necesaria la inversión del sector privado. “Necesitamos que las compañías vean en este tipo de centros un motor fundamental de la competitividad”, enfatizó.

En esta misma línea, el ministro sostuvo que Chile debe ser capaz de diversificar y sofisticar su matriz productiva, a través de la producción de bienes y servicios con un mayor valor agregado. “Es muy importante que nuestras empresas reconozcan en estos centros una potencial fuente de generación de ideas, conocimiento y nuevos productos que puedan permitirles adquirir mayor competitividad”, añadió.

El Rector de nuestro Plantel, Dr. Juan Manuel Zolezzi Cid, valoró la visita del ministro Céspedes al centro de investigación, sobre todo porque pudo comprobar personalmente la importancia y la colaboración que Cedenna podría prestarle al sector productivo. “Estoy seguro que más de alguna de las tecnologías que pudo revisar le va a llamar la atención al ministro y seguramente que también la considerará para el futuro productivo del país”, dijo.

Según datos proporcionados por Cedenna, la inversión en investigación y desarrollo en nanotecnología en 2012 en todo el mundo fue de US$ 18,5 billones, y la venta mundial de nanoproductos superó los 1.410 billones de dólares en dicho año.

Innovación made in Chile

Cedenna fue creado en septiembre de 2009, durante el primer mandato de la Presidenta Michelle Bachelet. El proyecto quedó entre los cinco Centros Científicos y Tecnológicos de Excelencia, ganadores del concurso de financiamiento basal de Conicyt. Actualmente, en las instalaciones del centro, donde trabajan más de 60 científicos de nueve universidades chilenas, se realiza investigación de alto impacto para el país. Es así como se desarrollan envases de última generación para alimentos, soluciones en el ámbito de la nanobiomedicina y el medio ambiente, entre otros.

La tendencia global del mercado de productos nanotecnológicos estima que para 2018, la cifra de ingresos alcanzará los US$ 3.5 trillones. Ante la importancia que está adquiriendo la nanociencia –según estimaciones proporcionadas por Cedenna los ingresos de este mercado alcanzará en 2018 los US$ 3,5 trillones- la directora del centro, Dra. Dora Altbir, reiteró la importancia de que las empresas “recurran a la nanotecnología cuando quieran resolver problemas complejos e inalcanzables para la tecnología actual”.

“Lo que hacemos en Cedenna es generar desarrollos que puedan tener un impacto concreto en diferentes sectores comerciales del país”, afirmó la investigadora. Por esta razón, el centro trabaja hoy en sectores importantes para Chile como la minería, la alimentación y el medio ambiente.

De acuerdo a la Doctora en Física, el centro “está aportando soluciones que permiten resolver problemas de alta complejidad tecnológica que tienen las empresas”, cuestión que además ha sido reconocida mundialmente.

En tanto, el Rector de la Universidad de Santiago, Dr. Juan Manuel Zolezzi, destacó la visita del ministro a este centro de investigación orientado al desarrollo nanotecnológico para el sector productivo, donde no sólo se le dará cuenta de sus avances de manera teórica, sino que él lo podrá comprobar de manera personal. “Más de alguna le va a llamar la atención para el futuro productivo del país”, aseguró.

Productor de Pajarete recibe Medalla de oro con su vino estrella

Productor de Pajarete recibe Medalla de oro con su vino estrella

Ernesto Perfecto se llama el vino pajarete tinto que fue galardonado en los Catad’Or  Wine Awards 2017, competencia anual de vinos y espirituosos de mayor trayectoria en Chile y una de las más célebres de Latinoamérica. Esta versión tuvo entre sus galardonados a Eduardo Cortés, pequeño productor del Valle del Huasco, cuyo producto recibió medalla de oro, ubicándose en el lugar número 74 de la competencia nacional. Reconocimiento que visibiliza el rol social que tiene esta Casa de Estudios, ya que a través de la ciencia y la tecnología se ha podido contribuir a mejorar su proceso de producción.

“Ha sido el reconocimiento más importante que he recibido en mi vida”, señala emocionado a sus 68 años en la Sala Claudio Arrau del Teatro Municipal de Santiago donde se realizó la premiación el pasado lunes (10).

Además agrega que “el principal apoyo que hemos tenido ha sido de la Universidad de Santiago, si no fuera por esta Institución y el trabajo de la Dra. Angélica Ganga no estaría consiguiendo estos logros”.

Por ahora, Eduardo Cortés plantea que el principal problema que se les presenta son las dificultades económicas que tienen para comercializar el producto, por lo que espera que este reconocimiento les permita conseguir el apoyo necesario para que su vino pajarete tinto alcance nuevos mercados.

 

Una tradición familiar

 

La producción de este vino es una tradición familiar proveniente de sus abuelos, recuerdos que tiene en su memoria y también en los registros documentales que tiene en su poder, dentro de los cuales se encuentra una boleta de 1922 donde se demuestra que el vino era vendido a un peso de la época.

“Me críe con el vino pajarete en la mesa, el abuelo siempre estaba produciendo vino de manera artesanal. Después de un tiempo yo seguí la tradición familiar, produciendo vino con la uva país (negra) en pocas cantidades para regalar en eventos familiares hasta que la Universidad me descubrió”, explica.

