Expertos lanzan libro que aporta a la didáctica de la matemática

  • ¿Por qué a un docente le cuesta trabajo enseñar y a un estudiante aprender el conocimiento matemático? Esa fue la premisa que inspiró investigar y editar el libro “El discurso matemático escolar: la adherencia, la exclusión y la opacidad”, presentado hace algunos días. El texto establece que no siempre es el estudiante quien se niega a aprender o el profesor el que no tiene las herramientas para enseñar este contenido. 

 




¿Por qué a un docente le cuesta trabajo enseñar, y a un estudiante aprender, el conocimiento matemático en todos los niveles educativos? Con esa premisa, comenzó el jueves (1 de octubre) pasado, la presentación del libro: “El discurso matemático escolar: la adherencia, la exclusión y la opacidad”.

La cita se desarrolló en el Auditorio del Departamento de Matemática y Ciencia de la Computación de nuestro Plantel, y contó con la presencia de los autores de la obra: los doctores Daniela Soto y Héctor Silva-Crocci, académicos de nuestra Universidad, y los doctores Francisco Cordero y Karla Gómez, expertos mexicanos de la enseñanza de la matemática.

La obra, incluye el trabajo que de forma individual ha realizado cada autor, sobre los fenómenos que acarrea el discurso matemático escolar. Al ser abordados de forma integrada, el libro proporciona un panorama más completo e integrador del fenómeno.

“Nos dimos cuenta que no se puede hablar de un fenómeno sin el otro porque, justamente, los tres están hilados. Eso nos motivó a escribir algo en conjunto y comenzamos con la idea del libro”, explica la Dra. Daniela Soto.

“Nuestra mirada apunta hacia la crítica del discurso matemático escolar, y con nuestros trabajos hemos caracterizado tres fenómenos. La adherencia, la exclusión y la opacidad, que produce este discurso matemático escolar”, añade.

Las manifestaciones

Explica la doctora Soto que tres manifestaciones, que atentan contra el aprendizaje de la matemática, son los ejes de la obra. La adherencia implica que el discurso matemático escolar  es asumido como legítimo socialmente, a tal punto que “no permite crítica”.

Por ejemplo, “Cuando hay un bajo resultado en el Simce, se critica al profesor que no sabe matemática, o al mismo estudiante que no aprende o no tiene las capacidades cognitivas. Nadie cuestiona a la matemática en sí, entonces hay una adherencia hacia ese discurso matemático escolar”, subraya la especialista.

Agrega que el estado inmutable de esa forma de entender la matemática establece una imposición de significados, que no permite que se construya otro conocimiento y, por lo tanto, se provoca una manifiesta exclusión de otras posibles formas de entenderlo.

“La adherencia produce que haya una imposición de significados en el discurso matemático escolar que son arbitrarios. Entonces, lo que sucede, es un tipo de exclusión a través de esta imposición. No nos permite construir conocimiento, sino más bien replicar o reproducir”, afirma la experta.

Finalmente la opacidad, responde a que el discurso matemático escolar, nubla o deja en las sombras, a otras formas de pensar la ciencia.

El objetivo de la obra

Expone la Dra. Soto que se busca visibilizar las problemáticas descritas, y entender que no siempre es el estudiante quien se niega a aprender matemática, o el profesor que no tiene las herramientas para enseñarla. “Hay un sistema de razón que está detrás, que es el discurso matemático escolar, el cual que está produciendo estos tres fenómenos”, reflexiona.

“Todos esos elementos se van configurando en este libro, se van articulando y haciendo entendibles para una personas que incluso, que no tiene ninguna relación con la matemática”, añade la académica.

“El libro comienza a mostrar estas señales de cómo superar estos fenómenos. (…) Lo que hemos estado haciendo es caracterizar estos tres elementos que nos permitirían soslayar estas problemáticas”, concluye.

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