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Para el investigador del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de nuestra Universidad, Dr. César Ross Orellana, el dictamen en La Haya marca una derrota para Chile, pero también para Bolivia.

Para el investigador del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de nuestra Universidad, Dr. César Ross Orellana, el dictamen en La Haya marca una derrota para Chile, pero también para Bolivia.

El dictamen adverso para Chile de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, donde desestimó el recurso de objeción interpuesto por nuestro país en el marco de la demanda boliviana, y se declaró competente para seguir con el caso, aún genera reacciones en el mundo político nacional.

Algunos juristas no ocultan su preocupación, pues la determinación de la CIJ fue la que menos esperaba el equipo que lleva la causa chilena, sobre todo tomando en cuenta que 14 de los 16 miembros del jurado fallaron en contra de nuestro país. Incluso, algunos dicen que fueron los 16, puesto que los dos votos de minoría proponían revisar el fondo del asunto antes de declarar o no la competencia.

Sin embargo, el agente de Chile ante La Haya, Felipe Bulnes, desestimó que lo vivido en Holanda fuera una derrota, porque -a su juicio- el fallo dañó el corazón de las pretensiones altiplánicas.

Derrota para ambos países

Para el investigador del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de nuestra Universidad, Dr. César Ross Orellana, el dictamen en La Haya marca una derrota para Chile, pero también para Bolivia.

“Chile hizo una presentación para sostener que la corte no era competente, y ésta ha dicho que sí lo es. En ese sentido, esto es una derrota porque nuestro país quería una cosa, y no la consiguió”, explica el Dr. Ross.

Sin embargo, “hay que decir que Bolivia también ha tenido una derrota, en tanto que quería que la corte aceptara que era competente para conocer y avanzar en una sola línea, la cual era que se obligara a Chile a negociar una salida soberana al mar, sin embargo ésta ha dicho que no la tiene para resolver el fondo del asunto, tal cual Bolivia esperaba”, agrega el experto.

Reformular la estrategia

“Es necesario reorientar la política exterior de Chile, y ser bastante más imaginativos de lo que hemos sido hasta ahora, para zanjar el tema actual”, afirma el Dr. Ross respecto a qué camino debe seguir la defensa nacional en lo que siga del juicio.

Según el académico, la estrategia nacional debió destacar los factores históricos por los cuales, nuestro país desarrolló un conflicto bélico con Bolivia que a la postre significaría la firma del tratado de 1904 y la cesión a perpetuidad de territorios a Chile. Es decir, por ejemplo, que no fue una invasión la guerra, sino una reacción ante la alianza secreta en Perú y la nación altiplánica.

“Si tuviéramos que hacer un balance sobre que más pudimos hacer, probablemente se debió destacar que si Bolivia ha perdido territorio a consecuencia de que hubo una guerra, fue a causa que Bolivia organizó, inspiró y motivó una alianza con Perú en contra de Chile”, subraya el académico.

En ese sentido, “es necesario reforzar una estrategia comunicacional, que no solo contemple la explicación de la posición jurídica de Chile, sino que considere los otros aspectos de orden histórico que contextualizan por qué fuimos a una guerra”, añade el Dr. Ross.

Mientras nuestro país ha desarrollado una táctica circunscrita al ámbito jurídico, Bolivia ha adoptado el papel de víctima, en el concierto internacional. Sin embargo, según el Dr. Ross, no es suficiente con ese rol, si no va acompañado de “alianzas políticas importantes de modo tal de lograr los resultados esperados”.

“Bolivia logró el apoyo de Brasil y Argentina. Llevó su causa a los foros internacionales, como había hecho en el pasado, pero con más apoyo. Consiguió el apoyo del Papa, que si bien es un error por constituir una intromisión de un Estado en los asuntos de otro pero, con todo, es  un acierto de la política internacional boliviana para esta causa”, enfatiza el investigador.

En esa línea -estima el académico- “tal vez hay crear una estrategia política internacional que considere, por ejemplo, buscar el apoyo de otro líderes políticos para que también puedan decir los puntos de vista de Chile”.

Redefinir lo que desea el país

Cree el Dr. Ross, que antes de proseguir con la demanda en La Haya, es necesario que el país haga el ejercicio de definir si quiere  o no ceder soberanía a Bolivia. En ese sentido, debe ser una consulta amplia, donde participen todos los sectores de la sociedad, especialmente aquellos que representan a las culturas originarias de las zonas en disputa.

Hasta el momento, nuestro país ha actuado, “sin consideración de los derechos ancestrales que tienen algunas comunidades que viven en ese territorio, que teóricamente se está transando en una dirección u otra, como si esas comunidades, que están mucho antes que existiera Chile y Bolivia no tuvieran derecho a opinar”, dice el Dr. Ross quien agrega que, ese contexto, “los Estados centrales han actuado de manera indolente”.

Doble estándar en La Haya

Para el Dr. Ross, el veredicto de la CIJ, denota el doble estándar con que internacionalmente se valora el apego al derecho internacional.

“Ser un país respetuoso del derecho internacional, es premiado cuando se trata de pagar la deuda externa, y se cumplen los compromisos contraídos bajo las normas de la Organización Mundial del Comercio”. Aquello  significa ser “premiado por las grandes potencias, y los vecinos, cuando se trata de la certeza jurídica de la propiedad privada”, enfatiza el analista internacional.

Sin embargo, “cuando se trata de reivindicar los derechos territoriales, adquiridos gracias a una guerra que no fuimos invitados, nuestro derecho internacional parece ser castigado”, agrega.

“Entonces hay un doble estándar gigantesco en esta consideración de la Corte”, complementa.

Finalmente, “ya es hora que miremos críticamente nuestra estrategia, donde no basta tener la razón jurídicamente, sino que necesitamos complementar esa con otras, porque la corte está actuando en arreglo a otras consideraciones que nosotros habíamos hecho a un lado”, concluye el investigador.

