Reemplazo de grasas trans fue tema de Clase Magistral de especialista argentina

  • La subdirectora del Instituto de Tecnología en Polímeros y Nanotecnología (ITPN) de Argentina, profesora de la U. de Buenos Aires (UBA), Dra. María Lidia Herrera, dictó una Clase Magistral en nuestra Casa de Estudios para dar a conocer las propuestas alternativas que se han generado en el vecino país, para reemplazar las grasas trans, carentes de valor nutricional. Esa labor se vincula al trabajo del Grupo de Investigación en Propiedades de los Alimentos de la Facultad Tecnológica, que dirige la Dra. Silvia Matiacevich.

 





Las grasas trans son un tipo de grasa vegetal que al pasar por ciertos procesos industriales de hidrogenación se transforma del estado líquido al sólido. Según diversos estudios, estos compuestos no tienen ningún valor nutricional, pero la industria alimentaria las utiliza para extender la vida útil de productos como alimentos fritos, margarina, pasteles y galletas.

 Consciente de la necesidad de plantear alternativas saludables, la Dra. María Lidia Herrera, profesora de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y subdirectora del Instituto de Tecnología en Polímeros y Nanotecnología (ITPN), presentó parte del trabajo que ha desarrollado para dar soluciones a este problema.

En su Clase Magistral, llevada a cabo el miércoles (14) en la Sala de Conferencias de la Facultad Tecnológica, la investigadora argentina se refirió a dos soluciones en las que ha trabajado durante años para reemplazar las grasas trans.

“Nosotros hemos buscado materias grasas abundantes en Argentina. Una estrategia consiste en una nueva variedad de girasol y la otra en una mezcla de materias grasas”, expresó.

Legislación sobre grasas trans

El vecino país es pionero en la materia, pues es el tercero en el mundo que legisla sobre las grasas trans, siguiendo el camino de Dinamarca y Suiza. En septiembre pasado comenzó a regir el Código Alimentario Argentino que regula las grasas hidrogenadas de origen industrial en los alimentos procesados. Así, ningún alimento puede contener más de un 5% de esta sustancia.

Con la puesta en marcha de esta política pública, el Ministerio de Salud argentino estima que se pueden prevenir más de 1.500 muertes anuales por enfermedades coronarias y unos 8.000 accidentes cardiovasculares.

La Dra. Herrera valora esta decisión gubernamental que se suma a la distinción que el Senado de la Nación Argentina le confirió a su investigación, al declarar su proyecto como  de interés público.

Vinculación con empresas

En relación a la transferencia de tecnologías a la industria, la investigadora reconoce que ha sido un proceso difícil, agregando que “el problema es que en Argentina los experimentos son a escala de laboratorio y luego hay que hacer un escalamiento real, lo que es un problema para nosotros porque no tenemos, por ejemplo, plantas piloto en la Universidad (UBA) y tampoco tenemos una relación tan cercana con la industria, por lo que la parte de la transferencia es una de nuestras mayores dificultades porque siempre fuimos dos mundos separados”.

Para romper esta dinámica la Dra. Herrera decidió salir de su laboratorio y participar de todas las reuniones donde estén presentes productores y empresarios, de este modo, ha ido dando a conocer su quehacer investigativo.

Ministerio integral

Desde el año 2007 Argentina cuenta con un Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, cuya misión es orientar la ciencia, la tecnología y la innovación al fortalecimiento de un nuevo modelo productivo que genere mayor inclusión social y mejore la competitividad de la economía Argentina, bajo el paradigma del conocimiento como eje del desarrollo.

Para la Dra. María Lidia Herrera, este paso ha sido clave en el desarrollo de la ciencia en su país, principalmente porque el proceso es liderado por el Dr. Lino Barañao, reconocido investigador, por lo que entiende las problemáticas y, además, es un gran gestor.

La también investigadora independiente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), planteó además que ellos como investigadores tienen un camino recorrido en materia de divulgación científica. Bajo su visión “es más fácil dar a conocer el trabajo al público general que a los empresarios, porque estos últimos tienen que generar rentabilidad, lo que dificulta la comunicación”.

Investigación películas de alginato

La visita de la investigadora argentina se enmarca en el Proyecto Fondecyt (1131017) “Liberación prolongada de agentes antimicrobianos micro/nanoencapsulados en películas de alginato”, a cargo de la Dra. Silvia Matiacevich, investigadora del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la Universidad.

El alginato es un compuesto natural que proviene de las algas, con el cual se puede formar gel y películas para recubrir los alimentos. La académica utilizó estos insumos antimicrobianos naturales para lograr una liberación controlada en el tiempo, porque actualmente sólo se inhibe el crecimiento de microorganismos los primeros días.

Puntualizó que “hemos aprendido algunas técnicas nuevas y a utilizar algunos equipos que tiene la Dra. Herrera en Buenos Aires, por lo que he podido viajar y hacer algunas mediciones para obtener mejores resultados de análisis físico-químicos que aquí no tenemos la posibilidad de realizar”.

La académica se mostró conforme por la alta convocatoria que tuvo la actividad, remarcando que el trabajo presentado por la Dra. Herrera permitirá a corto plazo establecer una nueva línea de investigación en el área.

Gracias a este trabajo colaborativo publicarán dos artículos y escribirán un capítulo de un libro, lo que muestra un incremento en la producción científica del Grupo de Investigación en Propiedades de los Alimentos que lidera la Dra. Matiacevich.