Estudio recoge información asociada al impacto de las tecnologías electromagnéticas en la salud

  • Un equipo de la Facultad Tecnológica, liderado por el Dr. Arturo Rodríguez, realizó un estudio sobre la percepción de los chilenos con respecto al uso de las tecnologías electromagnéticas y su efecto en la salud. De acuerdo al sondeo -aplicado a 1.100  personas de la Región Metropolitana- si bien un 87,4 por ciento percibe el uso de estas herramientas como algo dañino para la salud, un 92 por ciento  no está dispuesto a dejar de usarlas.

 


A pesar de que las tecnologías electromagnéticas (teléfonos móviles, dispositivos Wifi, antenas de celular) están inmersas prácticamente en todos los ámbitos de la vida, existe desconocimiento por parte de los usuarios respecto de la radiación electromagnética que emiten estos artefactos, los riesgos que conlleva su manipulación, aspectos que han sido sindicados como posibles responsables de ciertos problemas de salud. 

Un equipo multidisciplinario, perteneciente al Grupo de Investigación en Nuevas Tecnologías (GINT-USACH), liderado por el académico de la Facultad Tecnológica, Dr. Arturo Rodríguez, realizó un estudio que recoge la opinión de los chilenos sobre las tecnologías y sus efectos en la salud. La investigación se realizó en base a encuestas presenciales aplicadas a cerca de 1.100 personas de distintas comunas de la Región Metropolitana.

El sondeo, desarrollado en el marco de un proyecto Dicyt de Opinión Pública, demostró que los chilenos tienen un alto grado de dependencia a las tecnologías electromagnéticas, aunque tienen conciencia de lo perjudiciales que pueden ser para la salud.

Según los realizadores del estudio, las conclusiones reflejan una sociedad que subordina la salud frente a sus necesidades de comunicación e interconexión; por ejemplo, un 87,4 por ciento de los encuestados percibe el uso de las tecnologías electromagnéticas como algo dañino para la salud, no obstante, un 62,9 por ciento considera que es importante tener acceso a éstas, y las utilizan también en el ámbito laboral.

De acuerdo a los investigadores, estos resultados pueden asimilarse a otras prácticas observables en muchos escenarios de la vida cotidiana, como por ejemplo, el caso del alcohol y los cigarrillos, cuyo consumo está asociado a diferentes enfermedades, sin embargo, las personas no dejan de consumirlos.

La encuesta arrojó otros datos ilustrativos de la dependencia tecnológica. Casi un 90 por ciento de los encuestados señaló que usan las tecnologías electromagnéticas como acompañamiento, mientras que un 92 por ciento de la muestra indicó no estar dispuesto a dejar de usarlas, a pesar de las posibles consecuencias que pueda acarrear.

Respecto de la utilidad que prestan las tecnologías electromagnéticas (TEM), un 39,4 por ciento dice no estar totalmente convencido de su uso para realizar transacciones comerciales; además, no las ven como un instrumento útil en caso de emergencias.

De acuerdo al director del proyecto, el Dr. Arturo Rodríguez, “este fenómeno se produce por la alta introducción de la tecnología en la vida cotidiana, y la ausencia de educación no solo sobre la utilidad del artefacto tecnológico sino también sobre la necesidad de su usabilidad. Una tecnología orientada exclusivamente hacia la satisfacción de las necesidades, solo nos lleva a una sociedad intolerante a la frustración y, sin duda,  una sociedad cada vez más conflictiva”, finaliza.