“Nuestra Universidad debe proyectarse al año 2050”

  • Así lo afirma el ex rector Eduardo Morales Santos, quien recibió este viernes la distinción Profesor Emérito en el marco del 163º aniversario de nuestra Casa de Estudios.
  • En entrevista con Usach al Día, el académico de la Facultad de Ingeniería, aborda los desafíos -que a su juicio- debería afrontar nuestra Universidad, para convertirse en un plantel de clase mundial.


El pasado jueves, un día antes de que se le distinguiera como Profesor Emérito en la ceremonia de Aniversario 163º de nuestro plantel, el ex rector Eduardo Morales Santos (1990–1998), recibió a Usach al Día en su oficina del Departamento de Ingeniería Eléctrica. Eran cerca de las 9 de la mañana y el académico seguía atentamente a través de Internet la intervención de una representante del gobierno de Australia en un foro de Educación Superior que se desarrolló en Canadá.

Y es que la ex máxima autoridad del plantel -que durante su rectorado promovió la creación de carreras como Psicología, Arquitectura, Periodismo, Medicina, Enfermería y Obstetricia- es un asiduo estudioso de las distintas tendencias mundiales sobre enseñanza terciaria. Su apuesta es buscar lo bueno que hacen las naciones más exitosas de Educación Superior, para poder extrapolar sus experiencias a nuestra realidad.

En su opinión, los países de referencia que deberíamos considerar son Australia, Nueva Zelanda, Singapur y Estados Unidos. En esta perspectiva, el académico sostiene que “una cuarta misión de la Universidad debe ser la internacionalización y la globalización”.

-¿Qué balance hace sobre nuestra Universidad al cumplir 163 años de existencia?
-Hoy nuestra Casa de Estudios está caracterizada como Universidad más completa y más compleja, con la creación de la Facultad de Ciencias Médicas y las Escuelas de Periodismo, Psicología y Arquitectura. Somos una universidad “Clase A” según la clasificación norteamericana, esto es, las instituciones que tienen mejor nivel de desarrollo. Pero eso no basta, lo que importa realmente es que haya una especie de convergencia o conversaciones entre las distintas áreas del saber; por ejemplo, entre la medicina, la ingeniería, la arquitectura, la educación.

-¿Qué otros aspectos son mejorables?
-La Universidad está compitiendo a nivel mundial, porque uno empieza a compararse con otros planteles de América Latina y del resto del mundo. Nuestro desafío futuro es ver cómo se hace cada vez mejor desde el punto de vista de su actividad académica, y también en gestión. Hasta hace poco, este punto no era considerado como una misión. Pienso que la gestión, es tanto o más importante que las otras actividades propias del quehacer universitario, como la docencia, la investigación y la extensión.

Lo otro importante -continúa- es la vinculación con el medio. Antes, la Educación Superior era financiada fundamentalmente por los estados, situación que todavía se da en algunos países del mundo, pero cada vez se hace más importante que logre financiamiento a través de fundaciones o entidades privadas para diversificar sus fuentes de financiamiento. En la actualidad, gran parte del financiamiento de la Universidad proviene de los aranceles de los estudiantes, más algo de investigación y de servicios. Hay que diversificar las fuentes de financiamiento. Por ejemplo, la Universidad de Harvard tiene una fuerte inversión que hacen los privados.

-Usted ha planteado que las universidades deben pensar y tomar decisiones con miras en el largo plazo.
-En la década del `60 y `70 se hacían planes para las propias universidades, no había ‘competencia’ con otros planteles del país o del extranjero. Hoy ya se habla de orientaciones estratégicas, porque uno piensa más allá del 2030 o el 2050. Toda universidad debe proyectarse al 2050, como lo hacen los chinos. Es importante tener una visión de largo plazo que permita orientar las decisiones que se tomen a nivel institucional.

-¿Cuáles son a su juicio los ejes estratégicos que debieran guiar el quehacer de la Universidad en esa visión de largo plazo?
-Estimo cinco orientaciones fundamentales, tres de ellas estratégicas: la Ingeniería, la Educación y la Medicina, que son los temas fundamentales en términos de conocimiento que deben fortalecer a la Universidad. Pero todo eso en el contexto de ciencias básicas como la matemática, física, química y biología, y también las ciencias sociales y las humanidades. Esos debieran ser los cinco ejes de desarrollo de la Universidad de Santiago para los próximos 30 ó 40 años.

-De los modelos de Educación Superior que ha analizado, ¿cuál le parece el más adecuado en materia de investigación universitaria?
-El japonés. En Japón la investigación se desarrolla en centros interuniversitarios. En Chile, todavía estamos acostumbrados a que la investigación sea a nivel de departamentos, facultades o universidad, pero tal vez eso no es lo que el país necesita. Se requiere que la investigación se haga a nivel de varias universidades o, incluso, de varios países. Hoy no hay fronteras para la investigación.

-¿Cuál es el rol que debe asumir nuestra Universidad para con el país?
-La Universidad de Santiago tiene un papel importantísimo, y la comparo con lo que está haciendo la Universidad del Estado de Arizona (EEUU), que ha declarado que desea ser un referente del futuro. En nuestro plantel estamos en eso, educando a un público objetivo que proviene en un 80 por ciento de la educación pública, y que debe ser bien atendido desde un punto de vista de calidad del servicio, calidad de la educación y calidad de la investigación.

-¿Y en materia de gobierno universitario, qué modelo prefiere?
-En gobernabilidad también he tomado como ejemplo un modelo japonés, que plantea que la gobernabilidad, a nivel de gobierno central o de facultades, está configurada por un ente que sea un organismo colegiado, que orienta en el largo plazo a la universidad, donde el rector actúa como el presidente de una empresa, también como gerente, planteando sus puntos de vista a ese ‘directorio’. Esa entidad colegiada es la que fija las políticas de largo plazo. Junto a ésta, deben haber Unidades de Inteligencia, que visualicen lo que está pasando en otros países y alimenten a las autoridades y organismos colegiados con información pertinente con el fin de que se puedan tomar buenas decisiones.

-¿Qué piensa sobre las modificaciones al sistema de Educación Superior planteadas e impulsadas por el actual Gobierno?
-Después de 30 años no ha habido una reforma consistente de la Educación Superior. En 1981 se separó las pedagogías de las universidades, y eso contribuyó a que fueran siendo cada vez menos relevantes para el desarrollo del país. Hoy se están retomando y fortaleciendo las pedagogías, pero falta mucho todavía. Al respecto, se debiera considerar experiencias como la de Finlandia y Singapur, y ver cómo hicieron ellos para mejorar la formación de profesores. Los pasos que está dando nuestro país son incipientes. Debe entender que la educación es una inversión de largo plazo donde el Estado tiene un rol principal en lo referente a orientaciones, regulación y financiamiento; y que no corresponde a un solo gobierno.