Dr. Estenssoro: lo de mañana en La Haya no tiene que ver con el fondo del reclamo boliviano

Dr. Estenssoro: lo de mañana en La Haya no tiene que ver con el fondo del reclamo boliviano

  • El investigador Dr. Fernando Estenssoro, del IDEA, reitera que el pronunciamiento que hará mañana la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en La Haya, “tiene que ver con si se declara o no competente para analizar el reclamo boliviano y no con el fondo del asunto”. Añade que, “por lo mismo, si ese tribunal asume que sí puede intervenir, recién iniciaría el proceso”. Complementa el experto que la jurisprudencia internacional favorece a nuestro país, puesto que Chile posee argumentos sólidos que invalidan la pretensión del gobierno de Evo Morales para dejar sin efecto el Tratado de 1904.

 




Mañana (jueves 24), la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya dará a conocer su posición respecto de si declara o no competente para analizar la demanda marítima interpuesta por Bolivia en contra de nuestro país.

Para el investigador del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de nuestra Casa de Estudios, Dr. Fernando Estenssoro, el carácter político que tiene la CIJ de La Haya, puede repercutir en la decisión que adopte.

Agrega que esa Corte debiese apegarse al derecho de forma irrestricta, por lo que tendría que fallar a favor de Chile, pero “hay que pensar en la sociología de las instituciones, que hace que siempre estén tratando de abarcar más temas que para cuales fueron originalmente  convocadas. Vale decir, el asunto es una lotería”.

Lo que está en juego

Tres son los posibles escenarios, tras el dictamen de La Haya. Primero, que la CIJ se declare incompetente, y ponga fin a cualquier tipo de litigio en la materia; segundo, que acepte la tesis boliviana y abra paso a juzgar el tema de fondo y, tercero, que espere escuchar los argumentos de fondo, para tomar una decisión definitiva.

Sin embargo, para el Dr. Estenssoro, si la Corte de La Haya da curso a la demanda de fondo (atender los argumentos bolivianos para abandonar su situación de mediterraneidad), la débil sustancia de sus fundamentos no podría prosperar.

Añade el experto que “el planteamiento jurídico de Bolivia para llevar a Chile a la Haya es muy ingenioso, pero  una falacia”, o sea, una mentira, un fraude, un engaño.

El investigador le resta validez al llamado ‘derecho expectaticio’ que argumenta la demanda del gobierno boliviano, el que consistiría en ‘ofertas’ realizadas por nuestro país, que nunca se concretaron y que -supuestamente- pudieron haber dado solución a su tema marítimo (el que, desde la perspectiva jurídica, está superado por el acuerdo entre ambos países, hace más de un siglo).

El Tratado de 1904, suscrito por Chile y Bolivia -que establece de forma taxativa los límites entre ambas naciones- y la imposibilidad de tratar disputas en la CIJ anteriores a la firma del Tratado Americano de Soluciones Pacíficas (‘Pacto de Bogotá’, de 1948), hacen poco probable que la corte falle en contra de nuestro país. De hacerlo, estaría pasando por sobre el Tratado de comienzos del siglo pasado.

El investigador estima que “si fuéramos a un juicio y la corte resolviera en favor de Bolivia, se podría producir un trastorno a nivel internacional, porque tendrían que comenzar a revisarse todos los tratados existentes en el planeta”.

El trasfondo

El Dr. Estenssoro resume que más que pensar en obtener un buen resultado en La Haya, la estrategia boliviana consiste en causar el mayor ruido a nivel mundial. Es decir, “generar una opinión pública favorable a su postura”.

“Lo que ellos están tratando de buscar, es dejar a Chile como el pesado del curso, lo que constituye, más bien, una táctica mediática”, explica el investigador.

Especifica que, de esa manera, apunta también a solidificar un sentimiento nacionalista al interior de Bolivia, pues no se condice con un país que quiere encontrar una solución consensuada a través del diálogo.

“Es imposible que de esa forma Bolivia consiga algo de Chile, independiente del gobierno de turno. Por eso, para que Bolivia obtenga una salida al mar, tiene que sentarse a negociar con Chile y no con el mundo”, concluye el experto.
 

Dr. Ross: El gobierno venezolano busca que la crisis interna no sea el foco de atención

Dr. Ross: El gobierno venezolano busca que la crisis interna no sea el foco de atención

  • Para el investigador del IDEA, Dr. César Ross, el gobierno de Nicolás Maduro originó el conflicto fronterizo con Colombia como una forma de ofrecer a los venezolanos un “enemigo exterior”, y de este modo desviar el foco de atención de la crisis económica y la efervescencia social interna. Añade que el proyecto bolivariano ha perdido fuerza, puesto que el aliado histórico e incondicional (Cuba) ha restablecido relaciones con Estados Unidos.

 




El investigador del Instituto de Estudios Avanzados, IDEA, Dr. César Ross, expresa que el cierre de la frontera y la expulsión de ciudadanos colombianos que ha realizado el gobierno venezolano responde a que su proyecto político está perdiendo vigor, pues Cuba -aliado histórico que le daba sostén al gobierno bolivariano-, reestableció relaciones diplomáticas con Estados Unidos, quitándole peso en la región.

Luego de más de medio siglo de distanciamiento, el 20 de julio pasado, Cuba y Estados Unidos retomaron formalmente relaciones diplomáticas al abrir embajadas en ambos países.

A juicio del Dr. Ross, este hecho constituye un golpe importante para el gobierno de Venezuela, pues establece cierta distancia con el país caribeño, símbolo de  la revolución.

“Cuba tiene el peso simbólico de la revolución, es la materialización del ideario revolucionario socialista o marxista en América Latina”, afirma el experto. 

“Venezuela se plantea a sí misma como una nueva versión de la revolución socialista del siglo XXI, con una connotación bolivariana; es decir de integración regional antimperialista pero que dialogaba con el imperialismo al venderle petróleo a Estados Unidos”, agrega.