Su idea es seguir trabajando y para ello ya cuenta con un vivero de uva país, plantación que pretende aumentar durante este año para incrementar la producción de Ernesto Perfecto, nombre del vino que rememora a su abuelo.

 

Ciencia y tecnología con impacto social

 

La Dra. Angélica Ganga, académica del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos (DECYTAL), desde el año 2012 trabaja con pequeños productores de la zona gracias a fondos adjudicados a través del Gobierno Regional de Atacama y Corfo, lo que le ha permitido al plantel entregar una serie de herramientas científicas y tecnológicas que han recuperado este producto tradicional chileno.

“Es un logro y reconocimiento para ellos en la calidad de sus productos, para que crean en lo que hacen. Para nosotros como Universidad es parte de la misión que tenemos: llevar la ciencia y nuestra experiencia para que la gente que no tiene esa facilidad, que no tiene profesionales que los puedan ayudar, puedan sacar un producto de calidad”, indica la académica.

Para la experta este reconocimiento demuestra que trabajar a conciencia y en equipo es importante para visualizar un producto como este.

 

Competencia

 

Con 22 años de existencia, Catad’Or Wine Awards Santiago de Chile convoca a las viñas productoras y exportadoras de Chile y América, y desde 2015, premia a los espumantes del cono sur. Además, este año incorporó a los pequeños productores de vino para rescatar el patrimonio inmaterial de la cultura vitivinícola del país.

Este prestigioso concurso cuenta con el patrocinio de la Organización Internacional de la Viña y del Vino (OIV), reuniendo a un jurado internacional y residente que conformará un panel con 42 especialistas  proveniente de 12 países del mundo.

Avanzan proyectos que buscan alimentar a la población en forma saludable y equitativa

Avanzan proyectos que buscan alimentar a la población en forma saludable y equitativa

  • Los trabajos impulsados por el Departamento de Gestión Agraria de la Facultad Tecnológica y el Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Cecta) “Biopesticidas en base a saponinas de quínoa”, “Valorización agroindustrial de subproductos de la quínoa”, ambos desarrollados en la Región de O’Higgins, y “Habilitación de productores hortícolas de la Región Metropolitana para la elaboración de productos IV gama”, muestran importantes resultados, entre ellos la elaboración de un biopesticida en base a los residuos del grano de quínoa, y el uso comestible de la hoja del pseudocereal.
  • El académico del Departamento de Gestión Agraria, Luis Sáez Tonacca, y director de las iniciativas, que son financiadas por el Fondo para la Innovación de la Competitividad (FIC-R), explica que el propósito de los proyectos “es alimentar a la población en forma saludable y equitativa, todos tienen que tributar a esa línea de investigación. Nuestra preocupación se centra, más que en el rendimiento de la producción, en tratar de mejorar la distribución de los alimentos”, concluye.

 

Importantes avances muestran los proyectos impulsados por el Departamento de Gestión Agraria de la Facultad Tecnológica y el Centro de Estudios en Ciencia y Tecnología de los Alimentos (Cecta), que fueron adjudicados a fines de 2015, y que tienen como propósito alimentar a la población en forma saludable y equitativa.


El primero de ellos, “Biopesticidas en base a saponinas de quínoa”, proyecto FIC (Fondo para la Innovación de la Competitividad) 30343624-0 por tres años, se desarrolla en la región de O’Higgins cuyo objetivo es aprovechar los residuos del grano del pseudocereal para luego, a través de un proceso, generar un pesticida natural que ayude al cultivo de las vides.


Para ello, la Universidad se asoció con la empresa procesadora de quínoa Promauka, que ha facilitado los residuos de la planta, los que normalmente son desechados.


El académico del Departamento de Gestión Agraria, Luis Sáez Tonacca, y director de la iniciativa, explica que actualmente se logró aislar la saponina, que es una sustancia amarga muy similar al jabón o los detergentes, y ya se comenzó el período de pruebas.


“Dentro de la etapa de hacer el prototipo, estamos probando, sacando los extractos. El extracto vamos a probarlo in vitro con un modelo de nematodos (parásitos de plantas), y después en terreno con un modelo de viña, que es un rubro relevante en la región de O’Higgins, que además tiene serios problemas de nematodos”, precisa.


Asimismo, sostiene que “estamos seguros que el biopesticida va a matar los nematodos, no obstante, es totalmente agroecológico, no tiene uso de químicos, por tanto, es amigable con el medioambiente. Ahora estamos indagando cuáles son las dosis que vamos a tener que aplicar para que tenga efecto en las plantas”.


El profesor Sáez aclara que la iniciativa es inédita y solo había precedentes de investigaciones similares con el quillay.


“Solo hay un producto similar a partir de la corteza del quillay, pero a diferencia de este árbol, que está en peligro de desaparecer, la quínoa tiene mayor disponibilidad. En nuestra investigación encontramos cultivos de quínoa en la región de O’Higgins a nivel del mar, como Pichilemu y Paredones, incluso hemos encontrado cultivos en la Araucanía y Chiloé”, subraya.


Según el investigador, los primeros beneficiarios van a ser los cerca de 60 pequeños agricultores productores de quínoa de la zona, que tendrán la posibilidad de recibir un mejor precio por su producto.


“Después, los pequeños o medianos productores de viñas o de vides, que son entre 30 y 50, van a ser beneficiarios del producto final, que les va a ayudar a reducir uno de los grandes problemas que tienen actualmente que es el ataque de nematodos, que les hace caer fuertemente la producción”, asegura.

