Secretario general de la Universidad destaca interés de U. de Tarapacá por conocer proyecto de Estatuto Orgánico de nuestro Plantel

  • Delegación de autoridades, académicos y estudiantes de dicha Casa de Estudios, visitó la U. de Santiago para conocer de primera fuente el participativo proceso de elaboración del Estatuto Orgánico, el que está actualmente en trámite de aprobación por parte del Gobierno. El secretario general del Plantel, Gustavo Robles, afirmó que el valor de este proyecto radica en que “moderniza un esquema dictado hace 30 años" y agregó que la visita de la delegación de la U. de Tarapacá "es un reconocimiento" al trabajo desarrollado por toda la comunidad universitaria.


La Universidad de Santiago recibió durante la última semana de julio, la visita de una delegación de la Universidad de Tarapacá, compuesta por estudiantes, funcionarios y académicos, interesados en conocer el proceso de elaboración y presentación del proyecto de Estatuto Orgánico de nuestra Casa de Estudios.

El secretario general de la U. de Santiago, abogado Gustavo Robles, afirmó que esta visita es un reconocimiento al trabajo que se ha venido desarrollando en la búsqueda de aprobar el Estatuto Orgánico propuesto por la Institución y explicó, además, cómo se elaboró este proyecto, cuál es su importancia y cómo ha sido su camino con miras a ser aceptado por el Poder Ejecutivo.

“El Estatuto Orgánico que rige a la Universidad, como en toda institución pública y al igual que en las otras 16 universidades estatales, se aprueba mediante un decreto con fuerza de ley que es iniciativa exclusiva del Presidente de la República pero que debe ser aprobado por el Legislativo”, indica Robles.

En el Estatuto Orgánico de la Universidad se establecen, entre otros, aspectos tan importantes como la organización y funciones de las autoridades unipersonales y colegiadas de la Institución, así como el balance de poder, el control, la rendición de cuentas, los roles que desempeña la Corporación y, además, consigna la estructura, organizada en facultades, escuelas, departamentos, institutos y centros.

Según explica el secretario general, “la Universidad de Santiago desde el año ‘90 ha estado interesada en modificar su Estatuto, debido a que, actualmente, la rige el DFL 149 que fue dictado en 1981, durante la dictadura militar, sin participación, sin confrontación de ideas y en base a un modelo propio de la época en que se vivía”.

“Ese Estatuto sigue plenamente vigente salvo algunos cambios que se han hecho para que el rector sea elegido por los académicos”, agrega.

Fue por ese motivo que en 2006, de acuerdo a su programa, el rector Juan Manuel Zolezzi, propuso al Consejo Académico avanzar en la creación de un nuevo Estatuto Orgánico.

La propuesta fue aceptada y, ese mismo año, se estableció por elección triestamental, el Comité de Estatuto Orgánico (CEO), que durante dos años recogió diversas propuestas de un amplio espectro ideológico, insumos y experiencias anteriores, teniendo en cuenta el DFL 149 y otros proyectos de estatuto como el de la Universidad Técnica del Estado.

Finalmente, se plantearon dos proyectos de Estatuto y votos sobre participación.

En 2008 se realizó el plebiscito para elegir el proyecto de estatuto definitivo de la Universidad y resultó ganadora una opción “donde existe participación de estudiantes y funcionarios y hay participación en los cuerpos colegiados”, según relata el secretario general, Gustavo Robles.

El abogado señala que el valor de este proyecto radica en que “moderniza un esquema dictado hace 30 años y busca introducir factores relacionados con el balance del poder, la distribución de atribuciones, en lo posible con delegación y con una mirada de mayor sentido de participación”.

Desde su aprobación en el plebiscito de 2008 y una vez sometido a los exámenes jurídicos correspondientes, la Universidad inició intensas gestiones para que el proyecto fuera recibido por el Poder Ejecutivo para luego ser enviado al Legislativo.

Gustavo Robles comenta: “el proyecto de Estatuto, junto con el proyecto de Ley Delegatoria fueron entregados a la entonces ministra de Educación, Mónica Jiménez, y posteriormente se produce cierta paralización del trámite porque el gobierno cambió y la gestión actual no ha mostrado mucho ánimo de activar ese documento. Aun así, Rectoría ha seguido insistiendo ante el Ministerio, ha generado comunicaciones con el gobierno, hasta que finalmente han emitido algunas observaciones que estamos trabajando en aclarar o superar”.

“En definitiva, este proyecto ha sido un gran éxito de la comunidad universitaria que fue capaz de unirse en torno a la creación de un nuevo Estatuto Orgánico, que ahora está en poder del Ejecutivo a la espera de que se decida a presentarlo al Congreso Nacional”, sostiene Robles.

En opinión del Secretario General, excluyendo a la Universidad de Chile que ha logrado modificar su estatuto, la U. de Santiago ha sido la institución de Educación Superior que más ha trabajado por cambiar su Estatuto Orgánico y eso es reconocido por otros planteles como la Universidad de Tarapacá con su reciente visita de observación y aprendizaje.

Respecto a las expectativas de aceptación del proyecto de Estatuto Orgánico, Gustavo Robles considera que estas “sí existen y tienen mucho fundamento, más aún si la temática de la educación superior se sigue discutiendo”.

“Hay algunas limitantes legales en la Ley General de Educación que establece que los estudiantes y funcionarios no tienen participación y nosotros, en nuestro proyecto, proponemos la participación de los tres estamentos en los cuerpos colegiados, pero la opinión jurídica que sustenta la Universidad es que dicha restricción se aplica sólo a las universidades creadas después de 1981”, añade el abogado

“Nosotros, en la Corporación, estamos convencidos que deberíamos tener éxito en la aceptación de nuestra propuesta para podernos regir con el proyecto que hemos elaborado en conjunto como comunidad”, concluye el secretario general de la Universidad, Gustavo Robles.