Marco Espinoza

Titulada por nuestra Universidad lidera aplicación de energías renovables en Chile

Titulada por nuestra Universidad lidera aplicación de energías renovables en Chile

Incredulidad. Esa es la primera reacción de Carolina Cuevas Gutiérrez al enterarse que es incluida en el selecto grupo de los “100 jóvenes líderes” del diario El Mercurio, en su versión 2015.


“El mayor premio de la nominación fue retribuir todo lo que mis padres me han dado y hacerlos sentir orgullosos”, señala la ingeniería en conversación con el programa “Mujeres”. Así es ella, agradecida de las oportunidades y siempre humilde ante la magnitud de los proyectos que le ha tocado liderar, pese a su corta edad.


La segunda de cuatro hermanos de una familia que se traslada por gran parte del sur de Chile, producto de las responsabilidades laborales del padre, desde temprano tiene que adaptarse al desarraigo y forja una especial capacidad de empatía. En 2003, Carolina Cuevas ingresa a estudiar ingeniería química en la Universidad de Santiago, plantel que potencia sus capacidades.


Sello Universidad de Santiago


“Hasta hoy, lo que más valoro de la Universidad de Santiago es su pluralismo. Tenía compañeros que venían de colegios privados y públicos, de la capital y de regiones, de sectores acomodados y vulnerables. Y la universidad ofrecía las oportunidades, sin importar diferencias”, recalca Carolina, respecto al marcado carácter inclusivo de su alma mater.


“Es una universidad formadora más allá del título”, agrega la ingeniera química, quien a partir de diciembre de 2009, es jefa de Proyecto de Sustentabilidad de Fundación Chile. Desde esa instancia de frontera, crece profesionalmente y lidera proyectos inéditos respecto a energías renovables en nuestro país.


Líder en energías renovables


Con 4 mil kilómetros de territorio mirando al mar, Chile tiene todo el potencial para ser un país con generación eléctrica renovable. Así lo piensa Carolina Cuevas, líder del equipo de la Fundación Chile en el área de sustentabilidad.


Desde finales de 2013, la joven científica encabeza la implementación de una planta desalinizadora en Isla de Pascua, que alimenta el 60% de su consumo (4 KW/H) con energía solar fotovoltaica. Aquella instancia es la validación de diversos proyectos pilotos anteriores, destinados a la generación de nuevos recursos hídricos, útiles para la agricultura y minería, entre otras áreas.


“Nosotros que veníamos de la investigación aplicada, descubrimos que era distinto el procedimiento en la Isla. Nos costó mucho, porque tuvimos que validar el proyecto con la misma comunidad, convencerlos que era una tecnología factible de implementar”, señala respecto al desafío inherente de aquél proyecto que permite contar con agua de riego durante todo el año.


A ese exitoso proyecto, suma otros nuevos ligados a las energías marinas, como opción concreta para nuestra matriz energética. “En Chile, tenemos potencial para energía undimotriz en toda la costa y mareomotriz en el Canal de Chacao. Hoy todas las tecnologías van de la mano con estudios de impacto biológico”, plantea la especialista, quien tuvo oportunidad de conocer centros de prueba de este tipo, durante su reciente pasantía en Escocia.


Escuche la entrevista completa a Carolina Cuevas Gutiérrez, este miércoles (7), a las 10 Hrs. y 00 Hrs. a través de Radio Universidad de Santiago, 94.5 fm, 124 am y a través de la señal online: www.radiousach.cl

Paulina Urrutia repasa su historia

Paulina Urrutia repasa su historia

“Qué más orgullo que ser parte de la Junta Directiva de la Universidad de Santiago, que partió siendo la Escuela de Artes y Oficios, por lo mismo comprende mejor que ninguna otra institución la educación del futuro. El rector Dr. Juan Manuel Zolezzi tiene a una aliada para que esa educación del futuro sea de calidad, integral, humana. Aquí se está pensando siempre en la innovación.

Destacar que esta Casa de Estudios no sólo se ocupa del conocimiento, sino también del saber.  Esto significa formar no sólo buenos profesionales, sino también mejores ciudadanos y personas”. 