Expresa el experto que esta aparente contradicción era despejada por el irrestricto apoyo que la isla brindaba al gobierno de Hugo Chávez y que capitalizó, su sucesor, el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

“Quién lavaba la imagen de estas contradicciones venezolanas, era Cuba que, de algún modo, garantizaba que Venezuela era un país que siempre estaba en lo correcto, desde el punto de vista político e ideológico y no apartado de la doctrina”, asevera el especialista.

Hasta hace poco, Cuba y Venezuela mantenían una relación de estrecha cooperación, ya que “Cuba, fue un asesor técnico que le proveía apoyo en seguridad y en términos de profesionales médicos, y Venezuela la apoyaba con Petróleo”, expone el especialista.

Sin embargo, “cuando Cuba reestablece relaciones diplomáticas con Estado Unidos, lo que podemos advertir es que empieza a tomar una cierta distancia de Venezuela”, añade el analista internacional.

El factor Maduro

Para el Dr. César Ross, la fluida relación entre Venezuela y Cuba se cimentó sobre la base del capital político de Hugo Chávez y el alto precio que tenía el petróleo que administraba. Sin embargo, “Nicolás Maduro no es ni el diez por ciento de lo que era Chávez, desde el punto de vista político, de su carisma e inteligencia comunicacional”.

Añade el experto que el actual presidente venezolano “es un sujeto bastante opaco, con mucho menos inteligencia política y que le toca gobernar al país con un petróleo que tiene un precio muy inferior al que tuvo Chávez, por lo que la diplomacia del petróleo bolivariano ya no tiene la misma capacidad”.

El Dr. Ross afirma que ante la pérdida de un aliado importantísimo para su reafirmación política como Cuba, y el clima interno de crispación social que vive Venezuela, es que el gobierno de Nicolás Maduro ha decidido buscar un enemigo común, que aglutine todas las voluntades en su contra, y refresque el convulsionado presente de aquel país.

En ese sentido, agrega, “al cerrar la frontera, lo que ha hecho Venezuela es simplemente jugar con este conflicto para que le provea, sobre todo a nivel de consumo interno, de los dividendos que necesita; es decir que la gente se sienta amenazada por otro… y que perciba a Colombia como representante de los intereses del imperio y por lo tanto que ahí hay un conflicto insalvable”.

Añade Ross que el saldo favorable radica en que “este tipo de conflictos se pueden extender artificialmente con una declaración o una acción cualquiera”.

En resumen, para el investigador del IDEA, el gobierno de Nicolás Maduro originó el conflicto fronterizo con Colombia como una forma de ofrecer a los venezolanos un “enemigo exterior”, y de este modo desviar el foco de atención de la crisis económica y la efervescencia social interna, a lo que se suma el que el proyecto bolivariano ha perdido fuerza, puesto que el aliado histórico e incondicional (Cuba) ha restablecido relaciones con Estados Unidos.

Oposición débil

El analista cree que la gran ventaja interna que tiene Maduro consiste en que todavía mantiene una oposición insuficientemente estructurada, no completamente unida y con un pasado asociado a gravísimos hechos de corrupción.

“Nítidamente, desde la última época de Chávez que el proyecto político bolivariano socialista del siglo XXI está retrocediendo, y si no lo hace más rápido es porque la oposición al chavismo en Venezuela está dividida y tiene en su pasado, una historia de corrupción y de abuso de poder, que tampoco le ofrece garantía a la ciudadanía común y corriente de que ellos sean la solución”, concluye.

Dr. Ross: El gobierno venezolano busca que la crisis interna no sea el foco de atención

Dr. Ross: El gobierno venezolano busca que la crisis interna no sea el foco de atención

El investigador del Instituto de Estudios Avanzados, IDEA, Dr. César Ross, expresa que el cierre de la frontera y la expulsión de ciudadanos colombianos que ha realizado el gobierno venezolano responde a que su proyecto político está perdiendo vigor, pues Cuba -aliado histórico que le daba sostén al gobierno bolivariano-, reestableció relaciones diplomáticas con Estados Unidos, quitándole peso en la región.

Luego de más de medio siglo de distanciamiento, el 20 de julio pasado, Cuba y Estados Unidos retomaron formalmente relaciones diplomáticas al abrir embajadas en ambos países.

A juicio del Dr. Ross, este hecho constituye un golpe importante para el gobierno de Venezuela, pues establece cierta distancia con el país caribeño, símbolo de  la revolución.

“Cuba tiene el peso simbólico de la revolución, es la materialización del ideario revolucionario socialista o marxista en América Latina”, afirma el experto.

“Venezuela se plantea a sí misma como una nueva versión de la revolución socialista del siglo XXI, con una connotación bolivariana; es decir de integración regional antimperialista pero que dialogaba con el imperialismo al venderle petróleo a Estados Unidos”, agrega.

Expresa el experto que esta aparente contradicción era despejada por el irrestricto apoyo que la isla brindaba al gobierno de Hugo Chávez y que capitalizó, su sucesor, el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.

“Quién lavaba la imagen de estas contradicciones venezolanas, era Cuba que, de algún modo, garantizaba que Venezuela era un país que siempre estaba en lo correcto, desde el punto de vista político e ideológico y no apartado de la doctrina”, asevera el especialista.

Hasta hace poco, Cuba y Venezuela mantenían una relación de estrecha cooperación, ya que “Cuba, fue un asesor técnico que le proveía apoyo en seguridad y en términos de profesionales médicos, y Venezuela la apoyaba con Petróleo”, expone el especialista.

Sin embargo, “cuando Cuba reestablece relaciones diplomáticas con Estado Unidos, lo que podemos advertir es que empieza a tomar una cierta distancia de Venezuela”, añade el analista internacional.

El factor Maduro

Para el Dr. César Ross, la fluida relación entre Venezuela y Cuba se cimentó sobre la base del capital político de Hugo Chávez y el alto precio que tenía el petróleo que administraba. Sin embargo, “Nicolás Maduro no es ni el diez por ciento de lo que era Chávez, desde el punto de vista político, de su carisma e inteligencia comunicacional”.

