Dr. Álvarez: la baja de Bachelet en las encuestas se debe a que la sociedad está más empoderada y crítica

“La sociedad chilena está más empoderada y, por lo mismo, es mucho más crítica, algo que representa una tendencia a nivel mundial”, expresa el académico del IDEA de nuestra Universidad, Dr. Rolando Álvarez, al analizar la mayor desaprobación obtenido por la Presidenta Bachelet en la última encuesta Adimark, que alcanzó el 70 por ciento. Añade que a esto se suman, entre otros factores, los desaciertos del gobierno y el mal manejo de las crisis. Resume que es una administración que partió con demasiadas expectativas, que prometió muchas cosas y se ha complicado para ejecutar cambios.
Agrega que “la sociedad chilena está más empoderada y, por lo mismo, es mucho más crítica, algo que representa una tendencia a nivel mundial”.

La Presidenta de la República Michelle Bachelet alcanzó el mayor índice de desaprobación registrada en los últimos años, llegando a un histórico 70%. Además, el estudio realizado por la empresa de investigación de mercado y opinión pública Adimark, reveló que la aprobación que obtuvo solo llega a un 21% de la población.

Todo esto, en medio de situaciones de eventual corrupción que se investigan, como el que se vio involucrado su hijo, Sebastián Dávalos, en el caso Caval, relacionado con un tema inmobiliario donde habría habido un presunto tráfico de influencias.

También, se suma la desaceleración de la economía chilena, lo que están comenzando a sentir los chilenos, y las fuertes críticas a las reformas, en el llamado ‘segundo tiempo’ de su mandato.

Al respecto, el académico e investigador del Instituto de Estudios Avanzados (IDEA) de nuestra Universidad, Dr. Rolando Álvarez, manifestó que  “la baja en la aprobación de la Presidenta Bachelet operan múltiples factores. Por un lado, los propios errores del gobierno y sus desaciertos; como también el mal manejo de crisis que han tenido, donde el caso Caval es el más evidente al respecto”.

Agrega que “la sociedad chilena está más empoderada y, por lo mismo, es mucho más crítica, algo que representa una tendencia a nivel mundial”.

“Además, es un administración que tiene muchas expectativas, que prometió muchas cosas y como suele ocurrir cuando se está en el poder, se complica en el tiempo para aplicar estos cambios”, agregó.

Radiografía a la política chilena

También, el experto realizó una radiografía de lo que está ocurriendo con la política en general, donde las diversas encuestas no la favorecen.

Por lo mismo, “los partidos políticos se ven enfrentados a una sociedad que es distinta a los de los años 90, donde estaba la figura de Pinochet y el peligro de un nuevo golpe o una involución política. Eso lo capitalizaron de buena manera los partidos de centro izquierda en su momento, en el sentido que se justificaba una política moderada”.

“A veinte años de esa época, hay una nueva generación de jóvenes chilenos y nuevas condiciones políticas, por lo que el descontento ya no puede ser apaciguado con ese tipo de argumentos. Entonces, la manera en que los partidos se conectan y juegan su papel de mediadores entre la sociedad civil y el Estado, es lo que está en revisión”, añadió.

Álvarez manifiesta que “los partidos tienen que evaluar si van a ser capaces de representar el descontento a las demandas de la sociedad civil frente al Estado. Lo que indica las encuestas, es que los ciudadanos no lo perciben como tal. Por lo mismo salen mal parados, porque no se están sintiendo representados. La única solución a esto, tiene que ver si se logra la sintonía con la sociedad”.

“Históricamente en Chile, hasta el año 73, había una articulación entre el movimiento social y político, es decir, los movimientos sociales se articulaban en las demandas políticas y con los partidos, lo que hacía que hubiera un sentido y proyecto a futuro”, explica.

Concluye que “hoy eso está debilitado por tiempos de la dictadura, debido a la represión, y cambios culturales en la sociedad, a una más individualista; en un modelo neoliberal que hace que la sociedad civil y las organizaciones sociales no se articulen en función de los partidos políticos. Eso expresa que los movimientos sociales tengan esa fragmentación, ya sea, con los contratistas por un lado y los profesores por otro. Es una tendencia que ocurre en Chile y en el mundo”.

 

Autor: 
Tomás Parker Cerda