Académico estudia nuevos usos de la nanotecnología en dolor crónico

  • Con el fin de obtener nuevos antecedentes respecto de soluciones para el dolor crónico, el investigador del Departamento de Biología de la Universidad, Dr. Claudio Laurido, desarrolla un proyecto Dicyt que indaga en la nanotecnología como alternativa para resolver este problema.

El dolor crónico es una modalidad sensorial que se produce en el sistema nervioso y que es de muy difícil tratamiento. Enfermedades como la artritis, en un nivel desarrollado, pueden generar cuadros de dolor que sólo se pueden aliviar mediante constantes inyecciones de diferentes medicamentos.

Dentro del mismo campo, la nanotecnología ha surgido como una solución que podría combatir el malestar corporal que viven los humanos, sin la necesidad de suministrar grandes cantidades de droga en variadas oportunidades. Por esta razón, el investigador de la Unidad de Neurobiología del Departamento de Biología de la Universidad, Dr. Claudio Laurido, ejecuta un proyecto que establece las bases en esta área de investigación.

La idea de la investigación es estudiar los procesos que producen el dolor, descifrar donde se originan y qué vías nerviosas utilizan, lo que permitirá identificar los sectores donde deberán trabajar las nanopartículas cargadas con medicamentos de liberación prolongada. Así, el medicamento administrado podrá actuar de forma efectiva en el sector afectado. “Las nanopartículas -al encapsular el medicamento- lo estabilizan, de tal manera que si hay antibióticos o medicamentos que duran dos o tres días en el organismo, con este método perduran mucho tiempo más”, explica el investigador.

La finalidad es que se pueda administrar drogas que alivian el malestar en menores dosis, pero que su efecto permanezca más tiempo en el organismo. Por lo mismo, la motivación del uso de una tecnología empleada con tantas finalidades, es poder encontrar una herramienta más eficaz para combatir el dolor crónico ocasionado por enfermedades como la artritis.

El equipo de trabajo está compuesto, además, por el Dr. Luis Constandil, co investigador, y la Dra. Marcela Wilkens y Loreto Sanhueza, ambas del Departamento de Biología.

Etapas

El estudio contempla tres etapas con una duración tentativa de un año cada una. El primer paso consistirá en la preparación y caracterización fisicoquímica de nanopartículas cargadas con diversos medicamentos útiles en el manejo de la artritis. En la segunda etapa, se realizarán estudios toxicológicos y farmacocinéticos, en ratas normales a las cuales se les aplicarán las nanopartículas en el líquido cerebro espinal.  En la tercera etapa, se aplicarán las nanopartículas a animales con artritis y se evaluará su efectividad.

Con la ejecución de estas fases, los investigadores esperan obtener resultados que les permitan postular y alcanzar patentes del componente producido a largo plazo. “Lo que nos interesa, por ahora, es contribuir al conocimiento sobre los fenómenos involucrados en el dolor crónico y usar la nanotecnología como una herramienta que sirva para optimizar los tratamientos que permiten resolver este problema”, añade el Dr. Laurido.

Se podrá acceder a los datos obtenidos de esta investigación a través de distintos artículos e informes publicados. Ya existen dos trabajos que fueron presentados a la Sociedad de Farmacología de Chile. El propósito en este ámbito es publicar la mayor cantidad de estudios posibles en revistas de alto impacto, explica el académico.

En cuanto a las proyecciones de la investigación, además de la postulación a distintas patentes, el equipo de investigadores espera, aun cuando “es una idea que está en pañales: el incorporar principios medicinales de plantas a nanopartículas”, como posible solución al dolor crónico, en una medicina considerada alternativa. Pensamos que también podría ser importante, ya que en Chile y específicamente en nuestra Universidad hay colegas tales como Alejandro Urzúa y José Luis Martínez, que se especializan en estudios químicos y farmacológicos de la flora chilena, concluye el Dr. Claudio Laurido.