 


Ensalada con hojas de quínoa

El segundo proyecto, “Valorización agroindustrial de subproductos de la quínoa” (FIC 30429825-0, por tres años), también desarrollado en la región de O’Higgins, intenta fomentar el cultivo del pseudocereal, dándole nuevos usos, además del grano, al usar, por ejemplo, la hoja de la planta para ensaladas.


“Las investigaciones están centradas sobre la producción de grano de quínoa, entonces nos preguntamos qué pasa con el resto de la planta, si es posible consumir la hoja como una hortaliza. Y nos dimos cuenta que tiene un sabor agradable, parecido a la rúcula y el berro, pero a diferencia de la semilla no hay que procesarla. De hecho, la hoja basta con lavarla”, indica el profesor Sáez.


De la misma manera, el investigador puntualiza que de acuerdo con estudios preliminares propios, la ensalada de quínoa es “muy atractiva”, y la gente está dispuesta a consumirla. “Además, según el análisis nutricional tiene del orden del 25 a 26 por ciento de proteínas, porcentaje superior a las que tiene el mismo grano”, recalca.


Actualmente la investigación se centra en qué época del año o cuál es el momento adecuado para cosechar la hoja y en qué zona del país se puede cultivar. “Hemos investigado que se puede cosechar la hoja en las primeras fases del desarrollo de la planta, pero tenemos que determinar cuándo dejar de cosechar la hoja y seguir con el grano”, precisa.


En nuestro territorio,  la quínoa se siembra a principios de la primavera entre septiembre y octubre, y crece solo con el agua de las lluvias, sin necesidad de riego. El grano cosecha entre febrero y marzo, pero luego hay un periodo de seis meses sin cultivos.


“Entonces esperamos que los agricultores pudieran hacer un segundo cultivo, en ese mismo suelo. Con ello se valoriza más el suelo, la finca o predio, y al mismo tiempo la planta”, comenta el profesor Sáez.


Posteriormente, los investigadores indagarán la factibilidad de que el tallo, el rastrojo, y las raíces de la planta también sean comestibles. A su vez, ya realizaron pruebas con la harina de la hoja de quínoa.


“Procesamos las hojas y la harina que resultó, que mantuvo altas cantidades de proteínas, la incorporamos con harina de avena en galletas, y funcionó bastante bien. Por tanto, estamos evaluando la harina de hoja tanto para consumo humano como animal, y todos los usos gastronómicos que puedan tener la harina y la hoja fresca”, recalca.


En ese contexto, el profesor Sáez enfatiza que “entonces la planta ahora tendrá un doble propósito, la hoja y el grano, por tanto los productores de quínoa tendrán más fuentes de ingresos”.

 


Capacitación a pequeños agricultores

El tercer proyecto, “Habilitación de productores hortícolas de la región Metropolitana para la elaboración de productos IV gama” (GORE BIP 30442786-0, por 18 meses), es la continuidad de un proyecto desarrollado por investigadores del Cecta (“Diseño de un sistema de desinfección y envasado que permita aumentar la vida útil de hortalizas procesadas en la Región Metropolitana”, de 2011), que probó distintos protocolos para reducir la carga microbiana de hortalizas, como las lechugas, el repollo y las zanahorias.


En línea con las anteriores investigaciones, el proyecto pretende que los pequeños productores agrícolas de la zona central, en este caso de comunas como Colina, Lampa, Til Til, Talagante, El Monte, Melipilla y Buin, puedan ofrecer al mercado hortalizas saludables.


Cabe señalar que los productos de IV gama son hortalizas frescas mínimamente procesadas listas para consumir, que habitualmente se pueden encontrar en bolsas plásticas en las ferias libres.


El profesor del Departamento de Gestión Agraria, y gestor de innovación de las iniciativas, Carlos Díaz Ramírez, explica que el propósito es capacitar a los pequeños agricultores traspasándoles la preocupación por la inocuidad durante toda la cadena de producción y distribución de las hortalizas, hasta llegar al consumidor.


“Queremos enseñarles que lo que están haciendo es innovación y cómo la pueden seguir realizando, además de cómo realizar la comercialización de sus productos, a través de una metodología de mercados simulados”, expresa.


Junto con ello, comenta que esperan generar grupos de agricultores dentro de la región, y que puedan conectarse. “Que sientan que no están aislados, que hay otros agricultores con problemas similares. Posteriormente queremos incorporar a profesionales y asesores técnicos, para que trabajen con ellos y le den sustentabilidad a estas redes, una vez finalice el proyecto”, puntualiza.


Cabe destacar la participación en los proyectos de los académicos del Cecta, profesores Lina Yáñez Catalán, Dr. Claudio Martínez Fernández, y Dr. José Luis Palacios Pino.

 


Otros proyectos

Del mismo modo, el equipo que dirige el profesor Luis Sáez mantiene una amplia cartera de proyectos que aprovechen al máximo las cualidades de la quínoa, entre ellos, la elaboración de un “snack” con la harina del grano del pseudocereal, que entre sus cualidades no contiene gluten.


“En el proceso de extrusión se comprime la harina con o sin calor, lo que produce cambios funcionales. Se puede combinar con distintos tipos de harinas e ingredientes, y presentar de diversas formas, salada, dulce, hojuelas, o barras de cereal, y eso es lo que vamos a probar y a evaluar la aceptabilidad de los consumidores”, señala el profesor Carlos Díaz.