Así señala Paulina Urrutia Fernández, quien protagoniza la edición de noviembre del ciclo “Grandes Chilenas” que se enmarca en el programa “Mujeres” de Radio Universidad de Santiago. En la entrevista con la creadora del espacio, periodista Gabriela Martínez, la actriz pasa revista a su transitar biográfico más íntimo; devela sus dolores y alegrías con la transparencia que la caracteriza.


En 2006, la presidenta Michelle Bachelet le confía el desafío de poner en marcha la nueva institucionalidad cultural de nuestro país.


La actriz, de entonces 38 años, asume el rol de Ministra de Cultura y toma la decisión de dejar de lado sus proyectos personales. A partir de ese momento, la otrora presidenta del Sindicato de Actores de Chile, tiene la oportunidad única de recorrer el país y conocer a los diversos protagonistas de nuestro quehacer cultural.


“No tengo ningún logro que exhibir de manera personal, creo que con todo el equipo hicimos muchas cosas. Hicimos una parte, para que venga otro y continúe. Así es como entiendo el servicio público”, explica.


La actriz y académica, destaca los esfuerzos colectivos en pos de la recuperación de espacios para la cultura, como es el caso del Centro Cultural Gabriela Mistral (GAM) y el Parque Cultural de Valparaíso.


“Eran proyectos que estaban hace ocho años, sin ninguna capacidad de resolución.  Si no hubiese sido por la visión del equipo del ministerio, los artistas, el mundo del patrimonio y las universidades, habría sido imposible concretarlos. Son simbólicos, por devolver el edificio Diego Portales a su sentido original, o recrear una cárcel en un espacio de cultura”, reconoce la ex ministra.


Los sinsabores


Paulina Urrutia señala que durante su gestión en la cartera de Cultura también descubre el lado más oscuro de la política: la burocracia y la falta de compromiso de los personeros de gobierno.


“Hubo maldad y mezquindad. Sufrí y lloré mucho, porque no podía entender que alguien no estuviera comprometido con la tarea de consolidar la nueva institucionalidad cultural”, asegura.


En otro orden, Paulina se detiene en esa religiosidad que le da la fuerza para hacer frente a situaciones adversas. “Soy profundamente cristiana, porque admiro a Cristo. No al personaje histórico, como lo reduce la Iglesia. Creo en esa figura, más mítica que histórica, en un Hombre que creyó más que en las instituciones, en la Humanidad. Es descubrir toda esa bondad y maravilla que está dentro de nosotros”, aclara.


Igualmente rememora el rol importante que jugó la Iglesia en dictadura. “Era un espacio para quienes no teníamos voz. Ahí viene no sólo lo que yo descubrí después en el teatro, sino también como ministra. La importancia de tener un espacio, que fuera una especie de plaza pública. Los grandes centros culturales, que fue el gran sello de nuestra gestión en el ministerio.


El poder construir los Centros en las comunas con más de 50 mil habitantes, significaba el crecimiento de este país. Eran espacios para albergar el pensamiento libre, la diversidad y lo mejor de la Humanidad, la expresión a través de las artes. Todo eso viene del espacio que me entregó la Iglesia”.


De aquello y más, habla Paulina Urrutia en la entrevista que se transmite hoy miércoles (2), a las 10:00 y 00:00 horas, en el dial 94.5 FM, 124 AM y a través de la señal online www.radio.usach.cl

Escritora Pía Barros en ciclo “Grandes Chilenas” de Radio U. de Santiago

Escritora Pía Barros en ciclo “Grandes Chilenas” de Radio U. de Santiago

Pía Barros Bravo (1960) es la segunda de los seis hijos e hijas de un matrimonio estricto y conservador. Su infancia transcurre en el fundo familiar, cercano a Melipilla, donde muy temprano comprende que por ser niña le estaba vedado exponer  sus ideas -las mujeres debían callar-, pero no sólo eso; percibe cómo ciertas prácticas se naturalizan. Así comienza a dar voz a su fuero interno que bulle de impotencia.

 

“En nuestro fundo había un tipo que se acostaba con sus hijas. Todo el mundo lo sabía y nadie decía nada. Las mujeres eran propiedad y había que usufructuar de su cuerpo. Eso lo aprendí en el ruido de los fogones y las cocinas”, recuerda la escritora en entrevista in profundis con la periodista Gabriela Martínez.