Añade el experto que el actual presidente venezolano “es un sujeto bastante opaco, con mucho menos inteligencia política y que le toca gobernar al país con un petróleo que tiene un precio muy inferior al que tuvo Chávez, por lo que la diplomacia del petróleo bolivariano ya no tiene la misma capacidad”.

El Dr. Ross afirma que ante la pérdida de un aliado importantísimo para su reafirmación política como Cuba, y el clima interno de crispación social que vive Venezuela, es que el gobierno de Nicolás Maduro ha decidido buscar un enemigo común, que aglutine todas las voluntades en su contra, y refresque el convulsionado presente de aquel país.

En ese sentido, agrega, “al cerrar la frontera, lo que ha hecho Venezuela es simplemente jugar con este conflicto para que le provea, sobre todo a nivel de consumo interno, de los dividendos que necesita; es decir que la gente se sienta amenazada por otro… y que perciba a Colombia como representante de los intereses del imperio y por lo tanto que ahí hay un conflicto insalvable”.

Añade Ross que el saldo favorable radica en que “este tipo de conflictos se pueden extender artificialmente con una declaración o una acción cualquiera”.

En resumen, para el investigador del IDEA, el gobierno de Nicolás Maduro originó el conflicto fronterizo con Colombia como una forma de ofrecer a los venezolanos un “enemigo exterior”, y de este modo desviar el foco de atención de la crisis económica y la efervescencia social interna, a lo que se suma el que el proyecto bolivariano ha perdido fuerza, puesto que el aliado histórico e incondicional (Cuba) ha restablecido relaciones con Estados Unidos.

Oposición débil

El analista cree que la gran ventaja interna que tiene Maduro consiste en que todavía mantiene una oposición insuficientemente estructurada, no completamente unida y con un pasado asociado a gravísimos hechos de corrupción.

“Nítidamente, desde la última época de Chávez que el proyecto político bolivariano socialista del siglo XXI está retrocediendo, y si no lo hace más rápido es porque la oposición al chavismo en Venezuela está dividida y tiene en su pasado, una historia de corrupción y de abuso de poder, que tampoco le ofrece garantía a la ciudadanía común y corriente de que ellos sean la solución”, concluye.

Europa se encuentra en una encrucijada ética y moral frente a crisis migratoria

Europa se encuentra en una encrucijada ética y moral frente a crisis migratoria

  • Para el analista internacional y docente de la Facultad de Humanidades de nuestra Casa de Estudios, Rodrigo Álvarez Valdés, el fenómeno representa una encrucijada ética y moral, porque si por un lado se han firmado acuerdos, donde algunos países se comprometen a eliminar controles en sus fronteras o la instauración de políticas de acogida, por el otro, la crisis económica que atraviesa la región, hace difícil que pueda absorber la gran masa de migrantes.

 




En lo que va de 2015, más de 300 mil personas han cruzado el mar Mediterráneo con el fin de llegar a Europa. Según la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) la mayoría, provienen principalmente de Siria, Eritrea y Afganistán, aunque también hay algunos de Somalia, Irak y Sudán.

Mujeres, hombres, jóvenes y menores viajan en precarias embarcaciones, producto de que huyen de una guerra o sufren algún tipo de persecución en su país de origen. 

Para el docente de la Facultad de Humanidades, Rodrigo Álvarez Valdés, la problemática de la migración en Europa se presenta por el “desbalance estructural” o  distancia que existe entre los países desarrollados y los que están en vías de conseguirlo, así como la relación con los del tercer mundo, respecto al nivel de vida que ofrecen a sus ciudadanos y que el experto llama “desbalance estructural”.

“Lo que se define como desbalance estructural, es esa diferenciación entre países que han alcanzado niveles de desarrollo que permiten un mínimo estándar de vida que asegura acceso a asuntos materiales como vivienda, o transporte, y no materiales básicas, como la educación, la salud, etcétera”, explica Rodrigo Álvarez.

Agrega el analista que esas naciones tienen una infraestructura o un sistema político que permite al Estado ofrecer garantías de seguridad, en un sentido amplio  y restringido, que va desde la posibilidad cierta de defenderse de otros país hasta la más cotidiana, como la policial.

Así, cree que la migración se produce por “eso innato del ser humano, que intenta buscar lugares donde pueda acceder a estas variables”.

Una crisis de refugiados

Para Rodrigo Álvarez la crisis migratoria en Europa es principalmente de refugiados, más que de migrantes, lo que ofrece un prisma humanitario interesante.

“El refugiado sale obligadamente de su país, el migrante muchas veces decide hacerlo, no porque sea perseguido políticamente o tenga un problema de seguridad o sea discriminado por su raza o religión, sino porque se da cuenta que hay variables que puede resolver de mejor manera en otros países distintos al de su origen”, explica el analista internacional.

En ese sentido, una serie de medida ha adoptado el viejo continente, en pro de rechazar cualquier tipo de acoso político o cultural. Por ejemplo, el Sistema Europeo Común de Asilo (SECA), otorga socorro a todas las personas que emigran a causa de persecución o que ven en peligro su integridad física.

Asimismo, el Acuerdo de Schengen de 1985, al que adhieren actualmente 26 países de Europa, estipula el libre tránsito en la zona para los ciudadanos de las naciones firmantes y promueve la eliminación de los controles fronterizos.

Sin embargo, contraviniendo ese espíritu, Hungría cerró la estación de trenes de su capital, Budapest, luego de convertirse en punto estratégico de los migrantes que desean arribar a Austria y Alemania.

 “Europa se encuentra en una encrucijada entre la visión ética y moral, en términos de este desbalance estructural, versus la obligación que de alguna u otra manera estableció a partir de estos acuerdos que establecen elementos sustantivos que los obligan, teóricamente, a aceptar al migrante cuando este además tiene la problemática de caer en la categoría de refugiado”, añade.

Expresa el experto que cuando se reconoce que el refugiado “de donde proviene carece de libertad, seguridad y de justicia”, pilares fundamentales consagrados en el SECA de la comunidad europea.

