• Se trata de certámenes convocados por CAP y Corma y donde nuestros futuros arquitectos logran segundo lugar y menciones honrosas. Los futuros arquitectos Patricio Miranda, Juan Pablo Riquelme y Franco Cicardini fueron premiados con un millón y medio de pesos por su proyecto de mediateca para la comuna de Cerro Navia, mientras que los grupos compuestos por Sebastián Torres, Alfredo Domínguez y Nicole Donos; y por Tania Villegas, Belén Fuentes y Astrid Araneda, recibieron mención honrosa por participar en concurso de CAP y Corma, respectivamente.

Los concursos de la Compañía de Acero del Pacífico (CAP) y de la Corporación Chilena de la Madera (Corma), son dos certámenes dirigidos a estudiantes de Arquitectura de todas las universidades del país, que se realizan con el objetivo de promover el diseño y construcción, utilizando los respectivos materiales.

Este año, estudiantes de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Santiago participaron en las dos instancias y, en ambas, resultaron distinguidos dentro de los primeros lugares.

En el XXVII Concurso CAP para Estudiantes de Arquitectura, participaron, de quinto año, Patricio Miranda, Juan Pablo Riquelme y Franco Cicardini, quienes consiguieron el segundo lugar en la competencia y obtuvieron un premio que consiste en un millón y medio de pesos para los participantes y un millón de pesos para la Universidad.

Los jóvenes debieron postular el diseño de una mediateca que, en este caso, emplazaron en la comuna de Cerro Navia, en el Parque Mapocho Poniente. La propuesta contempló salas de juego y de lectura, en una dimensión de entre dos mil y tres mil metros cuadrados.

El estudiante Franco Cicardini siempre tuvo la esperanza de obtener un buen resultado. “Sabíamos que teníamos grandes oportunidades pero de todas maneras la noticia fue una sorpresa. Estamos felices, contentos y tranquilos porque sabíamos que teníamos un muy buen proyecto”, declaró.

El académico de la Escuela de Arquitectura, Rodrigo Aguilar, estuvo a cargo de guiar el proyecto de Miranda, Riquelme y Cicardini, y se manifestó “orgulloso por el reconocimiento”.

“Siempre es un honor recibir estas distinciones, pero a la vez es un desafío mantenerse en el nivel y seguir con una participación destacada”, señaló el académico.

“La Escuela tiene muy buenos alumnos y además hay que destacar el trabajo de los profesores que han formado a los estudiantes desde primer año. Estos logros son fruto de un trabajo mancomunado”, agregó Aguilar.

Mención honrosa a mediateca musical

En tanto, los estudiantes Sebastián Torres, Alfredo Domínguez y Nicole Donoso, guiados por el profesor Iván Jiménez, obtuvieron una Mención Honrosa en el mismo concurso, gracias a su proyecto de mediateca ubicada en el sector norponiente de Santiago.

La novedad en el proyecto de Torres, Domínguez y Donoso es la utilización de acero corten, material cuya oxidación otorga características especiales a la estructura y que en esta ocasión no sería utilizado de forma ornamental –como se hace habitualmente- sino que serviría como soporte de la obra.

La estudiante Nicole Donoso, señaló que “como equipo nos enfocamos en que el espacio estuviera relacionado con la música y que sirviera para el ensayo de bandas emergentes, por ejemplo. Esa es una característica distintiva de nuestro proyecto”.

“Nos teníamos mucha fe por lo novedosa que era nuestra propuesta”, agregó la futura arquitecta.

Innovador hotel en madera

Por su parte, las estudiantes de quinto año de Arquitectura, Tania Villegas, Belén Fuentes y Astrid Araneda, obtuvieron mención honrosa en el Concurso de Diseño en Madera de Corma, por su proyecto de un hotel que se ubicaría en Villarrica.

Las estudiantes propusieron una construcción modular denominada Hotel Pehuén, cuya estructura estaría elevada, permitiendo así, observar el follaje de los árboles desde el interior.

La integrante del grupo, Belén Fuentes, destacó el gran apoyo brindado por Jorge Mancilla, profesor de laboratorio y por el académico guía, Rodrigo Aguilar, “sobre todo en el tema del diseño”, pero, además reconoció que “la alta exigencia de los profesores y la Escuela nos ayudó mucho a obtener un buen lugar en la competencia y representar de buena forma a la Universidad de Santiago”.