 

Ante la cruda realidad, Pía se refugia en las obras de Nietzche y María Elena Gertner, entre otros; también escribe los primeros poemas de su autoría y se vuelve indomable a la hora de escapar a lomo de yegua de los castigos de un padre violento y machista.

 

Tras ser expulsada una y otra vez de distintos colegios católicos, la futura escritora concreta su escapatoria definitiva a la capital. Sin ningún apoyo económico familiar, pasa momentos de pobreza y debe reinventarse muchas veces en ocupaciones informales. En medio de la precariedad, nunca olvida su sueño e ingresa a la carrera de Castellano en la entonces Universidad Técnica del Estado.

 

Feminista a mucha honra

 

El paso de Pía Barros por la UTE -rebautizada poco después como Universidad de Santiago- se está matizado de claroscuros. Por una parte se encuentra con la solidaridad de muchas personas anónimas, pero también con la censura por parte de las autoridades militares, quienes no le permiten titularse. Llega a barajar la posibilidad de tener su examen de grado en la Universidad de Salamanca, pero el decano designado le niega esa opción.

 

“A Enrique Lafourcade, con quien me peleé hace años en un taller literario, al decano Seguel, y a muchos otros, les debo haber encontrado y profesionalizado un oficio”, reconoce sin rencores, a la vez que identifica aquellas experiencias como aliciente para ponerse al frente de talleres literarios clandestinos en distintas poblaciones.

 

Al momento de hablar de su vasta obra, que abarca géneros como novela, cuentos y microrelatos, Pía tiene especial aprecio por la antología “Basta, 100 mujeres contra la violencia de género”, publicado por su editorial “Asterión” y donde convoca a centenares de autoras de nuestro país, aí como en diferentes países de la Región, pasando por sus estudiantes de universidades estadounidenses.

 

“Esa antología ha sido el orgullo de mi vida. Es un modo de crear belleza a través del horror. Para mí, el impacto y permanencia en el tiempo de este proyecto, le da razón y sentido a haber pasado por esta tierra”, señala, mientras se reconoce “feminista hasta la muerte”.

 

La entrevista a Pía Barros Bravo se transmite este miércoles (7), a las 10 horas y se repite a las 00:00 horas, por las señales 94.5 FM, 124 AM y online www.radiousach.cl.

 

Creadora de fundación “Nuestros Hijos” en ciclo Grandes Chilenas de programa “Mujeres”

Creadora de fundación “Nuestros Hijos” en ciclo Grandes Chilenas de programa “Mujeres”

La pediatra Marcela Zubieta no deja de sonreír; es que está contenta con el cambio de casa. Desde febrero pasado, el sexto piso del ex Hospital Ochagavía, acoge las nuevas oficinas administrativas y el centro de rehabilitación y servicios de la fundación “Nuestros Hijos”.

La infraestructura, conocida por cuatro décadas como el “Elefante Blanco” de la comuna de Pedro Aguirre Cerda, vuelve a funcionar y alberga el primer y único centro de rehabilitación de niños con cáncer en nuestra región.

“Es una rehabilitación muy costosa, porque es multidisciplinaria y muy intensa y que demanda muchas horas”, complementa la Dra. Marcela Zubieta, la figura inspiradora tras este proyecto.

La facultativa es reacia a abordar su biografía en entrevistas de prensa, pues prefiere mantener el bajo perfil, pero en conversación con la periodista Gabriela Martínez, hace una excepción.

Retazos biográficos

Debido al trabajo de su padre, supervisor de los sondajes mineros para la Corfo, buena parte de la infancia de Marcela Zubieta se desarrolla en la provincia de Arauco. La quinta de seis hermanos, estudia durante tres años en la Escuela N 38 de Curanilahue, donde es testigo de profundos contrastes sociales.

“Fue una experiencia muy marcadora, porque yo todavía me acuerdo de la pobreza dura. Los profesionales vivían apartados, en otra calle. Pero estaba la gente que lavaba su ropa en el río y mis compañeros de escuela tenían muchas carencias”, recuerda.

El cambio fue rotundo, luego del regreso de la familia a Santiago. Tras completar estudios en el Villa María, la joven ingresa a la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, para así canalizar el fuerte espíritu de servicio inculcado por sus padres.