El proyecto ya fue aprobado por el Fondo para la Innovación de la Competitividad, y tendrá una duración de 18 meses. Igualmente, trabajan para definir los “desiertos agroalimentarios” en las regiones Metropolitana y de O’Higgins. “Son espacios en las ciudades o en las localidades rurales, donde la población, por distintos motivos, no tiene acceso fácil a la alimentación”, indica el profesor Sáez.


En concreto, todas las iniciativas se sostienen en una visión de agricultura sustentable.


“Los proyectos están conectados en cómo generamos circuitos comerciales alternativos, y que a su vez sean más sustentables, que generen menos residuos, que sean más equitativos, y que generen productos saludables que estén pensados en la población, más que en la generación o maximización de rentabilidad”, comenta el profesor Carlos Díaz.


Mientras que el profesor Sáez recalca que el propósito de los proyectos “es alimentar a la población en forma saludable y equitativa, todos tienen que tributar a esa línea de investigación. Nuestra preocupación se centra, más que en el rendimiento de la producción, en tratar de mejorar la distribución de los alimentos”, concluye.

U. de Santiago marca hito en vínculo Universidad y Empresa a través de convenio con multinacional

U. de Santiago marca hito en vínculo Universidad y Empresa a través de convenio con multinacional

  • El acuerdo recién establecido cubre tres ámbitos: transferencia tecnológica e innovación; tendencias en innovaciones y tecnologías a nivel  internacional; y vinculación académica, y gracias a él, la Dirección de Gestión Tecnológica (DGT) apoyará el quehacer de nuestra Casa de Estudios, fortaleciendo los nexos con la industria para lograr una colaboración proactiva en términos de oferta y demanda de I+D. Este convenio beneficia tanto a los académicos como a los estudiantes del Plantel, quienes contribuirán con su conocimiento al desarrollo de mejores soluciones para Elecmetal, empresa especializada en soluciones integrales para el mercado de la minería y que cuenta con 100 años de trayectoria en el país. 

 





Nuestra Casa de Estudios marca un hito en la relación Universidad-Empresa gracias a un convenio de colaboración con ME Elecmetal, empresa especializada en aportar soluciones integrales al mercado de la minería y que cuenta con 100 años de historia en el país. Esta alianza, enmarcada en ocho puntos estratégicos, permitirá instalar nuevas capacidades en esta compañía en materia de ciencia y tecnología, agregando nuevo valor a las soluciones que ofrecen a sus clientes, labor en la que esta Casa de Estudios contribuirá con la experiencia de sus  investigadores, estudiantes y una serie de tecnologías creadas a partir del conocimiento desarrollado en este Plantel.

Francisco Zúñiga, Ingeniero de aplicaciones de ME Elecmetal y egresado de nuestra Universidad, plantea que tienen altas expectativas del trabajo que se puede generar entre ambas instituciones. Según explica, analizaron el contexto nacional de este tipo de vínculos y existen antecedentes previos a nivel país donde incluso el gobierno, a través de Corfo, está realizando un esfuerzo importante, por lo que la idea de ellos es aprovechar las virtudes de este tipo de alianzas.

“Este vínculo con la Universidad de Santiago de Chile nos permite dar una mejor respuesta a las necesidades de la industria minera, a partir del desarrollo tecnológico, investigación y estudios que nos pueda reforzar esta Universidad. Nos permite generar frente a la industria y sociedad: dar cumplimiento a la misión y visión de la empresa, diferenciación, compromiso, profesionalismo, mejores respuestas y antecedentes”, comenta Zúñiga.

Por su parte, Osvaldo Quiroz, Gestor de Transferencia Tecnológica  y Redes de la Dirección de Gestión Tecnológica, plantea que hay desafíos por cumplir como lo es instalar una cultura de innovación tanto dentro de la Universidad como en la empresa, donde además, de la identificación de requerimientos en innovaciones, ciencia y tecnologías, la instalación de una orgánica de vinculación como es el comité de innovación en Elecmetal, labor en la que la DGT y los académicos de esta Institución participarán para hacer funcionar un círculo virtuoso en transferencia tecnológica, que en inglés se conoce como matching business.

A lo anterior, el ingeniero comercial y economista añade que “contar con vínculos más estrechos y estables con las empresas, permite generar un círculo virtuoso en su actividad académica y de investigación, por cuanto estudiantes que hacen prácticas, tesis, y alumnos de doctorado, quienes aportan conocimientos a la empresa, generan retroalimentación positiva hacia la Universidad para mantener vigente y actualizado el curriculum académico y la investigación; asimismo, I+D y ciencia aplicada generada en la Institución pueden ser mejoradas con la mirada de la empresa que pertenece a un entorno productivo y de mercados internacionales”.

Respecto al aporte de esta Casa de Estudios, el ingeniero considera que el Plantel contribuirá con un cuerpo docente y de investigadores, el alto nivel de sus estudiantes, infraestructura, entre otros aspectos.

Añadiendo que “uno de los motivos que nos llevó a desarrollar el vínculo con la Universidad de Santiago, es que en la industria minera el profesional de esta Casa de Estudios es reconocido por ser un profesional que ‘hace mucho’, acciona, hace que las cosas pasen, y hoy lo que se busca es hacer y concretar de manera bien dirigida”.

