Investigador sostiene que en otoño seguirán las altas temperaturas, aunque no alcanzarán los elevados índices del verano

  • Entre marzo y hasta mediados de junio las temperaturas serán mayores a las registradas en años anteriores, esto debido a la presencia del fenómeno de El Niño y el calentamiento global. Así lo indica el meteorólogo de nuestro Plantel, magíster Álvaro Mauro, quien aclara que los altos índices serán los correspondientes a estos meses (marzo a junio) y no una continuación del verano, como algunos temen. Vale decir, no tendremos registros como los de enero o febrero (sobre 30 grados), pero tampoco habrá demasiadas lluvias, ni frío intenso.

 




A dos semana de finalizar, este verano será recordado por ser uno de los que reportó las más altas temperaturas. Si bien hay quienes asocian tales registros al influjo del fenómeno climatológico de El Niño, lo cierto es que para el meteorólogo de nuestra Universidad, Álvaro Mauro, la responsabilidad recae también en el cambio climático que afecta al planeta.

Según el experto, en la actual época estival se han producido una serie de condiciones especiales que repercutieron en los niveles de temperatura, como el aumento de la radiación solar y flujos de viento de la cordillera al valle, entre otros.

“Se dieron condiciones de mucha radiación porque había poca nubosidad y el flujo de viento, que en general era de la cordillera a los valles, generó un calentamiento adicional que establecieron temperaturas extremas que se dieron en algunos casos, como olas de calor”, sostiene el especialista.

En ese sentido, Mauro enfatiza que para entender el fenómeno de altas temperaturas, hay que mirarlo desde la perspectiva del cambio climático y no sobre la base a la presencia de El Niño. Según el meteorólogo, “llevamos, aproximadamente, quince años con promedios de temperaturas más altos de lo normal, y aquello va más allá de El Niño que se inició el año pasado”.

Sobre el fenómeno de El Niño, el académico subraya que sus efectos se extenderán hasta mitad de año. En ese sentido, destaca que habrá niveles de precipitaciones habituales o levemente bajo lo normal, a causa del cambio climático, lo que repercutirá en que no habrá inundaciones u otras situaciones que conlleven algún tipo de riesgo para la población.

Sin embargo, las temperaturas durante el otoño y parte del invierno, serán más altas que el promedio para esa etapa del año. A juicio del especialista, “en términos de temperatura, el fenómeno de El Niño se ha amplificado por el cambio climático”.

Sin embargo, tal panorama representa un importante desafío considerando el alto déficit hídrico que enfrenta el país y que se extiende entre las regiones de Atacama y de la Araucanía. En esta última, actualmente alcanza cifras alarmantes con un casi  99 por ciento.

En esa línea, Álvaro Mauro cree que es necesario que se desarrolle un plan que aborde esta problemática, donde el Estado debe ser protagonista.

La escasez de agua “es un tema que siempre se ha mencionado y tiene que ver con el almacenamiento de las aguas que depositan los ríos en el océano. Es un asunto que debe ser abordado en el mediano y largo plazo, donde el Estado está desarrollando proyectos al respecto”, enfatiza.

Agrega que los efectos de El Niño, y del cambio climático, permanecerán por mucho tiempo en Chile.

“Es una tarea que siempre tiene que estar presente y que se debería intensificar en términos de construir  más represas en el corto y mediano plazo por lo menos”.

Porque “no hay otra manera de enfrentar el asunto”, concluye el académico.