Tan sólo una semana después de titularse, contrae matrimonio y se instala en Santa Cruz (Región del Maule). “Fue otra etapa marcadora. Tuve la suerte de trabajar como pediatra en policlínicos, hacer muchas consultas gratuitas y la gente me pagaba con huevos de campo, humitas. Trabajé en organizaciones sociales y dicté charlas”, rememora en el programa “Mujeres”.

Del dolor a la esperanza

A comienzos de la década de los noventa, la oncología infantil era un área de incipiente desarrollo en nuestro país y el sistema público sólo aportaba los medicamentos para la quimioterapia. “Durante mi especialización en pediatría, no quería ni siquiera entrar a esa sala, porque me sentía impotente”, relata la Dra. Marcela Zubieta en conversación con la creadora del espacio, Gabriela Martínez.

Pero el destino hace que la pediatra vuelva a encontrarse con ese “choque de realidades”, que ha marcado su biografía de manera constante. Debido al cáncer cerebral que le detectan a su pequeña hija Claudia, debe buscar el tratamiento más adecuado y lo encuentra en Estados Unidos, concretamente en el Hospital Saint Jude de Memphis.

“Me toca, con todo el dolor, llegar a un hospital de “fantasía”. Allí había recursos de sobra, era todo gratuito y no podía dejar de pensar en los niños chilenos con cáncer. Fue entonces cuando comencé a madurar la idea de hacer algo”, recuerda la facultativa, quien tras el fallecimiento de su querida hija, se aboca de inmediato a la creación de un inspirador proyecto.

La fundación “Nuestros Hijos”, entra en funcionamiento en 1991 y tiene como antecedente el voluntariado que se instala en una pequeña oficina de atención especializada, a un costado de la sala de espera común del hospital Exequiel González Cortés.

Desde entonces, han sido años en que la Fundación complementa la política pública y agrega al área médica al ámbito social. Los niños y sus familias son apoyados con canastas familiares, ropa, traslados, alojamiento y educación en escuelas intrahospitalarias.

“Las escuelas son muy importantes, porque comprobamos que si un niño abandonaba el colegio por dos años, después al estar sano no volvía a re insertarse y terminaba en la esquina, en la droga”, sentencia la Dra. Marcela Zubieta.

“Cada año se registran 500 nuevos casos de niños con cáncer, parecen muy poquitos, pero es una realidad que debemos afrontar como un desafío de los tres actores: el Estado, la empresa privada y los actores de la sociedad civil. De esa manera podemos sacar adelante a estos niños, como lo estamos haciendo ahora”, plantea la protagonista de la nueva edición del ciclo grandes Chilenas, que Ud. puede escuchar este miércoles (3) de agosto, a las 10 y 00 Hrs., por Radio Universidad de Santiago (94.5 FM, 124 AM y www.radiousach.cl ).

Laureada poeta Carmen Berenguer: “En Chile les molesta que una mujer gane un premio”

Laureada poeta Carmen Berenguer: “En Chile les molesta que una mujer gane un premio”

“Me lo merezco”. Fue la frase rotunda pronunciada por Carmen Berenguer al recibir el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2008, la más alta distinción que el Estado de Chile otorga a un poeta de Iberoamérica. Fueron palabras llenas de su acostumbrada ironía y que generan molestia en sus críticos de siempre.

 

“Muchos pensaron que lo decía de verdad en este país de mojigatos, donde nadie puede reconocer nada. Por ganar este premio mis pares escritores me maltrataron. A los chilenos no les gusta que alguien se gane un premio, y más si es una mujer. Es parte de la gran esclavitud que impera; la mujer siempre puesta en un rol secundario.  Pero yo aprendí las tretas del débil”, señala Carmen en parte de la entrevista in profundis que concedió a la periodista Gabriela Martínez, en el marco del ciclo Grandes Chilenas del programa “Mujeres”.

 

La entrevista tiene lugar en el living de su departamento con vista a Plaza Italia. Allí están sus libros, las obras visuales que le traen recuerdos y la compañía inseparable de su perro Obama. Cercana, amable y de risa fácil, sus palabras son categóricas para hablar de la resistencia que aún siguen generando sus versos en nuestro país. “En el premio Neruda, me tocó la buena suerte de tener un jurado que sabía leer mi obra, entre ellos, estaba Carlos Monsiváis. Y es que tengo conciencia que no escribo como señorita”, reflexiona.