El dilema

Los procesos migratorios, producidos por el desbalance estructural, por lo general están regulados por las necesidades que tienen los países receptores “sobre objetivos específicos muy relacionados con su desarrollo económico”, explica Rodrigo Álvarez.

Explica que en el escenario actual de crisis económica que afecta a Europa es complicado que los sistemas productivos de los países de la zona, puedan absorber la alta demanda que implica 300 mil refugiados.

“Ahí se produce una nueva tensión, donde incluso autoridades europeas han hecho un llamado a repartirse los refugiados, para hacer de la problemática un asunto colectivo”, comenta Rodrigo Álvarez respecto a las declaraciones de Donald Tusk, presidente del consejo Europeo quien afirmó que cada país de la Unión Europea debe asumir 100 mil migrantes.

El futuro

Para el analista, el panorama en Europa es incierto, porque es difícil evitar que países que saben muy bien que ni a corto ni a largo plazo serán capaces de incorporar la masa de migrantes que está arribando al viejo continente, “no actúen en la lógica del darwinismo social, en cuanto a cerrar sus fronteras y optar por que sobreviva el más apto dentro de sus propios países”.

Para el profesor Álvarez el actual proceso se ve muy complicado, puesto que la solución no vendrá en el corto plazo “porque tiene un alto costo económico, pero además posee un componente ideológico muy fuerte en los países emisores de emigrantes”.

“Resolver la problemática que se da en el norte africano y en Medio Oriente, no es una cuestión meramente económica, sino un asunto con raíces profundas en términos ideológicos y, además, con variables religiosas, por lo tanto se da una tensión aún mayor para Europa porque en definitiva pareciera que esto es de solución de lago aliento”, concluye el especialista.

Europa se encuentra en una encrucijada ética y moral frente a crisis migratoria

Europa se encuentra en una encrucijada ética y moral frente a crisis migratoria


En lo que va de 2015, más de 300 mil personas han cruzado el mar Mediterráneo con el fin de llegar a Europa. Según la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR) la mayoría, provienen principalmente de Siria, Eritrea y Afganistán, aunque también hay algunos de Somalia, Irak y Sudán.

Mujeres, hombres, jóvenes y menores viajan en precarias embarcaciones, producto de que huyen de una guerra o sufren algún tipo de persecución en su país de origen.

Para el docente de la Facultad de Humanidades, Rodrigo Álvarez Valdés, la problemática de la migración en Europa se presenta por el “desbalance estructural” o  distancia que existe entre los países desarrollados y los que están en vías de conseguirlo, así como la relación con los del tercer mundo, respecto al nivel de vida que ofrecen a sus ciudadanos y que el experto llama “desbalance estructural”.

“Lo que se define como desbalance estructural, es esa diferenciación entre países que han alcanzado niveles de desarrollo que permiten un mínimo estándar de vida que asegura acceso a asuntos materiales como vivienda, o transporte, y no materiales básicas, como la educación, la salud, etcétera”, explica Rodrigo Álvarez.

Agrega el analista que esas naciones tienen una infraestructura o un sistema político que permite al Estado ofrecer garantías de seguridad, en un sentido amplio  y restringido, que va desde la posibilidad cierta de defenderse de otros país hasta la más cotidiana, como la policial.

Así, cree que la migración se produce por “eso innato del ser humano, que intenta buscar lugares donde pueda acceder a estas variables”.

Una crisis de refugiados

Para Rodrigo Álvarez la crisis migratoria en Europa es principalmente de refugiados, más que de migrantes, lo que ofrece un prisma humanitario interesante.

“El refugiado sale obligadamente de su país, el migrante muchas veces decide hacerlo, no porque sea perseguido políticamente o tenga un problema de seguridad o sea discriminado por su raza o religión, sino porque se da cuenta que hay variables que puede resolver de mejor manera en otros países distintos al de su origen”, explica el analista internacional.

En ese sentido, una serie de medida ha adoptado el viejo continente, en pro de rechazar cualquier tipo de acoso político o cultural. Por ejemplo, el Sistema Europeo Común de Asilo (SECA), otorga socorro a todas las personas que emigran a causa de persecución o que ven en peligro su integridad física.

Asimismo, el Acuerdo de Schengen de 1985, al que adhieren actualmente 26 países de Europa, estipula el libre tránsito en la zona para los ciudadanos de las naciones firmantes y promueve la eliminación de los controles fronterizos.

Sin embargo, contraviniendo ese espíritu, Hungría cerró la estación de trenes de su capital, Budapest, luego de convertirse en punto estratégico de los migrantes que desean arribar a Austria y Alemania.

“Europa se encuentra en una encrucijada entre la visión ética y moral, en términos de este desbalance estructural, versus la obligación que de alguna u otra manera estableció a partir de estos acuerdos que establecen elementos sustantivos que los obligan, teóricamente, a aceptar al migrante cuando este además tiene la problemática de caer en la categoría de refugiado”, añade.

Expresa el experto que cuando se reconoce que el refugiado “de donde proviene carece de libertad, seguridad y de justicia”, pilares fundamentales consagrados en el SECA de la comunidad europea.

El dilema

Los procesos migratorios, producidos por el desbalance estructural, por lo general están regulados por las necesidades que tienen los países receptores “sobre objetivos específicos muy relacionados con su desarrollo económico”, explica Rodrigo Álvarez.

Explica que en el escenario actual de crisis económica que afecta a Europa es complicado que los sistemas productivos de los países de la zona, puedan absorber la alta demanda que implica 300 mil refugiados.

“Ahí se produce una nueva tensión, donde incluso autoridades europeas han hecho un llamado a repartirse los refugiados, para hacer de la problemática un asunto colectivo”, comenta Rodrigo Álvarez respecto a las declaraciones de Donald Tusk, presidente del consejo Europeo quien afirmó que cada país de la Unión Europea debe asumir 100 mil migrantes.