Plan de Trabajo 2017 

El pasado viernes 13 de enero fue presentado el Plan de Trabajo 2017 ante un grupo de investigadores de diferentes facultades, entre ellas Ingeniería, Ciencia y Química y Biología, quienes se mostraron altamente interesados en proyectar esta propuesta en el tiempo y lograr un impacto positivo en el mundo de la industria nacional mirando también el escenario mundial, pues están convencidos que las capacidades científicas y tecnológicas de la Universidad pueden aportar en diferentes ámbitos.

Este acuerdo consta de varios puntos de trabajo que comprenden actividades de I+D y transferencia tecnológica, ejecución de proyectos conjuntos, realización de conferencias, seminarios y mesas de trabajo, proyectos con alumnos de Doctorado y Post-Doctorado, acuerdos de asesorías especializadas y uso de laboratorios de la Universidad,  apoyo en el desarrollo de contenidos de asignaturas, realización de prácticas profesionales, realización de memorias y tesis de grado, conferencias de profesionales Elecmetal, vínculos internacionales con la red de esta empresa, visitas técnicas, y otros temas definidos de mutuo acuerdo en el tiempo.

Dispositivo desarrollado en el Plantel optimizará tareas de la industria minera

Dispositivo desarrollado en el Plantel optimizará tareas de la industria minera

  • Se trata de un proyecto liderado por el Dr. Miguel Maldonado (en la fotografía) y co dirigido por el Dr. Luis Magne, ambos del Departamento de Ingeniería Metalúrgica, quienes buscan desarrollar un conector que registre mediciones de los minerales que son explotados en el campo de la minería. Esta tecnología aumentará la eficiencia de los recursos, debido a que en la  actualidad se utilizan dispositivos de  alto costo y, en otros casos, desarrollan labores de manera parcial.

 






Medir en tiempo real y en línea la densidad que contienen las pulpas minerales que se encuentran en dispersiones aireadas, utilizando un dispositivo que controla la adición de agua en puntos específicos del circuito y optimiza su consumo, es el objetivo de la iniciativa liderada por el Dr. Miguel Maldonado, director del Proyecto y Programa MSCM/Metalurgia Exctractiva, co-dirigida por el Dr. Luis Magne, Director de Gestión Tecnológica de la Vicerrectoría de Investigación, Desarrollo e Innovación,  y que cuenta con participación del académico del Departamento de Ingeniería Química, Dr. Francisco Cubillos.

El proyecto que se realizará en dos etapas, divididas en Ciencia Aplicada e Investigación Tecnológica, comenzó en noviembre del 2015 tras adjudicarse el III Concurso Idea de Conicyt, recibiendo cerca de 80 millones de pesos provenientes de Fondos de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef).

En palabras del líder de la iniciativa, el Dr. Miguel Maldonado, de resultar positivos los resultados de la investigación beneficiaría de manera importante a la industria minera y al medio ambiente. “Una de las principales debilidades que tenemos en la industria minera es que tenemos muy pocas mediciones, y sin medir bien nuestros procesos, es difícil poder optimizarlos, no sólo para obtener más cobre, si no para optimizar los recursos naturales, ser amigable con el medio ambiente. Entre más variables podamos medir y conocer el estado de nuestros procesos, podremos tomar mejores decisiones”, sostiene.

Antecedentes del proyecto

El proyecto Fondef surge a raíz de otras investigaciones lideradas por los académicos del Plantel, siendo considerado un spin-off de ellos. El primero, se trata de un proyecto FONDEF, denominado “Desarrollo de sistemas de medición en línea del contenido de aire para la optimización del proceso de flotación”, adjudicado durante el año 2014, para el cual actualmente uno de los estudiantes de la Carrera se encuentra realizando su práctica profesional en la minera Angloamerican Las Tórtolas, donde está probando el dispositivo.

El otro, se trata del proyecto Innova CORFO “Validación y empaquetamiento de sensor para la medición en línea y tiempo real del contenido volumétrico de gas e dispositivos de flotación de minerales”, que se encuentra en etapa de validación industrial, y espera finalizar en agosto del 2017. En este proyecto, un estudiante de Magíster en Ciencias de la Ingeniería, se encuentra realizando su tesis en la planta Los Pelambres de Antofagasta Minerals, quien está probando el sensor de medidor de gas.

Según explica el Dr. Miguel Maldonado, quien es además profesor asociado del Departamento de Ingeniería en Metalúrgica, “a partir de ambos estudios nos dimos cuenta que teníamos la potencialidad de poder medir esta nueva variable, y viene de alguna forma a proporcionar una nueva tecnología a la que se utiliza actualmente, que son densímetros nucleares, que tiene como desventaja ser cara, que requiere de personal especializado para su manejo, posee cierto grado de peligrosidad, por lo que creemos que ésta puede ser una alternativa”, indica.

Aplicación del dispositivo y beneficios

Durante el procesamiento de minerales como el cobre, que es el principal recurso natural explotado en nuestro país, la industria minera debe procesar la pulpa que se compone del mineral molido y agua formando una suspensión que permite otorgarle una clasificación. En ese proceso, es importante determinar la densidad de la pulpa, que otorga una idea del peso de mineral, volumen de agua y peso del agua, para obtener un buen manejo y control, favoreciendo la concentración de minerales.

