Renuncia de Larraín: “RN no es un partido que se pueda sustentar en grandes liderazgos”

  • Bernardo Navarrete, analista político y académico de la Facultad de Humanidades de la U. de Santiago, pone de relieve que al final del día la gran lección es que “cuando el gobierno cierra mal los temas, los deja indefinidos, el conflicto se lo terminan endosando al Presidente o a un ministro”.


Durante la semana pudimos escuchar en varias ocasiones al ex ministro de Justicia Teodoro Ribera, reafirmar en la prensa  que no renunciaría a su cargo,  sin embargo, declaraciones poco afortunadas gatillaron este lunes su dimisión al gobierno de Sebastián Piñera.

Su salida se dio tras la revelación, hace dos semanas, de correos electrónicos que Ribera intercambió en 2010, cuando se desempeñaba como rector de la Universidad Autónoma, con el ex presidente de la Comisión Nacional de Acreditación, Eugenio Díaz, hoy formalizado y detenido por cohecho y lavado de activos.

Bernardo Navarrete, analista político y académico de la U. de Santiago, advierte que para ningún ministro es agradable renunciar, “porque cuando se sale bajo esas condiciones, la salida termina enlodando para bien o mal su prestigio personal, en consecuencia para Teodoro Ribera fue una mala salida, pero era la crónica de una muerte anunciada”

“Ribera también recibe el efecto de la indefinición del gobierno respecto de cómo enfrentar la crisis del sistema nacional de acreditación de universidades, en ese escenario y dado las desafortunadas declaraciones que hace se pone en una situación donde el Presidente no tenía más que optar por su salida”, enfatizó el experto.

Renuncia de Carlos Larraín

Tras la abrupta salida del ex ministro de Justicia, las consecuencias  por parte de su partido, Renovación Nacional, no se hicieron esperar y su presidente Carlos Larraín, renunció al cargo para así demostrar su molestia al gobierno de Sebastián Piñera.

A juicio del analista de la U. de Santiago, el problema tensiona la relación con la UDI y más allá de contrataciones o no con Gendarmería, se debe atender la renuncia del presidente de RN.

“Durante los 20 años de gobierno de la Concertación, no hubo un presidente de partido que haya dado una señal tan fuerte de molestia a la falta de apoyo presidencial, siendo de su mismo partido”,   aseguró Navarrete.

Según el académico de la U. de Santiago, esta es la peor noticia que podría recibir la administración Piñera en el plano estrictamente político. “La renuncia del senador es a lo que se le debe prestar particular atención en  términos de cómo se dan las relaciones para enfrentar la primaria de la derecha, así como la relación de los congresistas y de RN con el Presidente”.

Bernardo Navarrete reiteró que al final del día la gran lección es que “cuando el gobierno cierra mal los temas, los deja indefinidos, el conflicto se lo terminan endosando al Presidente o a un ministro”

Navarrete concluye que al renunciar Larraín, se produce un vacío de poder en RN, tienda política que según el académico, no es un partido que se pueda sustentar en grandes liderazgos.

Tags: