La política requiere cambiar su estructura para superar la crisis

  • Para el sociólogo y académico de nuestra Universidad, Alberto Mayol, poner fin a la falta de probidad en la política nacional requiere de cambios estructurales, partiendo por una nueva Constitución y un marco regulatorio que le otorgue más poder a la política, por sobre los intereses económicos. Para el experto la explicación de lo ocurrido en el último tiempo es clara: la legislación lo ha permitido.

 

 



Con la reciente renuncia de Jorge Insunza a la Secretaría General de la Presidencia, Segpres, la crisis por la que pasa la política en nuestro país se acrecentó, y la ciudadanía cada día desconfía más de las personas que nos representan y tienen el poder.

El sociólogo y académico del Departamento de Gestión y Políticas Públicas, de la Facultad de Administración y Economía, de nuestra Universidad, Alberto Mayol, expresa que no hay duda que es complejo escenario que vive la política en Chile, esbozando que se debe cambiar toda la estructura política y económica del país para que ello se revierta.

 “Así funciona la política desde hace años. Y, la verdad, es que nadie tenía contemplado que se corriera la línea que delimitaba políticamente lo correcto y de lo incorrecto, y menos lo legal de lo ilegal. Así, cambiando esa línea, que deriva del gran cambio de la estructura de la dinámica de la sociedad chilena en términos culturales, no cabe duda que la elite se  ve obligada a adaptarse a este nuevo escenario y, obviamente, le cuesta mucho. Pero esto era lo normal”, expresa.

No había prohibición

Siguiendo la idea, indica que “estamos hablando que nuestra legislación no prohibía a los diputados y senadores hacer asesorías a cualquier empresa, sirviendo al interés particular y al general al mismo tiempo. Una cosa que era completamente absurda. Entonces, esto deviene del hecho que hay un error del Gobierno, de Jorge Insunza, pero eso es lo especifico del caso, pero no amerita un análisis casuístico, porque esto ya es un fenómeno”.

Explica que “el error original” fue haber entregado a Rodrigo Peñailillo (o sea, sacarlo del Gobierno), “por un caso que era completamente normal dentro del sistema” y abriendo una grieta “de destrucción interna para la estructura del Ejecutivo”.

“Esto es una variante de los años 90 con las irregularidades de Codelco, de lo que pasó en los inicio de la década del 2000 con los casos MOP GATE, Inverlink, CORFO, entre otros, y hoy estamos viendo cómo se construyó un mercado de la política donde las empresas compraban servicios políticos”, recalcó.

No hay legislación

Añade que “la transformación que la política requería era muy significativa. No hay ninguna legislación que se esté haciendo para mejorar las dinámicas corporativas de las empresas. Allí fue donde comenzaron estas malas prácticas y predominaron por medio de sus directorios como asesorías. Y, finalmente, los que pagan todo esto están en la política, la que cada vez está más restrictiva, más complicada, mientras la economía vive tranquilamente al medio de la crisis”.

“Por lo mismo, en este escenario la política no ha sabido reaccionar y ha tenido que absorber completa la crisis, cuando esta es responsabilidad de ambas partes incluyendo a la elite económica”, enfatiza.

“Nosotros asumimos un modelo de sociedad donde esto era lo normal; entonces, hoy lo que me parece absurdo es que discutamos sobre personas”, subraya el académico de nuestra Universidad.

Soluciones

Expresa el experto que, para mejorar esta situación, se debe cambiar toda la estructura política y económica del país. Para eso se debe ir al principio, partiendo por crear una nueva Constitución y un marco regulatorio que le entregue más poder a la política, por sobre los intereses económicos.

“Hay que cambiar toda la estructura política y económica del país, la legislación permitía que un diputado fuera a la vez el presidente de la comisión de minería que investigaba el caso de Codelco y a al mismo tiempo pudiera hacer informes políticos a otra minera”, señala.

Mayol, enfatiza que “necesitamos una transformación muy radical, refundacional. Hay que ir al principio, partiendo por crear una nueva Constitución hasta un marco regulatorio completamente nuevo, donde se le entregue más poder a la política. Hacerlo es complicado, porque la política vive una crisis de confianza. El problema es que los que tienen más poder son los que tienen el dinero por sobre la política; entonces, hay que compensar el poder de la política frente al dinero. Para eso hay que establecer las regulaciones en el dinero, para que la gente que lo quiere se vaya ahí y no a la política”.

Imagen

Explica que “Chile es más sano hoy que hace 10 años, porque está tratando estos temas, y cualquier persona que no tenga una mirada caricaturesca de los otros países entenderá que es mucho más razonable que se procesen los casos de corrupción a que no se haga. Por lo tanto, lo relevante es construir, de aquí a un periodo de corto o mediano plazo, una sociedad que funcione sanamente. Y estamos más cerca que lejos de eso”.

Sobre cómo mejorar la imagen de los políticos, el sociólogo dijo que “en la medida que abran las puertas a la participación ciudadana, y se hagan un trabajo territorial fuerte, generará una gran impacto, pero eso requiere mucho tiempo”.