Para ello, los investigadores buscan incorporar un dispositivo sumergible no nuclear, que incluye dos componentes: una celda de exclusión de gas y un flujómetro Coriolis, permitiendo medir la pulpa en sistemas aireados, donde el aire se encuentra en forma de burbujas.

Entre los principales beneficios, según explica el Dr. Maldonado, se encuentra que “al conocer la densidad de la pulpa se puede dosificar el agua de manera más eficiente ya que es un recurso escaso para nuestras operaciones mineras. Actualmente, la única alternativa que hay es a través de los densímetros nucleares, o realizar esta inyección de agua de manera no controlada”.

El investigador espera que “al incorporar este sensor se pueda manejar el recurso hídrico de una manera más eficiente y mejorar los procesos. Además beneficiaría la industria metalúrgica mediante la reducción de costos, a través del uso eficiente del agua o del uso eficiente de los reactivos químicos que se utilizan, mejorando también las recuperaciones de cobre”, explica.  

Según sostiene el investigador, el proyecto posee altas probabilidades de éxito, luego que resultaran positivas las investigaciones que lo anteceden. La investigación tendrá una duración de hasta 2 años, y se desarrollará en 2 etapas: Ciencia Aplicada, en donde se realizará la Investigación y Desarrollo que busca validar las pruebas de concepto, modelos o prototipos evaluados en condiciones de laboratorio; y la segunda etapa, que consiste en Investigación Tecnológica, en donde se espera validar y empaquetar las tecnologías para que puedan ser transferidas, licenciando la tecnología a alguna empresa que desee comercializarla o patentar el desarrollo.

El proyecto cuenta también con el apoyo de la empresa alemana, KROHNE, a través de su representante en Chile TIAR Ltda, la cual proporcionará un flujómetro Coriolis de última generación, para medir con alta exactitud la densidad de un fluido que pasa a través de él. El sensor, llegará en las próximas semanas a la Universidad, y tiene un valor superior a los 16 mil euros y permitirá en los próximos meses empezar las primeras pruebas de evaluación.

Académicos del Plantel detectan falencias en usabilidad de tecnologías en educación

Académicos del Plantel detectan falencias en usabilidad de tecnologías en educación

  • La Investigación “Impacto de las tecnologías según la percepción de las personas”, desarrollada por académicos de la Facultad Tecnológica, establece que si bien el 75% de los encuestados utiliza la tecnología en la educación,  hay un 55% considera que los docentes manejan las Tecnologías de la Información y Comunicación sólo como elemento de impacto que no necesariamente contribuyen a incrementar la calidad.

 

 




Un equipo multidisciplinario de la Universidad de Santiago, liderado por el decano de la Facultad Tecnológica, Gumercindo Vilca Cáceres, y el vicedecano de Docencia de la misma, Dr. Arturo Rodríguez García, realizó el estudio “Impacto de las tecnologías según la percepción de las personas”, con el objetivo de reflexionar sobre cómo, en los últimos 15 años, las tecnologías han adquirido la característica de invasivas respecto de la vida cotidiana de las personas.

“Existe un permanente uso de artefactos tecnológicos por parte de los estudiantes y también en el ejercicio de la profesión”, explica el decano Vilca. “Sin embargo, los usuarios no tienen una claridad respecto del impacto que les genera. Es ahí donde nace nuestra inquietud por investigar ese fenómeno”, agrega.

Por su parte, el vicedecano Rodríguez plantea que “es importante diferenciar los impactos reales de lo que las personas perciben como tal. La realidad es una cosa y la percepción es otra”. En ese sentido, detalla que “precisamente nuestro objetivo era determinar qué percepción existe en cuanto a los buenos o malos impactos que han generado las tecnologías en el aspecto educativo de las personas”.

Beneficios y perjuicios del uso tecnológico

El estudio se basa en entrevistas aplicadas a alrededor de 1.300 personas de las comunas de Puente Alto, Ñuñoa y Las Condes, en la Región Metropolitana, considerando un balance en los aspectos etáreos y de género para evitar distorsiones. Todo esto, sobre la base de doce preguntas y una escala de valores de cinco niveles.

El sondeo, desarrollado en el marco de un proyecto Dicyt de Opinión Pública, muestra que el 75% de los encuestados utiliza la tecnología en la educación; el 55% considera que los docentes manejan las TIC como elemento de impacto en la educación; el 28% asegura que mejoran las relaciones interpersonales; y el 30% percibe la tecnología como un elemento que no impacta en la calidad de la educación.

Tal como plantean los autores del estudio, se trata de una investigación conectada con otra realizada en 2015, también de su autoría, titulada “Percepción de las tecnologías electromagnéticas en el bienestar de las personas”.

“Estos estudios se enmarcan en un contexto más amplio, que se relaciona con la ciencia, la tecnología y las sociedad, lo que explica nuestro interés y preocupación por analizar constantemente los impactos que se generan entre estos tres grandes ámbitos”, advierte el decano Vilca.

“Si bien las personas perciben la tecnología como algo positivo, también la responsabilizan como la causa de muchos daños que afectan a la salud. Sin embargo, igualmente la siguen utilizando”, añade el vicedecano Rodríguez.

