Así lo sostuvo el parlamentario en su clase magistral “Gestión del Conocimiento”, con la que inauguró el año académico de nuestra Universidad en el Salón de Honor.
El legislador se refirió al rol del Estado en materia educacional, sosteniendo que es insustituible en su función de cautelar el bien común.

La resolución de los grandes problemas que tiene el país pasa por terminar con la desconfianza que se encuentra arraigada en las relaciones de quienes lo integran. Así lo planteó este jueves (10) el senador independiente Carlos Cantero, presidente de la Comisión de Educación de la Cámara Alta, al inaugurar el año académico 2012 de nuestra Universidad.

El legislador, en su conferencia “Gestión del Conocimiento”, expresó una serie de preocupaciones en torno a cómo el país, a nivel político y ciudadano, está enfrentando y discutiendo problemas estructurales en distintos ámbitos, como el educacional, energético y de los recursos naturales como el agua, entre otros.

“Chile tiene una crisis de gestión del conocimiento, y la tiene porque no estamos atendiendo los principales problemas del país; no hay espacio para la conversación, estamos mirando todos estos temas desde un punto de vista ideológico”, aseveró.

Agregó que “me estremece el alma ver la falta de diálogo que hay entre la academia y la política. La distancia y el abismo que se ha construido entre ambos”.

Según Cantero, esta ausencia de discusión sobre los grandes temas del país se explica por los altos niveles de desconfianza que registra nuestro país. “La sociedad chilena está cruzada por desconfianza. El problema es que desde ella es sumamente complejo construir, es nuestro Talón de Aquiles”, sentenció.

En esta perspectiva, el parlamentario afirmó que la gestión del conocimiento es un espacio de relaciones humanas, “donde lo esencial es entender que la confianza es lo que va a generar un gran cambio en nuestro país, confianza que se construye en nuestras relaciones”.

Educación: El Estado debe cautelar el bien común
El senador Cantero se refirió al rol del Estado en materia educacional, sosteniendo que es insustituible en su función de cautelar el bien común.

“La educación es esencialmente un bien público. Y es relevante que lo sea porque los bienes públicos están bajo la tuición del bien común, y deben ser cautelados en su provisión por el Estado. Y no sólo cautelados, deben ser financiados y fiscalizados, para que no se cometan abusos ni engaños en muchas universidades”, concluyó.