El futuro

Para el analista, el panorama en Europa es incierto, porque es difícil evitar que países que saben muy bien que ni a corto ni a largo plazo serán capaces de incorporar la masa de migrantes que está arribando al viejo continente, “no actúen en la lógica del darwinismo social, en cuanto a cerrar sus fronteras y optar por que sobreviva el más apto dentro de sus propios países”.

Para el profesor Álvarez el actual proceso se ve muy complicado, puesto que la solución no vendrá en el corto plazo “porque tiene un alto costo económico, pero además posee un componente ideológico muy fuerte en los países emisores de emigrantes”.

“Resolver la problemática que se da en el norte africano y en Medio Oriente, no es una cuestión meramente económica, sino un asunto con raíces profundas en términos ideológicos y, además, con variables religiosas, por lo tanto se da una tensión aún mayor para Europa porque en definitiva pareciera que esto es de solución de lago aliento”, concluye el especialista.

Queja de Bolivia ante la Aladi busca dar vigencia al tema marítimo

Queja de Bolivia ante la Aladi busca dar vigencia al tema marítimo

  • Para el docente de la Facultad de Humanidades y analista internacional, Rodrigo Álvarez Valdés, la queja interpuesta por Bolivia ante la Asociación Latinoamericana de Integración, Aladi, no tiene sustento, advirtiendo que su propósito es fortalecer la imagen de Evo Morales y otorgar vigencia a la aspiración marítima, que busca dejar sin efecto el Tratado de 1904, entre ese país y Chile.

 



“El canciller boliviano en sus declaraciones confunde el más amplio y libre tránsito por territorio nacional que Chile le otorga a la carga de ese país con la gratuidad de los servicios portuarios”. Así de categórica fue la réplica que el Ministerio de Relaciones Exteriores de nuestro país emitió el 28 de agosto pasado, frente a la acusación que Bolivia interpuso ante la Asociación Latinoamericana de  Integración (Aladi), en la cual sostiene que nuestro país vulnera el tratado de 1904, al imponer cobros excesivos a los productos que la nación altiplánica exporta desde el puerto de Arica.

Para el analista internacional y docente de la Facultad de Humanidades de nuestro Plantel, Rodrigo Álvarez Valdés, el reclamo boliviano responde a una estrategia comunicacional que consisten en mantener viva la demanda marítima interpuesta en la Corte Internacional de Justicia de la Haya (CIJ).

“Desde esa perspectiva, todo pareciera indicar que no tiene asidero este reclamo, y es la forma en que el gobierno boliviano vuelve a poner en el tapete regional e internacional la demanda que tiene presentada ante la Haya”, dice el experto.

Según el especialista, la exigencia boliviana busca afianzar la figura del presidente Evo Morales dentro de su propio país.

“En Bolivia históricamente siempre se han hecho este tipo de reclamos que, por lo general, asocian la fragilidad política boliviana con temas bilaterales con Chile”, buscando generar “una cohesión interna frente al presidente de turno”, explica Rodrigo Álvarez.

El reclamo

El canciller boliviano, David Choquehuanca, afirmó que la protesta de su nación se sustenta en que Chile transgrede el tratado de 1904 -además de otros reglamentos- puesto que éste suscribe que nuestro país “no puede intervenir en ninguna carga boliviana por ningún motivo. Sin embargo, la Aduana de Chile apertura, abre los contenedores de exportación boliviana hacia ultramar, no solo incumpliendo los tratados, el Tratado de Libre Tránsito, sino violando estos tratados”, señaló la autoridad.

El artículo VI, del Tratado Paz  y Amistad suscrito por Chile y Bolivia en 1904, sostiene que “la República de Chile reconoce en favor de  Bolivia y a perpetuidad, el más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico”, por lo cual la nación altiplánica puede usar el puerto de Arica, sin costo, para exportar sus productos.

Sin embargo, el mismo apartado agrega que “ambos Gobiernos acordarán, en actos especiales, la reglamentación conveniente para asegurar, sin perjuicios para sus respectivos intereses fiscales, el propósito arriba expresado”.

 “Efectivamente la carga boliviana tiene un trato especial, en cuanto a no tiene costos de almacenamiento”, añade el analista internacional.

Explica el profesor Álvarez que “hay que entender que los servicios portuarios tienen un costo, y el mismo artículo advierte que estos serán sufragados en términos de los intereses fiscales de ambos países”.

Sobre la denuncia en la Aladi

“Hay que esperar lo que resuelva la Aladi, pero todo indica que dado de los antecedentes que entregó el gobierno chileno, más los argumentos de la posición boliviana, la resolución final no debería ser contraria a Chile”, reflexiona el experto sobre el futuro de la acción legal interpuesta en el organismo internacional contra nuestro país.

Insiste Rodrigo Álvarez, que la denuncia desde Palacio Quemado, es un episodio más, dentro de la estrategia comunicacional del gobierno boliviano, para mantener en la palestra el tema del acceso soberano al mar a través de nuestro país.

“Le permite a Evo Morales mantener viva la idea de que el tema es de interés nacional. Desde la perspectiva boliviana, el asunto de la mediterraneidad une a todos, y será defendido en todas las instancias que se pueda”, enfatiza.

La Haya

Los alegatos de mayo pasado de Chile y Bolivia en la Haya, abrieron un nuevo panorama según Rodrigo Álvarez.

El especialista entiende que de declararse incompetente la CIJ, para dirimir la disputa entre ambas naciones, el país altiplánico no tendrá más instancias formales. De ser así, “prácticamente no van a existir otras instancias similar para que esto suceda”.

Añade que la corte “al declararse incompetente, lo que estaría reconociendo es que el tratado de 1904 tiene vigor y validez absoluta, por lo que no habría nada más que resolver”.

Finalmente, estima que siempre hay que estar atentos al fallo, porque la Haya se puede declarar incompetente o plantear alguna salida salomónica, tal como lo hizo en el litigio entre Chile y Perú.