Necesaria relación docente-estudiante

Respecto del uso de la tecnología en la educación, el estudio establece que el 55% de quienes son estudiantes se manifiesta de acuerdo con esa relación, al igual que el 44% de quienes se desempeñan como docentes. En cuanto al uso de la tecnología por parte de los profesores, el 38% de los estudiantes asegura estar de acuerdo, mientras que entre los profesionales la cifra alcanza el 28%.

En el ámbito de las relaciones interpersonales, tanto los estudiantes como los docentes están mayoritariamente en desacuerdo, alcanzando al 85% en ambos dominios. Por último, solo el 26% de los estudiantes y el 10% de los profesores están de acuerdo con que la tecnología es un aporte a la calidad de la educación.

Según ambos investigadores, y a pesar de que las tecnologías están insertas profundamente en prácticamente todos los ámbitos de la vida, existe una percepción de que la calidad se centra en la relación interpersonal docente-estudiante, por lo que los cursos online no son bien catalogados dentro de la enseñanza.

Asimismo, advierten que las conclusiones reflejan que si bien la sociedad acepta la introducción tecnológica en los procesos educativos, sin embargo no están completamente seguros si esta tecnología mejora las relaciones interpersonales, además de estar en desacuerdo con los procesos educativos e-learning y/o b-learning.

Deficiencias en la usabilidad

La investigación también arroja ideas sobre las deficiencias que existen entre la utilidad de las tecnologías, de la que se hace cargo el mercado, y la usabilidad de las mismas, de la que deben hacerse responsables los educadores. “Podemos adquirir tecnología, pero lo hacemos sin pensar en su usabilidad, por lo que falta más educación en ese ámbito”, aclara el vicedecano Rodríguez.

De acuerdo con el equipo investigador, este fenómeno se produce por la permanente introducción tecnológica y la ausencia de educación tanto respecto de la utilidad del artefacto tecnológico como también sobre la necesidad de su usabilidad.

Además, el estudio plantea que entre la población existe una postura frente al tema, considerando que solo el 3% de los encuestados se declara indiferente. Según los académicos, esto parece tener polarizada a la población frente al tema de estudio, entre los que están totalmente convencidos que la tecnología es un aporte y los que la perciben como negativa.

Finalmente, junto con agradecer el apoyo del académico Jaime Espinoza, encargado de Registro Curricular de la Facultad Tecnológica, los académicos anticipan la realización para este año de un nuevo proyecto de investigación a nivel de opinión pública, vinculado con el ámbito pedagógico, pensando en la innovación docente.
 

Especialistas promueven entre los docentes la aplicación de tecnologías en métodos de enseñanza

Especialistas promueven entre los docentes la aplicación de tecnologías en métodos de enseñanza

  • Fueron publicados los primeros resultados del “Estudio comparado de las competencias digitales para aprender y enseñar en docentes en formación en Chile y Uruguay”, realizado por el Dr. Juan Silva y la Dra. Paloma Miranda,  académicos del Departamento de Educación, en conjunto con pares de Uruguay. La investigación apareció en la última edición de la prestigiosa Revista Latinoamericana de Tecnologías Educativas. “Nuestro proyecto tiene que generar finalmente recomendaciones para generar una política pública en el área”, sostiene el Dr. Silva, destacando la importancia de la difusión en este medio.

 



Tras adjudicarse en diciembre del 2015 el Proyecto Internacional del Fondo Sectorial Educación en la modalidad “Inclusión Digital”, de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación, dependiente del Consejo Nacional de Innovación, Ciencia y Tecnología (CONICYT) de Uruguay, recientemente los investigadores obtuvieron los primeros resultados del estudio que busca crear recomendaciones para alimentar la política pública de ambos países en el uso de Tecnologías de la Información y la Comunicación en el área educativa.

Esta primera etapa permitió generar la matriz de indicadores base para la posterior construcción del instrumento, los que fueron publicados en la prestigiosa Revista Latinoamericana de Tecnologías Educativas (Relatec) con sede en España, en donde presentaron los resultados preliminares del proyecto “Estudio comparado de las competencias digitales para aprender y enseñar en docentes en formación en Chile y Uruguay”.

Respecto a la publicación, el Dr. Silva asegura que aparecer en la edición permite llegar al público objetivo. “La relevancia que tiene es que es una revista dirigida al mundo académico vinculado a educación y que tiene buena cobertura a nivel Iberoamericano.  Nuestro proyecto tiene que generar finalmente recomendaciones para alimentar la política pública en el área, por eso buscamos esta revista, por su llegada al público objetivo,  que son académicos y tomadores de decisión en esta línea”, sostiene.

Equipo transnacional 

El estudio es dirigido por el Dr. Juan Silva, director del Centro de Investigación e Innovación en Educación y TIC (CIIET) de la U. de Santiago y la Dra. Paloma Miranda, jefa de la carrera de Educación General Básica (EGB). Además participan los investigadores María Mercè Gisbert, de la Universidad Rovira i Virgili (España); Alicia Onetto, docente del Consejo de Formación en Educación y en el Consejo de Educación Técnico Profesional (Uruguay); y María Julia Morales, investigadora del Observatorio de Tecnologías de Información y Comunicación (Uruguay).

La investigación comenzó en abril del 2016, tras adjudicarse el primer lugar entre 11 iniciativas ganadoras que postularon a Fondos de proyectos Conicyt del gobierno de Uruguay, obteniendo 30 mil USD.