 

Su obra, de carácter urbano y de lenguaje crudo, comienza en 1983, con el poemario dedicado al poeta irlandés Bobby Sands, quien muere de inanición en la cárcel. “Hechos como esos son acicates. Yo escribo así, con pasión. No voy a escribir de las flores. Para mí era fundamental dar una vuelta de tuerca a las cosas”, plantea Carmen en el espacio de Radio Universidad de Santiago.

 

Respecto a su obra, cargada de mucha visualidad y sucesión de imágenes, la autora pone de ejemplo el poema “Santiago punk”, calificado por Nicanor Parra como “una obra de antología”. “He leído mucho y me aburrían los preámbulos. Por eso escribo con la concatenación de imágenes rápidas, eso para mí es vital La contemplación no se me da mucho”, sentencia.

 

“Sentí el estigma de ser huacha”

 

Durante la conversación, Carmen aborda aspectos de su biografía, que nunca toca en los medios de comunicación. Por ejemplo, las carencias que cruzaron toda su infancia y que, a la postre, se van a  transformar en alicientes para su futura obra poética.

 

Loa avatares económicos provocaron que su madre y su tía abuela Elvira la lleven consigo en un incesante peregrinar por gran parte de Santiago. Por años arriendan piezas en viejas pensiones, que se convierten en verdadera escuela de vida e incentivo para la autoformación de la poeta.

 

“Era la pobreza encubierta, que en parte ha retratado en su obra Nicomedes Guzmán. Yo era sola, no tenía hermanos y mi familia era la gente que llegaba a la pensión”, recuerda la autora, quien como pocas veces ha revelado, sufre la condena de la conservadora sociedad chilena de los años 50.

 

“Estaba el estigma de la huacha. Lo paradojal de esto, era que comencé a verme a mí misma verme con mucho humor, así trataba de no sentir que era algo tan fuerte”, señala a “Mujeres” y añade que ser testigo de aquella época, tan discriminadora con las madres solteras o separadas, le hizo “agudizar el ojo crítico” respecto de las injusticias.

 

Esa fue su historia hasta la adolescencia, cuando su madre logra arrendar una casa. Pero el modo de vida de los cités y las pensiones en los años cincuenta, quedan para siempre en ella. “Esos años me enseñaron a tener dignidad conmigo misma. Y también ética, cosas que se han perdido”.

 

“Pensé que era el fin de mis días”

 

En 2013, Carmen Berenguer inicia el agresivo tratamiento contra uno de los dos cánceres agresivos que han querido arrebatarle la vida. Según confidencia a “Mujeres”, tenía asumida la proximidad de la muerte, sin ningún atisbo de la victoria que tendría por sobre este mal que aparece silencioso y sólo se manifiesta cuando resta poco o nada por hacer.

 

En aquellos meses, y en medio de la quimioterapia, se lanza a escribir los versos de su libro “Memorias Pulgares” (Libros de Mentira, 2012), a modo de tributo a  su madre; también graba el video “Intimidario”.

 

“En ese momento, lo hacía todo con mucha frialdad, no había la menor emoción, estaba en otra habla. Me parecía importante dejar un testimonio”, plantea Carmen Berenguer, en la entrevista que se emite hoy miércoles, a las 10 y 00 Hrs., por radio Universidad de Santiago (94.5FM, 124 AM y mediante la señal online www.radiousach.cl (link is external)).

 

Astrónoma Maritza Soto Vásquez: “No se habla de las mujeres en la ciencia”

Astrónoma Maritza Soto Vásquez: “No se habla de las mujeres en la ciencia”

“La astronomía es una carrera muy difícil, pero no imposible. Las mujeres tenemos las mismas capacidades que los hombres para estudiarla”, plantea la joven científica, en conversación con la periodista Gabriela Martínez. La entrevista se emite hoy, 1 de junio, a las 10:00 y 00:00 horas, por la 95.4 FM, 124 AM y  www.radiousach.cl (link is external).

“En ciencia, en general, no se habla de los descubrimientos de las mujeres; están invisibilizadas; por ejemplo, en el colegio nunca enseñan sobre los aportes de ellas en la ciencia”, destaca la profesional.

