Crisis por los dineros en la política chilena: Aún no aparecen los “síntomas más escondidos”

Para el sociólogo Alberto Mayol, “hoy día estamos viendo aparecer la enfermedad y no los síntomas más escondidos”. El académico de la Facultad de Administración y Economía (FAE) de nuestra Institución, cree que tras los escándalos de corrupción que han afectado a la clase política, subyace una crisis dentro de las élites gobernantes. Agrega que, por lo que se aprecia, los políticos chilenos no están dispuestos a sincerar todo, porque ello conllevaría -incluso- a renunciar a sus cargos y situaciones ventajosas.
“Declarada la enfermedad, la posibilidad de tomar decisiones ayuda bastante”, reflexiona el investigador. A su juicio, la crisis se pudo haber detenido antes, “pero como no se hizo, lo natural era que terminara por explotar. No había mucha opción”, concluye Mayol.

Alta convulsión se ha vivido durante los últimos meses en nuestro país, producto de una serie de escándalos de corrupción que mezclan el poder político con el económico. Las empresas Penta y Soquimich, suministraron al margen de la ley, recursos a una serie de políticos para financiar sus campañas electorales. Sebastián Dávalos, hijo de la Presidenta de la República Michelle Bachellet, debió renunciar a su cargo como Director Sociocultural de La Moneda debido a que consiguió un préstamo, por más de 6 mil millones de pesos, del vicepresidente del Banco de Chile Andrónico Luksic. Todo, gestionado en el mismo periodo que la hoy Mandataria fue electa por segunda vez. Al caso se le imputa tráfico de influencias e información.

Según el académico Alberto Mayol, de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago (FAE), la crisis política que se vive en el país responde a un proceso de sanación. “Cuando tienes un proceso de malestar social que logra ser explicitado a través de una crisis como esta, la verdad es que esto se parece más a un proceso de sanación que de enfermedad”, afirma.  Hoy día -cree el sociólogo- estamos viendo aparecer “la enfermedad y no los síntomas más escondidos”.

“Declarada la enfermedad, la posibilidad de tomar decisiones ayuda bastante”, reflexiona el investigador.  A su juicio, la crisis se pudo haber detenido antes, “pero como no se hizo, lo natural era que terminara por explotar. No había mucha opción”, concluye Mayol.

Eva Von Baer y Andrés Velasco, vinculados al “Caso Penta”, argumentaron que su participación había sido más bien circunstancial. Por ejemplo, la senadora esgrimió como “un error involuntario” los recursos que recibió  de parte de empresas Penta. Por su parte el ex candidato presidencial, explicó que como “no es un hombre adinerado” realizó una asesoría por la cual fue remunerado.

Estas respuestas, que parecen inaceptables, son parte -como afirma Alberto Mayor- de la incapacidad que tienen los grupos gobernantes para realizar un proceso genuino, que reconozca sus errores y asuma las consecuencias de aquello. “A las elites les cuesta mucho acostumbrarse a procesos de pérdida de poder,  porque básicamente han estado viviendo en  todas las oportunidades que éste les ofrecía”.

Cree Alberto Mayol que actos como la creación de la  Comisión Asesora para regular la relación entre dinero y política, establecida por la Presidenta Michelle Bachelet, no son suficientes para revertir el panorama convulsionado del país. “Es un asunto que probablemente va a rebotar. Lo están intentando simplemente, pero ya no fue algo que pudiera resolver el asunto”, puntualiza.
Un ejercicio serio -explica el sociólogo- implicaría asumir absolutamente las consecuencias políticas; cambiando autoridades y nombres. Así, “entregas un mensaje de época, diciendo que en el fondo esto fue en conjunto, que lo hicieron todos los partidos, y se llega a un gran acuerdo que no está orientado a uno de partidos sino a pedir disculpas en el fondo y asumir las consecuencias de aquello”. Sin embargo subraya, “evidentemente eso la elite chilena nunca lo ha hecho, ni piensa hacerlo”.

Frente al 31% de aprobación de la Presidenta en la encuesta Adimark de Marzo, Alberto Mayol cree que tal índice no  hay que asociarlo al desempeño de la Mandataria sino que es síntoma del descrédito que la clase política en plenitud posee. “La Presidencia de la República es un desastre, pero evidentemente su aprobación todavía no llega a los niveles más bajos que tuvo Piñera en el Gobierno pasado, y esta aprobación siendo que es muy lamentable, todavía compite bastante bien con la que tienen  las coaliciones políticas. Por lo tanto, hay una crisis de toda la elite”, sentencia.
 

Autor: 
Fernando Abarca Back
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