- De paso por Chile, tras casi veinte años de ausencia, el director de la Sociedad Canadiense para el Desarrollo Internacional, Rejean Lantagne, se dio el tiempo para conocer las actividades del Centro Internacional de Economía Social y Cooperativa (Ciescoop), de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad e interiorizarse de las inquietudes actuales del sector cooperativista chileno.
“Antes en Chile había muchas cooperativas de consumo y eran de las más grandes. Con Pinochet eso murió”. Así recuerda Rejean Lantagne el panorama cooperativista chileno de la década de los 80, época en la que estuvo apoyando, a partir de su puesto en Socodevi (Sociedad Canadiense para el Desarrollo Internacional), a diversas cooperativas nacionales, desde algunas relacionadas con pescadores hasta organizaciones relativas al ahorro y crédito. “Nos fuimos de Chile el 86 y estuvimos enviando recursos de manera fuerte hasta 1993”, sostiene.
La visita de Lantagne se produjo en el marco de un reciente encuentro global sobre cooperativismo, realizado en nuestro país por la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), actividad que contó con la colaboración de Coopeuch y del Centro Internacional de Economía Social y Cooperativa (Ciescoop), de la Facultad de Administración y Economía del plantel, en el marco de las celebraciones este 2012 del año internacional del cooperativismo.
Falta de integración
“Quería conocer cómo estaba el movimiento cooperativista chileno. Me junté con varios representantes sectoriales y me quedé con la impresión de que hay cooperativas importantes, pero me parece que no hay suficiente integración del movimiento. Antes había más federaciones. Por ende, existe un gran esfuerzo a realizar a nivel de participación”, admitió Lantagne tras reunirse con directivos del Ciescoop.
Reconoció que sobre esta entidad de la Universidad, no sabía mucho “pero con lo que he conocido me quedé impresionado. Tienen gran cantidad de proyectos, de profesionales y de proyección al futuro. Creo que esto va a ayudar mucho al movimiento cooperativista chileno y va a permitir fortalecerlo”, aseguró el experto canadiense, quien ha sido un defensor a ultranza del modelo cooperativista, pues cree que esta forma de hacer empresa es la que ayudará a superar las crisis económicas mundiales.
“(Las cooperativas) son gran parte de la solución para corregir el problema de la desigualdad. El sistema capitalista funciona para los ricos y muchos sin posibilidad de acceder a recursos, no caben en el modelo. Cuando existen empresas que son propiedad de la gente, lo que se permite es un equilibrio a nivel de ingreso y recursos, basado en la distribución de excedentes. Se logra que las personas tomen su destino económico y social en sus manos. Si hubiera más cooperativas y mutuales en el mundo habría un mayor bienestar”, enfatizó.
A juicio de Lantagne, es necesario promover el movimiento cooperativista entre los jóvenes, para que sea fuerte y con proyecciones, ya que posibilita que exista una distribución efectiva de la riqueza, demostrando que es posible hacer empresas con responsabilidad social, que provean a sus socios de servicios tanto sociales como económicos.
“No es que el cooperativismo sea solo para pobres, pero sí puede ayudar a una mejor distribución de la riqueza. Lo demuestran los mil millones de socios de cooperativas que existen hoy en el mundo. Nos faltan otros seis mil millones más a convencer”, puntualizó.