Respecto al segundo plano impuesto a las científicas a nivel mundial, la joven recuerda que durante su etapa universitaria, sólo uno de sus profesores le da el debido mérito a la matemática alemana Emily Noether, quien formula el reconocido “Teorema de Noether”, fundamental en la física teórica.

Pero esta situación no la ha afectado a ella en particular. A mediados del año pasado, su nombre es reconocido por medios de comunicación de todo el orbe, como la autora principal de la investigación que determina la existencia de un nuevo exoplaneta, el “HD110014c”, ubicado a 293 años luz de la Tierra.

“Aparece mucho en la prensa sobre el descubrimiento del planeta, pero estoy contenta el proyecto en general, pues me permitió demostrar la importancia de re analizar datos antiguos”, puntualiza la joven astrónoma, quien prefiere poner el foco en el rigor científico, antes que en los méritos personales.

En la entrevista, Maritza Soto aborda la importancia del estudio de los agujeros negros, las fases evolutivas de las estrellas y la probabilidad de existencia de vida en otros lugares del Universo. Todos temas que la apasionan y llenan de entusiasmo.

“Como estudiamos cosas que están tan lejos, me maravillo con cada nuevo descubrimiento. Cuando se descubren detalles muy específicos de galaxias a millones de años luz de la Tierra, sólo me pued preguntar ¿Cómo lo hicieron? Lo que observamos, los pocos datos que tenemos, es lo que podemos usar y debemos hacer lo mejor posible”, señala esta astrónoma, quien aún no aquilata la real la magnitud de su propio descubrimiento.

Dueña de una honestidad y sencillez, inherente en los astrónomas y astrónomas, aborda pasajes de su biografía más personal. Hija de un matrimonio de abogados, recibe una crianza basada en la disciplina y el esfuerzo. “Mi madre es Jueza de Garantía, la vi esforzarse por años por llegar donde está. Ella me enseñó a hacerme respetar y saber que puedo lograr todo lo que me proponga”, advierte, finalmente.

La entrevista completa será emitida hoy, miércoles 1 de junio, a las 10:00 y 00:00 horas por la 95.4 FM, 124 AM y online www.radiousach.cl (link is external).

Marta Cruz Coke Madrid: “El museo debe volver a habitar la ciudad”

Marta Cruz Coke Madrid: “El museo debe volver a habitar la ciudad”

“Quise que el Ministerio de Bienes Nacionales y la DIBAM, formaran un solo ministerio, el Ministerio de Bienes Nacionales, para unir el patrimonio territorial y los tesoros en cuanto a documentos… Estuvimos trabajando, pero a nadie le importó. No era una mala idea, porque Ud. no hacía un gasto mayor y tenía todo el patrimonio en una sola mano. Si hubiera resultado, podríamos haber hecho bastante por el fortalecimiento del patrimonio chileno”.

Este es uno de los proyectos que no logró concretar en su rol de ex directora de la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos (DIBAM), Marta Cruz Coke Madrid quien, además de  educadora, es una connotada gestora pública. Las expresiones las vertió en el contexto de la  entrevista en profundidad que sostuvo con la creadora del ciclo “Grandes  Chilenas”, Gabriela Martínez Cuevas que se emite a través de Radio Universidad de Santiago este  miércoles, a las 10 y a las 00 horas.

Al hablar de educación y cultura, la voz de Marta Cruz Coke -de 92 años- se llena de un juvenil entusiasmo. De este modo, comparte proyectos e innumerables anhelos que aún inundan su mente. Gran parte de su vida ha estado dedicada a la gestión cultural y el resguardo del patrimonio nacional, pero estima que es en el campo de la educación donde deben realizarse los nuevos esfuerzos.

“En este país no hay políticas de educación, en este minuto hay una política del desorden. El día en que el presupuesto de Educación sea igual al del Ejército, en categoría y sea permanente y no año a año, podríamos tener una completa red de escuelas de excelencia, con profesores mejor pagados”, planteó con firmeza la emblemática gestora cultural, quien lideró el proyecto educativo del colegio la Maissonette, aunque por poco tiempo, pues sobrevino el Golpe de  Estado. A pesar de las presiones, nunca claudicó en sus convicciones.

