Queja de Bolivia ante la Aladi busca dar vigencia al tema marítimo

  • Para el docente de la Facultad de Humanidades y analista internacional, Rodrigo Álvarez Valdés, la queja interpuesta por Bolivia ante la Asociación Latinoamericana de Integración, Aladi, no tiene sustento, advirtiendo que su propósito es fortalecer la imagen de Evo Morales y otorgar vigencia a la aspiración marítima, que busca dejar sin efecto el Tratado de 1904, entre ese país y Chile.

 



“El canciller boliviano en sus declaraciones confunde el más amplio y libre tránsito por territorio nacional que Chile le otorga a la carga de ese país con la gratuidad de los servicios portuarios”. Así de categórica fue la réplica que el Ministerio de Relaciones Exteriores de nuestro país emitió el 28 de agosto pasado, frente a la acusación que Bolivia interpuso ante la Asociación Latinoamericana de  Integración (Aladi), en la cual sostiene que nuestro país vulnera el tratado de 1904, al imponer cobros excesivos a los productos que la nación altiplánica exporta desde el puerto de Arica.

Para el analista internacional y docente de la Facultad de Humanidades de nuestro Plantel, Rodrigo Álvarez Valdés, el reclamo boliviano responde a una estrategia comunicacional que consisten en mantener viva la demanda marítima interpuesta en la Corte Internacional de Justicia de la Haya (CIJ).

“Desde esa perspectiva, todo pareciera indicar que no tiene asidero este reclamo, y es la forma en que el gobierno boliviano vuelve a poner en el tapete regional e internacional la demanda que tiene presentada ante la Haya”, dice el experto.

Según el especialista, la exigencia boliviana busca afianzar la figura del presidente Evo Morales dentro de su propio país.

“En Bolivia históricamente siempre se han hecho este tipo de reclamos que, por lo general, asocian la fragilidad política boliviana con temas bilaterales con Chile”, buscando generar “una cohesión interna frente al presidente de turno”, explica Rodrigo Álvarez.

El reclamo

El canciller boliviano, David Choquehuanca, afirmó que la protesta de su nación se sustenta en que Chile transgrede el tratado de 1904 -además de otros reglamentos- puesto que éste suscribe que nuestro país “no puede intervenir en ninguna carga boliviana por ningún motivo. Sin embargo, la Aduana de Chile apertura, abre los contenedores de exportación boliviana hacia ultramar, no solo incumpliendo los tratados, el Tratado de Libre Tránsito, sino violando estos tratados”, señaló la autoridad.

El artículo VI, del Tratado Paz  y Amistad suscrito por Chile y Bolivia en 1904, sostiene que “la República de Chile reconoce en favor de  Bolivia y a perpetuidad, el más amplio y libre derecho de tránsito comercial por su territorio y puertos del Pacífico”, por lo cual la nación altiplánica puede usar el puerto de Arica, sin costo, para exportar sus productos.

Sin embargo, el mismo apartado agrega que “ambos Gobiernos acordarán, en actos especiales, la reglamentación conveniente para asegurar, sin perjuicios para sus respectivos intereses fiscales, el propósito arriba expresado”.

 “Efectivamente la carga boliviana tiene un trato especial, en cuanto a no tiene costos de almacenamiento”, añade el analista internacional.

Explica el profesor Álvarez que “hay que entender que los servicios portuarios tienen un costo, y el mismo artículo advierte que estos serán sufragados en términos de los intereses fiscales de ambos países”.

Sobre la denuncia en la Aladi

“Hay que esperar lo que resuelva la Aladi, pero todo indica que dado de los antecedentes que entregó el gobierno chileno, más los argumentos de la posición boliviana, la resolución final no debería ser contraria a Chile”, reflexiona el experto sobre el futuro de la acción legal interpuesta en el organismo internacional contra nuestro país.

Insiste Rodrigo Álvarez, que la denuncia desde Palacio Quemado, es un episodio más, dentro de la estrategia comunicacional del gobierno boliviano, para mantener en la palestra el tema del acceso soberano al mar a través de nuestro país.

“Le permite a Evo Morales mantener viva la idea de que el tema es de interés nacional. Desde la perspectiva boliviana, el asunto de la mediterraneidad une a todos, y será defendido en todas las instancias que se pueda”, enfatiza.

La Haya

Los alegatos de mayo pasado de Chile y Bolivia en la Haya, abrieron un nuevo panorama según Rodrigo Álvarez.

El especialista entiende que de declararse incompetente la CIJ, para dirimir la disputa entre ambas naciones, el país altiplánico no tendrá más instancias formales. De ser así, “prácticamente no van a existir otras instancias similar para que esto suceda”.

Añade que la corte “al declararse incompetente, lo que estaría reconociendo es que el tratado de 1904 tiene vigor y validez absoluta, por lo que no habría nada más que resolver”.

Finalmente, estima que siempre hay que estar atentos al fallo, porque la Haya se puede declarar incompetente o plantear alguna salida salomónica, tal como lo hizo en el litigio entre Chile y Perú.