Pedagogía en Filosofía de la estatal U. de Santiago reacreditada por cinco años

Estudiantes U. de Santiago

En el informe de los pares evaluadores se destaca -entre otros puntos-  la apropiada articulación entre la formación académica y disciplinar, un perfil de egreso donde queda de manifiesto el trabajo participativo de todo el Departamento de Filosofía y un cuerpo académico de excelencia.

“Somos no sólo buenos en la formación en filosofía de las ciencias, somos los mejores en Santiago”, aseguró el director del Departamento de Filosofía, Dr. Wilfredo Quezada.        

La noticia de la reacreditación de la carrera de Pedagogía en Filosofía, es tomada con tranquilidad y mucho optimismo dentro de la Universidad de Santiago. Son cinco años donde el proyecto formativo de esta Unidad Académica podrá fortalecerse. Para los académicos, administrativos y estudiantes del departamento que acoge  el programa, el resultado fue una clara señal de apoyo que dio la Comisión Nacional de Acreditación al proyecto educativo de esta Unidad perteneciente a la Facultad de Humanidades del plantel estatal.

También lo percibe así el director del Departamento de Filosofía, Dr. Wilfredo Quezada, quien cree que existen varias razones que permitieron que la carrera de pedagogía en esta disciplina haya completado su proceso de reacreditación con éxito.

“Los pares evaluadores destacaron en su informe que existe una apropiada articulación entre la formación pedagógica y la disciplinar, una reformulación del nuevo perfil de egreso donde se reconoce el trabajo participativo de todo el Departamento, una visibilidad clara de esta Unidad Académica gracias a la línea disciplinaria de la filosofía de las ciencias, un cuerpo académico de excelencia y una percepción positiva de los cambios institucionales acaecidos recientemente en la unidad que se focalizan en la claridad de la gestión y la búsqueda de la calidad”, destacó.     
 
Agrega, a demás, que “se podrían considerar cinco elementos fundamentales que permitieron superar los diagnósticos más pesimistas: el producto consolidado de la carrera, sus egresados y titulados; la calidad y el compromiso de sus estudiantes; la voluntad expresa de consolidar la transición interna del profesorado que apunta fundamentalmente a la calidad y a un cambio de estilo en la toma de decisiones; la seriedad con la que se asumió por parte de todos los involucrados el proceso -pese a su lentitud inicial- de cambiar el perfil y la malla de la carrera; y, finalmente, la perseverancia en avanzar en el proceso de autoevaluación pese a nuestras visibles diferencias y desencuentros internos, que en algún momento alcanzaron incluso al estudiantado. Yo creo que estos 5 puntos sintetizan el plus que llevó al importante resultado que obtuvimos”.

Nuevos  desafíos

Tanto autoridades como académicos del Departamento de Filosofía están conscientes que la acreditación por cinco años es un apoyo no sólo a la labor ya realizada, sino al trabajo que viene.

En este sentido, el Dr. Quezada, recalca que el trabajo que viene está relacionado con “las orientaciones que se determinarán a través del Plan Estratégico del Departamento en el que se está trabajando y, en lo que respecta  específicamente a la licenciatura. Mi opinión es que debemos ver la reforma de su malla curricular como una oportunidad para complejizar la oferta académica del pregrado considerando la posibilidad de las salidas intermedias mediante la modularización del curriculum, así como la conexión más fluida con la oferta de postgrado”.

Además, el director asegura que es importante, en esta misma línea,  “conectarnos con ofertas semejantes de pregrado tanto en la universidad como fuera de ella y, algo que puede parecer innovador pero que tiene toda la racionalidad del mundo en la U. de Santiago: la posibilidad concreta de obtener interdisciplinariedad efectiva en el módulo disciplinario a través de la conexión con las pedagogías de ciencias”.

El directivo destacó que “somos no sólo buenos en la formación en filosofía de las ciencias, somos los mejores en Santiago y debemos explotar la posibilidad de tener conexión sistemática con aquellos que hacen educación matemática o  en ciencias naturales. Esto daría a nuestros egresados un plus interesante en sus respectivas prácticas pedagógicas”.