Queja de Bolivia ante la Aladi busca dar vigencia al tema marítimo

Queja de Bolivia ante la Aladi busca dar vigencia al tema marítimo

“El canciller boliviano en sus declaraciones confunde el más amplio y libre tránsito por territorio nacional que Chile le otorga a la carga de ese país con la gratuidad de los servicios portuarios”. Así de categórica fue la réplica que el Ministerio de Relaciones Exteriores de nuestro país emitió el 28 de agosto pasado, frente a la acusación que Bolivia interpuso ante la Asociación Latinoamericana de  Integración (Aladi), en la cual sostiene que nuestro país vulnera el tratado de 1904, al imponer cobros excesivos a los productos que la nación altiplánica exporta desde el puerto de Arica.

Para el analista internacional y docente de la Facultad de Humanidades de nuestro Plantel, Rodrigo Álvarez Valdés, el reclamo boliviano responde a una estrategia comunicacional que consisten en mantener viva la demanda marítima interpuesta en la Corte Internacional de Justicia de la Haya (CIJ).

“Desde esa perspectiva, todo pareciera indicar que no tiene asidero este reclamo, y es la forma en que el gobierno boliviano vuelve a poner en el tapete regional e internacional la demanda que tiene presentada ante la Haya”, dice el experto.

Según el especialista, la exigencia boliviana busca afianzar la figura del presidente Evo Morales dentro de su propio país.

“En Bolivia históricamente siempre se han hecho este tipo de reclamos que, por lo general, asocian la fragilidad política boliviana con temas bilaterales con Chile”, buscando generar “una cohesión interna frente al presidente de turno”, explica Rodrigo Álvarez.

El reclamo

El canciller boliviano, David Choquehuanca, afirmó que la protesta de su nación se sustenta en que Chile transgrede el tratado de 1904 -además de otros reglamentos- puesto que éste suscribe que nuestro país “no puede intervenir en ninguna carga boliviana por ningún motivo. Sin embargo, la Aduana de Chile apertura, abre los contenedores de exportación boliviana hacia ultramar, no solo incumpliendo los tratados, el Tratado de Libre Tránsito, sino violando estos tratados”, señaló la autoridad.

El artículo VI, del Tratado Paz  y Amistad suscrito por Chile y Bolivia en 1904, sostiene que “la República de Chile reconoce en favor de  Bolivia y a perpetuidad, el más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico”, por lo cual la nación altiplánica puede usar el puerto de Arica, sin costo, para exportar sus productos.

Sin embargo, el mismo apartado agrega que “ambos Gobiernos acordarán, en actos especiales, la reglamentación conveniente para asegurar, sin perjuicios para sus respectivos intereses fiscales, el propósito arriba expresado”.

“Efectivamente la carga boliviana tiene un trato especial, en cuanto a no tiene costos de almacenamiento”, añade el analista internacional.

Explica el profesor Álvarez que “hay que entender que los servicios portuarios tienen un costo, y el mismo artículo advierte que estos serán sufragados en términos de los intereses fiscales de ambos países”.

Sobre la denuncia en la Aladi

“Hay que esperar lo que resuelva la Aladi, pero todo indica que dado de los antecedentes que entregó el gobierno chileno, más los argumentos de la posición boliviana, la resolución final no debería ser contraria a Chile”, reflexiona el experto sobre el futuro de la acción legal interpuesta en el organismo internacional contra nuestro país.

Insiste Rodrigo Álvarez, que la denuncia desde Palacio Quemado, es un episodio más, dentro de la estrategia comunicacional del gobierno boliviano, para mantener en la palestra el tema del acceso soberano al mar a través de nuestro país.

“Le permite a Evo Morales mantener viva la idea de que el tema es de interés nacional. Desde la perspectiva boliviana, el asunto de la mediterraneidad une a todos, y será defendido en todas las instancias que se pueda”, enfatiza.

La Haya

Los alegatos de mayo pasado de Chile y Bolivia en la Haya, abrieron un nuevo panorama según Rodrigo Álvarez.

El especialista entiende que de declararse incompetente la CIJ, para dirimir la disputa entre ambas naciones, el país altiplánico no tendrá más instancias formales. De ser así, “prácticamente no van a existir otras instancias similar para que esto suceda”.

Añade que la corte “al declararse incompetente, lo que estaría reconociendo es que el tratado de 1904 tiene vigor y validez absoluta, por lo que no habría nada más que resolver”.

Finalmente, estima que siempre hay que estar atentos al fallo, porque la Haya se puede declarar incompetente o plantear alguna salida salomónica, tal como lo hizo en el litigio entre Chile y Perú.

Experto plantea que ataques a monumentos históricos realizados por el Estado Islámico “son genocidas”

Experto plantea que ataques a monumentos históricos realizados por el Estado Islámico “son genocidas”

  • La tumba del profeta Jonás en la localidad de Mosul (Irak) y los mausoleos de la ciudad Palmira (Siria) son algunos casos de los monumentos históricos destruidos por los integrantes del llamado Estado Islámico (EI), en lo que han llamado una “limpieza cultural”. Ante las informaciones que dan cuenta de estas y otras irrecuperables pérdidas históricas, el académico e investigador del IDEA de nuestra Universidad, Dr. Cristian Garay, explica que esta práctica “es genocida”, pues borra las raíces y la diversidad de las comunidades del Medio Oriente.

 



El Estado Islámico (EI) realiza lo que llaman la ‘limpieza cultural’ con diversos monumentos históricos de la humanidad, donde simplemente los destruyen. Entre los sitios que han sufrido ante su acción se encuentran los tesoros de la antigua ciudad de Nimrud y la tumba del profeta Jonás (Irak) y la ciudad de Cirene (Libia), la que fue clave para los griegos y romanos en su momento. También, la mezquita Khaled Ibn Walid, el museo del genocidio armenio y los mausoleos de la ciudad de Palmira, estos tres últimos en Siria.

Ante estos atentados a la cultura material, el académico e investigador del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de nuestra Universidad, Dr. Cristian Garay, indicó que “se debe distinguir entre el patrimonio material y el inmaterial.