Impronta de familia

Marta Cruz Coke recibió en los espacios más entrañables de su departamento al equipo del programa Mujeres, para compartir los hitos de su transitar biográfico y los proyectos pendientes en favor de la cultura de nuestro país. Muy cercana y dueña de una gran sencillez, detalló cada uno de sus grandes anhelos. Uno de ellos es la conformación de una gran red de escuelas públicas de primer nivel.

“Deben ser abiertas a los niños y niñas de escasos recursos y contar con espacios donde Ud. pueda jugar y no ser una sala donde los niños se sientan y apenas caben. Para eso se necesitan recursos”, le dijo a la periodista Gabriela Martínez. Esta sensibilidad social y el trabajar por los  más necesitados, lo heredó de sus padres.

Durante su adolescencia, Marta Cruz Coke se integra a los Jóvenes de la Acción Católica, quienes realizan actividades solidarias con San Alberto Hurtado como principal referente. Aquella fue la instancia donde encuentra continuidad a los valores heredados de su padre, el senador Eduardo Cruz Coke.

“En un pueblo de la Araucanía no había hotel, ni nadie que pudiera alojarnos, excepto el cura protestante. Nosotras, dos miembros de la Juventud Católica que íbamos a hacer proselitismo católico, nos hospedábamos en la casa del Pastor protestante. Todas las peleas que podían haber a otro nivel, ahí en esas circunstancias, no estaban”, rememoró respecto a aquellos años llenos de solidaridad.

El espíritu de colaboración renace con más fuerza aún después del Golpe de Estado. Marta se suma a las protestas en favor del retorno a la democracia y es una de las fundadoras del comité de Protección para la Infancia Destruida por los Estados de Emergencia, donde colabora con mujeres universitarias, mapuche, profesionales e intelectuales. “Era un caleidoscopio de mujeres. Ahí fue cuando conocí todas las realidades de nuestro país”, acotó.

“El museo debe volver a habitar la ciudad”

Entre los años 1993 y 2000, Marta Cruz Coke lidera la Dirección de Archivos, Bibliotecas y Museos (Dibam), donde se hace cargo del proceso de modernización, después de décadas de oscurantismo. Sin embargo, a pesar de todos los avances, recalca que existen tareas pendientes y que aluden a problemáticas de fondo.

“Si Ud. logra en una ciudad poner estatuas bellas, Ud. ensalza la belleza pública, pero debe en la educación, debe colocar el tema de la cultura como un tema transversal. Si Ud. le enseña a un niño a respetar lo bello, es otra cosa”, afirmó la educadora, quien formó a generaciones de estudiantes, entre ellas, la destacada escultora y bailarina Ximena Rodríguez.

Puede escuchar la entrevista completa hoy miércoles 5 de agosto, a las 10 y a las 00 horas, a través de Radio Universidad de Santiago (94.5 FM, 124 AM y www.radiousach.cl(link is external)).

Especialista en educación e interculturalidad participa en proyecto ministerial en pro de los niños de Isla de Pascua

Especialista en educación e interculturalidad participa en proyecto ministerial en pro de los niños de Isla de Pascua

La académica Elisa Loncon, miembro del Departamento de Educación, viajó a Isla de Pascua en su calidad de miembro de un proyecto para generar una propuesta educativa de fortalecimiento lingüístico y cultural, desde una perspectiva de derecho y con participación de la comunidad isleña.

Loncon participó durante los días 10, 11, y 12 de junio en la iniciativa, que es ejecutada por el Ministerio de Educación (Mineduc), con apoyo técnico de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), más un equipo técnico que integra la académica como lingüista experta en educación bilingüe e interculturalidad.

El proyecto consiste en sistematizar los diferentes estudios existentes sobre la lengua, cultura y educación. El objetivo es complementarlos con información técnica específica por identificar, como son la definición de estándares para la enseñanza de la lengua rapa nui y un diagnóstico lingüístico transversal de la comunidad isleña, que considere no sólo a los rapa nui sino también a los continentales residentes, de diversas edades.

Además, se apunta a proponer un programa de revitalización de la lengua rapa nui con foco en la escuela pero con las variables sociales, políticas y de derechos que van más allá de la escuela.