El proyecto busca generar conocimiento en la inserción de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la Formación Inicial Docente (FID), específicamente en la generación de competencias digitales para el aprendizaje y la enseñanza en Chile y Uruguay, permitiendo compartir con Latinoamérica los resultados de la investigación.

Según explican los investigadores, en la región existen pocos estudios empíricos al respecto, pero no hay información sobre el nivel de desempeño de las competencias que presentan los estudiantes de formación docente para aprender y enseñar con TIC.

Avances en la investigación

Tras finalizar una primera etapa exitosa del estudio, que consideró la investigación documental mediante la recopilación de antecedentes, organización y valoración crítica validada por 20 expertos de distintas Universidades y de los gobiernos de Chile y Uruguay, lo académicos se encuentran realizando la aplicación del instrumento a 560 estudiantes de pedagogía de ambos países. 

“Los indicadores seleccionados se refieren a lo que debería saber un estudiante que está por egresar de pedagogía, en función del uso de tecnologías para aprender y enseñar con ellas. Como éstos estudiantes serán docentes deben adquirir herramientas para incorporar el uso de tecnologías”, explica el Dr. Juan Silva.  

Según explica el académico, el instrumento considera 14 indicadores organizados en 4 dimensiones, y destaca por contar con un mecanismo de evaluación ponderado, respecto a si los estudiantes son capaces de demostrar que conocen las competencias mencionadas.

Con los resultados, los investigadores esperan obtener en abril del 2017 un diseño validado, y aplicar un instrumento para medir las competencias digitales docentes en su formación inicial en Chile y Uruguay, luego comparar los resultados obtenidos y generar recomendaciones para mejorar la formación de los futuros docentes en la materia.

Para revisar el artículo completo publicado por la Revista Latinoamericana de Tecnologías Educativas, puede visitar el sitio: http://relatec.unex.es/article/view/2807/1926.
 

Uso de celulares no es riesgo para las capacidades cognitivas de los niños

Uso de celulares no es riesgo para las capacidades cognitivas de los niños

  • El especialista en informática educativa de nuestra Universidad, Víctor Barragán, afirma que el hecho de que tal como lo señala la encuesta Casen, dos de cada tres niños menores de 12 años posee un teléfono móvil, representando una oportunidad inmejorable para impulsar las tecnologías en el aula. “Hay una subutilización de la tecnología al desvincularla de las metodologías y aprendizajes. Se piensa que la tecnología por sí misma, debería ser capaz de resolver ciertas cosas”, sostiene.

 






La Encuesta de Caracterización Socioeconómica (Casen) 2015 arrojó que el 71% de los niños menores de doce años tiene un celular funcionando y en uso. Voces especializadas recomiendan, en general, que el uso de estos aparatos móviles sea posterior a los catorce años.

El experto en informática educativa de nuestra Universidad, Víctor Barragán, afirma que estos resultados, lejos de representar una estadística peligrosa, constituyen una inmejorable  oportunidad para impulsar las tecnologías en las salas de clases. “El uso del móvil como herramienta didáctica, mediada por el docente y las familias, siempre será una oportunidad”, sostiene.

“Por sí sola, la tecnología no produce daño, eso depende del entorno en el que vive el niño”, complementa el coordinador del área de Innovación del Centro de Investigación e Innovación en Educación y TIC (CIIET) del plantel estatal.

Para el experto, esta cifra es una oportunidad porque “el acceso a la información por parte de los estudiantes en las escuelas siempre ha sido algo difícil, dado que las escuelas no cuentan con la suficiente cobertura y tecnología para mantenerse al día respecto de lo que el niño necesita”.

“Actualmente, hay una subutilización de la tecnología al desvincularla de las metodologías y aprendizajes. Se piensa que la tecnología por sí misma debería ser capaz de resolver ciertas cosas y no que va de la mano de una estrategia de uso adecuada”, explica el profesor del Departamento de Educación.

En ese sentido, afirma que “a través de un smartphone, pueden fomentarse perfectamente el desarrollo cognitivo de las personas, a través de la gestión de la información o del tiempo, u ocupar la realidad aumentada para solucionar problemas matemáticos o de geometría”, agrega.

Barragán afirma que para fomentar la responsabilidad de los padres en el uso de dispositivos móviles por parte de sus hijos, las escuelas pueden “aportar en formar a los padres en el uso de estas nuevas herramientas”.

Para ello, considera esencial una formación docente con foco en esta materia. “Los docentes deben ver en las nuevas tecnologías que van de la mano de estos móviles, la posibilidad de que en la clase se ejercite y mediante el celular o computador en la casa puedan ver videos ilustrativos de lo que se hizo, para volver preparado”.

Para ello, sostiene que es importante “que los estudiantes de cuarto año de pedagogía ya estén trabajando permanente mente con tecnologías, viviendo la experiencia como estudiantes y como docentes, para luego aplicarlas con sus futuros alumnos”.

En síntesis, para Barragán el uso de móviles “es una oportunidad valiosa de llevar la clase a cualquier lugar y tenerla en cualquier momento”, sostiene.

“Uno de los principales desafíos es que la escuela se adapte a estos nuevos cambios, y que vea a la tecnología o la educación móvil como una oportunidad de acercar a los niños a los procesos pedagógicos que se están llevando en la escuela”, concluye.

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