El patrimonio material es una dimensión no solo física sino que guarda el depósito de las generaciones anteriores, y en consecuencia es una forma de contar la identidad dentro de la multiplicidad y la evolución. En ese caso, lo que hacen los fanáticos religiosos es suprimir todo el pasado no islámico.

 Respecto de los ataques explica que el grupo terrorista ya lo hizo en Afganistán, cuando dinamitó unas estatuas gigantescas del Buda. Esto lo ha seguido haciendo en forma sistemática, tanto en Siria como en Irak, donde no solo hay elementos propios del imperio Romano, de la colonización griega, y del Imperio Bizantino, sino que hay  trazos de identidades  de imperios y reinos que no fueron musulmanes, por ejemplo, la destrucción de parte importante de la ciudad de Palmira.

Beneficio económico y pérdida patrimonial

Para el experto, “esto tiene otra arista: la económica. Porque se están beneficiando del saqueo de los museos, para su posterior venta indiscriminada del patrimonio que los iraquíes y los sirios habían conservado durante cientos de años”.

“Lo que se pierde no son solamente las piezas, sino el patrimonio de la continuidad de ese sector del mundo”, adiciona.

 “Más que limpieza cultural de la que se justifican, ellos asumen una interpretación muy literal del Corán, su texto sagrado, donde se prohíbe la representación de figuras humanas, pero también la prohibición de cualquier señal de otro Dios, y en este sentido han sido consecuentes con esta visión de que solo el Islam puede ser contado dentro de la memoria de una comunidad”, especifica.

Práctica genocida

“Esto viola el carácter cultural e intercultural por parte del Estado Islámico -los que son Sunitas-, ya que atenta contra las versiones Chiitas, el patrimonio del pueblo kurdo, los cristianos o todo lo que se refiera a no construir una identidad única, y eso es lo más grave, debido a que con eso se demuestra que dicha práctica es genocida, porque borra las raíces y la diversidad de esas comunidades”, enfatiza.

El califato es un sistema político único de la ideología del Islam y se basa en el concepto de ciudadanía sin importar la etnia, género o creencia. El EI se autoproclamó califato, y reclama la autoridad religiosa sobre todos los musulmanes del mundo, con el objeto de unir todas las regiones habitadas por musulmanes bajo su control.

En cuanto a su estructura, es guiado por radicales fieles a Abu Bakr al-Baghdadi, autoproclamado califa de todos los musulmanes. Se organiza como un Estado no reconocido, ya que controla de facto varias ciudades de Irak y Siria como Mosul, Faluya o Raqqa, siendo esta última considerada su capital.

Experto plantea que ataques a monumentos históricos realizados por el Estado Islámico “son genocidas”

Experto plantea que ataques a monumentos históricos realizados por el Estado Islámico “son genocidas”

El Estado Islámico (EI) realiza lo que llaman la ‘limpieza cultural’ con diversos monumentos históricos de la humanidad, donde simplemente los destruyen. Entre los sitios que han sufrido ante su acción se encuentran los tesoros de la antigua ciudad de Nimrud y la tumba del profeta Jonás (Irak) y la ciudad de Cirene (Libia), la que fue clave para los griegos y romanos en su momento. También, la mezquita Khaled Ibn Walid, el museo del genocidio armenio y los mausoleos de la ciudad de Palmira, estos tres últimos en Siria.

Ante estos atentados a la cultura material, el académico e investigador del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de nuestra Universidad, Dr. Cristian Garay, indicó que “se debe distinguir entre el patrimonio material y el inmaterial.

El patrimonio material es una dimensión no solo física sino que guarda el depósito de las generaciones anteriores, y en consecuencia es una forma de contar la identidad dentro de la multiplicidad y la evolución. En ese caso, lo que hacen los fanáticos religiosos es suprimir todo el pasado no islámico.

Respecto de los ataques explica que el grupo terrorista ya lo hizo en Afganistán, cuando dinamitó unas estatuas gigantescas del Buda. Esto lo ha seguido haciendo en forma sistemática, tanto en Siria como en Irak, donde no solo hay elementos propios del imperio Romano, de la colonización griega, y del Imperio Bizantino, sino que hay  trazos de identidades  de imperios y reinos que no fueron musulmanes, por ejemplo, la destrucción de parte importante de la ciudad de Palmira.

Beneficio económico y pérdida patrimonial

Para el experto, “esto tiene otra arista: la económica. Porque se están beneficiando del saqueo de los museos, para su posterior venta indiscriminada del patrimonio que los iraquíes y los sirios habían conservado durante cientos de años”.

“Lo que se pierde no son solamente las piezas, sino el patrimonio de la continuidad de ese sector del mundo”, adiciona.

“Más que limpieza cultural de la que se justifican, ellos asumen una interpretación muy literal del Corán, su texto sagrado, donde se prohíbe la representación de figuras humanas, pero también la prohibición de cualquier señal de otro Dios, y en este sentido han sido consecuentes con esta visión de que solo el Islam puede ser contado dentro de la memoria de una comunidad”, especifica.

Práctica genocida

“Esto viola el carácter cultural e intercultural por parte del Estado Islámico -los que son Sunitas-, ya que atenta contra las versiones Chiitas, el patrimonio del pueblo kurdo, los cristianos o todo lo que se refiera a no construir una identidad única, y eso es lo más grave, debido a que con eso se demuestra que dicha práctica es genocida, porque borra las raíces y la diversidad de esas comunidades”, enfatiza.

El califato es un sistema político único de la ideología del Islam y se basa en el concepto de ciudadanía sin importar la etnia, género o creencia. El EI se autoproclamó califato, y reclama la autoridad religiosa sobre todos los musulmanes del mundo, con el objeto de unir todas las regiones habitadas por musulmanes bajo su control.

En cuanto a su estructura, es guiado por radicales fieles a Abu Bakr al-Baghdadi, autoproclamado califa de todos los musulmanes. Se organiza como un Estado no reconocido, ya que controla de facto varias ciudades de Irak y Siria como Mosul, Faluya o Raqqa, siendo esta última considerada su capital.

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