Contacto con educadores

En esta primera misión se tomó contactó con varios actores, como la comunidad educativa (apoderados y profesores) del Colegio Lorenzo Baeza, los profesores del liceo Aldea Educativa, la municipalidad de Isla de Pascua y con la gobernadora de la isla, Marta Hotus Tuki. “También se contactó a personas relevantes, sabios de conocimientos ancestral, koro y nua -ancianos y abuela- y gestores culturales”, cuenta Loncon.

Según la especialista, entre las grandes preocupaciones recogidas se encuentra el exceso de estudios en la isla, realizados por personas externas, y que según los isleños sólo satisfacen intereses de los investigadores.

“El rapa nui dice esta es ‘la isla de los estudios’ y que ellos no quieren otro estudio más, necesitan soluciones concretas que evite el desplazamiento del rapa nui, por ejemplo”, relata Loncon.

“También hay una percepción instalada y que afecta profundamente al uso y aprendizaje del idioma, de considerar que ‘la lengua sirve hasta el aeropuerto’, visión que no ayuda a la mantención del rapa nui”, lamenta. “Los datos existentes sobre el uso del rapa nui, aunque son parciales, muestran que los niños ya no hablan la lengua originaria como lengua materna”.

No al SIMCE

Respecto a la educación bilingüe castellano rapa nui, el colegio Lorenzo Baeza inició un programa de inmersión en lengua rapa nui el año 2000, de primero a cuarto básico, que tiene el apoyo del Ministerio de Educación. Sin embargo, según Loncon, hasta la fecha el programa no cuenta con una evaluación integral de sus logros en cuanto a la mantención y desarrollo de la cultura y lengua.

“Los datos obtenidos del SIMCE muestran bajo resultados en lenguaje, y no son distintos a los obtenidos en zonas de alta concentración indígena y de práctica del idioma nativo como en el  Alto Bío Bío, de comunidad pewenche”, dice Loncon.

Como en el resto del país, el SIMCE se aplica en castellano, aun cuando los niños no tienen la proficiencia en castellano para responder a esa prueba, si bien manejan un castellano básico de comunicación diaria. Por eso hay docentes que demandan su no aplicación en la isla.

En términos generales, los isleños consideran necesario cosas tan elementales como un técnico rapa nui que apoye el trabajo educativo desde el Mineduc.

Falta de estandarización del idioma

Otra gran preocupación que manifiesta la comunidad rapa nui es la falta de estandarización del idioma y falta de consenso de un alfabeto.

Por ejemplo, una palabra como taŋata (“hombre”) se escribe “tangata”, “tagata” o “ta¨gata”, lo que provoca confusión en el aprendiz.

“Aunque hay muy buenos profesores hablantes que además escriben en rapa nui, ello no es suficiente para abordar los problemas de la recuperación lingüística”, advierte Loncon. “Esto requiere de especialistas en la enseñanza de las lenguas, formados académicamente, curriculistas expertos en educación intercultural bilingüe, metodólogos y lingüistas que contribuyan en la estandarización del idioma”.

El proyecto Mineduc-Unesco se hará cargo de las criticas presentadas por los rapa nui, asegura Loncon. “Para ello propone una metodología activa y participativa, con una contraparte técnica compuesta por personas rapa nui en la isla y un trabajo participativo con la comunidad, de manera de generar co-construcción y co-respondabilidad en el trabajo y en las propuestas”.

Mantención de tradiciones

En los aspectos positivos, la académica destaca entre otros los logros y mantención de las tradiciones. “Entre ello es notorio el respeto y cuidado a los ancianos, niños que se emocionan con su cultura, tallando maderas o piedras”, relata. “Nos comentó una joven de 15 años que ella lloró al ver el baile rapa nui en la televisión en la Copa América”, comenta.

Además la vida comunitaria es intensa, según Loncon. “Mientras íbamos a una reunión, en el camino nos encontramos con un curanto comunitario. Una familia, como pago a San Lorenzo, por favores concedidos, ofreció comida gratis para todo el pueblo, incluyendo a los turistas, así que probamos curanto en rapa nui”, cuenta.

Otro ejemplo es el liceo Aldea Educativa. Se trata de una escuela de educación media, que prepara a técnicos agrícolas, talladores, expertos en turismos. “Recuperan saberes y valores ancestrales. Año tras año se realiza el Koro Nui Tupuna, una fiesta con juegos tradicionales, con canto, baile, pinturas de cuerpo, para conmemorar el saber ancestral”.

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